Capitulo I
La maestra y sus musasCapítulo 1
Me han llamado muchas cosas: temeraria, arrogante, ertida, egocéntrica y, mi apelativo favorito, artista de la escuela carnal. Tal vez estas afirmaciones sean ciertas; no las niego, pero hago oídos sordos a esas críticas opresivas de mi trabajo y escucho los latidos de mi corazón, el canto de sirena de mi corazón.
De haber escuchado a los detractores de mi obra, a los críticos que deseaban cortarle el paso a mi genio, seguramente nunca habría tomado un pincel.
En realidad, creo que los críticos tienen razón en cuanto a mi incorregible comportamiento, el hecho de atreverme a ser distinta era, y sigue siendo, la misma esencia de mi creatividad, Yo soy tenaz con mis creencias y me siento orgullosa de serlo.
Estos aspirantes a entendidos del arte, no saben nada del verdadero arte. Su visión es aburrida, apagada, lineal y simplista. No ven el suave rubor de una mujer excitada, ni el color de sus mejillas al ver a la persona que ama, ni el brillo en sus ojos en los momentos posteriores a la pasión. No, para pintar esa belleza, uno debe experimentarla, sentirla y atraparla. Esas cosas no se pueden atrapar con una pila de libros en el aula.
A pesar de los deseos de mis padres, mi destino no era ser una religiosa. Mas bien me considero una mujer espiritual, alguien que cree mas en el karma que en la doctrina. Mi pasión esta en el extremo de mi pincel, pero mi inspiración son las mujeres. Ellas son mis musas. Yo pregunto: ¿Qué creatura de la tierra puede per
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