El aparcamiento se iba llenando de furgonetas negras a medida en que los grupos iban llegando y se juntaban en la entrada del estadio. Había montones de fans reunidos desde hacía quién sabe cuantas horas, que esperaban impacientes en el exterior del recinto a que sus grupos favoritos salieran a saludar por un par de segundos.

Después de un largo viaje, las chicas de Miss A se arreglaron un poco antes de salir del coche por fin cuando este aparcó, esperando a que el staff que iba con ellas recogiera todas las cosas necesarias para hacer camino hacia los camerinos. Mientras tanto, ellas saludaban alegremente a la cámara que se habían encontrado nada más abrir la puerta, y que era una de las encargadas de grabar a los idols durante los preparativos del evento.

Después de algún tiempo sin haber podido ver a algunos de sus mejores amigos, tuvieron tiempo para intercambiar con ellos saludos y abrazos. Estaban acabando de saludar a B2ST cuando se encontraron cara a cara con los chicos de Infinite, que acababan de cruzar las puertas del estadio. Lo primero que pudieron intercambiar fueron sonrisas, que parecían entre tímidas y nerviosas por parte de ambos, y cómo no, reverencias. Aunque quizás el nerviosismo les hizo inclinarse más veces de lo normal.

Cuando ellas se despidieron donde se separaban los dos camerinos con un “nos vemos en unos instantes”, ellos entraron en el que les correspondía, volviendo a las risas algo escandalosas que habían suavizado en cuanto habían visto a las cuatro chicas.

“No recordaba que fueran tan guapas en persona” dijo Woohyun con una sonrisa, ante lo que el líder respondió con un pequeño codazo, dando a entender que no estaba bien decir cosas así mientras les estaban grabando. Los demás hicieron caso omiso del “error” y siguieron su marcha, despidiendo a los cámaras para empezar a cambiarse con la ropa deportiva que el staff del programa les había dado nada más llegar.

Myungsoo, que se cambió rápidamente, fue a colocarse el cartel con el distintivo cuando se dio cuenta de que estaba roto.

“Ash…” murmuró para él mismo, dirigiéndose después a los demás con el cartel en la mano, antes de salir por la puerta “Ahora vuelvo, a ver si me pueden dar otro”.

Myungsoo había visto a Miss A un par de veces en persona, y habían coincidido en algunos programas, en los que, desafortunadamente, solo habían tenido oportunidad de intercambiar algunas palabras por mera formalidad. Se había fijado en ella, en Sueji, en shows y actuaciones del grupo que había visto por la televisión, y desde entonces había intentado seguir todas sus apariciones en antena. Había visto en ella gestos, expresiones, formas de comportarse que habían llamado su atención y que habían despertado en él las ganas de querer saber más de ella. Intercambiar algo más que saludos formales y poder estar algo más de tiempo juntos, lo que le permitiría conocerla mejor. Y con el día que estaban a punto de pasar se le había brindado la oportunidad perfecta para eso.   

Cuando por fin había conseguido que le dieran un cartel de repuesto y hacía el camino de vuelta, seguía tan ensimismado en sus pensamientos que no se dio cuenta de que al camerino al que iba a entrar no era el suyo, que se encontraba tan solo unos metros más lejos y que tenía una puerta idéntica,  a diferencia del cartel colgado en esta, en el que ponía claramente “Miss A”.

“Ya he conseguid-…” pronunció la mitad de la frase antes de quedarse petrificado nada más cruzar la puerta. Ahí estaba Sueji, de espaldas a él, que giró la cabeza inmediatamente al oír a alguien entrar por la puerta. Afortunadamente, tuvo suficientes reflejos como para taparse a sí misma con la camiseta que tenía entre las manos, del mismo color que la de él, y que estaba a punto de ponerse. Se quedaron así un par de segundos que les parecieron eternos, mientras el color rojo cubría las mejillas de la menor. Ninguno de ellos era capaz de articular palabra hasta que ella gritó “¡Yah!” en un tono más bien perplejo que enfadado. Inmediatamente, él retiró la vista, inclinándose repetidas veces mientras pronunciaba palabras de disculpa e intentaba dirigirse de espaldas hacia la puerta de forma algo torpe, con la vista fija en el suelo.

Cuando Myungsoo salió de la habitación, no podía creer lo que había pasado. Cómo podía ser tan estúpido de haber confundido los camerinos. Y de haber tenido la mala suerte de que fuera precisamente ella la que estuviera ahí, cuando algo así lo peor que le podría haber pasado si quería empezar con buen pie y causarle una buena impresión.

“Sueji, ¿pasa algo?” preguntó Jia al entrar al camerino con Min y Fei, que habían ido a por algunas bebidas refrescantes mientras les preparaban sus distintivos. “Tienes mala cara, ¿te encuentras bien?” dijo Min, mientras fruncía el ceño algo preocupada, y llevaba la mano con la que no sujetaba la bebida a la frente de la maknae, para comprobar si su temperatura era normal. Esta reaccionó entonces, saliendo de su asombro para negar rápidamente con la cabeza, un gesto que hizo a Min retirar la mano al momento. “Nada, nada. Estoy bien ¿mh?...Ah, poneos eso, unnies” dijo señalando la ropa doblada encima de la mesa, “no quedará mucho para que empiece”. Les sonrió a las tres de forma bastante natural y respiró hondo una sola vez antes de terminarse de cambiar, pretendiendo que nada había pasado. 

Cuando todos estaban listos, las personas encargadas les avisaron de que tenían que reunirse en la entrada del estadio para ir entrando por equipos. Myungsoo no dejaba de darle vueltas a la situación anterior, sobre la que sus compañeros le habían preguntado al encontrarle algo pálido y más callado de lo normal, sin obtener ninguna respuesta coherente por su parte. Cuando llegaron al lugar de reunión, divisaron a las cuatro chicas entre la multitud, hablando y riendo entre ellas, mientras dejaban que las estilistas les dieran los últimos retoques de maquillaje antes de empezar.

La mirada de Hoya fue directa a la más entusiasta de las cuatro. No pudo evitar fijarse en la energía que desprendía ya tan temprano, saltando y yendo de un lado hacia otro, lo que le produjo casi una sonrisa instantánea, de la que ni siquiera él mismo fue consciente.

“Noonas~” El maknae se apresuró para acercarse a ellas, saludando primero a Jia con un abrazo que esta le devolvió con entusiasmo, y después a Fei, que lo abrazó de una forma algo maternal, gestos por los que los demás chicos se sorprendieron. Había coincidido con las dos chicas antes en el backstage de varios programas, y habían congeniado tan bien que habían intercambiado números, e incluso se habían visto fuera un par de veces. Aunque Jia era quien lo conocía mejor.  

Ella había compartido su estancia en Corea con idols de otros grupos a parte de sus propias compañeras, a los que había cogido un cariño especial, por haberle hecho la adaptación a dicho país lo más fácil posible. Sungjong no era uno de ellos, pero estaba segura de que llegaría a tenerle ese mismo aprecio.

A pesar de eso, la situación estaba algo fría entre ambos grupos, con el corte propio del primer encuentro y la primera conversación, ante los que incluso Woohyun estaba callado; y los dos protagonistas del incidente anterior, en ambos extremos, sin ser capaces de mirarse el uno al otro, avergonzados. Hasta que Dongwoo fue el que rompió el hielo.

“Hey, os cedemos a Sungjong, que antes decía que estaría encantado de formar parte de vuestro grupo” a lo que el maknae respondió nevioso con un “Yah, ¡hyung! no malinterpretéis” y todos los demás rieron, haciendo que la situación se volviera algo más cómoda poco a poco.