02

Frío Leo

Las palabras que estén en este azul son en español, el resto es como si estuvieran hablando en inglés.

---

Poco a poco, mi vida en aquel lugar se fue haciendo más fácil. Además, el grupito de chicas que había conocido el primer día se convirtió en mis mejores amigas. Hablábamos mucho, de todo tipo de temas, y algún que otro día fuimos a comprar juntas. Parecía que este año iba a ser mejor que los anteriores.

Un día, eché a andar por el campus, y cuando me quise dar cuenta, no tenía ni idea de dónde estaba. Este sitio confundía más que un laberinto…

-A ver como vuelvo a mi habitación…

Empecé a andar buscando una salida, pero parecía que estaba andando en círculos. Estoy segura de que yo ya había pasado por este sitio, la puerta se parece mucho… Pero es que un par de metros más adelante hay otra puerta igual…

Deja ver si este pasillo lleva a algún sitio… No, me lleva a otro más pequeño. Genial, ahora estoy más perdida.

¡Guau! ¡Guau!

¿Oh? ¿Un perro? ¿Aquí? Pero, que yo sepa, tener animales aquí está prohibido…

Como soy muy curiosa, quizás demasiado, me acerqué a la fuente del sonido. ¿Cómo había entrado un perro aquí?

-¡Ja j aja! ¡Me haces cosquillas!

Ya me parecía a mí muy raro que el perro se hubiera colado solo. Parece que hay alguien con él.  Y tiene una voz que me suena mucho… Como si la hubiera oído antes…

Lentamente, me asomo por la puerta que lleva a ese patio, sin dejar que esa persona me vea. No iba a chivarme, ya que la verdad, no hay nada más que pueda conmigo como un perro.

-¿Sabes? Este año parece que las divas han perdido su interés por acosarme a mí y a todo el que hable conmigo. Quizás tenga algo que ver el hecho de que yo no hable con nadie…

Lo veo y no lo creo. Quien está hablando y jugando con el perro es Leo. Leo. O sea, Leo. Se está riendo. Leo.

Y espera, rebobina un poco. ¿Acosar? ¿Divas?

-Supongo que estas Navidades serán tranquilas. Y como Luna es amiga de ellas, no la han cogido con ella. No quiero que sufra más gente por mi culpa…

A ver si me enterado bien. Analicemos la situación fríamente. Uno, parece ser que las personas que él llama “divas” son mis amigas”. Dos, ¿por qué iba yo a sufrir yo por su culpa?

Ay… Se me está durmiendo la pierna. Quizás si la muevo un poco…

¡BLAM!

Mecachis. Acabo de tirar un cacharro, descubriendo mi posición. Y Leo me está mirando. Pues yo no me voy a quedar callada.

-Leo, ¿de quienes estabas hablando? ¿De Natasha, Ashley, Valentina y Carla?

Lentamente, Leo me mira con su típica cara inexpresiva y asiente.

-Si son buenas chicas…

-Sí. Hasta que te dan la puñalada por la espalda. Todos son aquí.

No sé qué me sorprendió más. Que Leo haya hablado durante tanto tiempo, o el contenido de lo que ha dicho en sí. ¿Puñalada? ¿No es pasarse demasiado?

-Leo, no sé por lo que has pasado, pero la gente no es mala por naturaleza. Y esas chicas han sido muy buenas conmigo.

-Si no les da por meterse contigo, estarás bien. Eso sí, yo te lo advierto.

Y encima lo dice como si estuviera diciendo la cosa más normal del mundo. ¡Pero es que se está metiendo con mis amigas!

-¡Oye! ¡No hables mal de ellas! ¡Es más, si fueron malas contigo alguna vez, es posible incluso que te lo merecieras!-grité. Pero qué se cree este…-¡Yo hago todo lo posible para intentar llevarme bien contigo, y tú pasas de todo! ¡Es que ni siquiera contestas cuando se te preguntan cosas! Yo ya me estoy cansando de ti… ¿Has pensando por un momento que lo que quiera que te pasara fue por culpa de tu personalidad?-dije antes de irme enfadada de ese lugar.

