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Endless Night

Minji despertó con un dolor de cabeza horrible, como si esta se le hubiera partido en dos. Recordó la caída y entendió que seguramente era lo que le había pasado. Enseguida vio al lobo que seguía junto a ella a pesar de todo y tuvo sentimientos encontrados. Por una parte no podía creer la testarudez de aquella criatura pero por otro lado un sentimiento cálido quería abrirse paso en su pecho. Sin embargo, había decidido que no iba a vivir ni un día más y ya iba con retraso. El lobo parecía dormir así que intentó levantarse con sigilo. Fue en vano porque este movió las orejas captando su movimiento al instante y abrió los ojos rápidamente, buscándola con preocupación. Llegó justo a tiempo para cortarle el paso pero no lo hizo con mucha gracia ya que le costaba caminar. Minji se dio cuenta enseguida y pensó que sería fácil esquivarlo en ese estado. Lo intentó un par de veces pero el lobo era ridículamente rápido aun con todo. Entonces tomó una decisión, iba a hacer algo rastrero pero no veía otra opción. Corrió otra vez hacia la salida pero esta vez cuando el lobo intentó detenerla lanzó un golpe a la pata lastimada de la criatura que cayó al suelo inevitablemente. Dejó escapar un quejido que hizo que Minji se detuviera por un instante, sin embargo, siguió sin mirar atrás. Apenas había dado un par de pasos cuando unos brazos se aferraron a ella con desesperación. La voz que llegó a sus oídos pidiéndole que se detuviera la pilló totalmente por sorpresa. Se giró lo justo para ver una larga maraña de cabello plateado y detrás de ella unos amables ojos color miel que ahora eran humanos y estaban al borde de las lágrimas.

 

-Por favor…

 

Entonces lo más extraño pasó. Minji sintió un latido en su pecho, lo que era totalmente imposible porque su corazón llevaba muerto siglos. Se asustó tanto que retrocedió y prácticamente tropezó consigo misma. La otra joven ni siquiera podía mantenerse en pie y como estaba apoyando todo su peso en ella las dos cayeron al suelo con torpeza. Fue en ese momento cuando la vampira se dio cuenta de que la chica estaba completamente desnuda. Desvió rápidamente la mirada mientras el aire se atascaba en sus pulmones por la inesperada sorpresa. La otra se encogió sobre su pierna herida conteniendo sus lamentos todo lo que pudo, lo cual no fue mucho. Minji la oyó sintiéndose culpable y se pasó la mano por la nuca pensando qué decir. Ahora se sentía aún más culpable de haberle hecho daño. 

 

-Te lo advertí. No deberías haberte metido donde no te llaman. 

 

Esta levantó la vista hacia ella y su expresión triste no sólo la dejó sin palabras sino que hizo que su corazón diera un vuelco. Hubo un silencio incómodo en el que ninguna supo que hacer hasta que la culpa de Minji se abrió paso hasta convertirse en palabras. 

 

-... Lo siento. No debí golpearte.

 

Estaba avergonzada al ver que la desesperación la había llevado a actuar de forma ruin. No era así cómo quería vivir sus últimos momentos. No pudo evitar mirar con deseo hacia el exterior bañado de luz. 

 

Una tristeza desconocida había despertado en Yoohyeon desde el momento en el que la luz del día había herido a Minji y esta se acentuó al notar ese anhelo en su cara. Su pierna dolía demasiado como para pensar en el origen de sus sentimientos pero de no ser así, aquello le hubiera causado la misma curiosidad que la propia Minji. No obstante, por el momento tenía bastante con intentar entender el afán autodestructivo de la vampira. 

 

-¿Por qué haces esto? 

 

Su voz tembló al hablar. Sentía que no tenía derecho a saber nada de aquello pero aún así no pudo evitar la pregunta. Tenía la necesidad de saberlo. Vio que la otra simplemente se encogía de hombros mientras que una sonrisa  cansada curvaba sus labios. Pareció medir sus palabras y acabó contestándole con otra pregunta. 

 

-¿Por qué crees que la gente se suicida? 

