Hiii! Queridos lectores, disculpen la tardanza, es solo que he estado bastante ocupada... Intentaré actualizar tan rápido como me sea posible. Una vez más gracias por leer, y si tienes alguna duda u opinión no temas dejarla en los comentarios;) Espero disfruten este capítulo, les recomendaré la canción que estuve escuchando en loop al escribir la mayor parte del capítulo. Dark side of paradise de Goldford.

Sábado 2 de Julio 1955

¿Era posible sentir una especie de Deja Vú en una situación como esta? Sentir que en lo más profundo de su ser algo le susurraba que ya lo sabía… ¿Justo a la vez que sentía que la vida se le escapaba de las manos? No lo sabía. Honestamente no sabía nada acerca de lo que la rodeaba, y sin embargo aquí se encontraba, con las lágrimas rodando por sus mejillas a la vez que los sollozos comenzaban a querer hacer su aparición en esta historia de terror. Si por la mañana de ese día viernes le hubieran dicho en el enredo en el que se metería, no lo hubiese creído. Sabía que sería un día complicado y lleno de cambios. Esto por el hecho de estar despidiéndose de todo lo que conocía, de las personas a las que quería, de su estilo de vida… Pero justo ahora parecía estar viviendo en una confusa y demente novela de terror, una en la que un psicópata juega demasiado con sus sentimientos al involucrar a dos de las personas que más quería en este mundo, y para ser francos, su raptora de la mañana no se alejaba mucho de aquel término.

Lo que escuchó no tenía sentido alguno, nadie puede saber lo que pasará en el futuro, a menos que  la manera por la cual Sooyoung sabía lo del tren era que se encontrase detrás de eso también. No... Era demasiado, esa chica de aspecto dulce no se atrevería, ¿o sí? Aunque definitivamente existía la posibilidad de que fuera una completa psicópata, Bogum y Seungwan no frecuentarían a ese tipo de persona, además de que en el estado en el que se encontraba la chica unas horas atrás no indicaba que pudiera estar detrás de todo aquello.

El bowl que llevaba en las manos se estrelló contra el suelo y el ruido la sobresaltó, aun cuando había sido ella misma la culpable de aquel pequeño accidente, no sintió el momento en el que se resbalaba por sus dedos. Pero fue ahí, después del pequeño susto, cuando finalmente los sollozos escaparon de sus labios. Esta noticia había sido la gota que derramó el vaso. Con la fuerza que le quedaba decidió correr, correr sin dirección fija, a donde sus piernas decidieran llevarla, simplemente quería huir de ese fatídico y extraño día.

-Ese tren se estrellará en las próximas horas… O tal vez ya sucedió. Hubo muy pocos sobrevivientes y Joohyun no era uno de ellos…

El silencio inundó la habitación, la atmósfera cada vez más densa se podía palpar. Bogum, incapaz de decir algo al respecto, algo para luchar contra aquella dura verdad, sólo se quedó ahí de pie, casi petrificado de no ser por las lágrimas que delataban que seguía con vida.

Escucharon caer algo justo fuera de la habitación seguida de unos sollozos y unos  pasos apresurados que se alejaban del lugar. Maldita sea. Ambos contemplaron la entrada de la habitación, pero en el fondo los dos sabían de quién se trataba.

-Joohyun… - Bogum susurró su nombre con un deje de tristeza.

-Maldición, ¿qué tanto habrá escuchado? – Con su mayor esfuerzo, Joy se levantó del sofá, sabía que tendría que ir tras ella nuevamente y el otro chico parecía estar en un trance así que sólo estaba ella.

Subió las escaleras lo más rápido que su cuerpo se lo permitió, al llegar a la entrada del edificio buscó con la mirada por todos lados y no había rastro alguno de Joohyun, seguramente había salido de aquel lugar. Afuera la lluvia se encontraba cayendo con fuerza, no parecía perdonar a ninguno. Sabía que no era buena idea salir a la tempestad, pero por ella lo haría. Salió por las puertas y buscó a los alrededores, al menos no todo era tan malo, la podía divisar a unos 100 metros de distancia, parada debajo de un árbol con la mano apoyada en el tronco y mirando hacia abajo. El árbol no cubría por completo la lluvia, pero al acercarse se percató que no era esta la que provocaba la humedad en sus mejillas.

-Joohyun – Se detuvo a unos pasos de distancia de ella, ambas se encontraban empapadas completamente, la tormenta no parecía llegar a su fin pronto.

-¡Vete de aquí!

Ese grito había sido lo más roto que había escuchado en mucho tiempo.

-Joohyun, solo escúchame, por favor.

-¿Para qué? ¿Para que me vuelvas a decir que sabías lo que pasaría hoy y que solo querías ayudarme? Dime, Sooyoung – Se incorporó y la miro de frente - ¿Cómo sabías lo que pasaría hoy? Porque ya no sé en qué creer.

Joy se quedó helada ante su mirada fría y amenazadora.

-Primero me dices que eres conocida de Seungwan y que por eso sabes tanto de ella y de mí, después me ofreces tu ayuda para llevarme a donde me llevaría el tren, me traes con tu “amigo” Bogum, que casualmente es mi mejor amigo, y caes enferma repentinamente. En lugar de irme me quedé a ayudarte pero luego los escucho a los dos hablando sobre como tú sabías lo que pasaría si subía a ese tren. Pero, dime, Sooyoung, ¡¿cómo demonios puedes saber lo que le pasará a ese tren?!

