Café salado 2/2

Love Adventure

-Hyung, yo...-trago saliva y me miró, su timidez había vuelto a aquel pequeño cuerpo que se posaba debajo mío. Se veía frágil, a pesar de su cuerpo. Su voz era débil, casi como un susurro. Sus ojos brillaban con más intensidad. Su pelo castaño estaba revuelto. Mi único instinto fue acorralarlo más, colocando un brazo por encima de su cabeza, la cual se encontraba sobre el reposa brazos del sofá. Mi dedo índice se dirigió hasta sus labios y los perfile. Baje poco a poco acortando la distancia que nos separaba. Podía escuchar como mi corazón latía rápidamente. ...

 

-Jimin- -Hyung, yo...-trago saliva y me miró, su timidez había vuelto a aquel pequeño cuerpo que se posaba debajo mío. Se veía frágil, a pesar de su cuerpo. Su voz era débil, casi como un susurro. Sus ojos brillaban con más intensidad. Su pelo castaño estaba revuelto. Mi único instinto fue acorralarlo más, colocando un brazo por encima de su cabeza, la cual se encontraba sobre el reposa brazos del sofá. Mi dedo índice se dirigió hasta sus labios y los perfile. Baje poco a poco acortando la distancia que nos separaba. Podía escuchar como mi corazón latía rápidamente. ...

 

-Jimin

 

Había caído en sus garras de depredador y no quería salir de ellas, me sentía su presa, y aquello me gustaba. 

 

He de decir que ya sabia quién era él, Hobie se pasaba hablando de su amigo el Swagger underground, como si de un dios todopoderoso se tratase. Le admiraba. 

Podría decir que aquello había atraído mi atención, pero no había sido hasta aquel día en su casa que mis sentimientos se había aclarado. 

 

Era un demonio con aspecto de ángel, lo tenia claro. Y yo seria su ofrenda. 

 

 

Aquel día cuando entre en aquel departamento no esperan para nada todo lo que había pasado. 

 

Pero fue entrar en aquella habitación, con la tenue luz del sol de la tarde entrando directo por aquella ventana, los rayos de luz se posaban sobre el angelical cuerpo marmóreo de aquel joven, parecía que incluso brillaba. La imagen fue perfecta. 

Se guardo junto con una de las imagenes más preciadas de él. 

 

Y su verdadera personalidad quedo clara con aquel cojín volador, sabía que era un ángel durmiente y un demonio despierto, o eso me había contado Hobie. 

 

Quien tanto lo ponía como un completo mal humorado hermitanio, como un completo dios de la bonanza y cáritas. . 

 

Estaba dispuesto a hacerme un café, siempre va bien después de comer, y de paso pensé en hacercelo a él, así podría tener una buena imagen de mí. 

 

No esperaba para nada girarme y encontrármelo de cara con tan sólo unos boxers, y con su pelo castaño mojando su cuerpo semidesnudo. 

 

-¿Hola? ¿Quién eres y porqué estás robando de mí café? -Su voz resulto más grave de lo que esperaba, me giré y lo admiré, avergonzado, tenía a unos metros a uno de los mejoresros undergrounds del momento delante mío semidesnudo. 

 

Notaba como el calor se apoderaba de mis mejillas. 

-Me llamo Park Jimin, soy amigo de Hoseok… -Me giré, pero no sin antes presentarme y aclarar la razón por la que estaba irrumpiendo en su cocina y “robando”, como él decía, de su café.

 

Estaba completamente absorto en mis pensamientos, no sabía que hacer, me quedé como un estúpido sujetando una taza vacía en mis manos con la mirada perdida. Pero su suave piel nívea me despertó del ensueño. Me asustó, di un pequeño brinco por ello. 

Mi cuerpo me jugaba malas pasadas redirigiendo mi sangre hacía mis mejillas de mala manera. Me moví dejandole lugar para que abriese el armario y sacase su taza. 

-Puedo… puedo hacerte el café hyung…?- realmente mi cuerpo me estaba jugando malas pasadas, mi voz tembló a decir aquello. Realmente quería hacérselo y el que me hubiera encontrado a medio camino de ello me daba rabia, quería comenzar con buen pie y parecía que sólo la estaba cagando cada vez más. 

