CAPÍTULO 15 

 Random Music 

El ambiente es como un sueño con el aroma de las pesadillas que nos dejan agobiados de pensamientos y recuerdos, demasiadas imágenes en la cabeza. El aire tiene una sensación a gas para cocina y la frescura inusual de la madrugada, ni siquiera la noche es tan fría como la hora del día que comienza.

Junmyeon apenas siente sus brazos y los ojos le duelen, las cuencas oculares parecen a punto de estallarle, aunque la sensación es incómoda no es ajena, siempre que termina su celo se siente así, como si hubiera dormido dentro de un auto con un tubo directo al escape. De la cocina salen ruidos que le cuesta reconocer, parece que alguien está usando el fregadero, con el vapor del celo disipándose, Junmyeon recuerda que debe ser Jongdae.

-Jongdae… ¿Estás ahí?- pregunta solo para no encontrarse con un ladrón que pasó a prepararse un café o lavar sus trastes.

Por suerte es Jongdae, asoma la cabeza y mira a Junmyeon.

-Luces como si acabaras de despertar de un coma..-.

-Si, siempre es así… que bueno que a ti no te pasa…-

Jongdae levanta los hombros, ciertamente no tiene idea de cómo se sienta, aunque el también terminó adolorido de algunas zonas, no se puede comparar a la incomodidad de Junmyeon.

Es la primera vez que puede compartir algo tan…único…. Con alguien.

Cuando se acerca a Junmyeon tiene una taza de café en las manos, solo para el. Junmyeon la toma sin dudar y da un pequeño sorbo.-¿Cómo te sientes??...-pregunta con seriedad, y no es para más, necesita la verdad.- ¿Quieres que te traiga una pastilla?...-

-No.- lo mira de reojo.- pero me ayudaría si te acuestas otra vez…-

-¿cómo eso va a ayudarte??

-¿Cómo podría no ayudarme?...-

Bien, Jongdae puede pensar en cientos de formas como no lo podría ayudar, pero antes de vocalizarlas observa la mordida fresca en el cuello de Junmyeon. Es el equivalente a ver la peor travesura de tu vida ser descubierta por tus padres, porque en ese momento, a corta edad, te das cuentas que estas impotente y no tienes a donde huir, y aunque es pequeño y sencillo, por un instante el mundo entero se detiene en tu cabeza y el cuerpo se llena de pánico.

Así bien, Jongdae se llenó de pánico, pero su cuerpo no respondió de la misma manera.

-¿Por qué estás tan nervioso??... – pregunta su nueva pareja sin verlo a la cara porque está reacomodando las sábanas en su cuerpo desnudo y adolorido, tiene muchos moretones y rasguños de las patas de Jongdae.-

Jongdae hace gestos extraños con la mano, señalándose el cuello y moviendo la boca, pero sin decir o hacer nada en específico, Junmyeon lo mira dudoso hasta que se toca el cuello.

Eso ardió… definitivamente, no es inteligente tocarse una herida fresca con la mano sucia (pecadoramente sucia), Junmyeon siseo mientras se quitaba la mano y miraba gotas de sangre manchando la yema de sus dedos.- ¿Se abrió la herida??...-

Jongdae aprovechó que Junmyeon intentaba tocarse la herida “suavemente” para sentarse junto a el.-  Pensé que estarías…histérico cuando despertaras y vieras mis dientes en tu cuello…-

Quiere sonar casual, pero la voz no le sale tan cool, en vez de eso mira a Junmyeon y Junmyeon lo mira a él, en una pequeña plática sin voces.

-Si fue muy apresurado…- Junmyeon sabe que solo está diciendo lo obvio, pero de eso a quedarse sin hablar y pensar demasiado en lo que tiene en el cuello, prefiere hablar.- pero no se siente…nada…-

Jongdae hizo un puchero. ¿Cómo que nada? Acababan de enlazar sus vidas hasta la muerte, ¿¿Como eso iba a ser nada??

-¡Me refiero!!..- interrumpió Junmyeon, agitando los pensamientos de Jongdae.- a que no se siente nada malo. Me siento igual que antes…. Me siento bien…¿Y tu?...-

Jongdae sabía que esa pregunta en específico era muy extraña, porque las personas que no les interesa saber como estás son las primeras en preguntar como estas. Pero esta vez comprendía, y sabía que era la marca en el cuello de Junmyeon, que su ahora pareja no lo decía porque no le interesara, de verdad quería saber.

Era insólito y emocionante comprender tanto de Jumyeon tan… abruptamente.

