En ese momento, entre una mente hecha a perder y un corazón acelerado, Sowon podía contar un millón de diferentes maneras en las que alguien podía despertar en su primer día de clases, eso por supuesto excluyendo ese extraño sonido proveniente de su habitación, la cual aún no ha compartido con nadie.

Por lo que sí, Sowon estuvo todo el día con un terrible dolor de cabeza y un rostro adormecido debido a un visitante inadvertido tocando a su ventana fuertemente. Al principio, por instinto se habría envuelto a sí misma dentro de las sabanas y haber tratado de calmar a su corazón acelerado, pero el irritante sonido no había cesado, así que tomó todo el coraje que su corazón de conejo le permitía y echó un vistazo fuera, solo para encontrarse con el rostro sonriente de la chica que rudamente se opuso a introducirse a Sowon el día anterior en la Academia. Recordando ese día en el que el corazón de Sowon había vuelto a acelerarse, solo esta vez no era porque estuviera asustada, sino por la mordedura de labio y ojos de cachorro que le estaban diciendo a Sowon que abriera la ventana.

“Ah, el guardia de los dormitorios en serio es una molestia” SinB suspiró tan pronto como saltó dentro. “¿Puedes creer que no me dejó entrar?”

Sí. En realidad Sowon podría creerlo y encontró un poco extraño que la menor haya regresado solo hasta ahora a los dormitorios. Eran las 3:58 AM y las clases comenzarían dentro de 3 horas. SinB estaba llevando un par de shorts y una camisa blanca que se encontraba toda arrugada y desastrosa a pesar que fuera estuviese haciendo frío. Sowon sintió un escalofrío al pensamiento de estar fuera utilizando solamente eso, pero no hizo un comentario. Porque Sowon es Sowon y ella sabe que es mejor saber que hablar. Considerando el factor que ella era una escritora, ella creía que las palabras en una conversación, especialmente más de lo necesario, eran el principal causante de una gran cantidad de malentendidos. Por lo que en vez de eso, Sowon caminó hacia su armario y sacó uno de sus abrigos y tímidamente, con sus orbes anclados a los de la otra chica, le ofreció el trozo de ropa.

“Ah, unnie, no tengo frío” SinB dijo casi quejándose y al mismo tiempo sentándose en la cama de Sowon. Sowon solo se encogió de hombros y colocó el abrigo sobre la parte superior de su silla, en caso que SinB cambie de opinión.

“¿Tú no duermes?” Sowon murmuró mientras restregaba sus ojos.

“Uh, no. ¿Dónde está lo divertido en eso?” SinB respondió mientras sus manos viajaban a través del librero de la contraria. Y luego de eso, bostezó, mostrando que en efecto estaba adormecida, lo que hizo a Sowon romper en una pequeña risa que SinB francamente ignoró.

“Bueno” Sowon dijo luego de un rato aclarando su voz adormitada, “¿Quieres algo de café?”

“Ah” SinB empezó otra oración claramente quejándose y mirando irritadamente a Sowon, “Eres mucho más linda cuando no hablas.”

Con eso siendo dicho, algo se retorció dentro de Sowon y no era nada bueno. Porque eran las cuatro de la mañana, no había tenido su café, su primera clase empezaba dentro de 3 horas y la chica más irritante, que incluso tenía el poder de hacer que Sowon temblara y escribiera poesía más apasionadamente que nunca, estaba parada exactamente ahí jugando a algún tipo de juego enfermo que estaba llevando a Sowon a la locura.

“¿Qué demonios estás haciendo aquí? cualquiera que sea tu nombre” Soltó inesperadamente pasando su mano por su cabello frustradamente, sus sienes empezando a doler. Sowon no era el tipo de persona que se pondría furiosa tan fácilmente, pero cuando lo hacía, podías ver los trozos de suelo debajo sus pies siendo demolidos y podrías apostar que el siguiente día despertaría con moretones en su mano debido a que habría golpeado un muro o un espejo. A pesar que eso raramente había sucedido,