La doctora Jung lo volvió a hacer, con su franqueza alejo a una persona que en pocas semanas se convirtió en una de las más importantes de su vida, la diferencia era que esta vez le dolió, esta vez hubiera preferido quedarse callada con tal de verla de nuevo algún día, en la rehabilitación por ejemplo o hasta poderle invitar un café antes de que dejase de ir al hospital, si llego a plantearse la posibilidad de conocerla fuera de las paredes del hospital.

-¿Puedo sentarme? –El doctor Daniel la encontró en la cafetería del hospital, no perdería oportunidad ni le importaba escuchar la respuesta de siempre. -¿Jessica? –La llamo pues estaba inmersa en sus pensamientos. -¿Te encuentras bien?

-No y no puedes sentarte, lo siento.

-Entonces te hablo desde aquí. ¿Qué te tiene triste? ¿Puedo ayudarte?

-Puede ser, si me ayudas a cortarme la lengua.

-Con gusto pero si voy a hacer eso antes tengo que convencerte de que hay otras salidas no crees?

-Lo dudo, ahora si me equivoque.

Daniel tomo asiento. -Tus palabras son duras y crueles pero siempre son sinceras y no las dices con malicia, además si te estas arrepintiendo de haberlas dicho fue porque la persona que las recibió es muy importante para ti y estas triste porque la alejaste.

-Demasiado importante, he sido poco profesional merezco que me ponga una queja y me despidan.

-La pelirroja es demasiado linda, cuando me toco guardia pase a revisar que todo estuviera bien y

-¿Cómo que todo estuviera bien? –Su voz se escuchó amenazante.

-Tranquila, que le dieran la medicina correcta. Puede compartir unas cuantas palabras con ella y erradica alegría, creo que por eso te enamoro.

-Alto, no me enamore de ella.

-¿Segura? Con ningún otro paciente has sido tan cercana, a ninguno le sonríes, por ninguno te preocupas por como ella y nunca antes te habías arrepentido de hablar demás o me equivoco?

Jessica se quedó en silencio no lo quería admitir. -¿Aun te gusto? –Cambio de tema. -¿No te duele saber esto?

-Tengo que resignarme, te estoy superando y no quiero perder la oportunidad de ser tu amigo, eres una persona valiosa.

-Siempre me pareciste un gran hombre pero cada que te acercabas rogaba porque no me fueras a invitar a salir. –Daniel no puedo evitar reírse. Jessica pudo animarse un poco.

¿Qué haría la doctora Jung ahora? Disculparse no sería suficiente para que la pelirroja la perdonara además de que no se arrepentía del todo, le gustaba la Tiffany alegre y si regresaba a su vida antigua de oficinista seguro sería muy infeliz y las sonrisas de ojo desaparecerían.

Los días pasaron y debido a sus obligaciones como doctora apenas y supo que Tiffany si asistía a la rehabilitación en el hospital lo cual le daba tiempo y esperanzas de reencontrarla y explicarle lo ocurrido, omitiría la parte donde se enamoro de ella, recordaba a la novia de la chica y por la ultima charla estaba claro que no la dejaría.

Una mañana se encontraron en recepción. Intercambiaron miradas, Jessica deseaba hablarle pero no sabía cómo iniciar la conversación y si le respondería.

-Hola. ¿Cómo has estado? –Comenzó con algo básico si se quedaba a rebuscar palabras nada lograría y desperdiciaría la oportunidad.

Tiffany la miro preparando la respuesta. Era la hora de la verdad para Jessica, se daría cuenta que tan enojada estaba. -Recuperando mi mano, no ha sido fácil.

-Va a ser cansado, solo sigue la rehabilitación al pie de la letra y tus movimientos regresaran pronto.

-Ojala.

Las dos quedaron en silencio, sin saberlo ambas querían sacar el mismo tema, Jessica explicar el porqué de sus duras palabras y Tiffany por el contrario agradecer. Al final la conversación no siguió, ni eso ni nada. Por desgracia Tiffany ya no pudo seguir la rehabilitación en ese hospital, en su oficina estaban molestos de pagarle un hospital tan caro y aparte su sueldo, aceptaron pagar uno más económico. Esa mañana Tiffany estaba en recepción pidiendo su expediente, le alegro ver a Jessica pero no pudo agradecerle por sus consejos, si, una vez que analizo su situación las palabras de la doctora Jung fueron lo más real que jamas nadie le había dicho.