-Es parecido a antes, ahora como que si te creo cuando haces tus preguntas extrañas…-

Junmyeon se le quedó viendo a la cara unos segundos, y mostró una pequeña sonrisa en su pequeña boca. Se levantó de cama, cojeando un poco y entró al baño para tomar una larga ducha.

Jongdae lo miró hasta que cerró la puerta y entonces reparó la hora. 8:20 de la mañana, no era muy temprano, pero el sol apenas había salido.

Era un nuevo día… el primero de su nueva vida.

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Junmyeon no pensó mucho en lo que acababa de pasar, pero sabía que sus maestros olían su marca, lo trataban de manera diferente, más cortante y buscando formas de no quedarse a solas con el. Era extraño, pero no lo afectaba directamente así que los dejó ser.

La mordida cicatrizaba lentamente, pero era consistente, a las dos semanas ya no había sangre ni moretón alrededor. Era algo bueno malo porque Junmyeon había decidido que iría a ver a su madre en cuanto su mordida sanara.

Con las clases finalizadas el y Jongdae encontraron una semana para reponer sueño y en general estar juntos. Salían más y podían estar en la biblioteca de la universidad haciendo juegos estúpidos para adivinar que estaba leyendo el otro en base a su aroma y al canal entre los lobos. El instinto es un idioma que no manejan como los lobos, traducirlo era una odisea, pero a ellos les divertía y no había nadie que juzgara su conducta infantil.

Y todo parecía bien.

-No puedo hacerlo….-

No podía hacerlo.

Jongdae se detuvo, estaban fuera del dormitorio de betas, casi abandonado con excepción de los que debían materias y tenían que presentar exámenes o tomar clases de invierno. Entre toda esa falta de gente, Jongdae sintió que le iban a dejar caer una bomba.

-No puedo decirle, ¡Se va a alterar y…y..!...-

Jongdae lo cubrió con su cuerpo antes que dijera otra palabra, Junmyeon siguió hablando apretado a la ropa de Jongdae, de todo lo que su madre iba a decir cuando lo viera llegar a casa con un beta.

Su pareja lo dejó, e ignoró lo que decía.

-¿Y si primero intentamos con tu hermano??...-

-¿Minseok Hyung?...-

-¿Tienes algún otro hermano?... ¡Auch!!!...-

Junmyeon soltó la oreja que le había apretado ¿Y si le dijera primero a su hyung?....parecía una buena idea, aunque se pusiera histérico no era probable que lo corriera de su casa o que le dijera a  madre, es su hermano mayor después de todo, hay un código de hermanos que se debe seguir. ¡Hay reglas en esta sociedad!!!

Acarició la oreja de Jongdae a modo de disculpa, aunque no lo veía.- primero digámosle a hyung, el podría ayudarnos a encontrar una manera de decirle a madre…-

-Toma, puedes usar esto si quieres…-

Jongdae le ofrecía un parche de calor.- ¿Un parche? ¿para que?...-

-¿No sabes de la “moda” de hoy en día??-levantó un par de deditos, haciendo énfasis.- Salió en todos lados, hasta tu amado twitter se inundó con fotos de parches. – levantó el paquetito a la altura de su cara y lo miró por encima.- Ponte esto en la mordida y tapará el olor, es por lo químicos que generan calor, algo tienen que absorben aromas.-

Junmyeon no preguntó porque Jongdae tenía ese parche. Abrió el envoltorio, de un lado tenía una gelatina roja y del otro estaba forrado con tela blanca. Miró a Jongdae a los ojos antes de ponérselo, lo primero que sintió fue el frio del gel pegándose a su piel.

El calor se expandió poco a poco por el parche y luego a la piel de Junmyeon. No sentía que ardía, aunque el calor que producía era muy fuerte.

-¿Y bien…?...-

Jongdae lo miraba seriamente, poniendo a Junmyeon nervioso sin querer. El se apoyó discretamente contra la mesa de Jongdae, aunque le sostenía la mirada no sabía porque estaba tan nervioso. Tomó su hombro y apretó tanto que empezó a pellizcarlo y pese a que Junmyeon se quejó, Jongdae no se detuvo hasta llevarse el parche entre los dedos.

-Eso no va a funcionar…-

Junmyeon le echó la peor mirada despectiva que pudo luego de checarse el hombro, tenía una mancha roja del enorme pellizco de mano entera propinado por Jongdae.

Sospechaba que algo sí pasaría, no le quedo de otra más que suspirar y bajar el rostro, sintiéndose cansado. No había salida a su dilema, entre la paz que le traía ser pareja de Jongdae hasta todo lo malo que podía pasarle cuando su madre se enterara. No había escogido a un alfa como se suponía, sino a un beta que estudiaba contaduría, era más joven y cuyos padres eran dueños de su propia tienda de recuerditos.

