8:00 pm

Su martirio daba inicio, la cena para comprometerla. Se suponía que ya estaba resignada pero al conocer a su prometido el terror empezó.

Intento guardar las apariencias del verdadero asco que sentía en ese momento, fingió una sonrisa tímida mientras se presentaba, luego tomo asiento con sus padres a sus lados y el hombre en cuestión de frente.

Cuando él le sonrió sintió que ya no podía contenerse y sus pensamientos comenzaron a surgir.

Santo dios, tenía conciencia de esto pero Oh My God. ¿De que poso salió este? Hasta sadako luce mejor a su lado.

­-Eres aún más linda de lo que tu padre me había contado.

Quiero vomitar. –Hizo una expresión de malestar y hasta cubrio su boca. Juro que no podre verlo mucho tiempo a la cara.

-¿Hija estas bien? ¿Acaso tienes nauseas?

-Esta bien querido, vas a hacer que nuestro casi yerno imagine cosas que no.

-¿Te encuentras bien? –Ahora era el quien estaba preocupado.

-No le hagas caso Tyler, son los nervios de que por fin te ha conocido. Debiste verla, toda la semana preguntando cuando te conocería.

-¿Qué yo que?

-Estabas muriendo de la desesperación. –La miro asesinamente.

Esta señora, es una verdadera madrastra seguro fue su idea comprometerme con esta guapura de hombre.

-Me alegra escuchar eso, también tenía tantas ganas de conocerte. –Volvió a mostrar su sonrisa.

Voy a vomitar, si vuelve a sonreír y sus ojos forman esa expresión rara que lo hace parecer no sé qué animal  vomitare y vaya que me vine sin cenar.

-Di algo. –Fue regañada por la esposa de su padre.

-Estoy muy nerviosa como para hacerlo. –Tomo la carta con fastidio.

-Deja eso.  –Se la quitó. –Tyler elegirá por nosotros, tenemos que aprobar su buen gusto.

-Por favor Tyler, después de todo tú vas a pagar.

Interesados, hasta mi padre.

-Así será, verán que les encantara lo que pida pero si mi futura esposa desea otra cosa puede hacerlo.

¡Irme! -Da igual. –Otra vez sintió la mirada mortal. –Escoge tu querido. –Sonrió recibiendo otra sonrisa de Tyler. Alguien dígale que no sonría.

En otra mesa del mismo restaurant había otra joven pasándola mal.

-Unnie.

¿Cuántas veces he escuchado eso en un solo día?

-Unnie, gracias por invitarnos.

Pero si se han invitado solos, que descaro peor yo por dejarme conducir, nunca imagine que me harían costear esto.

-Todavía es pronto para irnos. Pidamos postre. –Las miradas se le posaron y pronto le empezaron a sonreír mientras decían sí.

¡Pozos sin fondo! La cena y el postre, esto es el colmo. –Creo que no será posible porque

-Avara, es cierto lo que dicen de ti.

-Por eso no tiene amigos unnie.

-Uno la integra y usted se aparta.

¿De qué están hablando? –Miren ya es bastante con lo de la cena.

-Le acaban de aumentar el sueldo, no sea tacaña.

Cosa que no sé cómo se fueron a enterar. . . –Pidan rápido, quiero marcharme ya. –Mostro una expresión seria.

-Unnie no se enoje, se va a arrugar y ya tiene sus años, luego le va a ser difícil borrar las arrugas.

Aparte de todo son unos igualados, ya no los soporto.

­Cuando pidieron los postres pidió la cuenta para irse haciendo a la idea de cuánto debía pagar.

Tiene que ser una mentira. . . ¿Cómo puede ser tanto?

-¿Se encuentra bien unnie?

-Perfecta. –Sonrió falsamente.

Antes no me hablaban, ni existía para ellos y apuesto a que el próximo lunes dejare de existir, son esa clase de personas que mientras sacas dinero están ahí y cuando no tienes eres nada.

Debería irme. ¿Soy capaz?

¡Ya no lo soporto! –La pasaba fatal, su prometido era un fiasco, podía ser empresario pero no tenía ni una buena cualidad.

Sabia de feos que enamoraban por su inteligencia y aquí no hay nada.

-¿Te ha gustado lo que ordene?

-Le ha encantado. –Respondió su madrastra.

Esta vieja no deja de entrometerse. Voy a calmarme a fin de cuentas esto es inevitable me casare con esa cosa. . . Tengo que buscarle un lado bueno para poder sobrevivir. . . Dinero, nunca me faltara, me inscribiré a un montón de cursos y lo veré muy poco.

-Deseo que nuestra boda sea lo más pronto posible.

-Igual nosotros. –El señor Hwang se mostraba entusiasmado. -La próxima cita que tengan será a solas, después de un par podrás ir poniendo fecha para la boda Tyler.

-Entonces pongo fecha para nuestra primera cita, el próximo fin. Ya quiero estar a solas contigo.  –Le giño el ojo intentando ser seductor.

- . . . –Del shock emocional dejo caer los cubiertos en el plato.

