Capítulo 5.-

La mañana siguiente me levanté y ella ya no estaba en su cama, salí del cuarto con pijama y al parecer me estaba esperando, de la mesa de centro tomo una taza de café humeante y me la extendió, me senté a su lado y le sonreí.

                   -¿Cómo dormiste?

                   -Mejor que nunca, hablar contigo anoche me ayudó bastante.

   -Te lo dije, siempre es bueno liberar un poco de peso. Lo mejor de todo, es que ya no tendré que lidiar con tus malos tratos.

                   -Solo, no le diré a los chicos que me estoy llevando bien contigo.

                   -¿Por qué no?

   -Porque no podré sacarme a YoungBae de encima para que le ayude contigo, es simpático, pero es tan cargante cuando algo se le mete en la cabeza.

                   -Ya me di cuenta.-Soltó una dulce risita mientras bebía un sorbo de su café.

                   -Anoche parece que tú también dormiste bien, no te escuche quejarte.

   -Oh, Chaerin, sobre eso.- bajó la vista a la taza en sus manos.- esto es vergonzoso, pero en realidad… bueno, eso fue… bueno ya sabes, a veces el cuerpo pide y yo… joder que vergüenza.- mis ojos se abrieron casi saliéndose de las orbitas.

                   -¿me quieres decir que te estabas masturbando?

                   -Yo… bueno… joder.

                   -Entonces el sonido de algo vibrando… espera, ¿tienes un consolador?

                   -Chaerin, yo… lo siento… esto es incómodo.

   -¿me lo prestas?- volteo tan rápido a verme que creí que se había hecho daño en el cuello.

                   -¿Qué?

   -Bueno… ha pasado tiempo de que no pasa nada, y el cuerpo pide… pero tu eso lo sabes mejor que yo.- la miré con una sonrisa pícara, ella solo se sonrojo más y desvió la mirada.

                   -Pero, ¿no crees que es algo… antihigiénico?

   -Primero que nada, no tengo ninguna infección, segundo, esas cosas se pueden lavar, desinfectar y enjuagar bien y si te sientes mas cómoda, puedo ponerle un condón.

La vi un poco incomoda, miraba un punto inexistente al lado de mi cabeza y su respiración había comenzado a agitarse. Me moví para interponerme en su campo visual.

                   -¡He! ¡Dara!

   -Oh, lo siento… pero… ¿estas segura? Digo… puedes tener a cualquier chico, que supongo que te puede dar más placer que un pedazo de plástico.

                   -¿Supones? Oh, Dara, ¿te gustan las mujeres?

Ella se sonrojó aún más, si eso era posible, rehuyó de mi mirada intentando evadirme.

   -Yo te respondí anoche, ahora somos amigas.- Ella asintió aun sin mirarme.- Oh dios… tú me viste desnuda, ¿te excitó mi cuerpo?

                   -Chaerin basta.

                   -¿por eso te pusieron en mi video? Coqueteándome.

                   -Bueno, sí, muchos saben mi condición.

                   -¿te gustó lo que viste cuando entraste a mi habitación?

                   -Chaerin, por favor.

                   -Solo responde, no me voy a enojar.

                   -Debo… debo confesar que… eres bastante… y.

                   -¡Oh my god! ¡Soy y!

                   -Chaerin, enserio esto es demasia