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Para quienes no lo conocían Minseok podía ser una persona incomprensible, frívola, inalcanzable, fría, incluso despectiva, pero Junmyeon lo conocía y podía darse el lujo de decir cuáles características eran verdad y cuales una falacia.

Entró solo a las oficinas, temprano en la mañana cuando su hermano tenía menos trabajo acumulado y sus posibilidades de encontrarse con madre eran básicamente nulas. Jongdae lo miro a través del vidrio de la entrada y le hizo un corazoncito con el pulgar y el índice, para que fuera con extra valor.

Junmyeon asintió y empezó su tortuoso camino hacia el elevador, podría alargar el momento en que viera a su hermano yendo por las escaleras, pero no tenía tantos deseos de caminar más de 20 pisos.

Entró al elevador y esperó en silencio, intentando respirar con normalidad, era un alivio cuando una persona subía porque le daba más tiempo, a veces eran muchas personas, algunas lo reconocían y lo saludaban, Junmyeon devolvía el saludo para no ser irrespetuoso, pero no tenía cabeza en esos momentos para pensar en los demás. Quería terminar con el asunto rápidamente, decirle, irse y dejar que lo digiriera un par de semanas, meses de ser necesario…

Cuando observó otra vez los números del elevador estaban casi por llegar al piso 29, le alcanzó el tiempo y respiró una sola vez, largo y tendido, sin dañarse los pulmones para regresarse a la realidad.

Las puertas se abrieron, no estaba la secretaria de Minseok, el recibidor estaba solo, cruzó en silencio, acompañado por el sonido de sus zapatos y la luz del sol reflejándose en el lujoso piso. Iba a tocar, tenía los nudillos a dos centímetros de impactarse contra la enorme puerta de la oficina de su hermano mayor, pero a último segundo bajo la mano.

No podía hacerlo….

Se quedó de pie, muy nervioso para tocar o para darse la vuelta, aunque el deseo de correr se intensificaba.

Sus pantalones vibraron.

De: Minseok Hyung

Se que estás ahí.iiiii…

¿Por qué no pasas??

De: Minseok Hyung

Hasta acá se huele tu miedo, ¿Qué te pasa??!!!

Apenas terminó de leer y las puertas se abrieron, descubriendo a un radiante hyung envuelto en su traje de oficina, siempre pulcro y oscuro. Su figura era tan magnífica, no sobresalía por encima de otros lobos, pero en definitiva era un lobo de aroma extravagante e intenso que merecía el respeto de todos.

Junmyeon lo respetaba.

-¡¡Pásate!! Madre no me dijo que habías regresado de la Universidad….-

La mano grande y poderosa de su hyung lo jalo dentro de la oficina, ahí la luz del sol era más fuerte y estaba más decorado que el recibidor. Un par de sillones rodeaban la oficina, varios estantes llenos de libros, algunas pocas fotos y el título universitario de su hermano enmarcado y colgado justo detrás de su escritorio.

Fue jalado hasta uno de los sillones, mientras su hermano llamaba a su secretaria y le pedía una taza de café y un te para su hermanito “porque no tiene que desvelarse por ahora”.

Junmyeon agradeció en voz baja haberse puesto otro parche de calor (aunque se ganó otro pellizco por parte de Jongdae). Estando frente a su hyung todo el temor volvía, si hubiera olido la mordida Junmyeon se habría orinado en los pantalones.

-¿Cuántos días de vacaciones te dieron??.-

Se quedó viendo a su hermano mientras llevaba las dos pequeñas tazas hasta su escritorio para acomodar el azúcar y la leche, a Minseok le gustaba el café negro y bien cargado, crema y poca azúcar, a Junmyeon le gustaban las bebidas más ligeras, mucha azúcar y poca o nada de crema o leche. 

-¿Junmyeon?...

-¡Ah..?!... ¿Qué decías?...-

Minseok levantó una ceja.- Pregunté cuantos días de vacaciones te dieron.-

Junmyeon tomo un pequeño sorbo de te, quemándose la lengua casi sin notarlo.- Un mes y medio, tengo que volver para empezar con mi tesis, pero…tomaré este tiempo para descansar…-

Minseok también tomó de su taza, sin quitarle la vista a su hermanito, apoyó el costado sobre el respaldo del sillón, también subió la pierna, estaba cerca de Junmyeon, podía sentir no solo su temor sino su falta de concentración.

-Ya dime la verdad. ¿Qué te pasa..?...-

De los muchos adjetivos que la gente creía definían a su hermano, “directo” era el único cierto.