 

Me preguntó la edad, aún sin dejarme seguir con mi trabajo, se la dije y no me cuestionó. Seguía insistiendo en hacerle el café, porqué no me dejaba, tengo practica. Insistí una vez más, él me miro y termino por aceptarlo. 

 

Solté un suspiro de alivio, ahora podría quedar bien, genial, me sentía mejor. Una vez todo el trabajo hecho se lo entrego. Le dedicó mi mejor sonrisa y espero impaciente a ver su cara de asombro por mi buen café. 

 

Pero en su semblante no aparece más que asco y ganas de vomitar. Me lo recriminó, le había puesto sal. Park Jimin, no sirves ni para hacer un café. Me odiaba muchísimo, le pedí más de mil veces perdón y después él, ya que en una de las veces que se lo pedí su taza terminó colisionando con mi pantalón y aquello, aquello era el verdadero infierno. 

 

-Hobbits, aquí podéis tirar el anillo, enserio, lo desintegrará, tal cual esta haciendo con mi piel.-Pensé mientras intentaba que mis lagrimas no salieran. Dolía, dolía cómo nunca dolió algo. 

 

Me acompañó al baño y me dejo unos boxers. Puede que suene a enfermo, pero vi que los había sacado de su cajón de ropa interior y no pude oponerme a mi instinto y los olí, olían a suavizante, él también olía bien, parece que todo lo que llevaba olía así de bien. 

 

Me cambié, me iban algo ajustados por detrás, pero un poco sueltos por delante, eso me hacía sacar mis propias conclusiones, conclusiones más ersas de las que nunca habría pensado con él, y me gustaban. 

 

Me quedé planteando la idea de salir así, pedirle un pantalón con la posibilidad de que me fuera pequeño o pedirle de que lavase el mío y esperar a que se secará y tener una excusa para estar más tiempo con él. 

 

Su voz sonó por detrás de mí. “Te puedes quedar así y acompañar mi moda matutina”. Me asusté, mucho, me giré y pude verlo, reposado en el marco de la puerta, mirándome con ojos ersos, con una postura más que y, contemplándome, sólo a mí. 

Mis mejillas se tornaron rojas en segundos, más de lo que lo habían hecho antes. Si seguía mirándome así terminaría por derretirme en su mirada y siendo suyo completamente. 

 

Pero una voz conocida desvió la atención de los dos, Hobie había vuelto y malinterpretaría la escena, debía salir y aclarar las cosas, pero ya era tarde, cuando asomé mi cabeza por el marco de la puerta para aclarar las cosas, una gran reprimenda fue tomada hacía el más mayor. 

Salí del baño y me dirigí hacía el mediano, de los tres, quería explicárselo todo y que dejará de echarle la culpa a Yoongi. 

 

Entonces aclaré mi voz y comencé a hablar, pero fui interrumpido por su zarandeo y sus preguntas sin sentido. 

 

Una vez paró volví a intentarlo y conseguí explicárselo. Todos reímos y la tarde continuo, al final mis pantalones fueron lavados y pude quedarme más tiempo ahí, con él. 

 

 

Después de aquel “incidente” iba casi cada tarde a su departamento. 

 

Hobie me estaba ayudando para entrar en una agencia, era pequeña, pero decía que con mi talento seguro que se hacía grande, me animaba mucho, ya que él, Nam y Yoongi estaban también, aunque nunca hablábamos del tema con el último y siempre que se lo comentaba para ver si decía algo nunca pillaba mis indirectas. 

Al ingresar por fin en el grupo ya iba solo a verle a él, Hobie ya sabía que había algo, sobretodo después de nuestro pequeño momento incomodo, tuve que sincerarme con él y aclararle mis sentimientos, lo prefería de mejor amigo, el era uno de los mejores que tenía hasta el momento, junto con Nam. 

