CAPÍTULO 2

EXO- Been Through 

Un pequeño aullido, muy lejano y delicado. De un lobo joven.

Los pájaros afuera de su ventana, muy temprano en la mañana.

El aire fresco, acariciando delicadamente su rostro.

El sonido de las cortinas rozando contra la madera del alfeizar.

Pequeñas pisadas por cuatro, cuatro pequeñas patas.

La voz de alguien joven, el sonido del reloj, la tela encima de su cuerpo caliente.

Sus pulmones expandiéndose y liberando todo el aire en ellos.

La incertidumbre… y el deseo de dormir.

El cuerpo de Junmyeon giró lentamente hasta estar en su costado derecho, el bueno. Un largo suspiro le siguió a su nuevo acomodo, puso las manos bajo su almohada. Olía tan bien…

Hot cakes…leche, las flores del jardín, un pequeño aroma a alfa en el ambiente y otro más intenso, como de omega… ¿sería el? Olía como el.. pero no era el….

La curiosidad fue mayor y a regañadientes Junmyeon abrió los ojos. El mundo comenzó como una luz blanca indefinida y poco a poco las formas traslúcidas de muebles se formaron. Sonidos que antes no llegaron a su oído se hicieron más fuertes, los autos frente a su casa, el sonido de un televisor fuera de su habitación… Que extraño, el nunca olvidaba apagarlo.

Giró el rostro para mirar el techo…. Era blanco y el foco no lo recordaba así, parecía un simple bombillo de 75 watts. Tampoco era normal el reflejo del sol…. Junmyeon comenzó a enderezarse con dificultades, estaba tan tibio y cómodo, había tenido un sueño reparador de aquellos raros, los que pasaban luego de días sin dormir apropiadamente, y quería disfrutarlo, pero algo no embonaba y pensar en ello estaba poniéndolo nervioso.

Miró mas de cerca. Era una habitación diminuta, los muebles se pegaban mucho a la cama y había ropa tirada en todas partes, era un completo desastre, pero más importante, NO ERA su completo desastre.

Enderezó la espalda mientras su cabeza trabajaba a mil por hora intentando ponerle algo de lógica al lugar y momento, alguno de sus amigos…. Alguno…. Se lo había llevado a su casa… ¿acaso había terminado tan ebrio?!!!....

-¿Ya despertaste?....- una puerta se abrió a la izquierda de Junmyeon, el se volteó y enfoco a  un hombre que le devolvió la mirada.

Reconocía a ese hombre.

-¿Jongdae….?-

-ummm…..?...-

Estaba….mucho más maduro que la última vez que lo vio, un poco más alto, de espalda más ancha y con aun más arrugas en las comisuras de los labios. Hasta había canas…. ¡MALDITAS CANAS!.... además estaba mojado y la toalla con que se secaba apenas cubría sus bajos por que los estaba secando concienzudamente….

-¿Te pasa algo? No te ves bien…- pregunto Jongdae un segundo antes de pasarse la toalla a la mojada cabeza y fue cuando Junmyeon ya no pudo soportarlo, un quejido nada masculino escapo de sus labios  y casi se cubre los ojos sino fuera porque recordó a tiempo que ya no tenia quince años, muy malo que nadie le pasara el memo a su cara que se encendió como la luz roja en el semáforo.

-¿Estamos teniendo la fantasía del omega virgen de nuevo…?- Jongdae lanzo la toalla por encima de su hombro y camino en dirección a Junmyeon. Junmyeon estaba horrorizado, se apretó contra la pared, pero Jongdae finalmente subió una rodilla a la cama, demasiado cerca de las piernas de Junmyeon. - ¿Por qué tiemblas? ¿Nunca lo habías hecho antes, Suho?....-

Literalmente Junmnyeon nunca lo había hecho antes… y no quería volver a ver el pene de Jongdae pero echó un pequeño vistazo y la garganta se le secó tan rápido que le dolió hasta la nariz. Miró hacia el frente, desconcertado, de repente muchas nuevas y estúpidas posibilidades se le presentaron, se tocó el pecho con las manos; ¡gracias al cielo tenía la ropa puesta!. Una pijama rara, blanca y con dibujos de conejos…

-Jo-Jong-Jongdae!! ¡Que demonios!! ¿¡Qué me hiciste?!!....- “Ponte unos malditos pantalones!!!”

Jongdae se enderezo un poco, obviamente desconcertado pero la sonrisa nunca abandonó su rostro.- ¿Jongdae?.... Yo soy Chen….-

Con un gruñido de frustración Junmnyeon lanzó las sábanas encima de Jongdae. No tenía tiempo para esto, tenía que irse de ahí y no parecía difícil, la puerta de la habitación no tenía seguro. Giró el picaporte y salió antes de que Jongdae pudiera quitarse la sábana de encima.

Junmnyeon echó un rápido vistazo a su alrededor, no notó su respiración haciéndose más elaborada, sus pensamientos acumulándose velozmente. ¿Qué había hecho la noche anterior? ¿Por qué….con Jongdae…? De todos los lugares a los que pudo caer, ¡¡¡¡¿Por qué con Jongdae?!!!

Caminó hacia atrás, analizando todo el lugar en busca de una ventana lo suficientemente grande o la puerta de salida, había otras dos o tal vez tres, pero parecían dar a habitaciones.

-¡PAPA!!!...-

Junmyeon se acalló el gesto de sorpresa, pero giró el cuerpo a dónde provenía la voz y un niño que jamás había visto lo miró igualmente. Tenía unas orejas y ojos enormes y el cabello en todas direcciones, era tan alto como el o tal vez más y tenía la cara manchada de harina, también la ropa y las yemas de los dedos. Olía a Omega….

-Hice el desayuno, papá. Siéntate… ¡pero ten cuidado con Soo!!!...- gritó el ni….muchacho y señaló un lugar tras Junmnyeon que el esquivó a último segundo, había un cachorro en el piso jugando con un pequeño patito de juguete.

Junmyeon casi se resbala intentando no pisarlo ni tocarlo, solo lo miró con mucho cuidado de rodearlo bajo la mirada del muchacho.- Ten…cuidado con…. El!!...- Junmyeon señaló al cachorro para enfatizar, no era seguro que estuviera por ahí mordiendo y jugando libremente sin supervisión.

Tenía que salir de ahí y tenía que salir de ahí ahora.  Su trasero chocó contra un mueble para los zapatos, Junmnyeon se puso en cuclillas para encontrar algunos de su talla, pero la mayoría eran zapatos de niño o de bebé o unos que no eran suyos porque la talla era apenas del seis…. Sin tiempo para pensarlo mucho tomó unas chanclas y se las puso rápidamente.