-¿Qué sucede? –Preguntaron al unísono los señores Hwang.

-Que emoción. –Mostro una sonrisa falsa.

¿Solos? . . . Solos igual a beso y algo más. No voy a poder besarlo, ni algo más. Esta horrible. ­­-Fue examinándolo con la vista. Su frente debe notarse a metros de aquí, tiene unas entradas que dicen “Calvo en cinco años” ¿Si tiene tanto dinero porque no se hace injertos? Tiene una nariz horrible, igual y queda salvado si se hace cirugía.

-¿Qué piensas de las cirugías? –Hasta su padre se sorprendió por la pregunta.

Tyler lo pensó unos segundos. -Te pagare todas las que quieras. –Volvió a sonreír.

Mi dios, es un idiota. Ni como ayudarlo, este ni con cirugía, podrá cambiarse el rostro pero seguirá siendo el mismo imbécil.

-Cuando nos casemos tendrás lo que desees. –Le tomo la mano. -Mejor dicho desde este instante te daré lo que pidas, no hay nada que no pueda pagar. Este matrimonio arreglado lo dice todo.

Doblemente idiota. –Jalo su mano para que el agarre se rompiera.

-Bien dicho, es así como debe hablar un hombre. –El señor Hwang se maravillaba con las frases.

No puedo creer que mi padre piense así. No quiero casarme con este. -Quiero algo en este momento.

-¿Qué es? Apuesto a que lo conseguiré en pocos minutos.

-La luna. –Lo dejo callado.

-Que graciosa. –Sonrió su madrastra. -¿Verdad?

-Simpática y linda.

-Hablo enserio, no te jactaste de que podías cómpralo todo? demuéstralo.

-Bueno pero la luna

-Cuando me des la luna me casare contigo. –Se levantó del asiento. -Y aun así me lo pensaría, no me has gustado nada.

-¡Tiffany! –Regaño su padre. -Di que estas bromeando.

-No me voy a casar con él, aparte de feo es idiota, yo soy idiota pero por lo menos soy bonita. –Se marchó molesta.

-¡Vuelve aquí!

Tuvo que correr ya que la esposa de su padre le iba siguiendo.

Con la vista encontro un taxi y se dirigió a el. Cuando estuvo por abrir la puerta otra persona también la tomo.

-Lo siento yo lo vi primero, búscate otro.

-¿Pero que dices? no tengo tiempo para eso.

-Mucho menos yo.

-Compartamoslo. –Abrio la puerta y la empujo dentro.

-Oye

Subio sin perder tiempo. -¡Muevase! –Ordeno al chofer el cual no tardo en arrancar.

-¡Auxilio! me secuestran.

-No, no tranquila. Esa no es mi intención.

-Me has empujado. ¿Me quieres someter? –La risa del chofer se hizo presente. -Usted concentrece en el camino.

-Perdona el empujón, tenia que huir, en verdad no podia cedertelo y tampoco queria dejarte sin taxi ahí sola.

-Oh. . . Eso es muy dulce de tu parte.

-¿Para dónde vas?

-Lejos entre más mejor, también estoy huyendo.

-Siendo de esa manera solo conduzca lejos. –Le indicó al chofer. -Mi nombre es Jessica Jung.

-Stephanie Hwang, pero puedes decirme Tiffany.

-¿Y de qué huías Tiffany?

-De mi compromiso, el hombre que me eligieron para comprometerme es un completo idiota y encima es horrible, parece sacado de película de terror.

Jessica solto una carcajada. -¿De verdad te comprometieron? ¿Existe eso en estos tiempos?

-Sucede seguido, claro que yo no aceptare ese compromiso, hoy no vuelvo a casa y cuando lo haga me rebelo.

-Bien dicho no dejes que te impongan y menos si es con un chucky.

Fue Tiffany quién reía ahora. -¿Y tú de qué huías?

-Yo...Me he salido sin pagar.

-¿De verdad?

-Inténtalo un día es emocionante.

-Lo tendre en cuenta.

-Ok no podemos seguir sin rumbo, tu no puedes volver a tu casa y yo necesito relajarme. ¿Qué conduzca sin rumbo otro rato?

-Ya estamos bastante lejos, caminemos un tiempo, eso siempre relaja. ¿Te parece?

-Suena bien. –Vio a Jessica sacar la paga.

-Yo pago.

-Déjamelo a mí, soy quien te iba a secuestrar y a someter. –Pago al chofer.

-Cosa poco probable, tengo más fuerza de la que aparento.

-Me gustaría ver eso. –Salió del taxi.

En su caminata de relajación se conocieron un poco mejor, corrección conoció a Tiffany la cual no dejaba de hablar.

-Me prepare con tiempo para el compromiso, presentia que mi madrastra conseguiria al mejor postor y nunca imagine a un hombre tan feo.

-La belleza está en el interior.

-Pues este no tiene interior, idiota completo.

-Lo importante es que no vas a aceptar ese matrimonio arreglado.

-Mi padre se pondrá furioso. Me va a correr de casa, me va a desheredar.