 

Al principio fue muy vergonzoso, solía ir antes, tenía las llaves, así que entraba en su cuarto y me quedaba observándolo, dormía de una manera más placida, tanto que me daba envidia, tenía siempre las ganas de meterme con él en la cama y dormir a su lado, pero sabía que eso no estaba bien y que si lo hacía terminaría perdiendole como amigo, ya que yo era el único que sentía algo, algo más que una buena amistad y no me la iba a jugar por un capricho de niño pequeño. 

 

Sabía más o menos a qué hora se despertaba, así que me iba, encendía la TV, y comenzaba a hacerle su desayuno, que para mi era casi una “merienda”, ya que como él solía desvelarse y estar despierto todas las noches, dormía por las mañanas, creo que de ahí viene ese color de piel tan especial y precioso que tiene. 

 

Tomábamos café, él comía algo de lo que hubieran dejado o lo que hubiera podido preparar y hablábamos, bueno, mejor dicho hablaba yo, ya que él solía quedarse dormido después de un rato de charla, pero al menos yo era feliz, solía quedarse así cuando íbamos al sofá, entonces su cabeza terminaba cayendo en mi hombro, mi cuerpo se tensaba y mis mejillas se coloreaban de rojo, intentaba ponerme cómodo y solía acabar igual que él. 

 

Pero cuando se quedaba dormido en la mesa era molesto, no por el hecho de que se quedase dormido, si no por su postura antinatural y seguro que mala para el cuerpo. 

 

-¡Hyung, te estás volviendo a dormir! - le recriminé moviendo un poco la mesa para que se volviera a despertar. Había acomodado su cabeza sobre su brazo estirado, sus ojos estaban cerrados, pero aún así me contestó. 

 

-No es verdad, callate- tan simpático como siempre.-Eres un pesado, todo el día hablando, ¿qué no haces nada más? 

 

-Sí, también estoy contigo, hyung… -Puede que fuera algo muy cursi, pero era verdad, estaba ahí por él y él aguantaba ahí por estar conmigo, cosa que le agradecía muchísimo. Estiré mi mano y entrelace nuestros dedos, adoraba acariciar sus dedos, eran suaves, largos y finos; quitando el factor nerviosismo y maltrato de uñas, eran perfectos. 

 

 

-Hyung, puedo quedarme hoy aquí?- se había hecho tarde, eran más de las 10 de la noche y mi casa quedaba lejos. Ya había cumplido mis 18, pero aún así mis hyungs era unan buenas personas y me dejaba de vez en cuando acampar en su salón. 

Igualmente siempre que le formulaba esta pregunta la intencionalidad era diferente de la que solían responderme. Pero esa noche, era la perfecta, Hobie y Nam se había ido a buscar a Jin al aeropuerto y seguramente se quedarían en su casa para celebrar su vuelta. Eso quería decir que tendríamos la casa para los dos solos, aquella idea me entusiasmaba. 

 

-¿Podré dormir contigo? -Quería un sí, hacía tantísimo tiempo que quería formulársela que moría por dentro. 

 

La noche pasó y como no había cena acabamos pidiendo una pizza, de esas grandes familiares, duró poco, menos mal que habíamos encargado dos y varios refrescos con cafeína, la noche iba a ser larga y el videojuego que me había regala daba para mucho entretenimiento, pero sabía que el entretenimiento que yo buscaba podría ser algo diferente. 

 

 

Me acababa de llamar “enano de jardín”, se había abalanzado sobre mí y encima me hacía cosquillas, ¿qué clase de no acoso es este?. 

Me estaba retorciendo de cosquillas por el sofá, parecía un gusanito intentando salir de su capullo, y él no paraba. No sé en qué momento sus manos acabaron por debajo de mi camiseta, su pierna se había colocado entre las mías y presionó mientras las cosquillas seguían, gemí, lo repitió, volví a gemir, lo paré se seguía así mi sangre pasaría de mis mejillas rápidamente a mi entrepierna, y no estaba seguro si él entendía lo que estaba haciendo a mi cuerpo. 

 

-Hyung, yo…- tragé saliva pesadamente, los colores no abandonaban aún mis mejillas eso era bueno, pero no significaba que mi sangre no se estuviera redirigiendo a lugares peligrosos. 