 

La mirada de la vampira era tan intensa que no pudo mantenerla. Era evidente que no pensaba darle más explicaciones. Lo único que había dejado claro es que ella era como cualquier otra persona. Las dos volvieron al silencio, ambas sentadas en el suelo de roca. Minji acabó aclarándose la garganta. Había estado haciendo todo lo posible por evitar posar sus ojos en el cuerpo desnudo de la chica pero se le había escapado más de una mirada furtiva. 

 

-¿No tienes frío así? 

 

Aquel lugar era húmedo y estar en contacto con el suelo desnudo solo lo hacía peor. Llevaban mucho tiempo así y Minji se empezó a preocupar por ella. Esta negó con la cabeza. 

 

-Mi temperatura es más alta de lo normal por lo que puedo aguantar el frío en esta forma mucho mejor que cualquier humano. Algo propio de lobos. Es como si la naturaleza ya hubiera contado con que iba a pasar mucho tiempo desnuda al aire libre. 

 

Rio por primera vez desde que se encontraron y en el estómago de Minji revolotearon mariposas. Esta pensó por unos segundos y acabó quitándose la americana que llevaba para ofrecérsela a la chica. Por suerte, siempre le gustaba vestirse con varias capas de ropa. 

 

-Aún está un poco mojada pero es mejor que nada. 

 

-No. Estoy bien, de verdad. 

 

-... Insisto. 

 

Yoohyeon tardó unos segundos en descifrar el apuro en la cara de la otra. Estaba tan acostumbrada a quedarse desnuda cada vez que cambiaba de forma que siempre olvidaba lo poco apropiado que era para el resto. Normalmente siempre estaba con sus amigas y acabar desnuda delante de ellas era tan natural como respirar. Sus labios formaron una pequeña "o" al darse cuenta de que estaba incomodando a la vampira y aceptó la prenda con las mejillas sonrosadas. Se la puso y al instante sintió la esencia de la otra a su alrededor gracias a su gran olfato. Rápidamente todo el estrés que sentía pareció menguar. Sus nervios y el dolor pasaron a segundo plano. Algo en ese olor tenía un efecto calmante y sin pensarlo acercó la tela a su nariz, gesto que no pasó desapercibido para Minji.

 

-¿Lo de olisquear a la gente también es propio de lobos? 

 

Yoohyeon abrió los ojos como platos al darse cuenta de lo que hacía y se detuvo al instante. Sentía que la cara iba a explotarle de tanta vergüenza. 

 

-Um… Si… 

 

La verdad era que no. Era cierto que tenían mucha habilidad para detectar olores pero no iban por ahí olfateando a la gente. No sabía qué diablos le había pasado por la cabeza para hacer algo así y no sólo ahora, sino desde el principio. Había sido la propia esencia de Minji lo que había llevado a la loba hasta ella. No había podido resistirse a buscar el origen de aquel olor y no entendía por qué le gustaba tanto.

 

Volvieron al silencio pero la mayor veía como la chica se encogía de dolor a cada poco. Pensó en lo que sabía sobre licántropos. Había oído que podían regenerar sus cuerpos pero comenzaba a dudarlo. 

 

-¿Te duele mucho? 

 

Minji se sintió estúpida al segundo de cerrar la boca. Era obvio lo mucho que estaba sufriendo. 

 

-... Un poco. 

 

-¿Se curará? Quiero decir… curarse pronto. 

 

-Si, seguramente tarde dos o tres días. Esta noche va a ser muy divertida… 

 

Yoohyeon sabía que tendría que aguantar el dolor y que no sería agradable. No sólo era el dolor de una pierna rota sino también el de esta reconstruyéndose. Su cuerpo iba a hacer en horas algo que a cualquiera le llevaría meses . No era la primera vez que le pasaba algo así y conocía bien la sensación. La misma que siente un niño en su cuerpo al crecer pero en su caso decenas de veces peor al concentrarse en tan poco tiempo. Suspiró con fastidio. 

 

-¿No sería mejor que cambiaras a tu otra forma? Tiene pinta de ser más resistente. 

 

-No. Es mejor que me quede así. La fractura ya se está curando y si cambio el hueso podría soldarse mal. 

 

-Entiendo. 

 

Minji parecía verdaderamente interesada en todo aquello, tanto que incluso se había olvidado por un momento de por qué estaban ahí, lo que hizo sonreír a Yoohyeon. 

