*Escuchar audio para leerlo con verdadero sentimiento*

一Hoseok一

No sabes qué es el verdadero dolor hasta que lo sientes dentro; en ese lugar de tu pecho en el que no puedes hacer nada, en el que por mucho que duela lo debes ignorar.

Un corazón partido no siempre se puede curar.

El dolor fue agravado cuando de tus precioso labios salieron las palabras, "lo siento". Disculparte fue lo que terminó por romper mi corazón, ¿Lo sabías?.

Eras la razón de mi felicidad, gracias a ti podía ser yo mismo, era feliz, podía sonreír y alegrar a todos, ya que tú me alegrabas a mí. Pero mi esperanza se desvaneció con tus últimas palabras.

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一No queríamos adelantar los acontecimientos, pero no puedo seguir guardando esto más一pausó dando lugar a la intriga y sujetó con fuerza la mano que tenía al lado.一 ...estamos saliendo.一se le veía alegre, y posiblemente mi cara fuera nauseabunda y más blanca de lo normal.一¿Estás bien?

一Estoy bien, tranquilo一 mentí, pero qué iba a hacer, decirle que me acababa de partir el corazón.一Me alegro por vosotros.一mentí, me alegraba una mierda, y sólo quería huir y llorar, llorar desconsoladamente, ya que mi único consuelo eras tú y me dejaste; solo.

Me sentía desechado, utilizado, pero en realidad nada de eso era verdad, yo mismo me había impuesto pequeñas mentiras, mentiras que ahora se clavaban como dagas en mi corazón por hacerme ilusiones sobre algo que nunca pasó.

Le dediqué una última mirada, puse todo mi empeño en sonreírle, debía ser creíble, no quería problemas, él no tenía porqué saber nada de mis sentimientos, los cuales se manifestaron desde la primera vez que le vi. ¡NO! Él no debía saber. Eran mi problema, no el suyo.

一Bueno, lo mejor será que os deje disfrutar de esta velada一volví a sonreír, me daba asco a mi mismo, cómo podía llegar a ser tan hipócrita, nadie iba a creer mis palabras, nadie.

Debía haberlo sabido, todo comenzó cuando se conocieron, quizá nunca debía haberlo traído a casa, de esta manera no se hubieran conocido... ¿Qué mierdas dices Hoseok? Claro que se hubieran conocido, van a estar juntos en la compañía, contigo... ¿Conmigo?... Eso era lo peor.

Quizá lo doloroso era ver como entraban juntos a su cuarto, aquel cuarto al que antes sólo entraba yo...

Maldecía a los mil demonios, todos los santos habidos y por haber, y había inventado nuevas palabras para poder defecar en ellas del odio que tenía ahora mismo, odio, rabia, frustración y mi corazón, él estaba roto, roto de amor.

No puedo perderte así, no tengo ganas de olvidarte, mi corazón no tiene ganas de encontrar un sustituto para ti, tampoco quiero poder encontrar a otro y no ser correspondido, como ha pasado contigo. No quiero volver a ser lastimado, no quiero que lo que me caracteriza se pierda por tener algo dentro de mi pecho que duele.

Nunca supe que podría sentirme así, quiero desvanecerme dentro de tus besos, pero esos labios no me pertenecen a mí, y nunca lo hicieron. Nunca esperé que todo pudiera cambiar tanto, yo te amo, te amaba y ¿te amaré?. Realmente espero poder arreglar mi afligido corazón, quiero dejar de llorar noche sí, noche también, quiero que me arropes con tus brazos en un abrazo sin fin, que limpies mis lágrimas con tus dedos y me robes un beso, un beso que no acabe y que devuelva la esperanza de nuevo a mi ser.

Pero también entiendo que por muy mal que yo esté no puedo arruinarte esa felicidad que ahora embriaga tu ser, no sería justo, yo sufriré en silencio, solo. Y no me interpondré entre vosotros.

No quiero, tu felicidad debería hacerme feliz, como antes, por mucho que ahora la compartas con otra persona, esa persona que no soy yo. Aunque me duela y llore, te sonreiré cada día, y tu harás lo mismo, ya que nada debe cambiar.

