Capítulo 2 ¿Dónde estás?

 

  Apesar de estar rodeada de personas que me quieren, el sentimiento de tristeza no desaparece, tanto, que admirar el amanecer desde la terraza de la habitación en la que estoy instalada, es bastante triste a comparación de otras veces. Es como si supiera el estado de ánimo que me embarga de pies a cabeza y perdiera esa belleza que tanto me gusta, pero no puedo seguir así.

Hui de Seúl solo para darme un respiro de todo lo que ha sucedido en tan solo un par de días. Necesitó recuperarme sentimentalmente de ambas pérdidas o mi objetivo de encontrar y hacer pagar al responsable de la muerte de Michelle no se cumplirá. Además, de enseñarle a Im Nana que conmigo no se juega de esa manera tan sucia porque el que se lleva se aguanta.

Mi vida tal vez nunca vuelva a ser la misma pues imagine a Michelle en mi vida por bastante tiempo. Creí que la tendría en momentos tan importantes como lo serán futuras pasarelas, una muy lejana boda, un futuro embarazo y nacimiento de mi hijo, entre otras cosas más, pero jamás estar a presente físicamente.

Por ahora, me concentrare en el lugar que estoy, en pasarla bien con las personas a las cuales había dejado de ver e intentare definitivamente olvidarme de los problemas que tengo.

Cuando mis pies entran a una de las plazas comerciales más grandes de Miami, no solo abro la boca del asombro sino que el sonido que emitió en una simple monosílaba.

Ha llegado la hora de intentar con todas las fuerzas que me quedan, olvidarme de las cosas malas que me han sucedido y disfrutar de lo que puedo hacer ahorita porque después estaré sumergida en la búsqueda del culpable.

Mi mejor amiga del colegio recarga su brazo en mis hombros y sonriente por ver otra expresión en mí que no sea la de tristeza susurra en mi oreja las palabras “Hora de shopping”, a lo que asiento emocionada y dejándome arrastrar, me embarque en todas las tiendas de la plaza comercial por horas y horas, pero una vez que el hambre se apodero de nosotras, nos encaminamos a uno de los bellos restaurantes que tiene el lugar.

Mi día no estaba siendo ni aburrido, ni malo y mucho menos triste, todo lo contrario, por primera vez en estos días la luz vuelve a iluminar mi vida, vuelvo a ver el mundo de colores y una extrañable sensación de paz me invade y me relaja. Sin embargo, debí prever que algo podía arruinarlo.

Me encontraba comiendo y charlando de viejos recuerdos con Camila, cuando el sonido de mi celular me alerto que alguien me había mandado un mensaje por WhatsApp.

Mi intención definitivamente era dejarlo pasar, disfrutar de mi comida tanto como se pudiera, pero volvió a sonar un par de veces más y Camila sugirió que mirase a quién le urgía tanto localizarme y me hizo ver que podía tratarse de Krystal, así convencida, le hice caso a mi celular y me encontré con un par de mensajes de Tiffany, lo cual, me preocupa lo bastante pues lo primero en que pensé fue en mi hermana.

 

Pink Monster

 

Jessie cuando veas este mensaje, comunícate conmigo, debes saber lo que está sucediendo aquí.

15:10 ✔✔

 

Aquel mensaje por supuesto que me alarmo pues claramente algo que desconozco está sucediendo allá y mi primer pensamiento es mi hermana Krystal, pero cuando leo el segundo mensaje me detengo para preguntarme ¿Quién demonios se está volviendo loca que las está volviendo locas a ellas y por qué?

 

Jessie llámame por favor, se está volviendo loca y nos está volviendo locas a nosotras.

15:24 ✔✔

 

¡Jess por dios!..., comunícate lo más pronto posible, de lo contrario, no digas que no intente avisarte.

15:24 ✔✔

 

Mis cejas se fruncen de la confusión que ha causado los mensajes de Tiffany y al percatarse mi mejor amiga de ello, me pregunta si todo está bien, a lo cual, no sé qué responderle.

Mis dedos teclean rápidamente en el celular y segundos después, el sonido de estar llamando llega a mis oídos.

Sea lo que sea que esté sucediendo voy averiguarlo.

Bajo la atenta mirada de Camila, espero que Tiffany me conteste la llamada. Tras cuatro pitidos mi mejor amiga por fin me responde.

 

     —¿Qué está sucediendo?—empecé con las preguntas —¿Quién se está volviendo loca?

 

Más Tiffany no me contesta, pero escucho mucho escandalo al otro lado de la llamada y eso me confunde más.

 

     —Por favor —esa voz…—, sé que están muy enojadas conmigo, pero…

 

Yuri… ¡Oh no!...

 

     —Enojadas es poco Kwon.

    —Lastimaste a Sica con tú desconfianza.

    —Lo sé, por eso estoy aquí suplicando que me digan dónde está.

    —Lo sentimos Kwon, pero no podemos ayudarte, ahora si nos disculpas, tenemos muchas cosas que hacer hoy. —Taeyeon intenta ser gentil.

    —¿Quién te ha llamado Tiff?

