Aquella misma noche, como las anteriores me era imposible conciliar el sueño, mire a Taeyeon a mi lado durmiendo cómodamente, di un largo suspiro y Seohyun apareció en mi mente recordando su tranquilo comportamiento de la tarde. Salí de la cama con cuidado para no despertar a Taeyeon y fui hacia el estudio.

-¿Señorita Im, que hace levantada a estas horas? –di un pequeño salto al escuchar su voz tras de mi-

-¡Por dios, Seohyun! Que susto me has dado –me lleve la mano al pecho y ella dejo salir una suave risita.

-Perdona, no era mi intención pero, ¿Qué hace despierta? Es muy tarde.

La mire por un momento y se veía mucho mas blanda, tal vez solo se comporte asi cuando esta a solas conmigo.

-No podía dormir –conteste con simpleza

-Se me olvido advertirle que Taeyeon patea – se formó una linda sonrisa en sus labios, negué un par de veces

-No es eso, ni siquiera lo había notado. Tengo insomnio sabes, ah, otra cosa mas. No me hables de usted. Somos de la misma edad.

-De acuerdo Yoona –sonrió- ven conmigo, te daré un té muy bueno con eso podrás dormir –tomo mi mano con delicadeza y me llevo con ella, sentí esa calidez nuevamente y por un momento me olvide de Taeyeon para concentrarme en Seo.

Estuvimos charlando, me contaba todo lo que hizo en Roma, realmente era fantástico el como hablaba, me daba tanta envidia, algún día iría a aquel lugar.

-Yoona… -hizo una pausa- de verdad ¿ahora estas con ella? Con