 

No esperaba para nada lo siguiente que pasó. Posó su brazo por encima de mi cabeza y se acercó, mi corazón comenzó a latir fuerte, incluso tenía miedo de que lo llegase a escuchar, parecía que quería huír de mi pecho e irse con él. 

 

-¡Auch!-exclamé segundos después, sobándome la mejilla, estaba rojo, me sentí como un tomate. No entendía a qué había venido aquello. 

 

- ¿Porqué me has mordido hyung?- pregunté sorprendido por aquella acción. 

-Quería probarte.-directo a mi corazón, lo pude sentir, la flecha de cupido estaba penetrando mi tórax. Sólo a él se le hubiera ocurrido hacerme eso. 

 

Aún sobando mi mejilla y con el tono más lujurioso que pude haber dicho en toda mi vida, salieron mis palabras. 

 

-Puedes probar más de mí si quieres...-no me lo creía, mi cuerpo estaba reaccionando sólo. Pude ver en su rostro como sus mejillas se tornaban rojas, aquel precioso carmín que pocas veces había conseguido ver en sus tiernas y suaves mejillas. 

 

Me incorporé un poco moviendo mis piernas y rozando el pequeño bulto que se hallaba en su pantalón, me sorprendí, así que al final se encontraba igual que yo, eso fue más que esperanzador. 

Mi camiseta no tardo en caer al suelo, ahora las tornas habían cambiado, él estaba acostado en el sofá y yo encima, aunque eso no quería decir que tuviese el poder. 

Acorté la poca distancia que nos separaba y mis labios chocaron con los suyos, aquella sensación fue una de las mejores en mi vida, sus labios eran suaves, como todo él, blandos y de un rosado precioso. 

Fueron unos segundos que parecieron eternidad, quería que fuesen eternidad. 

 

-Hyung, yo…creo que...-poso su dedo indice sobre mis labios, callándome, ¿nuestros sentimientos habían sido aclarados? ¿Aquel escenario sólo consiguió confundirnos más? 

Puede que todo, nuestras mentes estaban confusas, pero algo sabíamos con seguridad, nos había gustado. 

Lo podía ver en su rostro y seguramente en el mío también se vería claro, sonreía como un adolescente idiota enamorado, enamorado no sé, pero sabía que los sentimientos que tenía hacía él iban más allá que la amistad, mucho más. 

 

.

 

-¿Puedes abrazarme? 

 

-Sólo si te callas-gruñó, se giró hacía mí y sustituyó la almohada dónde estaba mi cabeza por su brazo y el otro rodeó mi cintura, la agarré y entrelacé nuestros dedos. Era la primera vez que dormía en aquella mullida y cómoda cama, la cual estaba impregnada de su olor. 

Mi sueño de dormir con él se había cumplido, y encima me estaba abrazando, con ternura, podía notar como su aliento chocaba contra mi nuca, suave, pasivo, tranquilo. Y así nos dormimos. 

 

-FIN FLASHBACK- 

 

-Buenos días~-gruñó, como cada vez que le despertaba. Moví su pelo y deposité un ligero beso en su frente, entreabrió un ojo y me sonrió, era perfecto, él era perfecto. 

La mejor sonrisa del mundo dedicada a mí, me sentía afortunado.

-Jin ha preparado el desayuno y ha amenazado en tirar tu portátil si no bajas ya.-otro gruñido y se movió, y esta vez me llevo consigo a la cama. 

 

-Quedate así, aquí, conmigo, por siempre.-me dio un cálido beso en los labios y cerro sus ojos. 

 

-Lo haría, cada día de mi vida, sólo para estar contigo... 

 

 

 

 

Nota de autor.

 

He disfrutado de escribir esto, enserio super shippeo el yoonmin y jdjdkkd, aún no va a haber nada de /Lemon o algo así.

 

Dedicado another time a Mari, sabes que te loveo Golden ❤

 

Ya sabéis, votad, comentad y compartid❤

 

El próximo será de Hobie!