-Tengo algo que decirte…- no valía la pena seguir yéndose con rodeos y miradas temerosas.- estoy viendo a alguien…-

Minseok bajó la taza, dejándola sobre la mesa. No dijo nada por unos segundos, se sentó correctamente en el sillón. - bueno… ¿y? …

-¿No estás ….sorprendido?...-

Minseok lo miro con una ceja arriba, una ceja con bastante personalidad, Junmyeon podía leerlo con solo mover esa parte de su cara.

-No….todavía…- aclaró, antes de que Junmyeon pudiera relajarse por completo.- no me has dicho nada, solo que estás viendo a alguien…-sus ojos se abrieron, finalmente soltando su imaginación para hacerle ver los peores cuadros posibles.- ¿¡Estás mordido?!!..-

Tomo de los hombros a su hermanito, sacándole un pequeño “hump!” de la impresión.- n-no…- alcanzó a decir Junmyeon entre toda la sorpresa.-

Minseok lo soltó, dándose unos segundos para sonreír aliviado.- ¿Y entonces por qué esa cara de espanto?? ¿Qué importa si estás saliendo con alguien?? Diviértete, eres joven, conoce gente...-

Entonces le guiñó el ojo y Junmyeon tuvo un pequeño flashback de todo lo que ya había conocido y el lobo de Jongdae encima de él…escenas que no quería recordar al hablar con su hermano…. La punzada del remordimiento también vino con las imágenes. Acababa de mentir…. En grande… lo único que podía rescatar es que tenía una idea de como reaccionaría su hermano cuando le dijera.

-Es un amigo mio…-

Minseok volvió a su café, disfrutándolo mientras escuchaba.- ¿Cómo se llama?.-

-Jongdae….es…- aspirar, exhalar. En eso se enfocó antes de volver a abrir la boca.- es un beta, lo conocí en los dormitorios…-

-Nunca imagine que harías amistad con un beta, con todos tus prejuicios y eso..-

-¿¡Cuáles prejuicios?!!... –

Minseok se rio de buena gana de la cara incrédula de Junmyeon.- Los que tienen el placer de conocerte se dan cuenta de lo que piensas de los betas como a los tres minutos. Y mírate ahora, hasta estas saliendo con uno, la universidad si te volvió loco, estás desbocado, myeonnie…-

Junmyeon rio, tapándose la boca con una mano, sabía que lucía poco agraciado cuando reía, pero con Minseok no importaba.

-No es un beta como los demás, Hyung… Deberías conocerlo, así sabrías de que hablo…-

-¿Estás seguro?? ¿No sería muy… - Minseok hizo una pausa. No sabía como llegar al punto sin sonar demasiado impolítico.- … incómodo para el??? –

Junmyeon negó haciendo bailar su cabello.- Estará feliz. Es un beta…especial…-

La mirada de Junmyeon se volvió cálida y expresiva como si tuviera al beta frente a él. Minseok no sabía que significaba ese cambio, sin embargo, llegó a comprender su importancia. El beta y su hermano, lo que tenían era serio.

Tal vez no sería incómodo para “Jongdae”, pero si para Minseok, tener que presentarse como el hermano de Junmyeon haría creer al beta que su “relación” estaba yendo a algún lado, Minseok creía que Junmyeon tenía más tacto, pero…

-Está bien… Si insistes…-

Tanto como insistir, de eso no estaba seguro Junmyeon, pero le sonrió a su hermano.- te caerá bien. De hecho me está esperando en el primer piso.-

-¿Por qué no lo trajiste contigo?...-

Junmyeon se le quedó viendo, con ojos curiosos y grandes.- eh…..es que tiene pena. ¿Ti-tienes algo que hacer en la tarde?...- a veces Junmyeon solo quería morderse la lengua para evitar decir cosas extrañas. A veces se ponía nervioso de la nada….-

Por suerte su hermano negó, dando otro largo sorbo a su taza de café se levantó del sillón y camino a la salida para sacar la cabeza y preguntarle en voz baja a su secretaria si tenía algún pendiente para la hora de salida de los demás empleados, normalmente Minseok se quedaba para llenar papeles o archivar documentos.

-Estoy libre.-

-Entonces vendré por ti a esa hora, así te lo puedo presentar…-

Junmyeon se levantó y caminó a la salida, hasta estar al lado de su hermano, a unos pasos de las puertas de la oficina. Observó a su hyung a la cara por un pequeño instante, sintiendo muchas dudas subir por su piel y llenar su cabeza, algo que la sonrisa calmada y el gesto de confianza de Minseok hyung no podían cambiar.

