V. Lo siento

—Me encanta tu aroma —a Tiffany se le crispó la piel ante el contacto de los labios de la castaña con su cuello. La rubia no decía nada, solo se dejaba llevar por la sensación que los labios rosados le proporcionaban.

—Tae, tú sabes que mi debilidad son los besos en el cuello, pero esto no está bien —TaeYeon dejó de besar el cuello de Tiffany y caminó hasta la sala, seguida de la rubia.

—Lo siento, es que no me puedo controlar —Tiffany besó la mejilla de la bajita y se sentó junto a ella.

Había pasado ya una semana desde que ambas chicas había dejado salir sus sentimientos a flote. La sensación de plenitud inundaba los sentidos de las chicas, jamás se habían sentido de la manera en que en esa semana lo habían hecho. Su "relación" era clandestina, dado que ni Tiffany había terminado con Nichkhun, ni TaeYeon había terminado con Joy.

Tiffany, como era todos los días, hablaba con Nichkhun. El chico, siempre a cada termino de cada llamada, terminaba con un "Te amo" y a Tiffany solo le causaba dolor el ya no poder corresponder ese sentimiento. Sabía que lo que estaba haciendo con TaeYeon estaba mal, porque Nichkhun se merecía un respeto y aunque le doliera, tenía que terminar con él. Por otra parte la castaña, como todas las noches, llamaba a Joy. Vivian a tantos kilómetros de distancia que era lo poco que podía hacer. TaeYeon sabía que tenía que parar, que no debía seguir ilusionando a la chica, pero tampoco quería lastimarla tan rápido, pero tenía que terminar lo poco que había empezado.

—Mañana me voy a California, Tae. Hablaré con Nichkhun —la chica de los ojos ónices solo asintió y tomó las manos de la rubia. El más mínimo contacto de la bajita con la rubia, hacía que Tiffany se calmara en cualquier situación difícil para la más alta de las chicas.

—Yo también necesito hablar con Joy. Hemos estado hablando por teléfono, pero obviamente esto es algo que se lo tengo que decir en su cara —Tiffany solo rodó los ojos.

— ¡Oh! No comenzamos con esos celos por Joy, Tiffany.

— ¡No son celos! —TaeYeon solo sonrió.

—No hay nada de qué estar celosa. Mira que yo no me pongo celosa cada vez que tu "novio" te habla o te manda mensajes —Tiffany miró a TaeYeon y se paró.

—Lo sé, tienes razón. Lo siento. Es mejor que me vaya, mi vuelo sale mañana muy temprano y tengo que prepararme mentalmente —TaeYeon se acercó a Tiffany y besó delicadamente sus labios.

—Cuídate mucho. Nos veremos regresando de California —Tiffany asintió y ahora ella era la que se acercaba y besaba delicadamente los labios de la bajita. Tiffany tomó sus pertenecías y salió discretamente de la casa de la bajita. Nichkhun había terminado de rodar en Tailandia y ahora se encontraba en California.

La rubia estaba en su casa, estaba alistando un par de maletas las cuales se llevaría el día de mañana a California. Estaba nerviosa, demasiado nerviosa, no podía formular oraciones que delicadamente le dijeran a Nichkhun que ya no quería estar con él. Cerró sus ojos fuertemente.

Después de un año iba a hacer la última cosa que tenía en mente, terminar con su novio. Pensó que su noviazgo duraría hasta que ellos estuvieran todos viejitos, pensó que con Nichkhun podía llegar al altar, formar una familia, tener hijos y envejecer juntos. Nichkhun era un chico tan sencillo y lindo, era talentoso y amable, todas esas cualidades enamoraron a la ahora rubia. Lo amaba, eso no lo iba a negar, pero ya no con la intensidad de los primeros meses, del primer año. En cuanto sus celos crecían, más se hacían las peleas, y todas siempre eran por los celos absurdos que el chico tenía hacia su amiga.

Qué razón tenía. Él siempre supo que ella sentía algo más por TaeYeon y ella también, pero se lo negaba día a día. TaeYeon era su mejor amiga, no era normal que ella sintiera eso que sentía por ella. Nunca pensó que el ver a TaeYeon con otra persona, y más con una chica, elevara sus celos tanto, ni Nichkhun lo hacía, ¿Qué tenía TaeYeon que solo ella podía hacer eso?