-Algún día te perdonara.

-De eso no estoy tan segura. –Se veía desanimada.

-Mira. –Tenia la mirada en el cielo. -Increible.

-¿Media luna?

-Hermosa. –Le sonrio. -No tanto como tu.

Tiffany se confundio parpadeo. Miro la luna por segunda vez y recordó lo sucedido en el restaurant, no pudo evitar sonreír.

Esto cuenta como darme la luna. . . ¿Qué estoy diciendo?

-¿Qué sucede? –Le pregunto puesto que se había quedado atrás.

Tiffany negó y la alcanzo para seguir, empezaba a hacerse el silencio. -No me has hablado sobre ti.

-Es que no hay mucho que contar. Prefiero escucharte soy buena escuchando.

-Ya hable bastante.

-No importa, di todo lo que tengas que decir, desahógate, vuelve a hablar de tu Chucky.

-Quiero olvidar a ese desagradable.

-Momento, la novia de Chucky que no se llamaba Tiffany? Esto debe ser el destino, Tiffany y Chucky. –Comenzó a partirse de la risa, Tiffany frunció el ceño en señal de molestia.

-Eres cero graciosas. –Se cruzó de brazos y detuvo el paso, en verdad estaba indignada. –Burlándote de las desgracias ajenas.

-Lo siento, mi intención era hacerte reír.

-No me causo ninguna gracia. –Se dio media vuelta y camino en dirección opuesta a Jessica.

-Perdóname, primero te empujo y ahora me burlo, lo siento. –Iba detrás de ella. -Sabes yo no me huía por no pagar, en realidad huía porque mis aprovechados compañeros de trabajo querían hacerme pagar la cena de todos. –Tiffany seguía sin hablar solo asentía. -Ellos suelen no hablarme acepto que soy mala haciendo amigos, no confió en las personas muy fácil y me gusta pasar desapercibida pero ellos son hipócritas, solo existí porque querían que pagara su cena.

Tiffany detuvo su paso y la miro. –El lunes tendrás que enfrentarlos, te van a reclamar.

-Les diré lo que pienso de ellos.

-¿Por qué no le hablan a una persona tan linda? El mundo está loco. –Siguió caminando como si nada.

-¿Piensas que soy linda? –Todavía le seguía el paso.

-Cuando eres graciosa eres fea.

-Tú eres como una niña pequeña.

-Puedo demostrarte que de niña no tengo nada. –Se giró un tanto molesta.

-Demuéstrame lo que quieras, solo deja el enojo. –Se atrevió a abrazarla por la cintura.

-¿Qué haces?

-No lo sé, mi cuerpo actúa solo, no soy así. -Acortaba la distancia entre sus rostros.

Tiffany la empujo. –Nos acabamos de conocer.

-Llevas razón. En este momento soy tan idiota como tu chucky.

-Ni es mío ni eres idiota, tu si me has podido regalar la luna. –Jessica puso una expresión confusa. –Presumió que con su dinero me podía comprar todo, que le pidiera, le pedí la luna y no supo que contestar.

-¿Y yo?

-Sin pedírtela me la mostraste, me hiciste mirarla. Es lo único bueno que me ha pasado esta noche. –Sonrió sincera formando la eye smile que enseguida causo efecto en Jessica quien solo admiraba esa sonrisa.

-Tienes bonita sonrisa.

-Y también beso bien. –Se lo demostró besándola.

El beso no duro mucho tampoco había sido pasional, se limitaron a probar sus labios, lo suficiente para ambas. Cortaron el beso con sonrisas.

-Me siento como adolecente enamorada. –Rebelo Jessica.

-A sido bonito, gracias.

-A ti.

-Debo irme.

-¿A dónde iras?

-Me hospedare en un hotel.

-¿Nos podemos ver de nuevo?

-Mi destino es el chucky.

-Pero te vas a rebelar.

-Al final ya me arrepentí. Las cosas no son tan fáciles.

-En eso tienes razón. Suerte. –La beso en la mejilla antes de verla marchar.

. . .

Un largo y profundo beso era disfrutado, no era el primero de la noche ni el último. Al cortarlo intercambiaron miradas de amor y en sus rostros se dibujaron sonrisas.

-Te amo. –Se dijeron al unísono para  luego reír.

-Buenas noches, espero la estén pasando bien. –El dueño del lugar se hizo presente. -Les hemos traído una botella de champán como obsequio. Feliz aniversarios señoras Hwang.

-Gracias. –Dijo Jessica, Tiffany le besaba las manos sin prestar mucha atención a lo demás.

-Espero que continúen celebrando sus aniversarios aquí. –Esas palabras les trajeron recuerdos a las dos.

-Así será. –Se aproximó a hablar Tiffany. -En este restaurant fue nuestro comienzo. –El dueño hizo una reverencia antes de irse.

El ahora matrimonio Hwang continuo disfrutando su noche en ese restaurant.

Dedicado a sonyeshidae que recién cumplió años, felicidades de nuevo.

Espero les haya gustado :D