Myungsoo, después de haberse cambiado y dejado a sus compañeros haciéndolo, había aprovechado que no había nadie en la sala de espera del backstage para coger la guitarra y probar algunos acordes, intentando que le viniera a la mente la inspiración suficiente para componer la melodía de una canción.

Sueji, que había ido con Fei a apoyarles en el goodbye stage, se despegó un momento del grupo para ir a saludar a los demás. Cuando pasó por el pasillo vio de refilón a alguien solo en una habitación, con una guitarra en la mano, pero pasó de largo, y al percatarse de que era Myungsoo volvió sobre sus pasos para asomarse sigilosamente por la puerta abierta. Se quedó un par de segundos allí de pie, apoyada en el marco de la puerta para no estropear su concentración, hasta que este paró de tocar para apuntar un par de notas en una libreta.

“¿Qué tocas?” se acercó, provocándole un pequeño sobresalto al chico, que no se esperaba que viniera nadie.

Este la miró, y cerró la libreta disimuladamente, antes de levantarse mínimamente para echarse hacia un lado del sofá de la sala y poder dejarle un sitio a ella.

“Nada en especial, solo pruebo para ver si queda bien, ya sabes” tocó varias notas más, dirigiéndole la mirada después con una ceja levantada como si le estuviera pidiendo opinión.

“Hum, no me convence…Creo que deberías cambiar el final” entonces Myungsoo lo volvió a tocar con un final más agudo, que a la chica le gustó más, y que apuntó ella misma. Cuando iba a abrir la libreta, Myungsoo pareció apurado y con intención de pararla, pero acabó por no hacerlo. Tal vez lo habría hecho con otra persona, mosqueado porque hubiera entrado cuando él estaba totalmente concentrado, pero no le molestaba su presencia en absoluto. De hecho, inconscientemente se sentía más inspirado si ella estaba cerca.

“Oh, no has acabado la letra, no sé si debería leerla. Supongo que será personal” entonces antes de que él contestara pasó la página que solo contenía un título y la mitad de una estrofa, llena de tachones y rayajos. Escribió un par de palabras al principio de la página a modo de título y las notas que acababa de tocar él, debajo de este. Myungsoo se la quedó mirando extrañado, ante lo que ella simplemente sonrió y señaló la guitarra.

“Prueba con algo más grave ahora”, y entonó en voz algo baja lo que pretendía que él tocara. Él no dijo nada, simplemente le hizo caso y asintió con sorpresa al notar que sonaba mejor que antes.

“Deberías componer más canciones, Sueji, tienes talento” le dijo, mientras esta iba anotando en la libreta lo que él acababa de tocar.

“No exageres, además, se hace mejor con ayuda” rio un poco y él la imitó, asintiendo de nuevo.

Sin darse cuenta, al cabo de una hora tenían más o menos la mitad de una canción que haría falta pulir para que quedara perfecta. Myungsoo había decidido cederle la letra que ya tenía en mente a la melodía que de repente y sin quererlo, habían empezado a componer juntos. Lo que más le importaba de eso era que finalizar la canción sería una excusa perfecta para verla más veces.

De repente, oyeron una voz que provenía de la puerta y que les asustó un poco, y se giraron para ver que era Dongwoo.

“Eh, ¿qué hacéis ahí? Os estábamos buscando desde hace rato y pensábamos que os habíais ido ya. No queda casi nadie en los pasillos. Rápido u os quedaréis encerrados, ¡no creo que os guste dormir en esos sofás!”

Ambos rieron ante la euforia que el chico le había puesto a la última frase mientras se tocaba la espalda con una mueca, antes de que este saliera disparado para reunirse con los demás y los dejara solos de nuevo.

“¿Quieres quedarte la canción?” dijo Myungsoo ya levantado, mientras guardaba la guitarra.

“Hum…está bien. Pero habría que acabarla ¿no crees?” contestó Sueji, cogiendo la hoja que él había arrancado de la libreta para dársela, y se la guardó en el bolsillo de los vaqueros. Esa era la frase que él esperaba oír, y dibujó en el rostro una amplia sonrisa de felicidad.  

Después de eso, Myungsoo se colocó la guitarra a la espalda y salió por la puerta seguido de la chica.

A la semana siguiente...

Myungsoo’s POV

Para mi sorpresa, me levanté tarde ese día. No había escuchado el despertador que había sonado algo así como una hora antes,  y tuvo que venir Sungyeol, que ya se había acabado de duchar y vestir, a despertarme. Suerte que esa mañana en la que me había quedado dormido no tenía nada que hacer. Así que me desperecé tranquilamente en la cama, cerrando los ojos de nuevo con intención de quedarme dormido un rato más cuando de repente me acordé de algo que me hizo espabilarme del todo en un momento.