Nunca el azúcar, supo tan amargo.

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Entré al departamento de Jin, Nam se había pasado de copas, pero el otro no estaba mejor, lo primero que hizo luego de abrir la puerta fue correr al baño a expulsar todo aquello que había conseguido beber hace unas horas, por suerte Nam es menos tolerante y con tres cervezas le había bastado para llegar al punto de felicidad.

Y la felicidad había pasado al coqueteo, después al magreo y a la que me giré Nam le estaba buscando caries a Jin. Mis ojos no terminaban de concebir lo que veía.

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一¿Jura decir la verdad y solamente la verdad?

一Lo juro.

一¿Qué vio usted aquella noche?

一Un alocado y bebido Nam Joon empotrando a una inocente damisela en apuros contra la pared de los lavabos y ayudándole en la labor de "encuentro de caries", con el último y más efectivo método de todos; su lengua. Le ayudó a no necesitar nunca más ir al dentista.

Jimin se estaba riendo en mi cara, tanto que sus ojos se habían esfumado, se retorcía en la silla y mi cara de 'impacto total' aún no había cambiado.

一¿Cómo es posible que no lo supieras Hobie?一 mi cara seguía igual de pokerface.

一Posiblemente sí lo sabía, pero estaba evitando creérmelo.一le solté serio, como si de repente fuera un padre homofóbico ignorando a su hijo cuando le habla a cerca de su interés ual. No entendía mi actitud, pero quizá fuera porque me encontraba shockeado.

一Si es que no sales de tu burbuja, desde que llegó Tae a la agencia estas en las nubes.

一Sí, Tae一dije en un susurro impregnado de amor, arcoiris y enanitos verdes.

一¿Ves? Pero no deberías hacerte muchas ilusiones, parece que su amor-odio por el maknae dará paso a algo más que una simple amistad.一 La verdad es que eso había dolido.

Jimin estaba en lo cierto, eso lo había notado, era casi imposible no notarlo, Tae se pasaba el día pegado al culo del menor, yo lo notaba, él lo sabía e incluso en mis sueños húmedos salía el menor para cortarme el rollo.

Lo estaba sufriendo en silencio, como siempre. Pero aún así no podía quitarme a ese espectro de la cabeza.

Que idiota me siento, debería tener en claro eso de "no repetir los errores del pasado". Pero seguía igual. Por suerte había podido "superar" lo de Yoongi y Jimin. Quizá con la idea de "un clavo saca a otro", una refran estúpido, ya que sólo rompes la madera más de lo que ya estaba y no sale ningún clavo. El que pensó en eso no era carpintero, y al igual que yo, era un idiota con el corazón roto.

"Borra los malos pensamientos, eres la esperanza del grupo."

Me repetía una y otra vez.

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一Jin ha dicho que en compensación a lo de ayer nos invita a un helado.一Nam siempre tuvo ese lado infantil y agradable, que le hacía ver adorable en momentos así, con su sonrisa de niño pequeño emocionado.

Su emoción era contagiosa, y enseguida nos preparamos para ir. Cada uno se fue a su cuarto para alistarse y una vez estábamos nos encontramos en la entrada.

一¡Venga Hobie!一Soltó un Nam impaciente mientras esperaba junto a Jin en la entrada.

一¡Mierda!一grité y asomando mi cabeza por la puerta 一¡Id yendo, ahora os alcanzó!一grité aún más fuerte y pude escuchar como la puerta se cerraba. No encontraba mi otro par de zapatos, no me lo podía creer. Comencé a buscarlo por todo, hasta que me tiré al suelo y pude encontrarlo debajo de la cama de Tae. Bien, amigito, te encontré. Estaba en el suelo atando mi zapato cuando atiné en algo de lo que nunca me había dado cuenta.

Debajo de la cama de Jimin había una caja de color negra. Sabía que no debía, pero no pude evitar acabar acercándome a ella y abrirla.