Café salado 1/2

Love Adventure

-Suga-

 

Hace unos días que estamos llevando nuestra relación algo más allá de los límites, no es que me moleste, ni mucho menos, pero aún así es raro. 

 

Es raro que te guste alguien de tu mismo o, que de por si, ésta persona te corresponda, que te muestre afecto y ... que te diga "te quiero". Si hay una palabra a la que jamás podré estar acostumbrado será a esa, es tan, tan poco swaggy...

 

Pero no puedo negarlo, yo también le quiero.

 

Hace más de dos años que le conozco, quizá fuera el destino, quizá una mera casualidad de la vida, pero aquel chico, aquel estúpido y culón chico, me pierde.

 

-FLASHBACK-

 

Nuestra empresa nos había llamado para formar un grupo deros, la mayoría éramosros undergrounds, cada uno con sus letras, estilos y pensamientos, pero unidos todos por algo en común; el rap.

 

Los requisitos que se nos pidió en un principio eran sencillos, más cuando naces con el don del rap en tu poder. Sí, así era, no voy a mentir, tenía el don. 

 

Pero parece que ellos también.

 

Nuestro líder era dos años más mayor que yo, era muy bueno y sus letras estaban llenas de sentimientos y emoción. Éramos un grupo bastante unido, la verdad es que habíamos conseguido congeniar más que bien, nuestras letras salian solas, nuestro espíritu las escribía. 

 

Pero algo pasó y la compañía decidió que lo mejor era hacer un grupo diferente, de un momento a otro no quería que sólo fuésemosros, si no, también quería vocalistas y comenzar a bailar... a BAILAR!. ¿Tienen idea de qué significa eso? ESFUERZO FÍSICO, esa palabra que es tabú en mi diccionario desde que nací, mi único esfuerzo era el mental y lo utilizaba entera y únicamente para escribir mis letras. ¿Cómo podían hacerme esto?

 

Estaba indignado y no era el único, la mayoría de integrantes del grupo se había comenzado a dispersar, estaban todos muy molestos así que era algo normal. Podría haber hecho lo mismo, pero algo cambió mi destino y me obligó a seguir donde esto, por mí, por él, por la música.

 

.

 

Era una mañana soleada, asquerosamente soleada, la luz se filtraba por las cortinas, prácticamente transparentes, que tenía la habitación. Debíamos estar a finales de primavera, principios de verano. Este tipo de cosas carecen de importancia cuando para lo único que sales de tu habitación es para las necesidades básicas e ir al estudio. Sí, así era mi vida.

 

Me llamo Min Yoon Gi, 20 jodidos años, el puto amo en el rap. Vivo en un piso con dos amigos más, Kim Nam Joon, quien estaba en el antiguo grupo y Jung Ho Seok, los dos de 19 años, son unos buenos dongsaengs. 

Vivimos juntos prácticamente desde que entramos juntos como trainers, son muy buenos chicos y con ellos mi fluidez mental sale libremente de mi cabeza hasta mi puño para escribirlo. 

 

Sin duda había hecho bien en ir a vivir con ellos, estaba orgulloso. Y todos felices.

 

Ah sí, estábamos hablando de que ODIO despertar y que haya sol, no hay cosa más horrible que despertarme por el destello del sol en mis ojos. Bueno, también es molesto cuando Nam Joon ronca, y no me deja dormir. A causa de este "incidente" terminó desvelandome por las noches y siendo más productivo y deseoso de dormir por las mañana, siempre y cuando el jodido sol no aparezca por la estúpida ventana.

 

Se había escuchado la puerta de la entrada, pasos, risas, la puerta de la nevera, las sillas moviéndose, risas. La sillas otra vez, pasos, "ssshs", la puerta del cuarto, mi gruñido, risas ahogadas, un cojín volador en señal de amenaza. La advertencia fue respetada, y salieron del cuarto. Era Hoseok que había venido con alguien más y parecía querer que saliera y fingiera ser aquella persona sociable que no soy.

 

Más risas, más ruido de sillas, un portazo. Suspiré. Por fin se habían ido.

 

Miré el reloj, las 15:24, buena hora para seguir durmiendo... No, con este sol es imposible volver a conciliar el sueño. Mejor una ducha, un poco de comida y de vuelta a la cama, sí, ese era el mejor plan.