Sí tenía que hacer algo. La semana anterior le había prometido a Sueji acabar la canción que habíamos dejado a medias, y ya que mis compañeros tenían cosas que hacer ese día, la había invitado a nuestra casa, en la que estaría yo solo hasta la tarde. Así podríamos disponer de más tranquilidad para completar la canción, sin ninguna distracción que nos interrumpiera. Aunque al fin y al cabo ella misma acabaría siendo una distracción para mí. Ni siquiera me di cuenta de cuándo había empezado a interesarme por ella en ese sentido, si es que lo hacía, y era obvio que sí aunque al principio intentara no reconocerlo. No nos conocíamos desde hace tanto tiempo, quitando el que yo la admirara y siguiera sus pasos mucho antes de poder hablar con ella en persona. Supongo que eso había hecho que me acostumbrara a ella tanto como para parecerme que la conocía desde hace mucho más tiempo del que en realidad había pasado. Puede que mi interés hubiera comenzado cuando en persona vi que todo lo que me había atraído antes se podía comprobar entonces con facilidad.

Aunque era lógico que ese sentimiento no fuera mutuo, y que ella me tratara como a un amigo al que conocía desde hace poco, aunque a pesar de eso aceptó mi invitación como si no fuera nada fuera de lo común.

Despejé mis pensamientos para centrarme en todo lo que tenía que hacer. Cuando me levanté de la cama vi que la casa seguía como la habíamos dejado el día anterior. No manteníamos la casa extremadamente limpia que dijéramos. No teníamos apenas tiempo para ocuparnos de nosotros mismos y nuestra vida social, y aún menos de las tareas domésticas. Aunque estaban repartidas, siempre nos faltaba tiempo, o llegábamos a casa tan cansados que lo único que teníamos en nuestra mente era el deseo de dormir.

Me deshice del pijama para ducharme lo más rápido que pude, me enfundé una camiseta simple y unos vaqueros, y en media hora ya había limpiado la entrada y recogido algunas de las prendas y platos de la cena del día anterior que habíamos dejado tirados por la sala de estar. 

“Ni siquiera se han parado a recoger esto, malditos…” murmuré para mis adentros, echándole un vistazo al reloj de pared para comprobar que me daba el tiempo suficiente como para limpiar la cocina, o al menos para que pareciera decente.

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Cuando acabó de recoger la cocina apoyó la espalda contra la pared del pasillo, y se dejó caer lentamente al suelo con un profundo suspiro de cansancio y alivio al mismo tiempo. Volvió a mirar al reloj y vio que pasaban cinco minutos de la hora a la que habían acordado quedar. “¿Sabrá llegar hasta aquí? ¿Y si le di mal la dirección? Esto está bastante escondido…” se preguntó Myungsoo finalmente algo nervioso, pensando en la posibilidad de que la chica pudiera perderse por el barrio.  Se disponía a sacar el móvil del bolsillo para mandarle un mensaje cuando escuchó sonar el timbre de la puerta. El corazón le dio un vuelco, casi más por el susto que por la alegría de saber que no la habría hecho hacer el viaje en balde.

“¿Myungsoo-sshi?” la escuchó decir un momento antes de abrir la puerta.

“Estaba a punto de llamarte. Pasa…y bueno, disculpa si la casa no está muy ordenada” dijo él mientras se llevaba la mano a la nuca en un gesto apurado y daba un par de pasos sin llegar a pisar el suelo de fuera, ya que iba descalzo, para comprobar que la calle estaba medio vacía y no habría nadie vigilando o haciendo fotos. Ella le dedicó una sonrisa antes de seguirle hacia el interior de la casa y dejar los zapatos a la entrada.

“Ah…creo que ya está casi terminada, cuando acabemos de entonar el final será una canción preciosa. Formamos un buen equipo ¿ah?” Cuando acabó de cantar, acompañada por la guitarra y la voz de Myungsoo, Sueji le dio un trago al bote de té que él le había ofrecido poco después de que se acomodaran en la sala de estar. Estaba tumbada boca abajo en el suelo, con los codos apoyados en este, mientras observaba cómo Myungsoo tocaba, e iba entonando con la voz diferentes melodías conforme le sugería cada una de ellas, mientras el chico disfrutaba de ella, hasta que después de tres horas de esfuerzo la habían terminado.

Sueji se volvió a guardar la hoja, mientras Myungsoo se levantaba para dirigirse a la cocina.

“No me había dado cuenta, pero es la hora de comer ¿quieres quedarte? Aunque…ash” dejó la frase sin terminar al percatarse de que no tenían más que ramen en la nevera, y alargó el brazo para coger uno de los paquetes y mostrárselo desde lejos. “…Tendrá que ser ramen.” Dirigió una mirada rápida de vuelta a la nevera antes de volver a hablar “La próxima vez me aseguraré de no quedar mal ofreciéndote una invitación, pero a un restaurante decente.”

La menor rio ante eso, a la vez que se levantaba para seguir sus pasos hasta la cocina. “Como si eso fuera algo malo, no te voy a dejar de hablar porque me invites a comer ramen” bromeó,  y se acercó más a él para poder asomarse también a la nevera, señalando algo en esta. “Mira, con esas verduras y el arroz se puede hacer un buen plato” sugirió, levantando la vista hacia él para ver como este se mordía el labio inferior ligeramente como si se encontrara en un aprieto.

