Capítulo 4: Un Paquete De Frituras No Puede Reemplazar Una Hamburguesa.
Incomunicada, Acosada Y Con Déficit Atencional“¿Por qué demonios estoy aquí?” pensaba Tiffany molesta.
“Esa idiota de Kim, ¿Por qué tuvo que arrastrarme con ella? Acaso no tiene a la gorila esa para que la acompañe” Ahora sí que se estaba enojando… y era enserio.
Taeyeon había interrumpido su tranquilo almuerzo, con la misma chica que la acompaño en la mañana, ambas vestidas con el uniforme del equipo de basquetbol.
Al principio le había dado bastante gracia verla así.
“¿Juegas básquet? Acaso te ponen un banquito para que alcances a lanzar al arco” se había burlado maliciosamente.
Taeyeon solo se había reído, como lo hacía siempre que Tiffany decía algo y eso la estaba comenzando a irritar.
¿Qué le parecía tan gracioso?
¿Tenía monos en la cara o qué?
Si seguía con lo mismo iba a conseguir que dejara sus modales de lado y le rompiera ese linda naricita, para que se la pensara dos veces antes de volver a reírse.
No, ella era anti violencia, pero quizás hiciera una excepción.
Cuando al fin dejo de encontrar graciosa la situación que nadie excepto ella creía risible, Taeyeon tomo la mano de la Tiffany, llevándosela a la fuerza a uno de los gimnasios.
Claro la castaña no estaba dispuesta a dejar su recién descubierta hamburguesa del menú, para acompañar a la rubia a hacer quien sabe qué.
-Suéltame, ¡maldita!… ¡mi almuerzo! Que no entiendes que tengo hambre… suéltame, ¡animal!… ¡Esto es un secuestro!, Pero que no escuchas… lávate las orejas tonta… suéltame, o deja que me lleve el almuerzo ¡déspota!- le gritaba forcejeando.
Pero Taeyeon había mostrado que un cuerpo pequeño no necesariamente tenía que ser débil, y ni siquiera se inmuto cuando la castaña rasguño, golpeo y apretó su mano, pero cuando estaba a punto de ocupar los dientes, se detuvo al lado de un pequeño quiosco que había en el patio, y le compro un paquete de frituras y una caja de leche.
Consiguiendo que la castaña se callara y la acompañara por las buenas.
Y ahora estaba sentada con los brazos cruzados, con una cara de pocos amigos, rodeada de una enorme manada de niñas que gritaba como tontas un montón de idioteces.
-¡Ah! Taeyeon te amo- Imito poniendo una cara de idiota y sacudiendo los brazos como una pájaro – ¡Idiotas!...- murmuro. Pero después decidió gritarlo, de todas formas ninguna le iba a escuchar – ¡Imbéciles! ¡Cómprense una vida!
-No deberías gritarles- Dijo una chica que de la nada apareció a su lado, asustándola.
-Pero…- Puso una mano en su pecho y dio un suspiro de alivio. Después su expresión cambio rápidamente y dio una mirada asesina a la chica recién llegada -¿Qué quieres?- le pregunto con hosquedad.
-Nada…- Respondió la muchacha sonriendo –Solo quería verte... Eres guapa- respondió, aun con esa según Tiffany “Sonrisa de, deje mi cerebro en el otro peinado”
-Entonces aléjate… invades mi espacio personal- espeto la castaña con un gesto de superioridad y desviando la mirada hacia cualquier parte lejana a la chica.
Pero que le pasaba, estaba casi encima de ella.
Además, ¿Que tenía en el cabello?
Acaso no conocía el acondicionador, o el tratamiento capilar…
Pero pensándolo mejor tal vez padecía el mismo horrible calvario que estaba sufriendo ella “Tenía un shampoo de pésima calidad” si, por unos minutos tuvo compasión de ella… pero después ya no, estaba invadiendo su espacio personal.
-¿Eres Tiffany Hwang? La que Taeyeon tiene que cuidar ¿No es cierto?- Insistió la chica acercándose más aún.
Ahora sí que sí, Kim iba a morir.
¿Cómo que a la que tenía que cuidar?
No había sido ella la que se había ofrecido voluntariamente.
Idiota.
Si era tanta obligación cuidarla, mejor que no hubiese aceptado, así las dos se habrían ahorrado un problema.
Especialmente ella que aún tendría su hamburguesa… bueno tal vez ya se la habría comido, pero la habría disfrutado.
Taeyeon se acercaba, cuando había visto
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