    —Ah… mi madre, pero creo que le colgué, le regreso la llamada después.

     —Le hubieses contestado, Kwon de todas formas ya se iba ¿Verdad?

 

La voz de mi pequeña hermana se escucha molesta y dolida, tal parece que no soy la única que tiene esa actitud hacia mi lucifer.

 

     —Es que en realidad no sé qué botón presione, pero seguro ya habrá colgado.

      —Krystal, por favor —dice suplicante—, sé que estás protegiendo a tu hermana y estás en todo tu derecho, yo haría lo mismo si llegases a lastimar de igual forma a Sulli.

     —No me compares contigo porque yo en ningún momento dudaría de tu hermana.

     —Me equivoque, sé que mi error es muy grande, sé que lastime a tu hermana, pero por eso estoy aquí, por eso estoy buscándola, tengo que pedirle perdón por dudar tanto de ella, por no escucharla, por no dejar que se explicara, me deje engañar tan fácilmente que cuando me di cuenta de la verdad, ya le había hecho daño a tu hermana.

      —Mira Kwon, lo que más hace daño es la desconfianza y la duda, mi hermana esta dolida, herida y probablemente decepcionada de ti, y aunque quiera ayudarte, la verdad es que no sé dónde está.

      —Krystal te lo…

     —No te estoy mintiendo Kwon —su voz se vuelve más dura—, tan solo un día mi hermana empaco un par de prendas y se marchó sin decir absolutamente nada —suspira—. Hace poco se comunicó, pero no dijo donde se encontraba, solo dijo que estaba bien y que no sabía cuándo volvía, Tiffany  fue la que tomó la llamada, pero dudo que me ocultase información, así que eso es lo único que sabemos de ella.

     —Jessica en ningún momento digo donde se encontraba, por más que intente averiguarlo no me lo digo y me pidió que dejara de insistir, que le dijese a Krystal que estaba bien y que no tenía nada de qué preocuparse.

     —¿Llamo de su celular?

     —De un teléfono público. —declaro mi amiga como le había pedido.

     —¿Por qué no llamo de su celular?

     —No lo sé, tal vez porque sabía que podríamos localizarla.

     —Buen punto Hwang, no sé por qué no me ha ocurrido eso antes. —enarco las cejas no entendiendo.

 

¿De qué habla?

 

     —¿Qué cosa?

     —Llamare a un amigo y le pediré que rastre el teléfono móvil de Jessica.

     —¡Qué!

     —Así sabremos su ubicación exacta.

 

Mis ojos se expanden aterrados por tal revelación y por comprender el poderío que tiene para poder rastrear un teléfono móvil.

¿Puede en serio hacer eso?

 

     —¡No puedes hacer eso!—declara Tiff.

     —¿Por qué no?

     —porque es parte de la privacidad de la personal, no puedes rastrearla.

     —Puedo hacerlo y no creo que a Krystal le importe que lo haga, se muere por saber dónde está su hermana.

     —Sofí… —suena suplicante mi amiga obsesionada con el rosa —¿En serio vas a dejar que?...

     —Hazlo Kwon, localiza a mi hermana y puede que te ayude con ella.

     —Perfecto, llamare a mi amigo.

 

Sin pensarlo dos veces, termine la llamada rápidamente y con el nervio a todo lo que da apague mi celular.

¡Joder!

¿Y si aun con el teléfono apagado puede localizarme?

¡Joder!

¿Qué voy hacer?

Puede que mañana mismo la tenga por aquí y no quiero, no estoy lista para volverla a ver, no cuando por fin había decidido olvidarme de todos mis putos problemas y centrarme en la diversión que estaba dispuesta a tener al lado de mi amiga del colegio.

 

     —¿Te sucede algo?—pregunta al ver mi cara —¿Se puso mal Krystal?

     —Dime por favor que con el teléfono apagado ya no me pueden rastrear.

     —¿Rastrear?—me mira confundida —¿Quién te va rastrear el móvil y por qué?

     —Yuri está a punto de rastrear mi celular, quiere encontrarme.

     —¡Qué! —dice incrédula.

     —Camila tienes que ayudarme, no puedes dejar que me encuentre, no cuando aún no estoy lista para enfrentarla.

     —Es que no puede hacerlo, a menos de que tenga… —detiene sus palabras.

     —¿A menos de que tenga que?

     —A menos de que tenga algún conocido en la compañía y —guarda silencio—… es Kwon Yuri, puede conseguir lo que sea.

     —De hecho digo que iba a llamar a su amigo.

     —Entonces, va a rastrearte a través ellos. —su comentario no ayuda.

     —Eso no me está tranquilizando ¿Lo sabes?

     —Lo siento.

     —¿Tienes que ayudarme?—suplico.

     —Vale, vale, dame un momento por favor.

 

Coge su celular de prisa y como puede introduce la contraseñara lo más rápido posible, para después buscar en su lista de contactos.

 

     —Sí queremos detenerla necesitaremos llamar a alguien.

     —No hay tiempo —dije desesperada—, ya debe estar marcándole a su amigo.

Please Subscribe to read the full chapter