-Usaste a la empresa a conveniencia, muy bien hecho. –La veía recoger sus cosas en silencio, le enojaba que la ignorara. -Lo que estás haciendo es lo más estúpido de tu vida, un día vas a regresar rogando.

-No te daré el gusto de dar espectáculo Taeyeon.

-¿Quién está dando espectáculo? Eres tu quien renuncio, eres tu quien me dejo.

-Soy una desgraciada por eso. Claro, podre de ti, te vas a quedar desamparada. –Termino de recoger  las pocas cosas.

-Vas a regresar y rogar que te perdone.

-¿Para qué quiero estar con una mitómana como tú? Hablamos suficiente a solas, no sé porque quieres que la oficina se entere d todo. ¿Para dejarme en mal?

Taeyeon se quedó en silencio, si no cuidaba lo que decía después sería la comidilla del resto. -Partes mi corazón sabes. –Por dramático que sonara lo decía enserio.

Tiffany miro a los lados, todos estaban expectantes viendo la escena, sabia lo mucho que Taeyeon cuidaba su imagen así que decidió sacarla de ahí.

-¿Pretendes causar lastima?

-Eres demasiado cruel. ¿Qué te sucede?

-Nada. Te quiero, de verdad lo hago.

-¿Entonces por qué haces esto?

-Son mis sueños, tú no puedes entenderlos entonces debemos separarnos.

Taeyeon agacho su rostro. -¿Es por las mentiras? Las dejare.

-Te acabo de decir lo que es.

-Lo voy a aceptar pero no me dejes.

-Merecemos alguien mejor, estaba contigo porque eras lo mejor de la oficina.

-¿Qué?

-Acepte ser tu novia por esa razón y porque debía olvidar a Kahi, si me llegue a enamorar de ti pero unas cuantas veces quise terminarte y no lo hice por esa culpa. –Recibió una bofetada.

Taeyeon se veía dolida. –Siempre te quise de verdad.

-Lo siento es que

-Calla, no necesito escuchar disculpas falsas, ahora sé lo que se siente que te mientan. No, mis mentiras eran por miedo a perderte, las tuyas. . .Vete ya.

No era la forma que Tiffany hubiera querido para terminar su relación con Taeyeon, quizás fue la única, no quedo orgullosa de ese final pero marcaba su nuevo comienzo. ¿Qué le depararía? Habría que vivirlo.

Al principio fue difícil, estudiar actuación y trabajar ni cuando era joven combino las dos, esto si era nuevo, no importaba el sacrificio valía la pena, además la verdadera Tiffany estaba de vuelta, seguir sus sueños era la respuesta inicial, el haberlos abandonado fue lo que la hizo conformista, aburrida y hasta mal encarada. Le debía mucho a la doctora Jung, de no ser por sus palabras no solo las duras en general todo lo que escucho de ella mientras estuvo en el hospital, la ayudaron a retomar el camino.

-Hasta mañana. –Se despedía la joven doctora. Recibió pocas contestaciones por parte de sus colegas.

-¿Continúan desconfiando de ti?  -Le hablo a sus espaldas.

Se giró conociendo esas palabras. -¿Tiffany?

-Excelente, no me olvidaste. –Formo su sonrisa de ojos, lo que hizo maravillar a Jessica. -¿Me aceptas una invitación al café?

-Claro. –No tardó en responder y sus compañeros se sorprendieron, enfermeras y doctores murmuraron bajo.

Tiffany sonrió y la llevo a su auto.

-Qué bueno que dejaste la moto. –Le dijo ya en el interior del auto.

-Odio las motos, tuve aquella porque Taeyeon me obligo.

Tal vez nombra a su ex fue malo, un silencio prolongado apareció.

-¿Cómo estás? –Retomo la conversación la doctora.

-Mi mano se recuperó lo demás es divertido. –Conducía con precaución.

-Terminaste por cambiarte de hospital. Lo siento fue mi culpa. –Esta vez no evadiera el tema.

-¿Tu culpa?

-Todo lo que te dije fue atrevido y despiadado.

-Lo llamo cruel y realista.

-Sé que no debí, que me debo disculpar pero no quiero, no es que me arrepienta, en realidad si me arrepiento no por decirlo. –Ella misma no podía organizar su explicación.

-¿Qué confuso? ¿Sí o no?

-Me arrepiento porque te has ido, si me hubiera quedado callada no te habrías enojado y te hubiera visto con más frecuencia.

-¿Estás diciendo que me extrañas? –Aparco el auto fuera de la cafetería.