Aún así, no debería haber hablado tan pronto…

Ese mismo día, por la tarde, decidí buscar a las chicas para hacer algo juntas. Era 23 de diciembre, así que como estábamos cerca de las Navidades los monitores nos habían dejado prácticamente todo el día libre, al igual que el 24 y el 25. Así que pensé que sería guay ir al cine, o… Yo qué sé, cualquier cosa menos estar aquí atrapadas.

Tras un rato buscando, las encontré hablando entre ellas, y antes de que pudiera decir nada, me quedé helada en mi sitio.

-¿No estáis cansadas ya de Luna?-dijo Ashley.

Eso me sentó como si me hubieran tirado un balde de agua fría encima. Ashley era la que mejor se llevaba conmigo de las cuatro…

-Y tanto. “¡Chicas! ¡Hagamos esto! ¡Hagamos lo otro!”

-La pobretona esa… A mí que no se me acerque la gente a no ser que tengas varios artículos de Gucci.

-¡Yo pienso igual!-dijo Natasha chocándole los cinco a las demás chicas.

-Y este año, ¿qué? ¿No le hacemos nada a Leo?

-Es que no tiene amigos… Así no hay quien pueda llevar a cabo una venganza…-dijo Valentina cruzándose de brazos.

-Yo todavía no me lo creo. Mira que lo intentaste, pero nada, dijo que no quería salir contigo.

-Yo creo que es gay, porque si no, no le veo otra explicación.

-Chicas, chicas…-dijo Carla señalando para mí.

Se formó lo que se conoce científicamente como “silencio incómodo”, son sus “cri cri” de los grillos incluidos.

-Bueno, ahora ya no hay que fingir…

-Sí, me estaba empezando a cansar…

¿Fingir? ¿Cansar?

-Oh… Mirad a la pobre, se va a poner a llorar…

Extrañada por lo que había dicho Valentina, me llevé la mano a la cara, tocando así algo húmedo. Ni me había dado cuenta de que me estaban saliendo lágrimas…

Y yo así no podía seguir. Con todas las fuerzas que me permitieron mis piernas, empecé a correr para alejarme de aquel sitio. Leo tenía razón. El problema es que nunca me había topado con una persona “mala” por naturaleza.

Y lo que era peor. No sabía por qué me sentía peor: por mí, quien había confiado en esas chicas y resultó que no eran mis amigas, o por lo que le dije a Leo. ¡Tendría que haberme callado! ¡TENGO QUE APRENDER A NO DECIR LO PRIMERO QUE SE ME PASA POR LA CABEZA!

Al parecer acosan a Leo porque… Espera, que todavía no me lo creo… ¿Porque Valentina quería salir con él y Leo dijo que no? ¿Cuántos años llevarán haciendo eso? Y pensar que dije que se merecía que fueran malas con él… ¡MALDITA SEA!

Me estaba empezando a cansar de tanto correr. En cuanto doblé una esquina, (la cual no tengo ni idea de donde está, por lo que creo que vuelvo a estar perdida), me hice una bolita y empecé a llorar para desahogarme.

No, y es que encima, cuando menos me lo esperaba, se puso a nevar. Unos copos blancos caían del cielo, y para mi decepción, no era como en las películas. Nunca había visto nevar, así que pensé que era un espectáculo impresionante, muy bonito. Sin embargo, entre el maldito viento que hacía que la sensación térmica fuera de diez grados menos, y el hecho de que no me había traído un suéter y estaba allí fuera tan solo con una camisa de manga larga hizo que ese espectáculo no fuera como yo lo había imaginado.

Los copos caían a una gran velocidad, y el viento hacía que se arremolinaran, y se formara un caos que no me dejaba ver nada. Encima me estaba muriendo de frío. Mi gozo en un pozo.

-¿No te lo había dicho?

Esa se parece a la voz de Leo. Levanté la mirada y, efectivamente, era Leo. Y tenía uno de mis abrigos en sus brazos. No… No seas así después de lo que te dije. ¿Al fin y al cabo, no soy yo como esas chicas? Dando una puñalada por la espalda…

Me levanté e intenté irme de aquel lugar, ya que no me atrevía a mirar a Leo a la cara. Sin embargo, cuando pasé a su lado noté cómo una fuerza tiraba de mi brazo, haciendo que parara en seco.