Lo habéis leído? Cuantas personas han caído en el detalle? Kekeke

 

El siguiente será NamJin o VKook.

 

Un alíen os quiere❤

 

 

Había caído en sus garras de depredador y no quería salir de ellas, me sentía su presa, y aquello me gustaba. 

 

He de decir que ya sabia quién era él, Hobie se pasaba hablando de su amigo el Swagger underground, como si de un dios todopoderoso se tratase. Le admiraba. 

Podría decir que aquello había atraído mi atención, pero no había sido hasta aquel día en su casa que mis sentimientos se había aclarado. 

 

Era un demonio con aspecto de ángel, lo tenia claro. Y yo seria su ofrenda. 

 

 

Aquel día cuando entre en aquel departamento no esperan para nada todo lo que había pasado. 

 

Pero fue entrar en aquella habitación, con la tenue luz del sol de la tarde entrando directo por aquella ventana, los rayos de luz se posaban sobre el angelical cuerpo marmóreo de aquel joven, parecía que incluso brillaba. La imagen fue perfecta. 

Se guardo junto con una de las imagenes más preciadas de él. 

 

Y su verdadera personalidad quedo clara con aquel cojín volador, sabía que era un ángel durmiente y un demonio despierto, o eso me había contado Hobie. 

 

Quien tanto lo ponía como un completo mal humorado hermitanio, como un completo dios de la bonanza y cáritas. . 

 

Estaba dispuesto a hacerme un café, siempre va bien después de comer, y de paso pensé en hacercelo a él, así podría tener una buena imagen de mí. 

 

No esperaba para nada girarme y encontrármelo de cara con tan sólo unos boxers, y con su pelo castaño mojando su cuerpo semidesnudo. 

 

-¿Hola? ¿Quién eres y porqué estás robando de mí café? -Su voz resulto más grave de lo que esperaba, me giré y lo admiré, avergonzado, tenía a unos metros a uno de los mejoresros undergrounds del momento delante mío semidesnudo. 

 

Notaba como el calor se apoderaba de mis mejillas. 

-Me llamo Park Jimin, soy amigo de Hoseok… -Me giré, pero no sin antes presentarme y aclarar la razón por la que estaba irrumpiendo en su cocina y “robando”, como él decía, de su café.

 

Estaba completamente absorto en mis pensamientos, no sabía que hacer, me quedé como un estúpido sujetando una taza vacía en mis manos con la mirada perdida. Pero su suave piel nívea me despertó del ensueño. Me asustó, di un pequeño brinco por ello. 

Mi cuerpo me jugaba malas pasadas redirigiendo mi sangre hacía mis mejillas de mala manera. Me moví dejandole lugar para que abriese el armario y sacase su taza. 

-Puedo… puedo hacerte el café hyung…?- realmente mi cuerpo me estaba jugando malas pasadas, mi voz tembló a decir aquello. Realmente quería hacérselo y el que me hubiera encontrado a medio camino de ello me daba rabia, quería comenzar con buen pie y parecía que sólo la estaba cagando cada vez más. 

 

Me preguntó la edad, aún sin dejarme seguir con mi trabajo, se la dije y no me cuestionó. Seguía insistiendo en hacerle el café, porqué no me dejaba, tengo practica. Insistí una vez más, él me miro y termino por aceptarlo. 

 

Solté un suspiro de alivio, ahora podría quedar bien, genial, me sentía mejor. Una vez todo el trabajo hecho se lo entrego. Le dedicó mi mejor sonrisa y espero impaciente a ver su cara de asombro por mi buen café. 

 

Pero en su semblante no aparece más que asco y ganas de vomitar. Me lo recriminó, le había puesto sal. Park Jimin, no sirves ni para hacer un café. Me odiaba muchísimo, le pedí más de mil veces perdón y después él, ya que en una de las veces que se lo pedí su taza terminó colisionando con mi pantalón y aquello, aquello era el verdadero infierno. 

 

-Hobbits, aquí podéis tirar el anillo, enserio, lo desintegrará, tal cual esta haciendo con mi piel.-Pensé mientras intentaba que mis lagrimas no salieran. Dolía, dolía cómo nunca dolió algo. 