 

-¿De qué te ríes? 

 

Minji se sentía perdida intentando entender la mente de esa chica. Yoohyeon no pudo evitar sonreír aún más porque encontraba divertido el desconcierto de la vampira. 

 

-Por nada. 

 

Estaba conteniendo la risa cuando un sonido le heló la sangre. Un fuerte aullido resonó en todo el bosque llegandoles hasta los huesos. Minji miró a Yoohyeon buscando una explicación pero el pánico que vio en su cara fue suficiente para ponerla en alerta. 

 

-¿Qué es eso? 

 

-Problemas. 

 

Era lo que Yoohyeon había temido que pasase desde el principio. Al verse herida se encontró ante un dilema. No podía caminar, tal vez con su otra forma hubiera llegado a casa con algo de esfuerzo pero podía ser malo para ella, así que su primer instinto fue llamar a su clan pidiendo ayuda. Eran como una familia, sabía que irían a buscarla al instante y la llevarían de vuelta a casa. Sin embargo, tenía miedo de lo que pudieran pensar de la vampira. Su sola presencia en ese bosque era problemática y cabía la posibilidad de que la atacaran. También podía ser que la ignorasen priorizando ponerla a salvo pero en ese caso se irían de allí dejando a la vampira sola y entonces nada impediría que esta volviera a la luz del sol. Yoohyeon no quería que pasase ninguna de esas cosas por lo que la única opción restante era quedarse ahí soportando el dolor de su herida hasta que los demás notasen su ausencia y se pusieran a buscarla. Había tenido la falsa esperanza de que tardasen lo suficiente como para que la luz no fuese tan fuerte y la vampira tuviera alguna posibilidad fuera de allí pero no había sido el caso. No eran ni las diez de la mañana y aquel aullido la reclamaba. Conocía a la perfección esa voz y podía entrever su preocupación, sus amigas se habían despertado como cualquier otro día pero no la habían encontrado. Seguramente habrían recorrido todo el pueblo en su busca y ahora seguían su rastro por el bosque. La angustia en el rostro de Yoohyeon hizo que Minji se preocupara. 

 

-¿Estás en peligro? 

 

La más joven negó con la cabeza y le dio una mirada de disculpa. 

 

-No pero puede que tú sí. 

 

La vampira no tuvo tiempo de pensar en nada porque un fuerte gruñido llegó desde la entrada de la gruta. Esta se levantó de un salto y al encontrar el origen del sonido se quedó inmóvil por un segundo. Un lobo de pelaje pardo se acercaba a ella amenazadoramente enseñando sus colmillos afilados. Sin embargo, una vez pasada la sorpresa la única reacción por parte de Minji fue mantenerle la mirada a sus ojos azul hielo que destilaban odio puro. El lobo se colocó entre las dos chicas y abrió y cerró las fauces en el aire intentando defender a Yoohyeon que seguía en el suelo. 

 

-¡Siyeon! ¡Para! 

 

El lobo pardo hizo oídos sordos y siguió tratando de intimidar a la vampira que parecía impasible. Quien estaba realmente asustada era Yoohyeon, la chica intentaba acercarse al gran lobo para llamar su atención pero su pierna herida se lo ponía difícil. 

 

-...¡No ha sido su culpa! ¡Escúchame, idiota! 

 

Entonces el lobo cambió de forma dando paso a una joven. Su cabello no podía ser más negro y creaba un gran contraste con su piel pálida. Sin embargo, sus ojos azules seguían mirándola con la misma amenaza. 

 

-¿Qué eres? 

 

Siyeon había llegado hasta allí siguiendo el rastro de Yoohyeon pero también había detectado un olor desconocido que le había puesto el vello de punta. Nunca se había encontrado con algo así y al instante un miedo visceral se hizo con ella. Un montón de escenarios a cada cual peor cruzaron por su mente. Cuando llegó y vio a Yoohyeon herida su instinto tomó el control. La sangre le hervía en la venas y apenas oía lo que decía su amiga. Todos sus sentidos estaban puestos en ese ser extraño que había puesto en peligro a su familia. Aun así intentó racionalizar la situación todo lo que pudo pero su ímpetu juvenil no le estaba ayudando. Quería saber qué estaba pasando allí, así que trató de controlar las ganas que tenía de atacar a su enemigo. La observó para aprender de ella todo lo posible. Vio como dejaba escapar un suspiro cansado entre los dientes, como si discutir le aburriera.