Jongdae emergió del cuarto principal, con la parte de abajo de una pijama, miraba a Junmyeon fijamente y muy confundido, pero no lo detuvo, observó cuando Junmyeon tomó la perilla de la puerta y la giró y, aún más consternado, el momento en que Junmnyeon salio de ahí resbalándose con las chanclas de Chanyeol puestas.

-¿Qué le pasa a tu papá?.... ¿Se te olvidó algo de la escuela, Chanyeol?...- Jongdae levantó a Kyungsoo del suelo y con cuidado le quitó el pequeño patito del hocico, el cachorro gimoteó unos segundos e intentó alcanzarlo de nuevo con sus pequeñas patas y pequeños colmillos, pero sus intentos cesaron cuando la mano de Jongdae se abrió sobre su pancita para acariciarla y rascarla un poco, distrayéndolo de inmediato.-

-¡Nooo, Appa!!! ¡Lo prometo!-miró a su padre, luego señaló la salida.- Papá casi pisa a Soo…-

Jongdae miró la puerta de entrada aún abierta mientras apoyaba a Kyungsoo en su pecho desnudo y acariciaba su pequeña espalda con una sola mano.- Esperemos a que regrese….- tomó aire una vez y lo dejó ir con una exhalación pesada, no iba a negar que estaba sorprendido pero Junmyeon a veces podía actuar impredecible. En lugar de preocuparse, sus talones giraron en dirección a Chanyeol.- Escuché que alguien hizo el desayuno…-

-Son para papá…-

-¿No le hiciste ni un hotcake a tu viejo?!!!....-

Chanyeol negó, con el mentón muy en alto y los ojos cerrados, dio la vuelta de regreso a la cocina seguido por su Appa Dae, el iba a supervisarlo, que no se quemara, que no dejara mucho regadero y que obviamente le hiciera un par de hot cakes.

Kyungsoo, apoyado en el hombro de Jongdae, dio un adorable pequeño bostezo y apoyó la cabecita peluda más cómodamente para tomar una pequeña siesta, iba a soñar con hot cakes y el delicioso espagueti de la noche anterior….

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Sus chanclas estaban rotas y hacían un horrible sonido por toda la calle cuando Junmyeon finalmente vio una cara conocida. Kris estaba llegando en ese momento a las puertas principales de la oficina, por mucho que Junmyeon había metido la contraseña en el pequeño teclado siempre aparecía la luz roja de error. ¡Esa era la maldita contraseña!!! ¡Nadie la había tocado en años!!

Pero Kris ya estaba ahí, Kris podría ayudarlo a poner todo en orden.

-Ahh… Gracias al cielo, estoy tan pero taaan aliviado de verte…- se acercó al enorme cuerpo de Kris, cubierto por una gabardina negra, su fiel portafolio siempre colgando de su mano izquierda, el celular en la derecha.

Kris hizo a un lado su celular para ver a Junmyeon a la cara.- ¿Junmyeon….? ¿Qué haces aquí?....- Kris miró a sus costados, verificando que nadie importante se diera cuenta que estaba hablando con él. – Sabes que no puedes estar aquí. Es…..- bufó desesperado, la situación era precaria. Te llevó a tu casa si quieres… o… O llamo a Minseok….-

-¿De qué hablas…? ¡¿Qué pasa con todos hoy??!!!- Junmnyeon quería arrancarse el cabello de la frustración, había entrado a un horrible mundo alterno donde todos querían jugarle bromas de mal gusto al mismo tiempo y estaba tan cansado, solo quería ir a su departamento y dormir hasta que no supiera que día era.- Si, al demonio, solo llámale a Hyung….- Su hermano le hablaría con franqueza, Minseok nunca se prestaría para esas tonterías. Se sorprendía que Kris SI se prestara para esas tonterías pero bueno, todos los días se aprende algo nuevo.

KRis tomó su celular, jugó con el entre sus dedos, era obvio que no quería hacer la llamada y que estaba muy incómodo.- ¡¿Qué esperas??!! ¡Llámalo!!!...-

-Junmnyeon… no creo que me valla a responder... Deberías llamarle desde tu celular….-

-¿ahh…??!! - ¿Estaba escuchando bien?-¡¡Es tu pareja!!! Claro que te va a responder….-

El gesto de Kris se oscureció notoriamente, pasó a estar enfadado en lugar de confundido. Bloqueó el celular otra vez y lo guardó en sus pantalones.

-¡Hey!... ¡Hey…!!! ¿¡A dónde vas?! ¡Kris!!... espera, por favor llámale a Minseok!!!-

Kris no dijo otra palabra mientras tecleaba la clave para entrar, solo se aseguró muy bien de cerrar la puerta en la cara de Junmyeon.

Junmyeon volvió a quedar afuera, incomunicado, gritándole a Kris a través del vidrio que volviera. Pero no lo hizo, nadie lo miró otra vez aunque todos sabían que Junmyeon estaba ahí, ni siquiera la gente de seguridad hacía algo para detener los puñetazos de Junmyeon al vidrio de la puerta.

Junmyeon golpeó una última vez, su puño resbaló por la superficie con un rechinido, finalmente ya no tenía la fuerza para seguir con eso. Estaba en medio de la calle en una zona conocida por sus tiendas caras y edificios altos, todos los que pasaban junto a el le dirigían una mirada poco amigable, carente de empatía, Junmyeon comenzó sentirse expuesto y demasiado consciente de si mismo, la sensación escalando rápidamente por su cuerpo ahora que ya no estaba enfrascado en hacerse escuchar.

Acarició sus codos fríos, buscando tomar el aire suficiente para hacerle frente a las personas. El era Kim Junmyeon, no tener idea de que pasaba no era excusa para dar una pobre imagen de si mismo.

Caminó hacia atrás y levantó la mirada para echarle un vistazo al edificio de su familia, era mucho más alto de lo que recordaba, aunque la entrada era idéntica, ya no sabía si realmente tenía menos pisos o si era Junmyeon quien dejó de fijarse en el edificio luego de tantos años de trabajar ahí.

Ya en ese punto, en ese día tan extraño, todo era posible.

Se acarició el costado, resintiendo la pose encorvada en la que estaba, y suspiró largamente. Buscando algo de lógica en todo lo que pasaba. Su pijama no tenia bolsillos, no tenía celular ni dinero para un taxi, había corrido como 8 kilómetros y sin el calor del ejercicio los pies comenzaban a palpitarle como picados por pequeñas agujas.