 

Suspiré, el mayor esfuerzo del día era levantarse de aquella mullida y perfecta cama. Una pierna, la otra. Gruñidos. Mi cuerpo había vuelto a caer en las redes de las sábanas. Lo volví a intentar. 1, 2 y 3, ánimo. Bien, ahora estaba de pie, busca los boxers, sí, eso que te sueles poner para no seguir el ejemplo de Adan. Localizados, una toalla y a la ducha.

 

Pasaron 12 minutos, las gotas de mi pelo resbalaban por mi piel nívea, recorriendo mi cuerpo con su frialdad y haciéndome tener una temperatura idónea. Lo había secado, pero con sólo algunas pasadas no iba a estar completamente seco.

 

Ahora lo mejor sería un café, sí, eso es una gran idea. Mierda, ¿porqué hay alguien en mi cocina? ¿Quién cojones eres tú y qué haces en mi cocina? ¿ese café es el mío? Dios... 

 

-Policía, hay un extraño en mi cocina robandome café.-pensé. Sonreí ante mi broma de nivel de preescolar y sentí como la mirada de aquel extraño se centraba en mi atuendo.

 

-¿Hola? ¿Quién eres y porqué estás robando de mí café?-mi semblante era serio, aquella sonrisa se había esfumado tal cual vino, el chico que tenía delante parecía aún no comprender la situación. Algo normal visto desde su perspectiva posiblemente, dado que ahí estaba yo, con mi pelo mojado, mi cuerpo humedo y mis sensuales boxers negros a la vista de todos. Ni los modelos de Calvin Klein conseguían tanta sensualidad y erotismo en sus anuncios baratos.

 

El chico pensó su respuesta, aún consternado por lo que sus ojos veían, su mente parecía no asimilarlo del todo.

 

-Me llamo Park Jimin, soy amigo de Hoseok...-pausó girándose y evitando que sus ojos se perdieran en la divinidad de mi cuerpo. Se había sonrosado, espera, sí, sonreí, él no me vio. Dejó el café donde estaba y se quedó con una taza vacía entre sus manos y con su mirada perdida en la encimera.

 

No dije nada, simplemente me acerqué, lo moví un poco, ya que se encontraba delante del armario de las tazas, el prácticamente saltó al rozar nuestros brazos, su piel era suave.

 

La taza de cerámica estaba fría, era mi taza preferida. Se podían leer las letras negras de "Swag" en ella.

 

-Puedo... puedo hacerte el café hyung...-su voz temblaba, aún no se había girado, sus mejillas seguían acumulando colores, se veía tierno aquel chico llamado Park Jimin. Me había llamado "hyung", creo que se podría convertir en una de mis palabras favoritas sólo si él la vuelve a decir con aquella melodiosa voz.

 

-¿Qué edad tienes?-le ignoré, y proseguí mi ritual del café. Pero este me paró.

 

-Tengo 17, y me gustaría mucho hacerte el café, en serio.-insistió, se había por fin girado, sus ojos color caramelo brillaban, se acercó e intentó arrebatar de mi mano mi taza. Nuestras manos chocaron, enserio su piel era tan suave. Se la cedí, estaba bien eso de que te hiciesen el desayuno, no lo iba a negar.

 

-Así que eres otro pequeñín.-reí, me sentía aún más superior. El chico se movía con timidez, pero era rápido. El agua ya hervía, no había podido volver a ver su mirada, él estaba concentrado en los fogones, en el café, en poner los mililitros exactos que parecía conocer que me ponía, en ponerme sal, aquella dulce y fina cristalización de dioses. 

 

Se giró, me dio una amplia sonrisa, tanto su boca como sus ojos se cerraron tanto que pude dejar de divisar esos acaramelados ojos brillantes. Hora de probar aquel café.

 

-Puagg, ¿se puede saber qué mierda le has puesto?...-asqueroso, mi ceño se frunció en señal de desagrado, mi lengua sabía asquerosamente salada. ¡Sal! eso era, lo estaba viendo, dios, lo estaba supervisando y aún así había puesto sal.