 

-...Un vampiro. 

 

Minji contestó sin pestañear. No iba a dejar que nadie la intimidase. La sorpresa hizo que Siyeon perdiese la compostura por un segundo y fugazmente la vampira vio a la joven asustada que se escondía tras esa mirada de hielo pero fue tan rápido que también podría habérselo imaginado. 

 

-¿Qué haces en este bosque? 

 

-Eso no es asunto tuyo. 

 

Siyeon pareció enfadarse de nuevo y su voz era cada vez más alta. 

 

-Estas son nuestras tierras, claro que es asunto mío. 

 

Minji rio por lo bajo. 

 

-Yo también nací aquí. Tengo el mismo derecho a pisar este lugar que tú. 

 

-Ahórrate las mentiras. Mi clan lleva viviendo aquí más de doscientos años y nunca ha habido vampiros. 

 

-¿Doscientos años? Adorable… 

 

Un escalofrío recorrió la espalda de Siyeon pero no sólo por el miedo, sino por la ira. Si aquel monstruo la estaba tomando a la ligera pagaría por ello. Por eso con un movimiento rápido se lanzó hacia ella y la agarró del cuello. La otra no opuso resistencia y ambas cayeron al suelo, una encima de la otra. Siyeon estaba poniendo toda su fuerza en sus manos pero aún así a la vampira ni siquiera le costaba hablar. Algunos mechones morados cubrían su cara pero podía ver su expresión tranquila y le ponía de los nervios. 

 

-Un pequeño consejo. Los vampiros no necesitamos oxígeno, así que si estás intentando asfixiarme mejor prueba otra cosa. 

 

Minji no pudo evitar reír al ver lo mucho que estaba enfadando a aquella chica. Lo que solo sirvió para avivar aún más su ira. Esos ojos azules brillaban con una intención asesina que hubieran hecho temblar a cualquiera. 

 

-Tal vez dejes de reírte cuando te separe la cabeza de los hombros. 

 

La mayor fingió pensar por unos segundos. 

 

-He visto a vampiros sobrevivir a eso pero podríamos intentarlo, tal vez funcione. 

 

-¡Siyeon! ¡Por favor! 

 

Yoohyeon había seguido toda la discusión sin poder hacer mucho. Apenas podía moverse y su amiga no quería escucharla. Estaba intentando acercarse a ellas a rastras cuando se raspó la rodilla con el suelo de roca. La pequeña herida comenzó a sangrar y un olor característico llegó hasta las otras dos chicas. Aquello no fue bueno para el nivel de estrés de Siyeon. Oler la sangre de su amiga hizo que su sensación de peligro se multiplicase. Sin embargo, lo que le heló la sangre en las venas fue ver como los ojos negros que tenía delante cambiaban a un color granate vivo que relucía en la penumbra de la gruta. La propia Minji se sorprendió por esto. Ella siempre tenía un control total sobre su sed después de siglos de experiencia. Era cierto que había gastado mucha energía regenerando sus heridas pero aún así aquel ansia que sentía en esos momentos no tenía justificación. Ese olor llegó hasta ella como un golpe en el pecho, dejándola sin aire y desorientada. No obstante, supo mantener la calma aunque sabía que sus ojos dejaban ver su sed. Pensó en aprovecharse de esto. Nada había cambiado, seguía queriendo llevar a cabo su plan y tal vez Siyeon podía cumplir su deseo si seguía amenazándola. Era fácil ver que botones debía tocar para hacerla perder los estribos. 

 

-¿Vas a perder mucho más tiempo así? Si pretendes matarme hazlo ya, si no sueltame. Estoy deseando probar la sangre de esa chica preciosa. Nunca había olido algo tan dulce. 

 

Minji cometió el error de desviar la mirada hacia Yoohyeon y su corazón volvió a dar otro vuelco. No entendía por qué lloraba por alguien que no conocía de nada y se preocupaba así por ella. Se perdió tanto en sus pensamientos que acabó diciendo en voz alta lo que pasaba por su cabeza. 