El aire de la tarde meció su cabello desordenado hacia un lado y, siguiendo el movimiento, Junmyeon pudo verse reflejado en el vidrio polarizado que recubría la empresa Kim. Lucía horrible….cansado, sudoroso y rojo de la cara…. Alguien que no podía ni acudir a su madre por ayuda porque estaba muy cansado y ella vivía a 45 minutos en auto, ni podía imaginarse como terminaría si se atrevía a caminar esa distancia….

¿Qué haría ahora…?

Con el sonido del aire pasando entre las hojas de los árboles, Junmyeon miró el cielo y en el, el movimiento de las nubes, grandes nubarrones grises se acercaban por el norte, a la distancia una especie de neblina cubría las partes altas de la ciudad, señal de que una tormenta ya había comenzado en ese lugar, no tardaría en llegar a donde estaba Junmyeon.

Para enfatizar, el aire soplo con más fuerza contra el cuerpo del omega, cada poro en su piel se contrajo llevado por un fuerte choque eléctrico que sintió hasta la espalda.

Necesitaba encontrar un lugar seco donde refugiarse y pronto, o mejor aún, un teléfono….

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-Junmyeon…. Hey, Junmyeon….despierta…¡Junmyeon!....-

Junmyeon abrió los ojos por segunda vez ese día. Los ruidos del exterior comenzaron a intensificarse de nuevo pero esta vez los reconoció al instante, estaba dentro de un restaurante, tomando agua como idiota sin pedir nada porque no tenía dinero, contó a la mesera que llevaba “esperando a alguien” por tres horas antes de recostarse sobre la mesa barnizada de rojo y quedarse dormido.

Genial, ahora le dolía el cuello y la espalda.

-¡Junmyeon!.- un fuerte golpe lo sacó de su aletargamiento de inmediato. Miró a su alrededor esperando ver una cara conocida pero en su lugar un rostro pequeño, ojos de largas pestañas, cabello color caramelo, un cutis envidiable y aroma a alfa que casi lo vuelve a aturdir recibió a Junmyeon, otra persona que jamás había visto….- Junmyeon, podría matarte en este instante si no fuera porque….¡¡¿¿Tienes idea de lo preocupado que está Minseok??!!! ¡Ah?!!!...-

Al escuchar el nombre de su hermano Junmyeon se levantó rápidamente- ¡¿Conoces a Minseok?!

El hombre de brillantes ojos y rostro pequeño lo miró con obvia confusión.- ¿Te golpeaste en la cabeza o algo?.... – tomó a Junmyeon de la cara antes de que el pudiera reaccionar, giró y palpó su cabeza como si revisara la madurez de un aguacate, los ojos de Junmyeon le ardían por lo abiertos que estaban.- Pues no parece que te hayas herido, no hay sangre… ¿Es una de tus bromas esas…?? Porque no es graciosa… ja, como si eso fuera sorpresa. Solo que esta vez te pasaste, Junmyeon, por mucho. Minseok y Jongdae estaban a punto de organizar un grupo de búsqueda para encontrarte, tengo que llamarles para decirles que ya detengan todo…-

Era la sorpresa de tanta familiaridad lo que dejo a Junmyeon perplejo, eso y el cansancio y la falta de sueño, también la promesa de que esta extraña y sinceramente delicada persona conociera a su hermano (una cara conocida), hizo que no dijera mucho hasta que el hombre marcó el teléfono y pudo escuchar la voz de Minseok desde el otro lado.

-Minnie, ya lo encontré, estaba dormido en la cafetería frente a la empresa. Kris tenía razón…. Lo se, yo tampoco lo quería creer…. Si… si… aja….. no, no te preocupes, lo llevaré a casa…. Dile a Jongdae para que esté más tranquilo, aja….dile que le llevo a su esposo y que me debe una….- el hombre colgó luego de eso. Ya habían encontrado a Junmyeon, un poco….desorientado pero ya estaba con ellos y eso era lo importante, Minseok se lo iba a agradecer toda la vida y el solo pensar en como se lo iba a demostrar le dibujó una sonrisa torcida y poco agraciada en la cara.

¿Esposo?.... Junmyeon no estaba seguro de haber escuchado bien. ¿Estaba casado….???...¡¡¡¿Con JONGDAE?!!!....

Imposible, todavía debía estar dormido, si, eso era…. Dormía plácidamente en su cama King size en su departamento con vista al río Han y a las increíbles fuentes iluminadas…. Tomó aire por la boca hasta marearse, todo pasaba muy rápido. Comenzaba a sentir la necesidad de correr pero esta vez no sabía a donde….

-Vámonos pues, me hiciste venir hasta acá así que tu también me debes una…. ¿Qué le pasó a tus zapatos..?? Un momento… ¿No son esas las chanclas que le regalé a Chanyeol? ¡Dijiste que eran para su viaje escolar a Jeju!....-

El hombre siguió hable que hable mientras Junmyeon lo miraba en silencio. Kim quería darle algo de sentido a su situación, necesitaba respuesta de porque todo parecía estar en su vida pero al mismo tiempo no….

-¿Cuál….es tu nombre?...- preguntó Junmyeon en voz baja, algo temeroso de no estar haciendo la pregunta adecuada a la persona adecuada. Todos parecían conocerlo, todos eran tan…extrañamente informales y familiares con el…

Aunque hablaba (lo regañaba) como un perico el hombre pudo escucharlo, hizo silencio de inmediato. Esta vez su gesto no fue de preocupación o desconcierto, sino un rostro blanco y plano , era extraño que la falta de sentimientos lo hiciera ver seis veces más atractivo de una delicada manera, contrastaba mucho con el aroma a musgo, sal y madera de alfa que salía de él.

-¿Por qué sigues con esa broma…?….- decepción, pesada y ajena, estaba impregnada en sus palabras. El hombre se giró y caminó hacia la salida, la puerta no opuso resistencia, pero la abrió con más fuerza de la necesaria, las pequeñas campanillas y decorados tintinearon contra la madera, por suerte ninguno se calló.

-Hablo en serio, dime como te llamas.- tomó al hombre del brazo y lo  obligó a detenerse y mirarlo de frente. No habían dado ni cinco pasos fuera del restaurante, las hormonas agresivas del enfado lo rodearon, más Junmyeon no cedió.

Estaba cansado de no saber nada y no pedía algo imposible, solo un maldito nombre y listo.

-Luhan, me llamo Xiao Luhan…-

Bien, ahora Junmyeon sabía quien era, pero no tenía idea de quien era…

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Después de un desastroso viaje en auto Junmyeon finalmente llegó a “su casa”, durante todo el trayecto en un pequeño y desgastado vespa que no tenía amortiguadores decentes, la única conclusión a la que pudo llegar es que estaba en una dimensión alterna y que tan abruptamente como había llegado, abruptamente se iría….