Le dio un corto abrazo a su hermano y salió de su oficina, sin voltear una sola vez, pero sabía que Minseok lo miraba caminar hasta estar frente al elevador. Junmyeon se quedó quieto durante el tiempo que le tomo finalmente abrir sus puertas.

No se volteó.

Hasta que estuvo dentro y le dijo adiós con la mano, fingiendo una sonrisa tranquila.

Misneok no era tonto y su olfato no era malo, sabía que algo tenía nervioso, casi aterrado a su hermanito, pero le iba a dar la oportunidad de decírselo de frente cuando estuviera listo.

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-¿¡Cómo que no le dijiste?!...-

Las noticias sorpresivas no son la especialidad de Jongdae, literalmente no sabe cómo manejarlas. A veces solo mira la cara de Junmyeon esperando que le diga que todo fue una broma y otras, como esta, se pone nervioso y mueve mucho los brazos y no puede bajar el tono de su voz.

Se acarició la sien, sin quitarle los ojos de encima a su beta, que estaba entrando a otro de esos niveles de aceptación estilo Jongdae; quedarse quieto y mirar a la nada mientras casi puedes ver los pensamientos pasar por su cabeza.

-Me quedé de piedra…- dijo Junmyeon, Jongdae fijó los ojos en el, la pose se relajó, pero solo un poco .-me agarró de los hombros y… si hubieras visto su gesto, Jongdae, estaba tan nervioso…-

Cubrió su rostro con las manos, intentando calmarse y contrarrestar el frio en sus mejillas. La había cagado en grande y ahora no solo tenía el problema de la mordida sino también de haber engañado a su hyung…- ¿Ahora que le voy a decir?...-

-¿La verdad??...-

-No, esa es una terrible idea…-

Jongdae le quitó las manos de la cara a la fuerza.- ahora escucha. Somos pareja, tus problemas son mis problemas, si la jodiste entonces yo también. Pero no hay otro camino además de decirle…-

-Si le digo ahora se pondrá mal. Tal vez si ocultamos la marca y le decimos luego de un tiempo cuando…… se lleven mejor..- no sabía bien a donde iba a llegar su plan, no porque dudara que Jongdae tuviera la capacidad de caerle bien a todo ser humano y lobo en el planeta (porque la tenía, eso no se cuestionaba), sino porque jamás había visto que su hermano tuviera una relación cercana con alguien, tenía amigos, pero nunca se veía que rieran hasta tener ganas de vomitar o fueran al cine o salieran a algún club, cosas que Jongdae amaba hacer y que de alguna forma le había enseñado a disfrutar.

Eran dos seres muy diferentes, únicos a su manera, a ambos los respetaba mucho….

-¿No será peor que le digas luego de semanas o meses?? ¿No se sentiría como un tonto?...- preguntó Jongdae. Junmyeon no notó el brillo de preocupación y tristeza en el joven rostro del beta.-

-¿Por qué lo dices?....-

-Si en verdad te cree que no estas mordido y piensa que soy tu “amigo” nada más… ¿No te sentirías tu también engañado?? Es tu hermano y dices que son muy cercanos, yo me sentiría así… como un tonto por tragarme tus mentiras…-

Junmyeon se cruzó de brazos y se apoyó en el respaldo.- ¿Cuándo te volviste tan empático?...-

-Siempre he sido asi, pero tu enorme barrera anti betas no te deja ver…- Jongdae levantó los brazos y fingió estar detrás de una enorme pared invisible, Junmyeon arrugó la nariz, aunque se le escapó una sonrisa.

En medio del restaurante familiar donde se habían ocultado para tomar agua y en general hablar de lo mal que había salido todo, Junmyeon tenía cierta libertad para reir, olvidando un instante el aprieto en que se había metido.

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Junmyeon no puede creer lo que ven sus ojos….

-Ok, ahora imagina. Está este pequeño Junmyeon que no quiere ir a clases, es listo, tiene 7 años, está en la edad donde no importa nada, podría morir por un juguete. Tiene su pequeño uniforme, su mochila lista en su espalda y yo estoy a su lado, tengo que llevarlo a la escuela y el no quiere ir, se le ve en la cara amargada…- Minseok toma un sorbo de cerveza, sin dejar de ver la cara de Jongdae.- estamos a dos malditas calles de llegar su escuela cuando me suelta la mano…  ¡Pam!...- suena agresivo cuando Minseok hyung recrea el sonido con la boca, Junmyeon no recuerda haberlo golpeado tan fuerte.- y grita “¡TU ME QUIERES MATAAAR!!”-

Jongdae suelta un grito agudo de alegría y se combina con las risas de Minseok, Junmyeon siente la cara caliente, está hirviendo, no tiene salvación, va a morir de vergüenza en ese restaurante/bar donde tuvieron la mala suerte de meterse a comer.