 

-...Parece tan inocente, como si no hubiera mal en ella. ¿Verdad? 

 

Miró de nuevo a Siyeon buscando a alguien que entendiera lo que sentía pero solo encontró rechazo y un odio infinito en sus ojos. Esas últimas palabras hicieron que Siyeon perdiera la poca razón que le quedaba. Estaba a punto de volver a transformarse en lobo para despedazar a ese monstruo cuando Yoohyeon consiguió llegar hasta ellas y, sin previo aviso, le pegó un puñetazo tan fuerte a Siyeon que le giró la cara. Las tres se quedaron inmóviles por un instante. Incluso la propia Yoohyeon parecía sorprendida de sus actos. Minji y Siyeon acabaron mirandola expectantes. La vampira se dio cuenta de que tal vez aquella chica no era tan inocente como había pensado. Tanta atención la puso nerviosa y no pudo evitar que se le trabara la lengua al principio. 

 

-...E-escúchame de una vez… ¿No ves que estás haciendo exactamente lo que ella quiere? 

 

Siyeon frunció el ceño confundida. El palpitar de su mejilla no ayudaba a su concentración. Miró a la vampira y esta simplemente desvió la mirada. No entendía qué quería decir su amiga con esas palabras. 

 

-¿Qué? 

 

-Quiere morir… 

 

Yoohyeon no sabía por qué esa idea la ponía tan triste pero le costaba contener las lágrimas incluso al hablar. 

 

-La encontré en el bosque intentando suicidarse con la luz del sol.

 

La gran burbuja de odio que había estado llenando el pecho de Siyeon todo ese tiempo se desinfló en segundos. 

 

-Nos caímos por el barranco por mi culpa. Así es como me rompí la pierna. Ella no tuvo nada que ver, así que por favor… déjala en paz. 

 

Siyeon apartó sus manos de Minji y Yoohyeon respiró más tranquila. La morena comenzaba a sentirse algo mal por su comportamiento. No se arrepentía de proteger a su familia pero tampoco estaba orgullosa de haber estado a punto de perder los papeles. Se puso en pie sin saber qué hacer. 

 

-Siento haber reaccionado así. 

 

Minji no contestó nada. Tan solo miraba justo en la dirección contraria a la que estaban las chicas. Notaba sus miradas sobre ella y le incomodaban. Podía sentir lástima viniendo de ellas y no le gustaba. Ninguna había conocido la soledad que ella había soportado por siglos, no tenían ningún derecho a juzgarla. Sintió un pequeño pinchazo de resentimiento pero por alguna razón la imagen de la chica de pelo plateado apareció en su mente, desterrando esos malos sentimientos y trayendo otros muy diferentes. La buscó con la mirada disimuladamente. Siyeon estaba tratando de convencerla para irse de allí pero no estaba teniendo éxito. Entonces, la chica le devolvió la mirada al instante, como si hubiera sentido la suya en la piel. Minji tardó tan solo un segundo en desviar la atención a sus propias manos. Sentía picor en las mejillas pero esta vez no tenía nada que ver con la luz del sol. No entendía qué le estaba pasando, solo sabía que era culpa de esa chica. 

 

-No puedes estar aquí para siempre. ¿Qué quieres, quedarte hasta que anochezca? ¿Y luego qué? Ella podrá irse y lo intentará de nuevo al día siguiente. Yoohyeon, por favor. 

 

Minji levantó la cabeza como un resorte al oír aquel nombre por primera vez. Yoohyeon. El nombre de esa chica era Yoohyeon. Nunca, en todos esos siglos, había sentido calor en su interior como en ese preciso momento. Literalmente era como volver a la vida. No se había dado cuenta del frío que había guardado dentro de ella hasta ahora. 

 

-No voy a moverme de aquí. Tu puedes marcharte, la pierna se me va a curar igualmente esté donde esté. No te preocupes. 

 

-Escucha, ella tiene razón. Esto no es asunto nuestro.