 

Se disculpó, tanto y tantas veces que incluso me había dado pena tirarle el café en los pantalones después del primer sorbo. Estaba caliente, caliente magma, como a mí me gustaba. Seguro que a su entrepierna no le gustaba una mierda.

 

Ahora el que me disculpaba era yo. Lo lleve hasta el baño, le di unos boxers de recambio. 

 

El pequeño no había dicho nada, pero de sus ojos había visto caer una lágrima, en señal de todo el dolor reprimido que estaba ocultando.

 

Si todas las mañanas fueran así de divertidas, dormiría por la noche más veces.

 

-¿Estás bien?- toqué la puerta del baño, esta se abrió con el segundo golpe. Decidí que, ya que estaba en mi casa, abrir del todo la puerta y entrar.

 

Ahí estaba él, colocandose mí boxer negro. He de decir que la primera imagen de su perfecto y circular culo marcado por el boxer, se ha quedado de por vida impregnada en mis retinas. Podría decir que un 10 sobre 10. Sí.

 

Me apoyé en el marco de la puerta, crucé mis piernas y observé. Aún no se había percatado de mí intromisión a su intimidad. Estaba mirando los pantalones, no estaba seguro si pedirme unos, si ponerse los suyos, si lavarlos y esperar...

 

-Te puedes quedar así y acompañar mi moda matutina-dije rompiendo el silencio, él se asustó pegando un pequeño brinco en su sitio, reí por lo bajo, se giró y me miró, en sus mejillas se hallaban todos los colores cálidos habidos y por haber. Enseguida se tapó con el pantalón manchado. Ni que fuera la primera vez que veía a alguien en calzoncillos. Eso sí, era la primera vez que le veía a él y también la primera vez que veía a alguien más que yo llevando mis amados boxers negros.

 

-También te puedo dejar unos pantalones, aunque no sé si te irán bien...

 

El chico aún seguía ahí, al otro lado del baño, como un cervatillo asustado y yo me sentía un cazador con todas las de ganar.

 

La puerta se abrió, un alegre y estridente Hoseok entraba por la puerta clamando el nombre de su amigo, al girar la esquina vio en el suelo de la cocina el café y al final de pasillo a un albino en calzoncillos negro en una postura y en el marco de la puerta del baño. Después de unos segundos una segunda cabeza sobresalía por el marco de la puerta.

 

-¿Jimin, pero qué... ? ¿Qué haces ahí? ¡ESPERA! ¿Qué le has hecho Suga?- ¿Os he comentado en algún momento que me llaman Suga?, se podría decir que es porque soy dulce, JÁH, era mi nombre artístico en el mundo del rap. Y sólo ellos sabían ese nombre.

 

-¿Porqué crees que he tenido yo la culpa?- me moví dejando salir al cervatillo asustado en dirección a Hoseok, se escondió detrás de él y después me acerqué. Mi semblante se había puesto serio y mis palabras habían sido dichas con una voz fría y dura, lo dicho, soy todo un amor de persona, dulce como chupar limones avinagrados.

 

-Estás en ropa interior acorralando a mi mejor amigo en el baño... ¿Quién no pensaría mal?-concluyó el abogado Hoseok defendiendo a su cliente.

 

Entonces la voz tímida del cervatillo se escuchó nuevamente.

 

-No, no es su culpa-bajo su cabeza y encogió sus hombros.

 

Hoseok se giró hacía él y le agarró con cuidado por los brazos. 

 

- ¿Dime dónde te ha tocado?- Hoseok dramatizaba de manera divertida mientras zarandeaba al joven.

 

-Insistí en hacerle el café y terminé poniendo sal en lugar de azúcar ...-se avergonzó y bajó aún más la cabeza- después de que él lo provase se le cayó la taza acabando por derramarse en mi pantalones....-pausa de nuevo, esta vez mirando a los ojos del más mayor, buscando pedir disculpas, ¿quién no iba a perdonar al pobre cervatillo herido y con ojitos de súplica?- entonces me dejó su ropa interior y llegaste tú...-aclaró con voz pasiva y tranquila.

 

Era gracioso que hubiera omitido según que cosas, pero obviamente no iba a ser yo, quién se las iba a destapar a Hoseok.

 

.