Existían tantas variantes en como había llegado a ese lugar que no tuvo tiempo de pensar en que tan absurdo era todo. Esas cosas solo pasan en….las películas, en las caricaturas y en fantasías.

Junmyeon no quería creerlo, se negaba a creerlo, pero el dolor en sus pies y las purikuras pegadas a la guantera del carro donde estaban Luhan y su hermano mayor abrazados y haciendo caras tontas a la cámara decían que mejor se agarrara los pantalones y aceptara lo que sucedía porque ya estaba sucediendo y solo iba a empeorar, Junmyeon tenía ese presentimiento…

Al igual que con su oficina Junmyeon se detuvo a contemplar el edificio frente al que se había bajado. Tenía 8 pisos, cada uno con 4 puertas de metal, un complejo de apartamentos en la parte barata de Seúl, cruzando el río y alejado de las zonas comerciales.  Tenía muros donde la humedad había dejado manchas verduzcas, el blanco de las paredes cambió a gris, algunos cuartos estaban desocupados y las ventanas habían sido tapadas con cartones de cajas de frutas.

Sin pensarlo, Junmyeon se abrazó a si mismo, cruzó los brazos y pegó los codos a su cuerpo tanto como pudo. Una sensación de congoja se había ahondado en su estómago, parecido al nerviosismo antes de hacer un examen de admisión. 

-¡Luhan!... ¡JUNMNYEON!!!....-

Junmyeon miró por las escaleras que daban a la calle, había escuchado la voz de su hermano y el nudo en su estómago pareció hacerse un poco más pequeño. Al fin una cara conocida…

Pero quien bajó los escalones de a dos en dos no fue Minseok, no fue atrapado en un abrazo por su hyung, en su lugar lo apretaron con fuerza y un aroma que lograba calmarlo y aturdirlo a la vez rodeó su cuepro.

El aroma de la preocupación, la tristeza y el enojo caló hasta los pulmones de Junmyeon, el peso en su estómago volvió a ser muy fuerte pero se tragó el “lo siento” que se atoró en su garganta justo a tiempo, a solo instantes de resbalar de sus labios.

-¿Jong….dae?....-

-¡Nunca, jamás, vuelvas. A. Hacer. Eso!....- dijo Jongdae en su hombro, apretado en la coyuntura entre el cuello y la clavícula de Junmyeon. Todo su cuerpo temblaba y aunque nadie podía escucharlo, Junmyeon sabía que el lobo en Jongdae estaba aullando de alivio.

Junmyeon no pudo evitar poner sus manos en la cadera de Jongdae y tomar un pequeño respiro de su aroma. Lo envolvió el alivio, a él y a su lobo, era…..nuevo…. y extraño y se sentía incómodo pero no podía negar el efecto de Jongdae sobre el.

Tal vez si estaban casados…

Junmyeon enterró los dedos en la cadera de Jongdae hasta que pudo alejarlo de él. Jongdae lo miró confundido pero no giró el rostro ni dijo nada. Pareció notar lo que pasaba con Junmnyeon antes de que el dijera una sola palabra.

Junmyeon tragó fuerte en otro intento de deshacer el nudo en su estómago, porque todo estaba mal.

-¡Papá!…. ¿Qué pasó? ¿A dónde fuiste? ....- Chanyeol bajó también y tras el Minseok, sostenía un cachorro , Junmyeon lo reconoció como el de la mañana.- Appa estaba preocupado por ti….-

Minseok tenía esa cara de “Estoy tan decepcionado de ti que las palabras no me alcanzan” combinada con su otra famosa cara de “Eres un idiota” y no neguemos la de “Estás todo imbécil”, pero también, y esta era nueva, una pequeña, ínfima pizca de alivio.

Luhan se acercó a su hermano mayor y aunque le dijeron y lo vio en diminutas fotos todavía lo sorprendió que se abrazaran y que Luhan le hablara al oído a su hyung, con una mano en su cintura y una sonrisa en esos delgados labios que casi tocaban la piel de Minseok.

Tenía tantas preguntas pero su instinto le dijo que era mejor esperar.

-Ahmm…de-deberíamos entrar… Estoy…ahmmm…cansado.- dijo a Jongdae que pasó de estar confundido a asentir como seis veces en dos segundos.-

-Si, si, tienes razón. Entremos todos. Chanyeol, ve a la tienda a comprar una botella de te…-

Junmyeon pasó a estar al lado de Minseok quien puso una mano en su espalda, como para asegurarse de que no saliera corriendo una vez más, mientras Jongdae metía las manos a sus pantalones en busca de cambio para Chanyeol….

-No ha dejado de llorar desde hace una hora, tampoco ha comido.- Minseok dejó en sus manos al cachorro, Junmnyeon no estaba preparado y el pequeño lobo parecía estarse moviendo en todas direcciones  al igual que un gusanito fuera de tierra.- Tienes mucho que explicar, Junmyeon….-

Junmyeon podría haberle dicho lo mismo, pero en ese momento el cachorro se tranquilizó y en lugar de retorcerse enterró el hocico en el pecho de Junmyeon luego de dar una larga aspirada a su pijama.

Todo era nuevo, hasta la puerta de entrada a su casa, era gris y pesada, muy vieja, rechinó horriblemente cuando Minseok la abrió, tuvo que usar una piedra para que se quedara en su lugar porque el sistema de soporte estaba roto.

Había estado ahí en la mañana pero todo lucía diferente. Estaba a punto de anochecer y todos los focos estaban prendidos en el departamento, ninguna silla o sillón eran del mismo estilo. Tenía un refri enorme de hace 12 años tapizado con dibujos hechos con acuarelas, crayolas y colores, que hacía mucho ruido y sonaba a estar goteando de algún lugar

Muchos aroma se entremezclaban y entraban a él tan combinados que ya no podía decir de quién eran.

Junmyeon se quitó las chanclas, Minseok le acercó unas pantuflas para la casa, eran tan cómodas que los ojos de Junmyeon rodaron un poco hacia tras.

El, Minseok y Luhan se sentaron en la sala, o lo que Junmyeon suponía era la sala, eso parecía porque tenía sillones y todo estaba apuntando hacia su televisor Panasonic, negro, pesado y viejo…. Todo en su casa estaba viejo con la excepción del cachorro, ahora dormido, en sus brazos.

-Ahora…. ¿Qué pasó…?- preguntó Minseok, en pose seria y gesto tranquilo. Ya no estaba iracundo, pero tampoco estaba feliz y el alivio no era taaan grande para hacerle olvidar que estaba enojado con el estúpido de Junmyeon. Minseok acercó el porte a su hermanito, Luhan a su lado lo miró igualmente.-

En lugar de contestar- Te ves… diferente, hyung….- Junmnyeon dijo.-

-No te salgas del tema. Dime porque te fuiste así.-

Era el modo “trabajo”.

