Mocosa Insolente.

Capitulo I : Latidos del corazón

“Miss Hwang, somos conscientes de que usted no tiene a donde ir, pero simplemente no podemos dejar que permanezca aquí por más tiempo. Hay más niños que necesitan un lugar en este Orfanato. Usted ya se ha graduado de la escuela secundaria, ¿no puede conseguir un trabajo?” Dijo una mujer molesta, “No tenemos ningún lugar para una lesbiana…” murmuró la mujer, pero Tiffany la oyó. Ella no solo estaba  irritada por la chica revoltosa delante de ella, que estaba ocupando un lugar y comida sin trabajar, sino también por el hecho de que para ella, la chica no era normal.

“Lo siento.” Dijo la chica castaña, haciendo una reverencia a la molesta mujer. “Voy a recoger mis cosas y me iré mañana.”

La mujer se sintió repentinamente culpable al ver a la chica parecer frágil y triste. “Nosotros- bueno, si es solo hasta mañana, creo que podemos dejar que te quedes.” Ella tosió avergonzada y siguió su camino para salir de la habitación.

La chica castaña miró la puerta cerrada con tristeza.

¿Cómo se supone que voy a vivir ahora?

Acabo de graduarme la semana pasada.

Es difícil encontrar un buen trabajo solo con un diploma de la escuela secundaria.

Incluso tuve que dejar la escuela por algún tiempo  porque soy demasiado pobre para pagar por ello.

Ella suspiró mientras miraba el calendario sobre el escritorio.

Me siento mayor,

Hwang  Tiffany, de 20 años, acaba de terminar la escuela secundaria. Le tomó más tiempo que la mayoría de la gente que se gradúan de la escuela desde que ella dejó sus estudios por un par de años para ganar dinero y poder costearlos. Ella había estado en este orfanato durante todo el tiempo que podía recordar. Los niños eran amables, pero ella estaba sola  porque casi la mayoría de niños de su edad habían sido adoptados hace mucho tiempo. Un par de familias la habían adoptado, pero la regresaron, la primera familia sufrió un accidente dejando a un hombre viudo y una niña a quien no podía cuidar. La segunda familia  parecía ser la ideal, pero resulto ser una carga, problemas financieros llevaron a esa familia a separarse. Por otra parte, los trabajadores a tiempo completos del orfanato también preferían que ella trabajara para el orfanato, pero ella declinó.

Un orfanato es agradable.

Pero yo no quiero estar aquí por el resto de mi vida.

Su declinación solo hizo que el trato hacia ella fuera de peor en peor. Los trabajadores hablaban mal a pesar de que sabían que ella los oía. También  hubo algunos trabajadores hombres que intentaron violarla, pero fracasaron porque tuvo mucha suerte. Algunas personas pasaron por ahí y le ayudaron cuando estaba en problemas.

Tiffany miraba su cartera y suspiró profundamente cuando vio solo una moneda de 100 won en su interior. Ella decidió empacar sus cosas ahora y abandonar el orfanato en la madrugada porque no tenía el corazón suficiente como para despedirse de los niños. Ella solo tenía cinco camisetas viejas y tres viejos pantalones vaqueros desgastados, todos eran donados. También tenía una vieja cadena de plata, un viejo cuaderno de dibujo y su billetera. Ella no tomó más de cinco minutos para empacar todas sus pertenencias en una desgastada mochila.

La chica castaña se arrastró hasta la fría cama y dejo que el sueño la venciera.

“¡Yo no pueda trabajar aquí nunca más! ¡Tú eres demasiado egoísta y fría! ¡Renuncio!” dicho eso una mucama salió de la habitación.

Una adolescente rubia ni siquiera quito la mirada de su libro. Un anciano junto a ella suspiró.

“Ama Jessica, ella fue la última criada que teníamos.”

“Entonces, contrata otra. La gente no puede resistirse al dinero, Leetuk. Solo déjales saber dónde van a trabajar. Estoy segura de que van a venir de buena gana. Además, esa chica es fea. Trata de encontrar algunas chicas mas lindas que se vean bien con el uniforme de mucama, pronto…” dijo la chica, sonaba aburrida debido al libro  y bostezó. “Me voy a dormir. Encuentra una nueva criada para mañana. No quiero toda mi ropa sucia apilada en la canasta. Apesta.”

El anciano suspiró antes de empezar a limpiar el desastre hecho por su ama. Jessica salió de la biblioteca  y fue a su cómoda  cama para dormir un poco, dejando al anciano solo.

“No apestaría, si actuara un poco más amable con las criadas.” Se dijo a sí mismo.

Jung Sooyeon Jessica, edad 16 años. Ella es la única heredera del la Corporación Jung que controlaba la mayor parte de la economía de Korea. Termino su maestría de negocios e Ingeniería en la universidad de Harvard a los 14 años de edad. A pesar de su cerebro, ella es una loba solitaria y fría, egoísta, insensible y tenía problemas con su temperamento.

El anciano que cuida de ella es  Park Jung-soo, más conocido como Leeteuk, el único y principal mayordomo que trabaja en la mansión  Jung. Él ha conocido a Jessica desde que nació y la trataba como a su propia hija, especialmente después de que ella perdió  a sus padres en un accidente cuando la rubia solo tenía 5 años de edad. Leeteuk también tiene a un cinturón negro en Judo y Karate. Por otra parte, puede hablar cinco idiomas. Sus habilidades a veces hacen que otros se pregunten por qué él quiere servir a Jessica como su mayordomo, pero lo que no sabían era que él también era como un padre para la rubia.

