Lunes 13 de Junio 2016

No podía creerlo. No… Mejor dicho, no quería hacerlo, muy en el fondo tenía la esperanza de que las cosas no hubiesen sucedido de aquella manera. A este punto ya había amanecido, el sol había salido quitando toda la oscuridad de la noche a su paso, ahora los rayos de luz que atravesaban la ventana iluminaban la habitación, pero ella aún sentía el dolor en su pecho. Ya no se encontraba llorando, posiblemente en algún punto de la noche sus lágrimas se agotaron, pero aún tenía muchas dudas, ¿Bae Joohyun había fallecido sólo así? ¿Realmente era posible que la historia de esa chica acabase de esa manera? Si fue así entonces la vida fue injusta con ella, no entendía qué pudo haber hecho aquella chica de mirada profunda como para merecer un final tan abrumador, tan repentino, tan cruel con ella.

Martes 5 de Julio de 1955

Hoy fui a visitar a tu padre, Joohyun. Yo sé que sentías la necesidad de hacerlo sentir orgulloso. Me gustaría que pudieras escuchar de mí que sí lo está, siempre lo estuvo. Cuando llegué a tu casa, quién me recibió fue tu prima y aunque el parecido entre ustedes no es mucho, por un instante me paso por la cabeza la idea de que eras tú quién abría esa puerta. Casi me quebré en ese instante.

Tu prima me pidió que le ayudara a organizar tus cosas, no creí que sería capaz de hacerlo, no sin romper en lágrimas. Pero tu padre no quería hacerlo, yo sé que no podía por la misma razón que yo. Así que me arme de valor y subimos las escaleras hacia tu habitación que aún tenía ese olor a lavanda tan particularmente tuyo. Comenzamos a guardar tus pertenencias en cajas, la mayoría se encontraba aún como tú los habías organizado, sé que por el voluntariado que ibas a hacer no podías llevar contigo muchas cosas y también conociéndote sé que no llevarías nuestra foto de cuando cumpliste 18 años. Aun se encontraba perfectamente enmarcada y reposando en tu escritorio, es uno de mis más bellos recuerdos pero aun así, al verla, sentí muchas cosas, ahí fue cuando me quebré.

Te extraño mucho, Joohyun. Justo ahora... Daría todo por volverte a ver una vez más, por abrazarte y asegurarte que te quiero.

Ahora yo tengo nuestra foto, la llevaré conmigo a la universidad, así como el reloj que siempre llevo puesto, espero que de esta manera puedas estar un poco más cerca de mí. Y como me lo pediste en tu carta, intentaré ser feliz y estudiaré mucho para hacerte sentir orgullosa.

Joy podía imaginar lo que había sentido Seungwan al enterarse de la repentina muerte de su mejor amiga, al ir con su familia, al ver que efectivamente la chica ya no se encontraba, al caer en cuenta de que jamás la volvería a ver. Todo lo anterior le rompía el corazón, si hubiese sido ella la que viviera esa experiencia con alguna de sus amigas estaría devastada. Últimamente se había convertido en alguien demasiado empática, no que nunca lo hubiese sido, pero ahora era diferente. Antes solía pensar únicamente en ella, en sus deseos, en obtener lo que quería sin importar lo que los demás sintieran, ahora esto último parecía cobrar importancia.

Lunes 1 de Agosto de 1955

Hoy ha pasado un mes desde que te fuiste. Pero no ha cambiado el cómo me siento, aún te extraño. Sin embargo todos me han dicho que la vida sigue, me pregunto si entenderán lo que significas para mí. No lo creo...

Hoy estoy de camino a la universidad, estoy muy nerviosa. En unos días empezaré una nueva etapa de mi vida, intentaré hacerlo correctamente. Seré feliz, Joohyun.

Viernes 1 de Julio 1955

Le era difícil caminar por los vagones entre toda esa gente subiendo y acomodándose en sus lugares, pero no tenía tiempo que perder. Se acercaba a los últimos vagones y su desesperación crecía junto con el caminar de sus pasos acelerados al no haber rastro alguno de Joohyun.

‘Por favor’ taladraban esas suplicas una tras otra en su cabeza. Tal vez si tuviese una creencia en algo más grande, en algo divino, le sería más sencillo pedir por su pequeño deseo. Así que sólo esperaba a que sí hubiese alguien ahí realmente, este escuchara sus suplicas.

“Bae Joohyun” creyó escuchar a lo lejos entre todo el bullicio. ¿Fue ese un grito? Tal vez era ahora, el momento que Seungwan describió en su diario. Sabía lo que pasaría, la chica de mirada profunda tropezaría con el escalón al subir al tren, pero no miraría atrás, dejaría atrás a Seungwan. Tenía que apresurarse porque el tren estaría a punto de moverse, tenía que encontrarla ahora o nunca.

Su corazón latía tan fuerte que retumbaba en sus oídos, intentó caminar lo más rápido posible para llegar al penúltimo vagón. Pero en su caminar apresurado Joy se golpeó súbitamente contra algo, o mejor dicho, contra alguien. El precipitado impacto hizo que ambas chicas retrocedieran unos cuantos pasos antes de encontrar el equilibrio nuevamente. Y cuando Joy finalmente fue capaz de volver a sus cinco sentidos, miró hacia la persona con la que se estrelló. Sintió la sangre subir rápidamente a su cabeza, la había encontrado. Finalmente Bae Joohyun estaba enfrente suyo. Sus suplicas sí fueron escuchadas. No lo podía creer, lo había deseado tanto que justo ahora sentía como si no fuese real todo aquello.

Pasaron unos segundos y en el momento en el que sus miradas se conectaron sintió algo subir por su espalda, un sentimiento que era como si ya la hubiese visto antes, y no precisamente en el boceto.

-Disculpa – Dijo la chica de mirada profunda en casi un susurro, dirigiendo su mirada hacia el suelo justo después.

Había algo en su expresión que denotaba tristeza, desolación. Era lógico, había dejado atrás a su mejor amiga, a la chica de la cual se había enamorado.

Joy sólo la miró con detenimiento, quiso hablar pero en ese momento no salió nada de su boca al abrirla, era como si hubiese olvidado como articular cualquier palabra. Todas aquellas veces en las que se preguntó cómo sería conocer a la chica, en las que se cuestionó si le sería tan difícil leerla, o si en sus ojos encontraría más respuestas, ahora volvían a su mente. Pero había algo que no se había esperado antes, la chica lucía mucho más bella en persona, hasta el punto en el que no parecía real. ¿A quién quería engañar? Nada de ese día lo parecía. Aunque era cierto que ese dibujo no le hacía justicia a su belleza, pero tampoco a su tristeza.

Maldita sea, tenía que concentrarse. No podía desaprovechar esa oportunidad. Es ahora o nunca.

-Joohyun – Pronunció su nombre con claridad por lo que ella volteó a verla con sorpresa – Soy Park Sooyoung, y necesito que vengas conmigo.

Viernes 1 de Julio del 2016

-Es lo mínimo que podemos hacer por mi prima. Tenemos que intentarlo, Seulgi.

A Yeri le comenzaba a doler la cabeza, llevaba varios minutos escuchando discutir a ambas chicas cuando ella sentía que toda aquella situación era muy obvia, no podían perder más tiempo cuestionándose las cosas cuando podían actuar y tratar de regresar a su mejor amiga de vuelta al futuro. Pero aun así se mantenía callada, permitiendo que Wendy cuestionara a su novia y que ésta terminará de explicarse.

-Lo haremos, pero quiero que sean conscientes de que puede no funcionar.

Las tres compartieron un par de miradas, la inseguridad en todas se notaba, pero su desesperación era mayor.

-Entonces pongamos las manos a la obra – Yeri finalmente habló mientras daba unos pasos hacia la máquina del tiempo.

Comenzó a revisar los circuitos, tal vez no se había dañado todo, sólo tendría que cambiar unos cables. Por otro lado, Se