-Te llevo buscando un buen rato. Ponte esto, te vas a helar.

Con dificultad, porque tenía los dedos agarrotados, me llevé las manos a la cara para limpiármela de lágrimas, ya que apenas veía. Después extendí mis brazos, temblando claro, y cogí el abrigo.

-Yo… ¡Lo siento!-dije antes de salir corriendo. Si por lo menos estuviera enfadado conmigo no me sentiría tan mal…

Después de eso, Leo intentó hablar (increíble, ¿verdad?) varias veces conmigo a lo largo del día, pero siempre encontraba alguna excusa para escabullirme, o le evitaba directamente. Y lo que era peor: me sentía muy avergonzada, ya que a pesar de haberle dicho esas cosas a Leo, él era amable conmigo. Bueno, eso suponía. No tenía cara de querer echarme la bronca. Pero claro, no conozco otra cara de Leo que no sea la que normalmente tiene…

Al día siguiente, no podía estar deprimida. Era Nochebuena, y por séptima vez en lo que llevo de vida, no la paso con mi familia. Todos mis amigos en España estarán comiendo en sus casas, con sus familias… Y cuando den las doce, abrirán los regalos los que celebren Papá Noel. Pero claro, mis padres siempre decían cosas como “¡a España vienen los Reyes Magos, no Papá Noel!”, así que me quedo sin regalos el 25 de diciembre.

Y para empeorarlo todo, este año parece que lo pasaré totalmente sola.

Jo… Ya se me están empezando a llenar los ojos de lágrimas otra vez… ¿Qué hora será? Estiro el brazo para alcanzar mi móvil, y junto con los grandes números que ponen “20:49” veo montón de Whatsapps de mis amigos con mensajes estilo “¡Feliz Navidad adelantada, Luna! Es una pena que no estés aquí…”. Por lo menos no estoy completamente sola… Pero aún así…

Dejo el móvil sobre la mesita de noche y me tumbo sobre la cama, fijando mi mirada en el techo. Y si no hubiera escuchado a-¿Cómo había dicho Leo? ¿Divas? Eso.

Si no las hubiera escuchado, ¿las hubieran pasado conmigo? Parecían bastante irritadas cuando hablaban de cuando estaban conmigo, así que supongo que no…

I’m disappearing into the suffocating and deep darkness
Hold my hand (light up the darkness)
Baby, please save me (light up the darkness)

Desde el piso de abajo se oyó una voz cantando una canción en inglés. Su voz era aguda, además de enérgica. Cerré los ojos y me limité a escuchar la canción, olvidándome de todo lo demás. Había pasado un ratito cuando me di cuenta de una cosa: no estaba sonando música por detrás, y los únicos que estábamos en la habitación éramos Leo y yo.

Pero no podía ser. La voz de Leo era muy suave, y apenas se oía. Así que con incertidumbre bajé las escaleras de caracol.

Pues sí que era Leo.

Parecía otra persona. Mientras cantaba tenía un abanico tan amplio de expresiones que cualquiera diría que en realidad es actor.

-¿Qué tal?-dijo Leo una vez hubo terminado de cantar.

Pero no podía decir nada. Estaba atónita. Nunca hubiera imaginado que Leo hubiera sabido cantar, y menos de esta manera. Y mucho menos con esa voz.

Así que hice lo único que me permitió mi cuerpo. Me puse a aplaudir como una foca retrasada. No daba para más, estaba demasiado en shock.

Ante mi reacción, Leo se llevó una mano a la boca y se río. Pero de estas risas que enseñas todos los dientes, de esas. Es que… WOW.

-La canción la escribió un amigo mío, Ravi. Yo simplemente la he traducido al inglés para practicar…

-Pues dale mis felicitaciones a Ravi. Porque… es…

¡Ring ring!

-Ah, mira, justo a tiempo…-dijo Leo abriendo su portátil y cogiendo la llamada.

En la pantalla aparecieron cinco cabezas apretujadas que gritaba, supongo que saludando a Leo en coreano.

-Ven.-dijo haciendo una señal para que me acercara.

Me daba cosita… Pero bueno…

Cuando aparecí en la pantalla, Leo les dijo algo a sus amigos en coreano, y luego señaló para mí. Oye, si hablas de mí quiero saber qué dices…

-Les he dicho que eres mi compañera de cuarto.