 

El corazón de Yoohyeon dolía mucho. Casi más que su pierna rota. En el momento en que le diera la espalda a esa chica no la volvería a ver jamás y eso la aterraba. Entendía que no la conocía de nada. No tenía razones para sentirse así y eso también la asustaba pero ese miedo era un eco lejano comparado con la voz atronadora que le exigía que se quedase al lado de aquella chica. Sabía que Siyeon llevaba razón y también que debía obedecerla pero algo dentro de ella quería revelarse. Fue entonces cuando cayó en algo. No había pensado en ello por la tensión del momento pero ahora que todo había pasado se había dado cuenta. Le había dado un puñetazo a Siyeon. Abrió los ojos de par en par al entender lo lejos que había llegado con ese gesto y miró a su amiga con un montón de dudas en la cabeza. Quiso disculparse pero no se atrevió a sacar el tema. 

 

-Yubin está muy preocupada. Por favor, vámonos a casa. 

 

Siyeon sentía un nudo en el estómago. Podía ver que había algo raro en el ambiente que no lograba entender. Las dos actuaban de un modo extraño, no podía estar tan segura respecto al vampiro pero desde luego, el comportamiento de su amiga la estaba inquietando cada vez más. No quería pasar ni un instante más allí. Era verdad que la desconocida no había intentado atacarlas pero esto podía cambiar en cualquier momento. Esos ojos carmesí se lo habían dejado claro, no iba a arriesgarse. No quería a alguien tan peligroso cerca de su familia.

 

-Deberías hacerle caso. Necesitas descansar en un lugar seguro y cómodo para sanar rápido. 

 

Ninguna de las dos había esperado oír la voz de la vampira interrumpiendo su discusión y callaron al instante. A Minji le daba pena despedirse de Yoohyeon pero llevaba preocupándose por ella desde que despertó y vio la situación en la que se encontraba. Ante todo estaba deseando que la muchacha volviera a encontrarse bien y ese lugar no la iba a ayudar. 

 

-Estoy segura de que habrá un montón de gente esperando que vuelvas a casa. No deberías preocuparlos así. 

 

Su mente no pudo evitar pensar en su propia familia, imaginando cómo habrían reaccionado  al ver que ya no estaba allí. Había dejado una despedida para cada una de ellas pero sabía que había optado por la opción cobarde y que eso las habría decepcionado. Unas palabras en un papel no podían compararse a una despedida en persona sincera y directa. Después de unos minutos perdida en sus remordimientos, fue traída a la realidad por los gritos que empezaban a alzarse en la cueva. 

 

-Vale, ya basta. Nos vamos a casa quieras o no. 

 

Siyeon intentaba agarrar a Yoohyeon de los brazos pero esta se resistía, ambas dándose manotazos. Más que lobos aterradores en ese instante parecían niñas pequeñas en mitad de una riña infantil. Esto puso una sonrisa en los labios de Minji. Aquella escena graciosa había logrado apartarla del oscuro lugar que era su mente en esos momentos. Se levantó y se acercó a ellas. 

 

-Déjame ayudarte. 

 

Ambas quedaron paralizadas por la sorpresa sobre todo Yoohyeon. Siyeon también estaba sorprendida pero no iba a decir que no si eso las sacaba de la dichosa cueva. Aun así sus latidos se aceleraron solo de pensar en aquella chica cerca de Yoohyeon. Esta última pareció empezar a aceptar que tendría que marcharse y dejó que Siyeon la ayudase a ponerse en pie apoyándose en ella. 

 

-Creo que lo mejor es que me transforme y te subas encima, así llegaremos mucho antes a casa. ¿Crees que podrás sujetarte lo suficientemente bien como para no caerte por el camino?

 

Yoohyeon asintió aunque no las tenía todas consigo. Siyeon y Minji intercambiaron miradas y esta última tomó el puesto de la otra, sujetando a la herida con cuidado. De pronto, Yoohyeon empezó a sentir que le faltaba el aire pero tan solo era su corazón que iba a mil por hora. Sus latidos eran tan fuertes que Minji podía oírlos, le dio pena pensar que asustaba tanto a la joven. También sentía el calor proveniente de su cuerpo. La tela de su americana estaba de por medio pero aún así esa calidez llegaba hasta ella. Las dos vieron que Siyeon se transformaba y se tumbaba en el suelo para ponérselo más fácil a su amiga. Minji levantó a la chica en el aire con cuidado y la colocó encima de Siyeon. La loba estuvo a punto de echar a correr sin más pero Yoohyeon la detuvo antes. Se quitó la americana y se la ofreció de vuelta a su dueña pero esta la rechazó acercándose y empujando la prenda hacia ella con un gesto suave. Las manos de las dos se tocaron y ambas sintieron una corriente eléctrica recorriendo sus dedos. Se miraron sabiendo que la otra había sentido lo mismo y la euforia corrió por sus venas. Sin embargo, aquella alegría duró poco, sobretodo para Yoohyeon quien perdió la sonrisa al oír la despedida de la vampira.