 

Ese fue nuestro primer encuentro. Quizá no haya sido el mejor de todos, pero los dos nos dimos cuenta de que había sido algo especial.

 

Después de eso Jimin venía prácticamente cada "mañana", con la excusa de estar tiempo con su mejor amigo, al principio seguía con insistida vergüenza y por mucho que me decía que no iba a mezclar nunca más el azúcar con la sal, no le dejaba hacer nada.

Después comenzó a venir solo y volvía a insistir en hacerme el café, acabe drjando que lo hiciera. Me despertaba y "desayunabamos" juntos. Me hablaba sobre su vida. Me comentaba que Hoseok le había ayudado a entrar en una empresa, y que dentro de poco conocería al resto de los integrantes, que era una empresa pequeña, pero que seguro iba a ser muy conocida gracias a él. Siempre se tiraba flores.

 

Con cada día se iba soltando más y aquella timidez que había tenido el primer día que nos había visto se había ido difuminando. No era nada malo, tanto su lado extrovertido como introvertido me parecían interesantes, él en sí me parecía interesante. 

Me podía quedar horas haciendo que le escuchaba, me quedaba mirandole como un idiota y mis ojos comenzaban a cerrarse, entonces él se enfadaba.

 

-¡Hyung, te estás volviendo a dormir!- me recriminó, mis ojos ya estaban cerrados, pero aún así podía oír su voz, la cual había cambiado desde que le conocí. Al igual que su cuerpo, el cual estaba bastante musculado, sí, su pompis también había crecido de tamaño, pero su perfección seguía intacta.

 

-No es verdad, callate-solté un gruñido y entreabrí un ojo.-Eres un pesado, todo el día hablando, ¿qué no haces nada más?

 

-Sí, también estoy contigo, hyung...-alargó su mano y buscó la mía. No recuerdo cuando habíamos comenzado a coger tanta confianza. 

 

¿Habría sido culpa mía por haber salido aquel día en boxers a recibir a un extraño ladrón de café? Quién sabe~

 

-Hyung, puedo quedarme hoy aquí?

 

Era tarde y aunque él ya hubiera cumplido los 18 en este país aún no era un mayor de edad con completa libertad y yo era su hyung y debía responsabilizarme de haberlo tenido ocupado toda la noche jugando al nuevo videojuego que había salido.

 

Suspiré, miré a un lado y asentí. Unos brazos me rodearon por el lado y el mando de la consola se resbalo hasta toparse con la alfombra del salón. 

 

Aquella noche ni Nam, ni Hoseok estaban en casa, últimamente habían estado ocupados haciendo a saber qué.

 

-¿Podré dormir contigo?-aquella pregunta me tomó por sorpresa.

 

-¿Qué edad tienes Jimin, 13 años?- me miró haciendo un puchero.

 

-No hyung, esa es tu edad mental, no confundas.-se burló y cogió nuevamente el mando, retandome a una nueva pelea. Y así pasamos la noche. 

 

El olor a queso había invadido el salón, se escuchó el gas salir por el tapón de la botella, un vaso de plástico llenándose, el masticar tedioso a causa del queso y la risa de un joven.

 

-¿En serio hyung?

 

-No sé de qué te ríes, no todos somos tan perfectos como Park Jimin-dije en tono condescendiente mirándole con mala cara, mientras intentaba quitar una mancha de pizza de mi camiseta, blanca, estúpidamente blanca y manchada.

 

-No arrugues el ceño, hyung, te hace verte aún más viejo-rió y acortó distancia entre nosotros. Odio esa sensación agridulce en el que te dicen un cumplido pero te lo esconden con una ofensa y no sabes cómo reaccionar. Bueno, yo siempre lo hacia por el lado agresivo y erso.

 

-A mi no me llames viejo, pequeño enano de jardín.- Enseguida me abalancé sobre él "clavando" mi nudillos en su cabeza y girandolos, después pasé a sus costillas y comencé a mover mis dedos por ahí, haciéndole cosquillas. Él se retorcía, pedía clemencia y reía como un caballo desbocado.