¡No! ¿Ahora este chico aparte de una voz increíble tiene telepatía también?

-¡HOLAAAAA!-dijeron los amigos de Leo, esta vez en inglés.

-¿Cómo te llamas?-dijo uno con el pelo… ¿rojo?

-Luna…

Tiene gracia, ahora era yo la que hablaba de una manera que apenas se oía…

-Ravi, a Luna le gusta tu canción.

-¿Cuál de ellas?-dijo uno con… el pelo… ¿¡blanco!? Y espera. ¿Cómo que cual? ¿Ha escrito más?

-Ilumina la oscuridad.

-¡Ah! Pues ya verás, he conseguido a alguien que nos ha hecho el arreglo. ¿Tienes conexión a internet lo suficientemente rápida para poderla cantar juntos?

-Creo que sí…

-¡Pues que no se hable más!

Uno de pelo castaño le dio a una tecla, y por los altavoces del portátil empezó a escucharse una melodía de ritmos R&B. Primero empezó ando (¿de verdad? ¿elro es el que escribe canciones?) Ravi, para luego seguirle cada uno de los amigos de Leo, cada uno con una línea. Me gusta la voz del chico del pelo rojo. Y la del chico de pelo castaño. Y la de Leo, claro. Y nunca había oído a alguienar con un estilo diferente a los típicosros de hip hop americano. Y a pesar de no entender nada de la canción, sentía que en realidad lo entendía todo.

Cuando terminaron me miraron todos, esperando una respuesta. Y al igual que cuando oí cantar a Leo, lo único que pude hacer fue aplaudir como una foca retrasada.

-¿Estás en un grupo de música?-le pregunté a Leo sorprendida. Nunca lo habría esperado. En serio.

-En ello estamos. Nos estamos preparando.

-¡Oye, Leo, nos podrías presentar!

-Uy. A ver… El nombre delro ya te lo dije, Ravi. Luego, este de aquí con cara de tonto—

-¡EH!

-Es Ken.

-Leo metiéndose con Ken. Esto es nuevo. ¿Qué le has hecho, Luna? Nunca colabora con nosotros…-dijo el del pelo rojo.

-Ese con cara de niño pequeño es Hyuk. Tiene cara de niño porque es el menor de nosotros.

-Yo lo veo alto.

Con mi comentario logré hacer que Hyuk se ruborizara.

-Altos somos todos. Nadie mide menos de 1,80. Aunque aquí en la pantalla no lo aparentemos.

-Si todos sois como Leo lo puedo imaginar.

-¡Ejem!-dijo Leo aclarándose la garganta.- El otro castaño que no para de sonreír es Hongbin.

-Hon… Hob…

-Hongbin.

-Ajá…

-Y este del pelo rojo… Se podría decir que es nuestro líder. N.

-¡Encantado!-dijo… ¿N?

-¿N? ¿Una sola “n”?

-Sí.

-¿Se llama N? ¿De verdad? ¿En serio?

-Es un nombre artístico. Ninguno de nosotros utiliza su nombre real, a excepción de Hongbin.

-¿Tú también, Leo?

-Sí. En realidad me llamo Taekwoon.

-Vale, te vas a quedar con Leo, es más fácil de decir…

-¡Hola! ¡Estamos aquí!-dijeron los chicos a través de la pantalla.

-Yo veo que vosotros os lleváis muy bien…-dijo Ken.

-Oye, allí ya es 25, ¿no? ¡Feliz Navidad!-dijo Leo.

-¡¡No me cambies de tema!!

-Se me está quedando el portátil sin batería.

-¡¡LEO!!

-Adiós.

Tin. Y colgó. Y me sigue sorprendiendo la capacidad que tiene para tener siempre la misma expresión. No se sorprende, no se ríe (mucho)…

-Oye, ten cuidado con… Em… Con Ashley, Carla, Natasha y Valentina.

-Las divas.

-Las divas.-dijo Leo riéndose.-Como ya has visto su… Vamos a decir “forma real”, ahora es posible que empiecen a meterse contigo. A mí me pasó.

-Leo… Lo siento, todo lo que te dije… Hablaba sin pensar, yo…

-No pasa nada.