“No sabes cocinar, ¿verdad?” y emitió una pequeña risa, que a él le pareció que contenía más ternura que burla al hacer esa pregunta casi retórica.

Esperó a que este negara con la cabeza para coger lo que había señalado antes con un aire decidido, viendo la sonrisa agradecida de Myungsoo al comprender lo que iba a hacer.

“Pásame el cuenco con el arroz, espero que para dos haya suficiente.”

Sueji cocinaba mientras Myungsoo la observaba apoyado en la encimera de la cocina, irguiéndose cada vez que ella le pedía algo que necesitara para traérselo con la mayor rapidez. La sonrisa no había desaparecido de su rostro durante todo ese tiempo, en parte, por el propio hecho de que él estuviera sonriendo mientras la miraba, y ella no se hubiera dado cuenta, comportándose con esa naturalidad característica.  Permanecía maravillado al verla usar todos aquellos utensilios con tanto talento. En ese momento deseó saber cocinar para poder ayudarla, y puede que preparar un plato para ella algún día, y que ella lo mirara como él lo estaba haciendo entonces.

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Flashback

Fei había acompañado a Sueji a animar a Infinite después de que esta le insistiera, ya que no quería ir sola, y Min y Jia ya habían planeado un día de compras.

Pudieron sentarse en la primera fila sin problemas, desde donde se veía todo mucho más fácil que desde ahí arriba.  A Fei le gustaba cambiar de punto de vista de vez en cuando. Que todo el mundo esté pendiente de ti, mientras tú estás  sometida a no cometer ningún fallo bajo las miradas de los fans, le resultaba demasiado agotador, aunque no podía negar que adoraba poder hacer aquello que siempre había soñado. Sin embargo, le gustaba disfrutar de los grupos a los que admiraba, dentro de los cuales muchos eran amigos cercanos o conocidos, ver sus coreografías y cantar sus canciones cual fangirl.

Asimismo, siempre disfrutaba con las actuaciones de Infinite, se podía ver tan de cerca esa coordinación casi perfecta que tenían, sus expresiones de emoción que pretendían esconder el cansancio, escuchar sus bonitas voces…y el líder era tan guapo. No había apartado la vista de él en toda la canción. Lo había hecho de manera inconsciente, y se había ido desconectando de la propia música para preguntarse en qué estaría pensando él en ese momento. Qué habría hecho nada más levantarse, o qué pensaba hacer cuando acabara el programa.

“Noona, gracias por venir a animarnos hoy” dijo Sunggyu nada más salir de los camerinos, y ver a la chica esperándoles, mientras dejaba la toalla con la que se estaba acabando de secar el sudor.

“Qué menos, vosotros nos animáis mucho siempre, y ya que es el último día, nos hacía ilusión celebrarlo con vosotros.” Al pronunciar la palabra ‘nos’ buscó a la menor con la mirada, sin hallar rastro de ella.

“¿Qué tal si vamos a comer todos juntos?” sugirió Sunggyu, a la vez que los demás salían ya cambiados de la habitación.

“Sungyeol y yo teníamos pensado ir a comprar, me ha pedido que le aconseje sobre la ropa.” rio Woohyun, que recibía una palmada en el brazo por parte de su amigo. Se despidieron antes de que nadie pudiera protestar.

“Yo tengo que ir a ver a mis padres, mi madre está histérica porque piensa que no estoy durmiendo bien estos días, ya sabéis.” dijo Sungjong nada más colgar el móvil.

Dongwoo y Hoya anunciaron que también tenían cosas que hacer, lo que dejó al líder anonadado de que no hubiesen contado con él. Tampoco sabía dónde estaba Myungsoo. “Estos críos, se piensan que ya soy demasiado mayor para hacer planes conmigo” dijo con una expresión indignada mientras chasqueaba la lengua. Eso hizo reír a Fei, y él la miró en seguida sin cambiar la expresión, hasta que segundos después se incorporó a su risa.

“Yah, ¿tienes hambre? Vamos a comer nosotros igualmente, ellos se lo pierden” le sugirió la chica finalmente.

“Sí, y no pienso ofrecerles más una invitación. ¿Dónde quieres ir? Tú eliges.” dijo mientras asentía del todo convencido, y apoyaba las manos sobre los hombros de la mayor desde atrás, para empujarla levemente por el pasillo hacia la puerta, en un simple gesto amistoso que le dejó a Fei una especie de sensación nerviosa en el estómago durante el resto del día.

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Wow, este capítulo me ha salido  más largo. Aunque no me convence mucho, D: estos días no tengo inspiración y tengo que pensar en cómo desarrollar la historia para que quede bien, miaaanhe. Anyway, ¡espero que os guste! Estoy abierta a sugerencias ;D