-No, hablo en serio, de verdad estas muy diferente. Pareces otra persona…-

Minseok se alejó de la mesa y cruzó los brazos, exhaló una vez hasta que el pecho le dolió. Bajó la vista y meditó en silencio por alrededor de tres minutos.- Eso no te libra de nada…. Kris me llamó, Junmyeon. Kris…. Sabes que el y yo no nos hablamos desde….-

-¿desde qué?....-

-No te hagas el tonto, no es gracioso…- “no ahora” La mano de Luhan encontró la de Minseok y la sostuvo. -¿Por qué fuiste a la empresa, Junmyeon….?-

Junmyeon dejó al cachorro sobre sus piernas flexionadas, cuidando su cabeza, sus pequeñas patas y su diminuto cuerpo. Era tan frágil…. Todo ahí lo parecía. Por lo que Junmyeon había escuchado algo había pasado entre Minseok y Kris, algo que no debía comentar…. Eso volvía sus respuestas poco satisfactorias, por supuesto.

Junmyeon no dijo nada, bajó la cabeza y miró al cachorro, era tan pequeño en contraste con sus manos, pensar que apenas ese día había estado a punto de pisarlo.- Debía hacerlo….- dijo lo primero que se le vino a la mente, y era verdad.

-¿Y porque tenías que hablar con Kris?....-

Junmyeon  y su hermano intercambiaron miradas por unos treinta segundos. Luhan no se atrevió a decir nada, pero estaba consciente de lo que pasaba, se conformó con apretar el puño a su costado y fijar la vista en Junmnyeon. Actuaba tan extraño que lograba ponerlos a ambos, el y Minseok, nerviosos, y Minseok adoraba a Junmyeon a morir.

Al final del segundo treinta Minseok se levantó, soltó la mano de Luhan y caminó a la salida sin decir nada, Luhan lo siguió, le dirigió una pequeña mirada a Junmnyeon a modo de despedida y ambos salieron. Se había quedado solo muy rápido, con su amargura y enojo combinados en el pecho donde aún estaba el nudo. Todo había salido mal con su hermano, el único que podría haberle dado información, solo podía hacerse una idea de que tan decepcionado iba a terminar Jongdae en cuanto supiera que el no era “su” Junmyeon.

¿Dónde estaba el otro? ¿qué estaría haciendo? ¿Estaría….bien?.... Un lobo sin su pareja se deprime, se inquieta…. Es peligroso para si mismo y para los demás.

La idea de que algún tipo con su cuerpo estuviera por ahí yendo a su oficina, poniéndose su ropa o hablando con la gente que conocía se negó a dejarlo, con todo y el temor que causaba en el. tenía que volver pronto a donde pertenecía, el no se merecía esto, ni Jongdae, ni el cachorro ni ese otro  niño… Chandel…. ¿Chandel?....

-¡Ya llegamos! Perdón por la tardanza, tuvimos que ir a la tienda de la otra calle por el café que te gusta, Minseok…..- Jongdae estaba parado en la entrada de la casa, cargando dos bolsas de mandado, atrás de él estaba el niño que supustamente también era su hijo con otra bolsa más pequeña.- ¿Dónde está Minseok…y Luhan?.-

 Junmyeon se levantó de inmediato cargando con el cachorro. -Se fueron, no sé a donde…-

-¿De verdad? Bueno, ojalá me hubieran dicho antes de caminar siete cuadras….- Jongdae suspiró, pero la sonrisa no abandonó su rostro mientras cruzaba la sala hasta la cocina, ni cuando puso las bebidas en el refrigerador y el café en un estante al lado de su pequeña estufa. Junmyeon podía verlo moverse por la casa como el aire, fluido y natural.

Junmyeon siguió a Jongdae hasta la cocina.

Jongdae era un recuerdo, nada más. Era parte de su pasado, uno que no estaba totalmente cómodo con remembrar, pero ciertamente era y sería para siempre parte de su vida. El quería saber todo de como habían llegado a ese punto, a tener dos hijos y estar en un lugar tan pequeño y que se viene a bajo.

Tal vez por eso estaba ahí, para arreglar las cosas que estaban mal. Obviamente faltaba el dinero....

Jongdae hizo bolas las bolsas de plástico y las metió dentro de otra bolsa de plástico más grande que sacó y posteriormente guardó bajo el fregadero. Se apoyó contra el lavabo, el metal del borde encajándose en el hueso y carne de su pelvis, pero no parecía afectado por ello.

-Me alegra que estés de vuelta….- la suave voz de Jongdae llegó a sus oídos. Junmyeon hizo un excelente trabajo en ignorar los escalofríos en su cuerpo.- ¿Te…gustaría decirme que pasó?....-

Junmyeon bajó el rostro, era una pregunta muy ambigua, pero apreciaba el que Jongdae no lo apresurara para darle explicaciones.

-Lo siento, Jongdae…La verdad no….- todo tenía tanta lógica en su cabeza que era frustrante no poder darse a entender, su lógica y sus motivos eran lo ilógico en ese lugar…..- Todo se arreglará pronto, lo prometo….-  “¡Tiene que arreglarse, no puedo estar atrapado aquí un minuto más!”

Jongdae se acercó a él y puso una mano en la nuca de Junmyeon, intentó poner la cabeza de Junmyeon en su hombro pero el no lo dejó, puso el cuello muy duro y nunca cortó contacto visual.- ¿qué haces?....- preguntó con voz ahogada y forzada, sin mover el cuello ni un poco.-

-¿Esto es por lo de la mañana?..- con “esto”, Junmyeon suponía que era lo de su nuca y eso de intentar consolarlo con abrazos. Jongdae levantó una mano y clavo los ojos en los de Junmyeon.- De verdad pensé, te lo juro, ¡no te miento!, que se trataba de la fantasía omega….-

Junmyeon por poco logra olvidar el cuerpo desnudo de Jongdae pero ahora gracias a él y a su gran bocota recordadora de eventos traumáticos la imagen del “aquello” de Jongdae regresó, nítidamente hay que agregar.

-¡NO!.... Y basta de fantasía del omega al o virgen o no se, solo ¡Basta!.- el juego de roles era absurdo y una pérdida de tiempo, ya eran hombres adultos, tal vez el Junmyeon que se fue pasaba por ese tipo de problemas, problemas de cosas que no le gustaban pero se veía forzado a hacer. Fantástico, además de estar casado con Jongdae, Junmyeon estaba casado con un irresponsable, ruidoso y potencialmente abusivo Jongdae.