 

Me acompañó al baño y me dejo unos boxers. Puede que suene a enfermo, pero vi que los había sacado de su cajón de ropa interior y no pude oponerme a mi instinto y los olí, olían a suavizante, él también olía bien, parece que todo lo que llevaba olía así de bien. 

 

Me cambié, me iban algo ajustados por detrás, pero un poco sueltos por delante, eso me hacía sacar mis propias conclusiones, conclusiones más ersas de las que nunca habría pensado con él, y me gustaban. 

 

Me quedé planteando la idea de salir así, pedirle un pantalón con la posibilidad de que me fuera pequeño o pedirle de que lavase el mío y esperar a que se secará y tener una excusa para estar más tiempo con él. 

 

Su voz sonó por detrás de mí. “Te puedes quedar así y acompañar mi moda matutina”. Me asusté, mucho, me giré y pude verlo, reposado en el marco de la puerta, mirándome con ojos ersos, con una postura más que y, contemplándome, sólo a mí. 

Mis mejillas se tornaron rojas en segundos, más de lo que lo habían hecho antes. Si seguía mirándome así terminaría por derretirme en su mirada y siendo suyo completamente. 

 

Pero una voz conocida desvió la atención de los dos, Hobie había vuelto y malinterpretaría la escena, debía salir y aclarar las cosas, pero ya era tarde, cuando asomé mi cabeza por el marco de la puerta para aclarar las cosas, una gran reprimenda fue tomada hacía el más mayor. 

Salí del baño y me dirigí hacía el mediano, de los tres, quería explicárselo todo y que dejará de echarle la culpa a Yoongi. 

 

Entonces aclaré mi voz y comencé a hablar, pero fui interrumpido por su zarandeo y sus preguntas sin sentido. 

 

Una vez paró volví a intentarlo y conseguí explicárselo. Todos reímos y la tarde continuo, al final mis pantalones fueron lavados y pude quedarme más tiempo ahí, con él. 

 

 

Después de aquel “incidente” iba casi cada tarde a su departamento. 

 

Hobie me estaba ayudando para entrar en una agencia, era pequeña, pero decía que con mi talento seguro que se hacía grande, me animaba mucho, ya que él, Nam y Yoongi estaban también, aunque nunca hablábamos del tema con el último y siempre que se lo comentaba para ver si decía algo nunca pillaba mis indirectas. 

Al ingresar por fin en el grupo ya iba solo a verle a él, Hobie ya sabía que había algo, sobretodo después de nuestro pequeño momento incomodo, tuve que sincerarme con él y aclararle mis sentimientos, lo prefería de mejor amigo, el era uno de los mejores que tenía hasta el momento, junto con Nam. 

 

Al principio fue muy vergonzoso, solía ir antes, tenía las llaves, así que entraba en su cuarto y me quedaba observándolo, dormía de una manera más placida, tanto que me daba envidia, tenía siempre las ganas de meterme con él en la cama y dormir a su lado, pero sabía que eso no estaba bien y que si lo hacía terminaría perdiendole como amigo, ya que yo era el único que sentía algo, algo más que una buena amistad y no me la iba a jugar por un capricho de niño pequeño. 

 

Sabía más o menos a qué hora se despertaba, así que me iba, encendía la TV, y comenzaba a hacerle su desayuno, que para mi era casi una “merienda”, ya que como él solía desvelarse y estar despierto todas las noches, dormía por las mañanas, creo que de ahí viene ese color de piel tan especial y precioso que tiene. 

 

Tomábamos café, él comía algo de lo que hubieran dejado o lo que hubiera podido preparar y hablábamos, bueno, mejor dicho hablaba yo, ya que él solía quedarse dormido después de un rato de charla, pero al menos yo era feliz, solía quedarse así cuando íbamos al sofá, entonces su cabeza terminaba cayendo en mi hombro, mi cuerpo se tensaba y mis mejillas se coloreaban de rojo, intentaba ponerme cómodo y solía acabar igual que él. 