-¡¡Se tiró al piso!!...- es terrible que su hermano mayor tenga una memoria fotográfica de cada situación vergonzosa que, convenientemente, Junmyeon era muy joven para recordar.- y se quitó los zapatos! Tuve que correr detrás del pequeño desgraciado, pero ya me llevaba un buen tramo…-

Hablar de como Junmyeon estaba un poco loco cuando era niño es una de las actividades preferidas de Minseok, le dan mucha sed también, levanta su tarro casi vacío y lo señala, mirando a uno de los camareros, el muchacho asiente y se acerca con una jarra de cerveza para rellenarlo.- ¿Quieres más, Jongdae??.-

¿Jongdae??? ¿¿Ya tan pronto?? Junmyeon no podía creer su suerte, y no podía porque no se decidía si era buena o mala.

Jongdae casi niega pero una mirada de Minseok le bastó para asentir con una enorme sonrisa gatuna en su rostro cuadrado y hermoso.

-Myeonni no puede porque hoy le toca ser el conductor designado...- comenta Minseok, antes de empinarse el tarro, al mismo tiempo que Jongdae…- ¡Oh!! Y tengo otra, mucho mejor! Una vez fuimos a un restaurante, Junmyeon pidió un refresco y, bien mini tacaño, se negó a darle un sorbo a nuestra madre…-

Junmyeon tenía que irse de ahí, había escuchado esa historia muchas veces cuando combinaba a Minseok y fiestas familiares…. No iba a escuchar por décima vez algo que aún le ponía la cara roja…

Apenas llegó a las puertas del baño y escucho la estridente risa de ambos inundar todo el bar. Se miró en el espejo, era un lugar amplio, el azulejo era blanco y no olía mal, para ser el baño de un bar era más de lo que esperaba.

Debía ver el sentido práctico de todo, (hasta de las mil historias bochornosas que tenía Minseok para contar) y ese era que su pareja y su hermano estaban llevándose de maravilla….

Maldita sea…

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La noche termino a las 2 de la mañana, Junmyeon estaba listo para decirle adiós a esa serie de eventos… afortunados pero deshonrosos. Los tres caminaron lentamente hasta el estacionamiento, el ambiente era fresco y espabiló un poco a Jongdae y a Minseok, no mucho, pero lo suficiente para que caminaran derechos hacia el carro y se pusieran cada uno el cinturón de seguridad.

-¡Tengo una idea!!- gritó Minseok, sobresaltando a los otros dos.

Junmyeon se volteó desde el asiento del piloto para ver a su hyung, Jongdae dijo “huumm!!”…

-Deberían dormir en mi apartamento esta noche….- cerró los ojos, por 15 largos segundos, ¿Estaba dormido? Junmyeon casi lo toca cuando su hyung abre los ojos, dispares pero parecen enfocarlo en la semipenumbra.- Kris no esta y tengo una habitación extra… Así Jongdae no tiene que volver a la universidad…-

-Hyuuuung…- exclamó Jongdae, medio gimiendo, medio agradeciendo, en ese estado para Jongdae era lo mismo.-

A Junmyeon se le frunció el ceño sin querer. ¿Hyung? ¿Cuándo pasó eso?? Solo se les separó como 10 minutos cuando fue al baño!!!..- Es una excelente idea, ya escuchaste, Myeonnie…- Minseok volvió a  pausarse en el tiempo.- llévanos a mi departamento…-

Junmyeon tragó saliva, apretó el volante entre sus dedos y giró la llave. Sintió el ronroneo de la máquina, entre el frio de la noche y las pocas luces del estacionamiento algo le pareció aterradoramente familiar, pero no supo que exactamente.

Las luces parpadeaban y Junmyeon no podía evitar preguntarse si estaba bien que estuvieran tan noche en un lugar tan oscuro y poco transitado, con dos personas ebrias y Junmyeon, quien admitía tener abdominales de adorno, se le formó un pequeño nudo en la garganta que de inmediato quiso tragar, pero se quedó atorado a medio camino.

Giró el rostro para ver de reojo el estacionamiento mientras salía en su pequeño carro en compañía de las risitas despreocupadas de su hyung y los ronquidos de Jongdae, ignorantes de la pequeña guerra, casi escape, que Junmyeon montaba en su interior para ellos.

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Debe levantarse muy temprano, pero a Junmyeon no le molesta tanto como a Minseok o a Jongdae, le gusta sentir el fresco de la mañana en la cara y poder ver el sol, siente que le da energías y la temperatura evita que vuelva a dormir. Le faltan horas de sueño, pero siente que con la caminata volverán sus ganas de ser productivo.