Jongdae dejo su cuello pero no le quitó la vista de encima.- ¿De verdad estás bien….?....-

Junmyeon tragó.

-Si… te lo juro, solo….- tenia que actuar como Junmyeon, así que con una mano acarició el hombro de Jongdae lo más….reconfortantemente posible, con pequeños círculos hechos con el pulgar y los dedos moviéndose suavemente de arriba abajo a manera de masaje.- solo hay que dormir… estoy muy cansado….-

Era obvio que Jongdae no le creía nada, pero por bien de ambos Junmyeon ignoró el rostro angustiado y dolido del beta para darse la vuelta y volver a su cuarto.

Junmyeon aún tenía un cachorro en brazos, así que lo observó fijamente, analizando su rostro pequeño y ojos enormes. Tenía el pelaje negro profundo azabache, podría perderse en una noche sin estrellas fácilmente. Además su estómago poseía tres aromas, a bebé, a leche y carne y alfa. Era un bebé terrorífico, pero no se lo iba a comentar a nadie….

-al menos una cosa hice bien….- se dijo Junmyeon a sí mismo, suspirando. Había procreado a un pequeño alfa, un tipo de lobo que nunca se había visto en su familia que hasta ese día fue dominada exclusivamente por omegas y algún esporádico beta.-

Miró a su alrededor en busca de alguna manta o cuna… ¿Serian tan pobres que el cachorro dormía en la misma habitación?... no encontró nada con un simple escaneo, pero en un estante cerca del espejo de su recámara había varias fotos enmarcadas, algunas parecían ser de él con Jongdae en algún viaje de vacaciones en la playa, otras eran del niño con las orejas grandes y otras del alfa pequeño.

Kyungsoo aspiró la ropa de Junmyeon nuevamente, en sueños, si antes lucía plácido dormido ente sus manos ahora estaba en otro nivel de comodidad. Junmyeon nunca había visto a un cachorro relajarse así, aunque su padre se lo había contado algunas veces cuando era joven, como Minseok podía estar todo el día llorando en la guardería, pero llegaba su madre y con una pequeña olfateada  o una lamida a su mejilla lo que estuviera molestándolo se desvanecía.

Siempre se lo adjudicó a que su madre tenía un aroma fuerte, característico de las matriarcas, combinado con el aroma de su padre de omega de alcurnia, Minseok debió sentir que estaba en el paraíso.

Pero el…. ¿A qué podría oler Junmyeon? ¿A omega?? Miles en el mundo ¿A omega y beta…? Junmyeon se aguantó la risa.

Dejó al cachorro en el colchón.

Junmyeon caminó a su ropero, abrió el primer cajón de abajo hacia arriba, solo había calcetas, en el segundo había ropa interior y en el tercero varias camisas, tomó una al azar y la puso en su cara, intentó descifrar de quien era la camisa, pero su aroma y el  de Jongdae estaban muy mezclados como para saber.

Lanzó a la cama una muda de ropa al azar, el cachorro se levantó torpe y regordete y camino hasta echarse encima de la ropa doblada, Junmyeon dejó escapar una risita suave cuando el cachorro bostezó.

Se quitó la camisa del pijama, no había cambiado su ropa en todo el día y se sentía asqueroso. Su pecho pálido pareció brillar con la poca luz del foco, la sombra de Junmyeon se reflejó sobre las paredes blancas con alguna mancha ocasional de crayola que no se pudo borrar.

Junmyeon pasó una mano por su torax, inspeccionándolo sin darse cuenta mientras se giraba para tomar la camisa. Iba a mover al cachorro cuando sus dedos rozaron una protuberancia suave pero notoria en su estómago.

Aún estaba cuadrado, su cuerpo estaba bien cuidado y al menos eso podía agradecerle al “otro Junmyeon”, pero el espejo le mostró una cicatriz que definitivamente no estaba ahí antes. Junmyeon se acercó al mueble hasta que pudo apoyar una mano en el borde e inclinarse por sobre la madera, tumbando un par de perfumes y juguetes para cachorros.

Había una cicatriz como de 20 centímetros en su estómago, debajo del ombligo. ¿Cuándo se había hecho eso? ¿Tuvo algún accidente?.... ¿Jongdae…. Tal vez??... tal vez se metieron en alguna pelea que termino mal y Jongdae…. Jongdae lo había lastimado… ¿Era posible?... Ya no lo sabía, pero ahora no podía bajar la guardia nunca.

Era una cicatriz muy delicada, pero burda; la piel estaba rosada y el contorno tenía un tono más oscuro que el de la piel sana. Además las costuras podían verse como pequeñas líneas parecidas a espinas en un cactus. Era casi hipnótica de ver.

Jongdae entro a la habitación, asustando a Junmyeon con el sonido del seguro abriéndose.- ¿Estás bien…?...- preguntó Jongdae levantando la voz apenas para que Junmyeon pudiera escucharlo

Chanyeol estaba ya en cama, la cocina limpia y también la mesa, todas las bebidas en el refrigerador, hasta le respondió los mensajes a Luhan sobre Minseok y como estaba llevando las cosas en su casa. Solo quería dormir y acurrucarse en la esencia de su esposo.... si se podía.

Sintió una pequeña molestia mordiéndole el estómago cuando Junmyeon lo miró y se puso la camisa rápidamente, como si no quisiera que lo viera sin ropa.- ¿Pena….?.- preguntó en un tono de burla que para nada escondía su enojo. Pero eso Junmyeon lo sabía, Jongdae podía adivinar, Junmyeon lo conocía mejor que Jongdae a si mismo…

-Ahmm… annn… no, no, solo tenía un poco de frío y….veía las fotos… sip….-

Junmyeon miró a Jongdae a la cara, luego al cachorro, luego a Jongdae y otra vez al cachorro.- ¿Puedes…ahhmmm… llevarlo a su cuarto?.-

Jongdae lo miró fijamente unos segundos, como en trance, se aceró al cachorro y lo cargó en brazos. Kyungsoo lloró débilmente y movió sus pequeñas patas, incómodo, pero se dejo llevar por Jongdae. Junmyeon los miró salir y con algo más de calma se cambió también la parte baja del pijama.

Se recostó y tapó hasta el mentón.

No escuchaba otra cosa, ni siquiera en habitaciones aledañas. Su cuerpo estaba pesado y cansado, estar en cama le calló terrible a sus articulaciones y cerebro, todo el dolor de correr por kilómetros de esa manera empezó a sentirlo como una ligera comezón en sus talones y antes de que se diera cuenta había un horrible dolor hasta sus rodillas y muñecas.

