- “Él… estuvo aquí, ¿verdad?” Preguntó furiosa la mamá de HJ. Sus padres habían llegado en una de sus “visitas sorpresa”. Era una suerte que su chofer era un buen amigo suyo y siempre le cuidaba la espalda y le avisaba cuando sus padres llegaban. HJ le pidió que le avisara especialmente en esta ocasión, ya que iba a encontrarse con la persona que sus padres más despreciaban y no quería que ellos lo encontraran allí. Solo HJ sabía lo crueles que sus padres podían llegar a ser. No le importaba que ellos fueran así con él mismo ya que estaba acostumbrado, pero no podría soportar que ellos tratasen mal a Jun.

- “¿Él quién?”

- “No te hagas el tonto, sabes de quién hablamos” Respondió su padre.

- “No sé de quién hablan y no me importa. Ahora, por favor, salgan que me duele la cabeza”.

- “¿Estas ebrio por él otra vez? No puedo creerlo Hyun Jung, qué vergüenza. Tenías un futuro brillante. Incluso te ibas a comprometer con una chica de buena familia y ahora luces peor que un pordiosero… ¿cómo es posible, Hyun Jung? Y todo por culpa de ese infeliz…”

- “¡¡CÁLLATE!! ¡¡NO TE PERMITO QUE LO INSULTES!!”

Hubo un momento de silencio. Sólo se oía el llanto de la madre de HJ y su padre maldecía entre los dientes.

- “Si quiero estar con él, ¿qué más da?”.

- “No voy a permitir un hijo gay en la familia”.

- “Pero  estamos hablando de MI VIDA y yo tengo derecho a estar con quien yo decida. Soy su hijo, por amor a Dios, no un objeto al que puedan manejar”.

- “Hyun Jung, recapacita…”

- “Ya basta. No importa lo que me digan, no voy a escucharlos más. Si van a seguir así mejor lárguense de una vez”.

Al otro lado de la puerta trasera, se encontraba un Hyung Jun  desconcertado y sorprendido. Ahora entendía por qué su hyung lo había sacado así del hotel. Ahora, de algún modo, pudo entender por qué su hyung intentó sacarlo de  su vida. “Soy un idiota. Ahora si le creo que hay muchas cosas que tiene que decirme”, pensó. Sin duda tenían que encontrarse de nuevo, pero este no era el momento idóneo. Es hora de irse. 

Los padres de HJ inspeccionaron el apartamento y al comprobar que no había nadie más –desde luego esperaban encontrar a Jun-, en medio de frustraciones, simplemente salieron del hotel. 

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

Pasaron dos días después de su encuentro en el hotel, hasta que finalmente Jun decidió contactar de nuevo a HJ.

- “Hey, Junnie-ah. ¿Por qué te has demorado tanto en llamarme? Pensé que ya te habías olvidado de mi”.

- “¿Cómo puedes decir eso?”.

- “Tu no lo harías, ¿verdad?”

- “¡Jamás!”

HJ desplegó una amplia sonrisa en su rostro, que por obvias razones Jun no pudo apreciar.

- “Junnie-ah, ¿ahora si podemos hablar?”

- “Supongo. Si permaneces sobrio, con mucho gusto”.

- “Claro que sí. No soy un adicto, ¿ok?”

- “Oír eso me alegra. Por cómo te vi ese día fue preocupante… Bueno, dime dónde y a qué horas”.

- “Ok, pero procura llegar un poco menos tarde esta vez, ¿no?”

- “¡¡Yah, hyung!!” 

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

Se encontraron en una cafetería que a HJ le gustaba mucho. Ambos pidieron un café y reservaron una sala privada, para poder hablar a gusto. Charlaron por horas. HJ le confiesa que dejó de comunicarse con él porque sus papas estaban enterados de sus sentimientos hacia él y que no querían un familiar gay en la familia.

- “Por eso decidí irme lejos y no decirte nada. Además, seguramente irías a buscarme y…”

- “¡Pero claro, hyung! Yo nunca habría permitido que te fueras”.

- “¿Lo ves? Por eso no te dije nada. Durante el tiempo que estuve lejos me dediqué mucho a mis estudios y al trabajo. Me iba bien en la universidad, ganaba mucho dinero en el trabajo y mis padres estaban más que complacidos. Pero yo no me sentía feliz…”. HJ bajó la mirada. Jun tomó su mano y éste le correspondió, entrelazando sus dedos.

- “Mis padres me presentaron a una mujer, al parecer la hija de un hombre importante y adinerado del país, posible candidata de esposa para mí. Me obligaban a ir a fiestas y a reuniones con ella. A presentarla como mi novia. Ya la gente estaba convencida de que nos casaríamos pronto. Ella me confesó que me amaba y yo le dijo que no le podía corresponder. Ahí fue donde las cosas se complicaron. Llena de orgullo pidió, casi obligó, a mis padres fijar la fecha de matrimonio. Yo no lo acepté, discutí con mis padres y con los padres de ella y huí. Por eso me escondía en ese hotel pero mis padres se las arreglaron para encontrarme. Siempre se las arreglan para saber todo, qué pesadilla…”.

- “¿Y qué harás ahora, hyung?

- “Huiré de nuevo”.

- “¿Otra vez?” Exclamó Jun en tono alarmado.

- “Si, pero esta vez llevaré un tonto conmigo”.

- “¿Un tonto? ¿Quién? ¿Jung Min?” *face palm*

- “Jun, ¿en serio? Él no, ¡TU! Aunque Jung Min también es un tonto… pero eso no viene al caso. Tu eres el único tonto que quiero tener a mi lado. Nos iremos a vivir juntos en secreto. Es la mejor solución”.

- “¿Estás loco hyung?”

- “Ya te dije que tal vez si lo estoy”

- “Pero, ¿cómo va a ser eso una solución?

- “¡Confía en mi!”.