Tiffany estaba caminando por la calles sin saber a dónde ir. En su mente, ella solo pensaba en cómo iba  a vivir a partir de ahora. Mientras caminaba, se dio cuenta de que  un muro a su lado derecho, no había cambiado en los últimos treinta minutos. Miró la enorme pared que la separa del otro lado.

Debe pertenecer a una persona muy rica.

Pero, ¿Quién podría tener una mansión tan grande en el centro de Seúl?

Tiffany suspiró.

Son dueños de un terreno tan grande como este en el mismo país en el que estoy.

Pero somos muy diferentes.

Su estomago gruñó.

Yo no pude comer nada antes de salir del orfanato.

¿Pero qué es lo que puedo comprar con solo 100 wons?

Ella volvió  a caminar y un volante golpeo su cara.

“¿Qué es esto? ¿Basura? Vaya, y yo que pensaba que los ricos al menos sabían tirar la basura en el lugar correcto.”

Tiffany estaba a punto de tirar el papel, pero una rápida mirada al dinero publicado en él la detuvo de hacerlo.

Se necesita Mucama.

20,000 wons/hora.

Ofrece:

-Desayuno, almuerzo, cena.

- Una habitación privada y amueblada.

Vamos a negociar si usted exige más de lo que está escrito.

Posición limitada.

Pónganse en contacto lo más pronto posible.

Necesitamos entrevistarla antes de que podamos darle el trabajo.

Contacto: Park Leeteuk

Jung Mansion.

01-02 Juuban 9-Chome,

Seul,100-8789

Telefono: xxx-xxx-xxx

Los ojos de Tiffany se agrandaron al ver  lo mucho que pagaban por una hora.

¡Este individuo debe tener demasiado dinero!

Hmmmm?

¡Espera!

Esta dirección es…

Tiffany miró el enorme muro y se dio cuenta que la dirección señalada en el papel era la dirección  que había estado viendo durante pasada media hora.

No veo ningún otro edificio cerca de aquí donde podrían necesitar una mucama.

Miro más hacia adelante y vio el enorme edificio  que parecía un banco. Había solo esos dos gigantescos edificios en la calle.

También podría probar suerte.

Por qué si me aceptan, no tendría que preocuparme por la comida y un lugar para quedarme.

Tal vez podría continuar mis estudios después y ahorrar algo de dinero.

Tiffany camino con una brillante sonrisa en su rostro para buscar la entrada a la gran propiedad. Se encontró con una inmensa reja y vio un teléfono fuera de una enorme puerta con un monitor en el. La chica castaña agarró el teléfono y escuchó un tono que se marco automáticamente antes de que una voz saliera de ello y la pequeña pantalla mostraba un anciano que tenía ese bigote de cocinero francés, y llevaba un traje que parecía de mayordomo.

“Mansion Jung, ¿en qué puedo ayudarle?” se escuchó la vieja voz ronca por el receptor.

“Sí, bueno… Acabo de leer el anuncio que dice que necesitan una mucama… así que me preguntaba-”  Tiffany se sintió nerviosa al responder,  ella se sintió tan pobre e indigna de hablar con el mayordomo que  lucía muy educado y presentable.

“Oh sí, el puesto aun está disponible. ¡Bienvenida! Le diré al GS que la deje entrar. Vamos a continuar nuestra presentación más tarde, entonces.” Interrumpió el hombre antes de colgar y desapareció de la pantalla del monitor.

*GS- guardia de  seguridad.*

No mucho tiempo después, la inmensa puerta se abrió y dos guardias de seguridad salieron. Uno de ellos chequeo a ver si Tiffany portaba algún cuchillo o algún tipo de cosas. Entonces, él asintió con la cabeza al otro.

“Pedimos disculpas por las molestias. Pero, este procedimiento es parte de nuestro trabajo.” Dijo el otro mientras se inclinada ligeramente hacia Tiffany.

“N- no… Está bien… yo entiendo…”, respondió Tiffany ansiosamente.

“Venga por aquí.” El guardia levanto la mano y señalo el camino a Tiffany.

Tiffany asintió antes de que ella se uniera a ellos en su camino hacia la mansión.

El interior de la casa era tan glamoroso como la arquitectura exterior. El mobiliario de estilo Victoriano, suelo de mármol y las paredes fascinantes. Las pinturas variaban de Van Gogh hasta Picasso. Los techos también tenían algunas pinturas que parecían ser un Pegaso volando libremente en el Edén que fue pintado utilizando una técnica de Rembrandt para completar el ambiente victoriano del edificio. Una araña de diamantes también ayudo a crear una atmosfera de riqueza a la chica de los 100 wons.

¿Son todas las pinturas reales?

Dios, creo que  simplemente me has enviado al cielo.

El que posee este lugar es capaz de matar alguien sin ser descubierto por la policía.

La mandíbula de Tiffany cayó y no pudo encontrar el poder para cerrarla mientras seguía viendo más y más caros jarrones y pinturas. El GS se detuvo de repente y Tiffany casi tropezó con uno de ellos, si no fuera por sus rápidos reflejos.

“Estamos aquí. Entre por esa puerta.” Ambos guardias hicieron una reverencia y se retiraron a reanudar su patrulla.

Tiffany asintió, pero todavía estaba aturdida después de ver todo ese lujo en su camino hasta aquí. Ella miro hacia la puerta con  una mirada decidida.

Mi comida depende de mi desempeño después que entre por esa puerta.