Jessica no sabía que responder menos con la mirada puesta en ella.

-Veamos, tu eres muy sincera con esto ya me imagine algo, supongo que si soy directa y pregunto no te quedara otra que responder.

-¿Esta es la cafetería? Entremos. –Quiso abrir la puerta del auto y Tiffany fue más rápida poniendo los seguros. -¿Qué significa esto?

-La última vez no pude hablar contigo y solo quería decir gracias, hoy tengo una pregunta importante y no te dejare salir de este auto hasta tener la respuesta.

-Tal vez me mal entendí.

-Obvio me extrañaste. ¿Qué tanto?

-. . .

-Te sentiste culpable de que no fuera, no es tu culpa, mi oficina pago un hospital más barato.

-Que terrible, debiste demandar.

-Bueno eso ya no importa ahora. Si me extrañaste a mí, una del montón de tus pacientes significa que soy especial para ti, de verdad.

-Te lo dije alguna vez.

-Y también mencionaste que no sabías la razón. ¿Ya la sabes? –Jessica solo se quedaba callada mientras su rostro se tornaba rojo. –No te quedes callada.

-¿Cómo te va con tu novia? ¿Dónde está ahora? Deberías estar con ella.

-No hay novia, no me entendió y terminamos, al final seguí mis sueños y todo ha sido gracias a ti.

Volvió a quedarse callada, los nervios aumentaron. -¿Seguiste tus sueños? Increíble. –La abrazo, quería calmar su sonroja miento.

-¿Yo te gusto? –Pregunto sin darle vueltas al asunto, corto el abrazo y la miro a los ojos. -¿Te guste en algún momento?

-No lo sé bien.

-Luego de no verte y buscar mis sueños siempre pensé en ti, creí que era debido al agradecimiento que te debía pero al verte en el hospital hace rato sé que no es eso, creo que me gustas.

-¿Por qué piensas eso?

-Te ves súper y con tu bata de doctora.

-Eso es lujuria y deseo.

-Antes de acercarme me temblaron los pies y mi pulso se aceleró, ahora mismo siento que mi corazón se saldrá.

-Regresemos al hospital puede ser un infarto.

-Deja de evitar esto ¿Por qué no le eres fiel a tus sentimientos? ¿A que puede tener miedo alguien con tanto carácter como tú?

-A amar. –De nuevo saco su franqueza. -Nunca he amado a alguien y si sucede no sabría cómo manejarlo.

-No se pueden tener respuestas para todo, yo no sabía que me deparaba si seguía mis sueños, ahora que lo intente sé qué. . . diablos soy miserable apenas tengo una obra y no me pagaran mucho, tengo trabajo de miedo tiempo para sobrevivir.

-Debiste seguir de oficinista. –Empezó el sarcasmo.

-Y con Taeyeon. –Le siguió el juego.

-Aun puedes hacerlo. –Lo dijo ya no muy contenta.

-¿Verdad? Creo que la llamare ahora.

-Adelante ¿quieres que te preste mi celular? –Vio a la pelirroja aproximarse iba a sacar su celular por lo que al bajar la guardia le fue robado un beso.

-Te quiero. –Sus palabras eran acompañadas de su eye smile y le robo un segundo beso.

-¿De verdad me acabas de besar después de nombrar a tu ex? –Le borro la sonrisa.

-¿Es malo eso? –Pregunto con preocupación.

-Pésimo, me va a quedar presente toda la vida. –Tiffany miraba al volante invadida de culpa. -Mi dentista se llamaba Nana también me robo un primer beso pero no se compara a este.

-¿Cuál es la diferencia?

-La persona y lo que he sentido, a ella la abofetee y a ti.

Tiffany cerro sus ojos esperando lo peor y solo sintió los labios de Jessica moverse en los suyos, habilidosos y expertos se entenderían bien, no cortaban el beso y pronto se hizo profundo, probando el interior de la cavidad bucal.

Aquel accidente fue significativo cambio la vida de Tiffany en muchos rumbos, le dio sentido a su vid y todo gracia a Jessica Jung, el tiempo diría que le esperaría junto a la doctora y por cuanto tiempo, lo único de lo que estaba seguro en ese momento era que le esperaban días de franqueza.

Hola, llegamos al capítulo final, espero haya sido de su agrado, les agradezco por comentar, leer y por votar.

Ayer escribí este OS JeTi. En ese restaurant  C: si gustan pueden pasar a leerlo.