Acomodó su cuerpo en posición fetal y cerró los ojos. Junmyeon solo quería que ese día terminara al fin, que ese sueño o situación tan aterradora se acabara.. el no sabía como ser padre y mucho menos esposo. Le hacían preguntas que no sabía como responder, ni siquiera tenía el consuelo de saber cuando lo echaba todo a perder, solo lo hacía y se merecía el desprecio de todos, hasta de su hermano.

….¿¡Y quien demonios eran Luhan??!!! ¡¿Cuándo entro a escena?!!!!....

Tenía tantas preguntas y todo dolía… apretó los párpados y deseo con todas sus fuerzas finalmente dormirse.

Jongdae lo encontró abarcando un muy pequeño espacio de la cama, normalmente Junmyeon se llevaba todas las cobijas y Jongdae tenía que luchar por un pequeño espacio para poder dormir. Observó a su pareja por unos instantes desde el marco de la puerta, solo para recordar la última vez que lo había visto así, tan…. Desprotegido.

Era un camarón a la deriva, un angustiado, cansado y diminuto camarón en una sopa hirviendo. Eso sentía Jongdae.

Pero… no valía la pena llorar sobre la leche derramada. Jongdae se quitó la camisa y se metió bajo las sábanas, se acercó a Junmyeon. En su cansancio Junmyeon no dijo nada, Jongdae lo abrazó, una mano encima de su cadera, otra debajo de su cabeza, como una especie de almohada.

El cuerpo de Junmyeon se puso lazo apenas la esencia de Jongdae entró a la nariz de Junmyeon. Junmyeon estiró las piernas y los brazos, acercándose a Jongdae tanto como era posible.

Jongdae cerró los ojos también, apenas se movió para apagar la luz en su mesa de noche. Este era su pareja, su Junmyeon… todo estaría bien porque encajaban perfectamente y mientras siguiera siendo así, Jongdae no tenía motivos para dudar de nada.

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Lunes por la mañana, una fresca y ruidosa mañana. Esta vez Junmyeon no fue despertado por el cantar de las aves o los sonidos fuera de su habitación. Jongdae puso una mano en su costado y lentamente fue subiendo hasta que los dedos rozaron en la zona de las costillas, peligrosamente cerca de su axila.

-Myeon… Myeon, despierta. Tengo que ir a bañarme, anda, suelta mi mano….-

Junmyeon no quería moverse, no quería hacer nada. Sin embargo, se asió con más fuerza al brazo de Jongdae e incluso respondió a los besos lentos y perezosos matutinos que le dieron, no importaba si su cuerpo se movía por si solo.

Entre la neblina de un cerebro que despierta, Junmyeon registró que esos besos se sentían bien, era como ser masajeado por un buen vino del que puede tomar pequeños sorbos, pero también sentir el calor abrazante del alcohol contra su boca y en las encías. Quería más de eso, de la sensación… porque era adictiva.

Jongdae no se negó a los brazos de Junmyeon atrapándolo por el cuello, ni a cuando lo giraron de tal forma que quedó encima de su pareja presionando su cuerpo con el propio. Sentía el ritmo de la respiración de Junmyeon en su pecho, el cuerpo caliente por acabar de despertar y encima de todo su boca y labios que se movían lánguidos, como rogando en silencio que Jongdae respondiera.

Y el lo hizo, más ávidamente, reconociendo la sensación del vino que tanto Junmyeon le había dicho antes. Solo que Junmyeon sabía diferente, el no quemaba como alcohol, el se sentía terso, como agua fresca con rebanadas de lima, un sabor único que llegaba hasta su garganta.

Iba a llegar tarde al trabajo si no se zafaba de Junmyeon, por no mencionar que pequeño Jongdae estaba recibiendo más sangre de la necesaria.

-Ya… debo irme, te lo recompenso en la noche ¿Está bien?...- dijo Jongdae cuando finalmente se pudo separar, con el cabello por los aires y los labio un poco inflamados, rojos y bien humectados, cosquilleaban por el masaje constante, su único consuelo es que Junmyeon estaba en la misma situación, sino fuera poco peor porque la camisa del pijama se había levantado hasta por encima del ombligo y la zona estaba roja por los brazos de Jongdae.

-ño….- renegó Junmyeon en voz suave y aliento cálido, retorciéndose bajo Jongdae para poder jalarlo nuevamente contra él.

Ughhh…. Jongdae Se moría por besar el ombligo y vientre de Junmyeon, su esposo se ponía más sensual con los años. Estaba medio dormido, complaciente, tibio como el sol de la mañana, era la situación perfecta para un poco de o matutino.

-Appaaaa!!!!!!

Jongdae se enderezó rápidamente y el cuello termino doliéndole. “ouch”, dijo en voz baja, miró a Junmyeon solo para revisar que siguiera dormido.

Claro que seguía dormido, era Junmyeon, a él nunca lo despertaba nada por completo. Jongdae le dio un pequeño beso en los labios antes de levantarse y caminar hasta la puerta de entrada, donde ya había un pequeño lobo arañando con sus patitas.

-Ya, ya…. Ya puedes pasar, todo tuyo, Soo…-

Al verlo, el cachorro movió la cola alegremente antes de pegar carrera y hacer esfuerzos para subir a la cama de sus padres. Jongdae iba a ayudarlo como todas las mañanas en que Kyungsoo intenta pero sus patas son demasiado cortas para levantarlo, pero en uno de esos brincos Kyungsoo logró morder un pedazo de cobija y empujarse lo suficiente, lentamente subió hasta estar encima del estómago descobijado de Junmyeon, mordisquear un poco la piel y seguir durmiendo.

-unnghhh….- Junmyeon no se movió, aunque sintió los pequeños colmillos solo puso una mano encima del cachorro y siguió durmiendo.

Jongdae cerró la puerta luego de darles un último vistazo a ese par, optando por bañarse en el baño de los niños.

Chanyeol estaba en la cocina y solo le faltó un vistazo para saber cual era el motivo de su grito.

-¿Volvió a descomponerse?....- Jongdae preguntó, acercándose al bowl de arroz totalmente quemado que estaba dentro de la arrocera. Era de esperarse, llevaban años con esa cosa vieja, que ya de por si estaba usada cuando la compraron…. Iba a terminar así de una manera u otra.

Jongdae miró a su hijo, aún con el gesto asustado de haber visto salir de la maquina una pequeña humareda, sonrió y acarició la suave cabeza de su muchacho para influirle confort.

-Hey, no te preocupes, compraremos una nueva. Estarás haciendo tu arroz frito en poco tiempo….-

-Y-yo… no se que pasó. Estaba bien ayer y antier y la semana pasada…..- Tenia 13 años y sabía que no era NUNCA bueno que una arrocera arrojara el arroz quemado a los 15 minutos y mucho menos que sacara humo, su joven corazón aún estaba asustado.