 

Pero cuando se quedaba dormido en la mesa era molesto, no por el hecho de que se quedase dormido, si no por su postura antinatural y seguro que mala para el cuerpo. 

 

-¡Hyung, te estás volviendo a dormir! - le recriminé moviendo un poco la mesa para que se volviera a despertar. Había acomodado su cabeza sobre su brazo estirado, sus ojos estaban cerrados, pero aún así me contestó. 

 

-No es verdad, callate- tan simpático como siempre.-Eres un pesado, todo el día hablando, ¿qué no haces nada más? 

 

-Sí, también estoy contigo, hyung… -Puede que fuera algo muy cursi, pero era verdad, estaba ahí por él y él aguantaba ahí por estar conmigo, cosa que le agradecía muchísimo. Estiré mi mano y entrelace nuestros dedos, adoraba acariciar sus dedos, eran suaves, largos y finos; quitando el factor nerviosismo y maltrato de uñas, eran perfectos. 

 

 

-Hyung, puedo quedarme hoy aquí?- se había hecho tarde, eran más de las 10 de la noche y mi casa quedaba lejos. Ya había cumplido mis 18, pero aún así mis hyungs era unan buenas personas y me dejaba de vez en cuando acampar en su salón. 

Igualmente siempre que le formulaba esta pregunta la intencionalidad era diferente de la que solían responderme. Pero esa noche, era la perfecta, Hobie y Nam se había ido a buscar a Jin al aeropuerto y seguramente se quedarían en su casa para celebrar su vuelta. Eso quería decir que tendríamos la casa para los dos solos, aquella idea me entusiasmaba. 

 

-¿Podré dormir contigo? -Quería un sí, hacía tantísimo tiempo que quería formulársela que moría por dentro. 

 

La noche pasó y como no había cena acabamos pidiendo una pizza, de esas grandes familiares, duró poco, menos mal que habíamos encargado dos y varios refrescos con cafeína, la noche iba a ser larga y el videojuego que me había regala daba para mucho entretenimiento, pero sabía que el entretenimiento que yo buscaba podría ser algo diferente. 

 

 

Me acababa de llamar “enano de jardín”, se había abalanzado sobre mí y encima me hacía cosquillas, ¿qué clase de no acoso es este?. 

Me estaba retorciendo de cosquillas por el sofá, parecía un gusanito intentando salir de su capullo, y él no paraba. No sé en qué momento sus manos acabaron por debajo de mi camiseta, su pierna se había colocado entre las mías y presionó mientras las cosquillas seguían, gemí, lo repitió, volví a gemir, lo paré se seguía así mi sangre pasaría de mis mejillas rápidamente a mi entrepierna, y no estaba seguro si él entendía lo que estaba haciendo a mi cuerpo. 

 

-Hyung, yo…- tragé saliva pesadamente, los colores no abandonaban aún mis mejillas eso era bueno, pero no significaba que mi sangre no se estuviera redirigiendo a lugares peligrosos. 

 

No esperaba para nada lo siguiente que pasó. Posó su brazo por encima de mi cabeza y se acercó, mi corazón comenzó a latir fuerte, incluso tenía miedo de que lo llegase a escuchar, parecía que quería huír de mi pecho e irse con él. 

 

-¡Auch!-exclamé segundos después, sobándome la mejilla, estaba rojo, me sentí como un tomate. No entendía a qué había venido aquello. 

 

- ¿Porqué me has mordido hyung?- pregunté sorprendido por aquella acción. 

-Quería probarte.-directo a mi corazón, lo pude sentir, la flecha de cupido estaba penetrando mi tórax. Sólo a él se le hubiera ocurrido hacerme eso. 

 

Aún sobando mi mejilla y con el tono más lujurioso que pude haber dicho en toda mi vida, salieron mis palabras. 

 

-Puedes probar más de mí si quieres...-no me lo creía, mi cuerpo estaba reaccionando sólo. Pude ver en su rostro como sus mejillas se tornaban rojas, aquel precioso carmín que pocas veces había conseguido ver en sus tiernas y suaves mejillas. 

