Capítulo 12.-
PrejuicioCapítulo 12.-
Una semana después me estaban dando el alta, con una gran lista de cosas que no puedo hacer. Solo ella me acompañaba para ayudarme, los demás estaban trabajando en un nuevo álbum, por lo que no habían podido venir.
-Espero no verte en mucho tiempo más por aquí. Solo te veré en televisión cuando estés mejorada.
-Gracias doc.
-No hay de que, ahora ve y déjate cuidar.
Aún tenía que usar esa silla de ruedas porque el yeso de la pierna y el brazo lo quitarían en unas semanas más. Llegando a la residencia noté que las camas estaban más separadas, Dara puso el velador que estaba entre la pared y su cama, al costado de mi velador, y la cama la pego contra la pared. Estaba ayudándome a subirme a la cama.
-Yo puedo sola.
-Chae… no seas necia, sabes que necesitas ayuda.
Me dejé ayudar por ella, porque tenía razón, no podía hacerlo sola.
-Debes estar cansada, ¿quieres dormir?
-Si.- asentí levemente mientras ella me arropaba.
-Yo también voy a dormir un poco, pero por cualquier cosa, no dudes en despertarme.
Me acomodé y no paso mucho rato cuando estaba completamente dormida. Unas enormes ganas de ir al baño me atacaron en pleno sueño, abrí mis ojos y al ya no estar en el hospital no tenía la chata que me facilitaba la vida. Joder. No quería despertar a Dara ¿tendría que ayudarme en el baño? Qué vergüenza. Me senté al costado de la cama y usando solo el pie derecho intente levantarme, iba dando saltitos, y casi llegando a la puerta perdí el equilibrio, me fui de cara contra la puerta pero logré afirmarme del pomo de esta, Dara encendió la luz y al verme fue corriendo hacia mí.
-Chaerin ¡Por dios!- me ayudó a enderezarme dejándome cargar mi peso en ella.- ¿en que estabas pensando?
-Quería ir al baño, no te quería molestar.
-Te dije que me despertaras, y no es molestia. ¿No quieres que te vea?
-Am… si…-voltee mi rostro sonrojado.
-No te preocupes.
Me llevó al baño y una vez ahí se volteó para que yo pueda hacer tranquila. Deslice el pantalón del pijama por mis piernas junto con las bragas, me senté con algo de dificultad y comencé mi labor, oh bendito placer, soltar tanto liquido después de haberte aguantado es algo que no tiene nombre. Me limpie pero cuando intenté ponerme de pie, me costó, tenía vergüenza pero había que hacerlo.
-Amm… Dara… ¿me ayudas?- ella se volteó sonrojada al ver mis ropas abajo y me tomó por las axilas para ayudarme, yo trate sola de subirme las prendas solo con mi mano derecha pero fue imposible, por lo que ella tuvo que ayudarme con eso también.- gracias.
Dije tímidamente y ella me llevó de vuelta a la habitación. Me dejo acostada en la cama y se sentó a mi lado.
-Cualquier cosa que quieras o necesites, avísame, no trates de hacerlas por ti misma, tienes el lado izquierdo casi por completo incapacitado, no importa si estoy dormida, despiértame.
-Me estoy sintiendo como una carga, una cosa inservible, y no me gusta.
-No digas eso, no eres una carga.
-¿no te molesta tener que estar pendiente de mi las veinticuatro horas?
-No, además, yo soy responsable de lo que te pasó.
-Ah, entonces es eso.-desvié la mirada y ella me miró con cierta extrañeza.
-¿Qué cosa?
-Es solo la culpa lo que te hace actuar así conmigo.
-Claro que no. No me mal entiendas, tuve parte de la culpa, pero la tuviera o no, estaría actuando de la misma manera contigo.
-Quiero ver televisión.
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