Jongdae puso el brazo alrededor de los hombros de su hijo y plantó un beso en su frente, quitándole de paso unos pequeños arroces pegado en la piel de cuando terminó de lavarlo y se quitó el cabello de la cara.

-Ya estaba vieja…- fue lo único que dijo pero pareció calmar a Chanyeol, no solo que no lo culparan, también el aroma a calma y aceptación que su padre irradiaba. Se quedó abrazándolo un poco más, apretando con sus manitas la camisa de algodón sin mangas de Jongdae.

Luego de un rato tiraron el contenido de la arrocera a la basura junto con la arrocera. Eso le quitó a Jongdae algunos minutos para arreglarse pero nada que un buen baño express no pudiera arreglar.

Se metió de entrada y salida a la regadera, medio lavó su cabello ya que estaba ahí.

Como fuera, el se sentía muy repuesto y fresco al terminar de secarse, aunque la mitad de su cuerpo no tocó el agua el estaba listo para salir a trabajar.

Chanyeol le preparo el café y cuando se sentó a la mesa ya estaba él también sentado con un plato de cereal y mucha leche para que se aguadara pronto. Jongdae no sabía porque su hijo prefería así su desayuno.

Miró exactamente 10 minutos de noticias antes de levantarse, tomar su portafolio, su tarjeta para el metro, un gafete colgado a la entrada y ponerse los zapatos.

-¿Jongdae?....¿A dónde vas?....-

Estaba terminando de anudar sus agujetas cuando la voz de Junmyeon hizo que volteara. Se veía cansado e hinchado por el reciente sueño, Kyungsoo estaba en sus manos y Chanyeol tenía la cabeza apoyada en su hombro, sin necesidad de levantarse de puntitas.

Valla, en verdad esos niños crecían rápido.

-A la oficina…- respondió sin darle mucha importancia aunque era una pregunta extraña. Junmyeon ya sabía que trabajaba de nueve a cinco en S.M. Exportaciones…-

-¿A…qué horas vuelves?....-

Jongdae se detuvo en seco, miró a su esposo a la cara y luego a sus hijos, tomándose el tiempo para revisar la situación.

¿En serio no estaban con la fantasía del omega virgen o ….el acostón de una noche?.... porque eso sonaba mucho a algo que Suho diría en esas circunstancias.

Pero al enfocar la cara de su pareja viéndolo con tremenda seriedad, Jongdae se limitó a tragar y luego mirar a sus pies fingiendo que revisaba que sus zapatos no tuvieran manchas.

-Como a las cinco y media, tal vez a las seis… - Jongdae sentía que había algo fuera de lugar en su esposo, desde ayer, desde que despertó. Además, su lobo estaba algo inquieto, lo sentía punzando en el pecho como alertándolo de algo….

Jongdae dejo el portafolio a un lado y se acercó esos tres pasos que lo separaban de Junmyeon para acariciar su mejilla. No paso por alto el pequeño brinco asustadizo en la piel de Junmyeon, pero de nueva cuenta, no mencionó nada.

-¿Algo te preocupa?...-

Junmyeon abrió la boca, sus labios se abrieron lentamente pero no dijo nada, su pequeña boca volvió a cerrarse.

-No…. Solo quería decirte que tengas un buen día.-

Jongdae volvió a sonreír y se quedó quieto, muy quieto porque era temprano, lo estaban despidiendo para irse a trabajar y eso solo podía significar una cosa.

¿Dónde estaba su beso?

Junmyeon lo miró por buenos treinta segundos en que Jongdae cerró los ojos y luego los volvió a abrir y hasta paró la boca y los labios.

Tonto…tonto… tonto Junmyeon.

Sino fuera por el cachorro en sus manos se habría dado un golpe en la cabeza con su propia palma. Junmyeon podía hacerlo, era solo un beso y si eso que pasó hace una hora no había sido un sueño bizarro…entonces su predisposición y destreza para besarlo estaban más que listas para la acción.

¡SMACK!

Jongdae se quedó con la cara a un lado, mirando a la pared. Chanyeol abrió los ojos al igual que Junmyeon, pero Kyungsoo siguió durmiendo.

Y la mano de Junmyeon, estirada hacia el lado en que había golpeado a Jongdae.

-¡Que tengas un buen día!....- Junmyeon empujó a Jongdae hasta tenerlo frente a la puerta, la abrió suavemente aunque estaba seguro debía pesar unos 20 kilos y echó a su “esposo” fuera de la casa antes de que tuviera tiempo de contestarle o hacerle preguntas que no podía responderle.

Cuando cerró la puerta escuchó un “Tu también…ten un buen día….”. Junmyeon se apoyó en ella y resbaló lentamente. El corazón acelerado y cien preguntas exactas en su cabeza que giraba, estaba mareado y un poco aturdido por el pequeño golpe de adrenalina.

No sabía porque había hecho eso pero le recordaba mucho a cuando estaba en la…preparatoria…. Con Jongdae….

Levantó la vista, el pequeño omega, Chanyeol… su hijo, lo miraba con una ceja levantada, a punto de hacer una pregunta, pero Junmyeon no podía lidiar con nada de eso en ese instante.

-¡Arréglate para la escuela!.... – miró al cachorro.- ¡Ayuda  a tu hermano a arreglarse también…!- le entregó a Kyungsoo con cuidado y caminó de regreso a su habitación, cerrando la puerta tras el y poniendo el seguro con toda la suavidad de sus dedos.

Estaba cansado y maltrecho y su corazón seguía nervioso por las cosas que le pedían todos.

El no sabía nada de nada, solo quería volver a casa.

Tal vez era una prueba del destino, para hacerle ver que no era tan malo quedar con lobos que su madre eligiera por él. No tenía que ser tan orgulloso, tenía que aceptar las cosas como llegaran, tenía que ser agradecido por lo que sus padres habían hecho por el…

Si, eso tenía lógica.

Es solo una lección del destino que Junmyeon le tiene que bajar dos rayitas a todo su asunto de no aceptar nada de lo que su madre le ofrece.

Juntó las manos frente a él en señal de rezo.

-Juro no volver a poner un pero, nunca, jamás volveré a decirle no a mi madre. Seré un mejor hijo, es una promesa desde el fondo de mi corazón.- susurró Junmyeon con todas su fuerzas y la convicción de lo que hacía. Su alma entera estaba puesta en esa promesa.

Abrió los ojos….

Nada pasó.

-¡Papá, ya estamos listos!...-

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Hola Yeol, soo, luhan, minseok y dae! <3