 

Me incorporé un poco moviendo mis piernas y rozando el pequeño bulto que se hallaba en su pantalón, me sorprendí, así que al final se encontraba igual que yo, eso fue más que esperanzador. 

Mi camiseta no tardo en caer al suelo, ahora las tornas habían cambiado, él estaba acostado en el sofá y yo encima, aunque eso no quería decir que tuviese el poder. 

Acorté la poca distancia que nos separaba y mis labios chocaron con los suyos, aquella sensación fue una de las mejores en mi vida, sus labios eran suaves, como todo él, blandos y de un rosado precioso. 

Fueron unos segundos que parecieron eternidad, quería que fuesen eternidad. 

 

-Hyung, yo…creo que...-poso su dedo indice sobre mis labios, callándome, ¿nuestros sentimientos habían sido aclarados? ¿Aquel escenario sólo consiguió confundirnos más? 

Puede que todo, nuestras mentes estaban confusas, pero algo sabíamos con seguridad, nos había gustado. 

Lo podía ver en su rostro y seguramente en el mío también se vería claro, sonreía como un adolescente idiota enamorado, enamorado no sé, pero sabía que los sentimientos que tenía hacía él iban más allá que la amistad, mucho más. 

 

.

 

-¿Puedes abrazarme? 

 

-Sólo si te callas-gruñó, se giró hacía mí y sustituyó la almohada dónde estaba mi cabeza por su brazo y el otro rodeó mi cintura, la agarré y entrelacé nuestros dedos. Era la primera vez que dormía en aquella mullida y cómoda cama, la cual estaba impregnada de su olor. 

Mi sueño de dormir con él se había cumplido, y encima me estaba abrazando, con ternura, podía notar como su aliento chocaba contra mi nuca, suave, pasivo, tranquilo. Y así nos dormimos. 

 

-FIN FLASHBACK- 

 

-Buenos días~-gruñó, como cada vez que le despertaba. Moví su pelo y deposité un ligero beso en su frente, entreabrió un ojo y me sonrió, era perfecto, él era perfecto. 

La mejor sonrisa del mundo dedicada a mí, me sentía afortunado.

-Jin ha preparado el desayuno y ha amenazado en tirar tu portátil si no bajas ya.-otro gruñido y se movió, y esta vez me llevo consigo a la cama. 

 

-Quedate así, aquí, conmigo, por siempre.-me dio un cálido beso en los labios y cerro sus ojos. 

 

-Lo haría, cada día de mi vida, sólo para estar contigo... 

 

 

 

 

Nota de autor.

 

He disfrutado de escribir esto, enserio super shippeo el yoonmin y jdjdkkd, aún no va a haber nada de /Lemon o algo así.

 

Dedicado another time a Mari, sabes que te loveo Golden ❤

 

Ya sabéis, votad, comentad y compartid❤

 

El próximo será de Hobie!

Lo habéis leído? Cuantas personas han caído en el detalle? Kekeke

 

El siguiente será NamJin o VKook.

 

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Comments

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navivi08 #1
Chapter 5: cai redondita en la trampa xdxd
me ilusionaste we XD
eres mala jaja
navivi08 #2
Chapter 4: ahhhhh!!! quedo perrisimooo
navivi08 #3
Chapter 2: tengo miello T^T
hasta ahora me encantaaaaaa!!!!
adoro como escribes uwu
angieguerra #4
Chapter 9: Me llegue a confundir un poco en este cap, me dio cosita hobi...
Feliz cumpleaños atrazados autora ^^
smtownn #5
i can't wait to read it...it looks really interesting
angieguerra #6
Chapter 6: Yoongi y jimin en el mismo cuarto, esto me gusta, espero que actualices pronto, este y los otros >•<
Yuki0710 #7
Chapter 6: jaja me encanto este capi :D. Me gusto como escribiste desde el punto de vista de Tae. Fue tan chicstoso jaja
AniDarckSugaR
#8
Dios el foreword está suuuper bien hecho omg
Yuki0710 #9
Chapter 1: Se ve interesante. :D. Vamos a ver que pasa despues. Ojala actualizes pronto ^^