La tienda de la esquina está abierta 24 horas, Junmyeon se toma su tiempo para revisar entre los estantes los diferentes parches de calor. No se supone que se dejen puestos mucho tiempo, podría causarle una quemadura química. El pequeño ardor que ha sentido en el hombro se lo dice, su piel está llegando al límite.

Mira a los lados para asegurarse que no haya nadie que conozca, aunque es poco probable Junmyeon no es alguien que deja a la casualidad derrumbarlo. Termina de escanear el terreno (y olfatear el aire solo por si alguien quiere esconderse de el) y se baja la camisa unos centímetros, tiene la piel roja e inflamada, terminó quemándose, como lo imaginaba.

Con mucho cuidado se quitó el parche viejo del día anterior, debajo tenía una mancha aún más roja rodeando un cuadro de piel blanca, cocinada, el aroma que despide es dulzón por la piel tierna, el sudor y los químicos extra en el parche.

Debió haber comprado uno la noche anterior, pero apenas llegó al departamento de su hyung solo pensó en tirarse en cama y no abrir los ojos hasta que llegara el nuevo milenio.

Al menos con el frio de la tienda y el aire acondicionado la herida no ardía tanto, pero tenia unas ganas de enterrar las uñas en su carne hasta conseguir alivio luego de una buena rascada.

Pero se contuvo, el era un Kim y los Kim no se dejan cicatrices estúpidas….

Terminó comprando una caja entera de parches de calor porque estaban en oferta, no era temporada de frio así que solo se trataba de Junmyeon luciendo raro comprando algo que obviamente no necesitaba.

Cuando volvió al departamento de hyung le sorprendió encontrarse con Kris en el elevador. Iba vestido formalmente, Junmyeon no recordaba haberlo visto con algo que no fueran trajes o pantalones de vestir y camisas de botones.

-Buenos días….- dijo Junmyeon tímidamente, adelantando un paso hasta estar en el elevador y pararse junto al enorme cuerpo de Kris, su aroma a alfa era sutil, pero constante, la neblina húmeda de la primera lluvia sobre el asfalto caliente. ¿Cómo aguantaría Minseok el constante ataque de hormonas?...

Kris miro discretamente su reloj de muñeca.- Buenos… días a ti también.- aunque pasaban de las doce del día.- ¿Viniste a ver a tu hermano?.-

Junmyeon asintió, aún con la mirada fija en los botones. Tener a Kris tan cerca lo tenía nervioso, así que cuando Kris tocó su hombro y apretó suavemente Junmyeon soltó un grito poco masculino.

-¿Qué haces?!...- no sabía si era enojo o sorpresa pero no inmutó a Kris, al contrario, el más alto sonrió.-

-¿Sabe tu hermano que estás emparejado con un beta?...-

-¿q-que…?...- se tocó el hombro rápidamente. Cierto, había dejado el parche en el bote de basura de la tienda.- ¿Vas… a decirle?...-

-¿no?...- el mayor no quería involucrarse en esas cosas, habría estado mejor de no entrar al elevador con el hermano menor de su pareja, pero ahí estaba, con Junmyeon y su aroma a recién emparejado.- Pero tu deberías….-

Junmyeon apenas lo escucho tras el sonido de la caja nueva de parches cuando la abría, rompiendo el cartón y sacando uno torpemente, no trabajaba bien bajo presión.

-Estás muy alterado…- las puertas del elevador se abrieron lentamente, mostrando el largo pasillo al departamento que Kris compartía con su pareja.- ve al techo…- antes de salir picó el número 24. Miró a Junmyeon con una sonrisa pequeña.- Hueles a nervios y tu hermano tiene una nariz demasiado fina, también lo sabes…-

Salió del elevador y mientras las puertas se cerraban Junmyeon alcanzó a ver lo último de su figura, gallarda, alta y poderosa….

Un hombre aterrador.

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Dos semanas pasaron rápidamente, colándose entre el tiempo de Junmyeon como si fuera agua entre sus dedos.

La relación de su hermano con Jongdae iba bien, se convirtieron en amigos, muy buenos, si le preguntaban, casi incomodo, en la noche escuchaba a Jongdae reírse de algún chiste que le mandaba Minseok hyung por teléfono.

Ya no sabía si se trataba de suerte o si eran muy buenos en lo que hacían, porque parecía irreal que su hermano llevara tanto tiempo sin darse cuenta del nuevo aroma de Junmyeon. Para el era tan fuerte y obvio, aún tardaba unos segundos en la mañana para no asustarse por el aroma que no capta como propio.