La furia que salía de su boca, esas rápidas palabras con un volumen que iba en aumento con cada una de ellas, se sentía como fuego… Y la estaba quemando. Joohyun tenía razón, no podía culparla por haberla metido en esta situación, y si para ella misma todo era confuso, no quería imaginar para la chica del dibujo.

-N-No me lo creerías, Joohyun…

-¡¿Joohyun?! Una y otra vez dices mi nombre pero no me das una buena explicación, no entiendo cómo quieres que confíe en ti. Creo que ha sido suficiente por hoy.

Después de que la chica furiosa terminó su discurso, Joy solo pudo observar su espalda y como ésta se alejaba cada vez más. Sin embargo, esta vez Joy actuó por mero instinto, en un movimiento rápido se acercó a ella y la tomó por la muñeca, jalándola y acercándola hacia sí. La envolvió entre sus brazos, eliminando la distancia entre ellas con un frío y húmedo abrazo debido a lo mojado de sus vestimentas. Todo fue tan rápido que pudo escuchar el aire salir de entre los labios de la chica gracias al repentino contacto. Joohyun no se movió, no respondió al abrazo pero tampoco trató de zafarse de él. Permanecieron en esa posición por lo que pareció ser un minuto o dos, hasta que la tensión en el cuerpo de la más baja comenzó a desaparecer.

-Te lo contaré todo, pero necesito que intentes creerme. Si no es por mí, hazlo por Seungwan, por favor.

Ese nombre otra vez, sabía que era su debilidad y la usaba para convencerla.

Joohyun asintió y eso fue todo lo que la chica más alta necesitó para confiar en que tal vez después de todo lo ocurrido en este día, la noticia de que era una viajera del tiempo no sonaría tan extraña e imposible.

-Cuando te dije que conozco a Seungwan, no mentía. Tampoco lo hacía cuando decía que quiero ayudarte, en realidad todo este jodido día fue la consecuencia de que traté de hacerlo, y aún lo hago al no dejarte ir. Al decirte que no soy de por aquí estaba siendo parcialmente honesta, sí soy de esta ciudad, he vivido aquí la mayor parte de mi vida pero… no en esta época.

-¿A qué te refieres?

-Dime en qué año estamos, Joohyun.

-1955, pero no entiendo que tiene que ver eso co-

-Exacto, de donde yo provengo es el año 2016.

Joohyun la apartó de ella con fuerza, empujándola por los hombros. Era una persona bastante inteligente, así que Joy estaba segura de que captó lo que quería darle a entender, pero la otra chica la miraba en busca de la burla, del chiste detrás de esa broma. Joy permaneció firme en su seriedad.

-¿Y de esta manera quieres que confíe en ti? Solo estás jugando conmigo, deja de hacerlo, Sooyoung.

Muy bien, al parecer después de todo lo ocurrido en este día, la noticia de que era una viajera del tiempo sí se escuchaba extraña e imposible, aun para Joy.

-No estoy jugando contigo. Por favor, mírame a los ojos y ve que lo que te digo es verdad, Joohyun.

Dicha chica hizo lo pedido, buscaba alguna pista que le confirmara las ideas de la racional voz en su cabeza, pero no la encontró. En esos ojos oscuros sólo había un brillo indescriptible.

-Por accidente terminé aquí, en esta época, pero si me dieran la oportunidad de cambiar eso, no lo haría. Porque gracias a ese accidente te conocí y pude cambiar algo que nunca debió haber ocurrido.

Sabía que sus palabras estaban haciendo algo de sentido en la cabeza de la más bajita, que poco a poco iba juntando y acomodando las piezas de ese puzzle. La raptó para bajarla del tren porque sabía qué pasaría pero eso no borraba los sentimientos tan escalofriantes que debía estar sintiendo al enterarse que eso significaba que ese día debió morir.

-Entonces, digamos que te creo… ¿Yo debí morir en ese tren?

Joy reconoció el miedo en las palabras que salieron de su boca, a la vez que se notaba en su mirada de cachorro perdido. La muerte es algo a lo que todo el mundo le teme, pero usualmente la gente trata de no pensar en ello para evitar la agonía. Por eso cuando uno se vuelve consciente de lo cerca que se encuentra, es normal sentirse abrumado por todo lo que conlleva.

-Sí…

La lluvia seguía cayendo, gracias al árbol debajo del que se encontraban no las seguía empapando demasiado, pero lo ya mojado comenzaba a molestarla. Tosió un par de veces, se empezaba a sentir mal nuevamente. Pero no podía salir de esto, no sin Joohyun que se encontraba consternada mirando al suelo. Era obvio que la chica estaba pasando por un gran tormento en su interior mucho peor que el que las rodeaba.

Joy se acercó nuevamente a la chica y la tomó de la mano, esta vez de una manera más cálida y tranquila.

-Ahora estás bien, Joohyun, estás a salvo.

Y por primera vez era Joohyun la que tomó la iniciativa. Se acercó a Joy y la abrazó probablemente con la necesidad de traerle calor no solo a su cuerpo, sino, también a su alma. La diferencia de estaturas era justo la indicada para que pudiera acurrucarse en la curva de su cuello mientras le pasaba los brazos por la cintura. Joy correspondió el abrazo y por primera vez en el día, sentía que se entendían. Era un sentimiento extraño, leyó y se imaginó mucho a esa chica que pensó que jamás conocería, y ahora se encontraba abrazándola. En algún punto de la convers