-No, de verdad, lo siento mucho…

-Escucha.-dijo poniéndome una mano encima del hombro.- Nadie ha aguantado tanto mi silencio. Entiendo que llegaras a un punto que no lo soportaras más.

-Pero—

-Así que no pasa nada. No te preocupes.

-Es que—

-Ya.-dijo Leo levantando ligeramente el tono de la voz, lo que en él es raro.- Como sigas disculpándote me voy a enfadar de verdad.

¿Leo enfadado? Por un lado, tengo curiosidad por cómo sería, pero por otro, no tengo ganas de descubrirlo.

-Vale… Por cierto.-dije acordándome de lo que le quise decir antes.- Tus amigos son simpáticos.

-Ya…-dijo sonriendo tímidamente.

-Y tengo la sensación que no son como tú, sino que son… más habladores.

-Sí, yo soy el callado del grupo… En cambio, Ken, N y Ravi no se callan ni debajo del agua.

¡Ring Ring!

¿Oh? Esta vez es mi portátil el que suena.

Me acerco a mi escritorio y abro la pantalla. En el centro una foto de una chica haciendo el símbolo de victoria sumamente maquillada me indica que llama mi mejor amiga, Sol. Mientras tanto, Leo se queda mirando cosas en su portátil, no sin mostrar cierto curiosidad por la persona que llama.

-¡Sol! ¡Hola!

-¡¡LUUUUNAAA!! ¡TE ECHO DE MENOS MALDITA CABRONA!!

-Sí, Sol, yo también te echo de menos. ¿Qué haces llamándome?

-Chacha… Fuerte tinglado montó mi familia este año para la cena de Nochebuena… Tú sabes que a mí esas cosas plim. He logrado pillarme aquí un portátil para poderme conectar, porque como esto siga me pongo a sobar.

-Cómo dices eso… Ya me gustaría a mí estar con mi familia…

-¡Pero si lo único que hacemos es ponernos verdes los unos a los otros! Y encima hace un pelete... Estoy tullida, un par de grados menos y me congelo... Quiero pirarme de aquí...

-Cuanto amor hay en tu familia, Sol…-dije dejando escapar una sonrisita.

-Y ya cuando se quedaron sin tema de conversación, salió la pregunta estrella: “Sol, ¿qué tal tus notas?”

-Déjame adivinar…

-Ahí sí que el conejo me riscó a la perra.

No pude evitar reírme con la forma de hablar de Sol. No puede estar más llena de expresiones que solo utilizan las personas ancianas, mezclada con la forma de hablar de la gente de nuestra edad. Y no olvidemos ese tono de hablar exagerado.

-Fue decir “suspendí 3” para que todos se me echaran al cuello. Por favor, ni que se estuviera acabando el mundo. La mayoría de la gente suspende alguna.

-Sol… Que lo haga mucha gente no quiere decir que esté bien.

-¡Tú a mí no me hables, criatura demoniaca! ¡No es posible que apruebes todo con tan buena nota y que te quede tiempo para hacer más cosas!

-Sol, si estudiaras algo a lo mejor lograbas aprobarlas todas.

-Nah, estudiar no va conmigo.

-Pues entonces no te quejes.

-Aguafiestas…

De repente se asomó una cabeza con ojos rasgados por  la escalera de caracol, y en un tono suave me dijo:

-Luna, voy a ir un momento al centro de Dublín a ver una cosa. Te lo digo por si las monitoras preguntan por mí.

-Ah, vale Leo.

-¡QUIETA PARADA! ¡LUNA! ¿POR QUÉ HAY UN CHICO EN TU CUARTO?

-Es mi compañero de cuarto.

-¿Habitaciones mixtas?

-Ajá.

-¡¡DILE QUE SE ASOME!!

-Sol…

-Yo quiero verle el careto. Y te seguiré dando la tabarra hasta que me lo enseñes.

Suspiro con resignación y le echo a Sol una mirada asesina. Me las va a pagar. Y es que no me atrevo a contradecirla, ya que si no va a ser peor…

-Leo, ya que antes me presentaste a tus amigos yo ahora te presento a la mía. Ven un momento.