 

-Hyung... ah... hyu..ung...- sus mejillas estaban rojas, sus ojos entrecerrados, su boca entreabierta, su camiseta por encima de mis manos, dejando ver aquel cuerpo trabajado y musculoso, sus pezones eran rosados, su piel bronceada. Su cuerpo estaba debajo del mío. 

 

Entonces repetí el movimiento que había hecho segundos atrás para escuchar aquella melodiosa melodía. Lo volvió a hacer. Lo repetí una vez más, pero sus manos me hicieron parar.

 

-Hyung, yo...-trago saliva y me miró, su timidez había vuelto a aquel pequeño cuerpo que se posaba debajo mío. Se veía frágil, a pesar de su cuerpo. Su voz era débil, casi como un susurro. Sus ojos brillaban con más intensidad. Su pelo castaño estaba revuelto.

 

Mi único instinto fue acorralarlo más, colocando un brazo por encima de su cabeza, la cual se encontraba sobre el reposabrazos del sofá. Mi dedo índice se dirigió hasta sus labios y los perfile. Baje poco a poco acortando la distancia que nos separaba. 

 

Podía escuchar como mi corazón latía rápidamente.

 

...

 

Nota de autor.

 

Kekekekeke, que malvada soy, muhahaha. -risa malvada del inframundo-

 

Dije que iba a actualizar, pero muchas cosas pasaron y blah blah -excusas de siempre-

 

Me disculpo. Se me hizo muy largo este cap y puff, ya que estabamos lo divido en dos y os hago sufrir un poco más con mi maldad, el miércoles subiré la continuación y así acabo con vuestra agonía -promesa- ❤

 

Ayer fue el cumpleaños de mi más mejor amiga, el 2 de Agosto, y el mío es dentro de 6 días, el 9. -no piensa hacer nada especial- Un alién que ama a su galleta ❤

 

❤Le hice una super cutre fiesta sorpresa que salió genial gracias a los amigos que tenemos que ayudaron y lo dieron todo. Muchas gracias chicas! ❤

 

Este va dedicado a una personita en especial. Mi no Golden Maknae, Mari. Que aunque no aceptes mis abrazos y contacto físico, te seguiré haciendo bulling y dando amor compensatorio (?)❤

Ella me pidió esto y medio amenazó, así que aunque con algo de retraso, pero traigo la primera parte, y el miércoles subiré la segunda, creo que compensa, no? ❤

 

Después hasta la semana que viene y muy después de mi cumple habrá otro cap, ya que aunque este de vacaciones necesito estudiar y sigo sin internet en mi casa, así que se me hace pesado escribir tanto por el móvil que pesa un quintal.

 

Y bueno sin más cosas que añadir, espero que lo difrutéis. ❤

 

Recordad, comentad, votad, difundir y obligar a otros a que lo lean, este y los otros fics.

 

Me gustaría pedir ayuda con mi fic "Space Fighters", quiero cumplir con un mínimo de views para sacar el primer cap, y así estar más emocionada. 

 

Esta semana caera un shot en "War of Hormone", y la que viene habrá actualización de "Sick" y "Red Thread", así que atentos, atentos!❤

 

Y recordad, un alíen os ama, mucho❤

 

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Comments

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navivi08 #1
Chapter 5: cai redondita en la trampa xdxd
me ilusionaste we XD
eres mala jaja
navivi08 #2
Chapter 4: ahhhhh!!! quedo perrisimooo
navivi08 #3
Chapter 2: tengo miello T^T
hasta ahora me encantaaaaaa!!!!
adoro como escribes uwu
angieguerra #4
Chapter 9: Me llegue a confundir un poco en este cap, me dio cosita hobi...
Feliz cumpleaños atrazados autora ^^
smtownn #5
i can't wait to read it...it looks really interesting
angieguerra #6
Chapter 6: Yoongi y jimin en el mismo cuarto, esto me gusta, espero que actualices pronto, este y los otros >•<
Yuki0710 #7
Chapter 6: jaja me encanto este capi :D. Me gusto como escribiste desde el punto de vista de Tae. Fue tan chicstoso jaja
AniDarckSugaR
#8
Dios el foreword está suuuper bien hecho omg
Yuki0710 #9
Chapter 1: Se ve interesante. :D. Vamos a ver que pasa despues. Ojala actualizes pronto ^^