Jongdae se pone ansioso con los días, su lobo se confunde también con los parches, dejo una marca ahí hace unas pocas semanas, debería estar en pleno florecimiento, pero en el ambiente no hay nada y a veces Junmyeon encuentra a Jongdae raspando distraídamente el parche con una uña cuando van a visitar a su hermano.

Cuando termina el día y puede finalmente quitarse el parche Jongdae se le lanza como haciendo salto estilo libre y lo aprieta entre sus brazos y piernas, sujetando a Junmyeon en un capullo humano caliente y necesitado de cariño. Junmyeon se ríe de él, pero en el fondo también necesita mucho de esas muestras de necesidad, al final no es solo el lobo de Jongdae que está confundido por la falta de aroma.

El o se ha vuelto más intenso por lo mismo, a veces no llegan a la cama, lo hacen en el recibidor pegados a la entrada con el sonido rebotando en el pasillo, por eso agradecen que todavía no empiecen las clases y que el dormitorio de betas sea de los pocos que se quedan solos.

Junmyeon ha estado tan atrapado entre las sesiones de o, ver a su hermano y volver a los dormitorios que pierde de vista lo atrasado que está con su tesis y tutorías, además de un pequeño, diminuto detalle.

-No le has dicho a tu hermano…-

Eso, Jongdae tiene que echárselo en cara…. Porque es Jongdae….

Junmyeon suspira sin hacer ruido, en su mente cientos de pequeños recuerdos en donde sabe que tenía la oportunidad de decirle, pero no lo hizo.  Realmente es un tonto, todo terminará mal.

Está seguro que se hizo una úlcera de solo preocuparse por eso, tiene el correo lleno de mensajes de sus tutores preguntando por adelantos de tesis, algunos mensajes de su madre (esos son los peores) y en su line fotos de Minseok, Jongdae y el en sus muchas salidas.

Debe ser una úlcera ENORME porque siente mucho asco y el estómago le punza con dolor cuando termina de comer.

Si le dice a Minseok en ese momento; terminará vomitando sangre.

-No… De solo pensarlo…- cierra los ojos y se recuesta en la cama de Jongdae, al lado de este. Es una tarde apenas cálida en los dormitorios de betas, como es usual están los dos solos, sin ropa. Junmyeon nunca pensó que llegaría el día donde dejara de preocuparle estar desnudo junto a alguien, pensarlo era estresante y ahora… ahora no sabe donde lanzó su ropa interior y no le interesa encontrarla todavía.- creo que vomitaré…. El estómago me da vueltas…-

Jongdae frunce el ceño, en el aroma de Junmyeon hay más que la preocupación y el miedo, son aromas a los que está acostumbrado desde que decidió presentárselo a su hyung, esto de ahora es menos corrosivo, pero más fuerte. No cala en su garganta dejando un mal sabor, sino que la entumece.

-Te llevaré al doctor…-

-Solo es el estrés- se apresuró a decir Junmyeon, enderezándose para sentarse en la cama.- tengo muchas cosas en la cabeza y no tengo tiempo de ir…-

-Se que te dan miedo los doctores, lo se, lo se, pero ya llevas días así. – Jongdae apretó los hombros de su pareja, sin lastimarlo pero con la fuerza para devolverlo a la cama y mirarlo por encima, una sonrisa gatuna en el rostro y ojos cálidos, pero preocupados.- y eres mi omega, mi bae, mi baby boo, quiero asegurarme que estás bien y luego si, te dejaré estresarte todo lo que quieras…-

Junmyeon suspiro, se le dificultaba decirle que no a una orden directa de su beta. Giro el rostro hacia la almohada y puso una mano discretamente en la cadera de Jongdae, quería sentir un poco de su piel bajo los dedos.

Más calmado, asintió, y miró a Jongdae a la cara.

Jongdae estaba intranquilo, Junmyeon era un loco por las vitaminas, la buena alimentación y el ejercicio, llegaba al punto de ser fastidioso, estaba bajo mucho estrés todo el tiempo, claro que no era el mismo tipo de estrés que le hacía pasar la situación con su hermano, pero lo que Jongdae veía no parecía producto del mismo.

Aunque Junmyeon lucía si bien no tranquilo, al menos resignado a ir al médico, Jongdae no pudo quitarse la sensación de que algo estaba mal, algo no cuadraba, una pieza en el rompecabezas no embonaba.

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oohh no 

:> 

Gracias por leer. 

Con respecto a la canción, no embona con lo escrito pero es de mis canciones favoritas, soy una persona fácilmente seducida por los ost. ^^;