 

-Quédate la chaqueta, yo ya no la necesitaré más. Siento haberte metido en esto y que hayas acabado así por mi culpa. Espero que te recuperes pronto. Cuidate, Yoohyeon.

 

Oir esa voz dulce pronunciando su nombre hizo que su corazón latiera con fuerza. Ninguna de las dos notó que compartían la tristeza que veían en los ojos de la otra. Entonces Yoohyeon se dio cuenta de que no sabía el nombre de la vampira y de pronto quiso saberlo a toda costa. Sintió que Siyeon comenzaba a prepararse para salir de allí y supo que debía darse prisa o nunca lo sabría.

 

-¡Espera! Dime cómo te llamas.

 

La vampira negó con la cabeza.

 

-Mi nombre ya no importará a partir de hoy.

 

Siyeon no quiso esperar ni un segundo más y echó a correr lejos de allí. Había perdido la paciencia y quería poner fin a esa conversación. Yoohyeon tuvo que agarrarse con fuerza para no caerse con esa salida apresurada y apenas pudo mirar hacia atrás antes de que Minji quedara lejos de su alcance. 

 

La vampira se quedó sola por fin. Tanto silencio hizo que le pitaran los oídos. Llevaba minutos mirando hacia el lugar por el que Yoohyeon había desaparecido. Era como si el tiempo se hubiera detenido en el momento en que la perdió de vista. Un sentimiento curioso para alguien acostumbrado a vivir estancado en el tiempo durante siglos. Ya no podía sentir la calidez de Yoohyeon y poco a poco el frío del lugar la trajo a la realidad. Parpadeó y se dio cuenta de que estaba a punto de llorar. Miró a su alrededor y se vio sola, era lo que había querido pero ahora algo a lo que no se atrevía a poner nombre la confundía. Respiró hondo buscando calma pero entonces captó de nuevo ese olor a sangre que le había hecho flaquear por un instante. Se acercó a la pequeña mancha rojiza que estaba comenzando a secarse. Sintió el impulso de tocarla pero no se atrevió. Solamente su aroma había sido suficiente para despertar sus instintos más básicos. No quería descubrir cómo reaccionaría al entrar en contacto directo con ella. Acabó tumbándose al lado de la mancha mientras pensaba en todo lo que había ocurrido. Su cabeza era un caos, una tormenta de viejos sentimientos, preguntas y nuevos temores pero se aferró a la esencia de Yoohyeon y se mantuvo a flote. 

 

Por el momento seguía ahí.

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Comments

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Sone_Yuuki
#1
Chapter 8: Tu historia me atrapó por completo, por favor actualízala, sería una lástima que una historia tan hermosa se quede así
mamamodc1234 #2
Chapter 8: wow amo tu historia espero que siga
mamamodc1234 #3
Chapter 8: wow amo tu historia espero que siga
SooTaelove
#4
Chapter 7: Me esta encantando la historia, tiene algunas partes que me tomaron por sorpresa, lo cual me dejó encantada y con ganas de seguir leyendo mucho más
P0rtM4n
#5
Chapter 6: Wow, si bien esperaba un SuaYeon agresivo, no esperaba que SiYeon terminara así, pero fue un buen capítulo.
trenat #6
Chapter 6: Pobre dami xd
P0rtM4n
#7
Chapter 5: Siiiiiii, te siento cerca SuaYeon... y no sé porque pero me las imagino conociéndose en un escenario algo violent o por parte de SiYeon y pfff aparecer la diosa de Bora. Esperaré con ansias el siguiente capítulo. Gracias por esta genial historia.
trenat #8
Chapter 4: Dios que intenso, gracias por actualizar a pesar de la spocas visitas!!!
trenat #9
Chapter 4: La historia está genial!