La noche calló y con ello, el sueño de la rubia. Mañana sería un día tan fuerte para ella y tenía que descansar. La rubia cerró sus ojos y no podía concebir el sueño. El reloj marcaba las cuatro de la mañana, Tiffany se despertó, su vuelo saldría a las siete de la mañana. Tomó sus cosas y salió hasta el aeropuerto. Después de varias horas de vuelo, la rubia llegó a su destino. Nichkhun no iría por ella, estaría grabando para su dorama, por lo que el mejor amigo de la rubia estaba parado allí, con esa hermosa sonrisa que caracterizaba a Anthony.

— ¡Tony! —la rubia corrió rápido a los brazos de su mejor amigo. El chico tomó a la pequeña chica entre sus manos para alzarla del suelo. Ambos eran tan amigos, si no fuera porque Anthony era gay, ambos ya estuvieran casados y con un par de pequeños.

— ¡Oh por Dios! ¡Cómo te extrañe, Tiffany! —Tiffany se separó del abrazo de su amigo y besó las mejillas del chico. Siempre era bueno ver a Anthony. El chico tomó las maletas de la chica y caminaron hasta el auto del chico.

—Pensé que tardarías más en venir —ambos estaban ya dentro del automóvil, el cual Anthony puso en marcha y partieron hasta la casa de la rubia.

—Vine a hablar con Nichkhun —Anthony miró a Tiffany, la cual miraba a la ventana pero al sentir la mirada de su amigo, lo tuvo que mirar a los ojos.

—Eso no suena bien para el —Tiffany solo le dio una media sonrisa al chico.

—Ya no siento lo mismo por él —Anthony asintió y dos cuadras antes de llegar a casa de la rubia, estacionó el auto y tomó las pequeñas manos de la rubia.

— ¿Es alguien más, no es así? —Tiffany suspiró y echó su cabeza para atrás, después posó su mirada en el chico. Anthony solo le sonrió a la rubia en símbolo de apoyo.

—Sí —fue lo único que salió de la boca de la pequeña chica. Anthony miró por el espejo delantero del automóvil a la calle vacía y después suspiró. Se lo veía venir, cada que Tiffany hablaba con él, solo escuchaba como la rubia le decía que estaba enojada con Nichkhun, que había peleado con él. Sentía que Tiffany y Nichkhun habían perdido la chispa que habían tenido por un largo tiempo.

— ¿Es TaeYeon, verdad? —la rubia lo miró y el chico sonrió. Ella no podía mentirle a Anthony, eran mejores amigos desde hace tanto tiempo. Tiffany cerró sus ojos y asintió, Anthony miró a su amiga. —Era de esperarse. Lo tuyo con Nichkhun no daba para más.

—No quiero lastimarlo, Anthony. Pero ya no quiero estar con él —el chico puso su mano derecha en el hombro izquierdo de la rubia, y lo apretó delicadamente.

—Más vale que te odié unos días a toda la vida —Tiffany le sonrió a su amigo.

—Es bueno volver a casa y tener a mi mejor amigo que me aconseje —ambos chicos se abrazaron y suspiraron el aroma que en meses no habían suspirado.

Tiffany por fin llegó a su casa, su padre y sus hermanos la recibieron con entusiasmo y alegría. Tiffany era la princesa de la casa, a pesar de que ya tenía 26 años. Un bufet americano esperaba a la rubia para comer. No vería a Nichkhun ese día, no quería verlo en esos momentos, el chico se enojó con Tiffany, pero al final de cuentas entendió y ya no quiso hacer más grande el enojo de ambos.

A la mañana siguiente, despertó temprano y tomó una ducha, se dispuso a desayunar donde su familia que ya la estaba esperando. Se sentía tan bien estar en casa, tener el desayuno servido en la mesa y no tener que hacerlo ella misma. Al término del desayuno familiar, Tiffany llamo a Anthony para que la llevara hasta con Nichkhun, el chico en menos de 30 minutos, estaba en casa de la rubia. Tiffany se despidió de su familia y salió junto con el chico.

Subió al automóvil del chico y partieron hasta donde se encontraría con Nichkhun. Tiffany estaba nerviosa, sabía que esa noticia afectaría a Nichkhun, pero ya no podía seguir haciéndole eso, ya no podía seguir ella haci