-No, si no hace falta…

-Por favor…-dije poniendo ojos de cachorrito.-Si no mi amiga no me dejará en paz. Quiere verte…

Logro ver que Leo se ruboriza un poco y tras darme una tímida sonrisa de comprensión (supongo que podría comparar a Sol con sus amigos), sube los últimos escalones y se acerca.

-¡FUERTE TÍO BUENO! Luna, te lo tenías muy calladito, cabrona…

Leo me mira con cara de confusión. Claro, supongo que entenderá poco español. O directamente nada.

-A mí amiga le pareces guapo.

-Si tampoco es para tanto…-dijo pasando la mano por detrás de la cabeza.

-Ohh… Pero si también es mono… ¿Te llamas Leo?

-Sol, si le hablas en español no te va a entender.

-Joo… Luna, sabes que una de las que me quedó fue inglés…

-Pero si no le hablas en inglés no te va a entender… A no ser que sepas coreano.

-Vamos a probar con el inglés.

-Leo, esta es mi amiga Sol. Es… Es una mezcla de tus cinco amigos. Si no la entiendes no te extrañes, el inglés no es su punto fuerte.

-¡HOLA! ¡Encantada de conocerte! Me llamo, Sol. ¿Y tú?

-Leo.

-Ah. Pues ese nombre no lo veo yo muy coreano. Me imaginaba algo estilo Chiu-wan… O Ping-Ming…

-En realidad se llama Taekwoon. ¿Te vale? Sigue con el inglés.

-Uff… Veamos… Leo… Tú… A ver cómo se dice… ¿Qué tú piensas de Luna?

Leo al oír la pregunta de Sol se quedó mirando para mí con una cara de confusión total.

-Te dije que el inglés no era su punto fuerte.

-Bueno…-dijo Leo.- Es una chica amable, y bastante paciente. Y bastante  cabezota, ella sigue haciendo lo que quiere aunque los demás le digan que no.

-Dijo que…

-Sí, sí, Luna, hasta ahí llego. O sea, no he entendido todas las palabras, pero la frase en conjunto sí.

-¿Se llama… “Sol”? ¿Y tú Luna?

-Eh… Sí. Bueno, Sol en realidad se llama Soledad, pero bueno todos la llamamos Sol. Y la verdad, sí que es verdad que somos como el sol y la luna. Sol es enérgica y muy alegre. Yo soy más bien tranquila.

-Tú también eres alegre…

-Sol está a otro nivel.-dije riéndome.

-¡¡HOOOLA!! ¡¡ESTOY AQUÍ!!

-¿Por qué esto me recuerda a algo?-le dije a Leo.

-Em… ¿Leo era, no?-dijo Sol.- Luna siempre está sola en Navidad. Este año, por favor, no… Ay… ¿Cómo se dice? Bueno, que no esté sola.

-Sol, tampoco es para tanto. No estoy sola en Navidades.

-No poco… Es verdad que te invitan a fiestas y tal, pero siempre te pones a chatear conmigo por Whatsapp porque estás aburrida, ya que no puedes participar en las conversaciones. Eso cuenta como estar sola.

-¿Me está pidiendo que no te deje sola en Navidad?-me preguntó Leo.

-¡¡ESO!! No me salía la palabra. No la dejes sola en Navidad.-exclamó Sol.

-¡MARÍA SOLEDAAAAD!

-Oh, mi madre ha llegado ya al punto de “estamos en familia, deja el ordenador”. Así que voy a tener que colgar. ¡Adiós Leo! ¡Luna, ya sabes!

Clinc. Colgó. Y no me puedo creer lo que Sol le acaba de decir a Leo. Por favor, Tierra trágame. 

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!

Comments

You must be logged in to comment
ImGummyBear
#1
Chapter 2: Vale, señorita escritora, ¿cuando publicaras el siguiente capítulo? ¡Que me he quedado picada en saber que más pasa como para no seguir publicandola!
Me gusta como estás desarrollando a Leo en esta historia. Al principio puede parecer cerrado sólo para protegerse y proteger a alguien más, pero cuando vas avanzando te puede parecer tierno.
Vamos, me tienes colgada de un hilo, que quiero leer el siguiente capítulo y apaciguar la gran curiosidad en mi.
Lo esperocon ansias. (: