Viernes 1 de Julio 1955

-Bogum…

Al verlo acercarse lentamente fue lo único que logró escapar de sus labios, y fue apenas audible gracias al fuerte viento que entraba por las puertas abiertas del edificio.

-¿Qué fue lo que sucedió?

Bogum parecía intentar centrarse en la situación y en la chica que yacía en el suelo, por lo que se hincó a su lado para revisarla. Y aunque le era difícil apartar todos aquellos pensamientos sobre Joohyun, su primer gran amor, sabía que todo sería más sencillo si resolvía cosa por cosa.

Sooyoung respiraba, esa era una buena primera señal, pero no la manera en la que llevaba esto acabo. Se notaba que lo hacía con dificultad y la palidez de su piel era más marcada que unas horas atrás. Llevó el dorso de su mano a la frente de la chica, definitivamente tenía fiebre. No lucía nada bien, pero, ¿acaso podría ser a consecuencia de su complicado e inesperado viaje por el espacio-tiempo? Aunque no sabía lo que había sucedido con Sooyoung durante las horas en las que se apartó de él y las causas de su estado podrían ser muchas. Necesitaba respuestas.

Finalmente Bogum tuvo el coraje de mirarla a los ojos, sabía que durante el tiempo que se tomó para revisar a Sooyoung, ella lo estaba observando. ¿Qué era eso en su mirada? A pesar de la oscuridad, él podía ver que Joohyun no se encontraba bien del todo tampoco. La conocía tan bien que si la hubiese visto unos días antes, hubiera sabido a la perfección qué pasaba por su cabeza, pero no ahora. Tal vez sería el dolor en su pecho el que no le permitía leerla, o simplemente el producto de este alocado día lleno de emociones y sucesos singulares.

-Joohyun, necesito saber desde qué hora estás con Sooyoung.

Joohyun sentía que al abrir sus labios para responder no saldría la respuesta que él esperaba, probablemente de estos saldría un sollozo, así que decidió apretarlos con fuerza para evitar que esto sucediera. Definitivamente era culpa lo que la carcomía desde dentro.

Echó su mirada para abajo, donde se encontraba Sooyoung. A pesar de todo, de todos los problemas que le causó este día, la chica no tenía culpa de que ella hubiese lastimado a Bogum y ahora no fuese capaz de enfrentarlo. Suspiró e intentó empuñar algo de fuerza.

-Me interceptó en el tren… Era el último del día, así que rondaban las tres de la tarde.

-¿Y desde ese momento has estado a su lado?

-Mejor dicho, ella estaba a mi lado, no la podía perder por más que intentaba. Pero sí, desde esa hora hemos estado juntas. Nunca tuvo el mejor aspecto, pero cuando íbamos de camino aquí de repente ha colapsado– Hizo una pausa y lo miró. Error. No tenía las suficientes fuerzas para sostenerla así que volvió a la chica – Caminamos por toda la ciudad prácticamente.

Él la escuchó atentamente, adentrado en su papel de responsable por la chica.

-Bueno, necesito que me ayudes a llevarla abajo, allí podremos ayudarla mejor.

Entre ambos la levantaron del suelo y pasaron sus brazos por sus hombros. No dijeron ni una palabra más en su camino abajo con la chica alta.

Una vez llegaron a la sala en donde se encontraba la máquina sentaron a la chica en la silla que más temprano ese día había ocupado. Claramente ahora su estado de consciencia era menor, por lo que Bogum le indicó a Joohyun que la detuviera en lo que él iba por el sofá de la sala de un lado. Sin dificultad regresó empujando el sofá, lo acercó y entre los dos recostaron a Sooyoung.

-En el botiquín se encuentra un termómetro, – Apuntó al escritorio en donde se encontraba – yo iré por un poco de agua y una toalla a los baños.

El chico se retiró de aquel lugar y Joohyun fue a inspeccionar el botiquín. Tomó el termómetro y se sentó en un lado de Sooyoung para medirle la temperatura corporal. La luz que irradiaban las cuatro lámparas de mano en la habitación no era mucha, pero era suficiente para que pudiera observarla con detenimiento en lo que esperaba a que el mercurio en el termómetro hiciera su trabajo. El sudor de su frente caía por los bordes de su cara, sus labios se encontraban separados, permitiendo que el aire pasara a través de estos. Volvió a fijar su atención en el termómetro y este marcaba los 38.6°C. Tenían que llevarla al hospital, esta chica lucía muy mal y honestamente aunque a Joohyun le preocupara la idea de ser la responsable por lo que le fuese que le pasara a la chica, también estaba genuinamente preocupada por ella. No la conocía, su primera impresión no fue la mejor, y sin embargo aquí estaba, sintiendo algo extraño en su interior.

En este punto ya no solo era aquella chica alta la que la hacía sentir distinta, como fuera de sí misma, había algo más. Una especie de hoyo en su interior que crecía con el pasar de los segundos, ¿cómo un sentimiento de pesadumbre o de agonía que te carcome por dentro, tal vez? Esta era una sensación que jamás había sentido, era como si pudiese escuchar gritos, llantos, sollozos a lo lejos, y ella no pudiera hacer nada para silenciarlos.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por Bogum que entraba en la habitación. Irene tomó las cosas que el chico traía y comenzó a remojar las pequeñas toallas de mano para aplicarlas en Sooyoung.

-Bogum, no creo que esto funcione del todo… Tiene fiebre, deberíamos llevarla al hospital.

La expresión facial de Bogum describía que esa era la peor idea que posiblemente había escuchado en su vida.

-No. No podemos sacarla de aquí… - Joohyun guardó silencio, esperando a que el chico se explicara – Escucha el fuerte viento, el cielo está saturado de densas nubes, la tormenta no tardará en caer.

Y como si fuese arte de magia, la lluvia comenzó a sonar, chocaba contra las paredes de aquel edificio con fuerza. Bogum en su interior le agradecía al universo por esa pequeña ayuda. Después de las horas de martirio que la desaparición de la chica del futur