CAPITULO 5

¡POR FAVOR NO ME DEJES! TRANQUILA NO LO HARÉ.

Estaba atada a una silla y con una venda en los ojos. Muerta del miedo. El sentido de la vista estaba fuera, todo estaba en oscuridad, pero sus demás sentidos cobraban un alto valor. Estaba atenta. No sabía lo que pasaba, ni por qué la tenían en ese lugar. De pronto una voz masculina habló.

- ¿Sabes dónde estás? – le susurró en el oído

Su respiración, sus latidos cardiacos se aceleraban cada vez más, todo su cuerpo temblaba del miedo que estaba sintiendo, no sabía dónde estaba ni que querían con ella.  Permanecía callada, a la expectativa.

- Cariño – dijo el hombre tocándola con algo frio en su cuello  y tomándola por su cabello le hiperextendió  el cuello volviéndole a hablar al oído – Estás en el lugar de tu muerte.

- ¿Quién eres? – dijo la pelinegra moviéndose  inútil y desesperadamente en la silla

- ¡QUIETA! –Gritó el hombre mientras le daba una bofetada.

Sintió inmediatamente el ardor en su mejilla derecha, un ardor que fue remplazado luego por dolor. Pudo sentir el sabor a sangre dentro de su boca. Escupió. Y rio.

- ¿Quién te mandó? ¿Eh? ¡Habla cobarde!

El hombre se posicionó detrás de ella y quitó la venda de sus ojos. Todo estaba borroso y además de eso el lugar estaba oscuro. Observó donde estaba. Por lo que alcanzaba a ver parecía una vieja fábrica de algo. Había lo que le pareció a ella unas cajas. El hombre  se sitúo en su oído, congelándole la sangre en el acto a la pelinegra.

- Te envía saludos…

Antes  que le dijera quien, se despertó, sofocada, con la respiración agitada y un poco desorientada.

Hacían ya varias horas desde habían llegado de la empresa, la pelinegra se había retirado a su habitación argumentando que tenía un gran dolor de cabeza, y le recomendó a Tiffany que se fuera a su casa a lo que esta se negó quedándose en la sala de la enorme casa. La primera pesadilla ocurrió a eso de las 7 de la noche, la pelinegra se había levantado gritando, alarmando a Tiffany inmediatamente llegando a la habitación encontrando a una Taeyeon inquieta, la tranquilizo un poco. Llamó a Yeri comentándole lo que había pasado –pues le había dicho que la mantuviese al tanto de todo– y esta le recomendó que llamara al Dr. Park  antiguo medico tratante de Taeyeon. El médico no tardó mucho en llegar, chequearla, y prescribirle algunos medicamentos a Taeyeon para que se relajara, acto seguido le explicó a Tiffany la situación; que ella había sufrido un accidente –en el cual no entró en detalles, ya que ella no era familiar–  en donde había perdido la memoria y que a causa del estrés, que por lo visto manejaba últimamente, las pesadillas habían aparecido, le dijo que Taeyeon hasta el momento era una paciente que en la cual ya había pasado mucho tiempo y seguía sin recobrar parte de su memoria, y que estas pesadillas y otros síntomas se presentaban en algunos pacientes cuando su cerebro estaba a punto de recordar su pasado, pero que no lo garantizaban y le pidió que no se le exigiera mucho porque podía ser incluso peor. Tiffany estuvo de acuerdo con lo que le dijo el médico, y prometió hacer todo al pie de la letra.

Ya había tenido varias pesadillas en toda la noche, y ésta era  ya la número 4, incluso le había subido la temperatura, por lo que Tiffany le había puesto paños de agua helada.

Tiffany quien había prometido cuidarla y se había quedado todo ese tiempo con ella, al ver a Taeyeon  en ese estado, se acercó rápidamente, sentándose en la cama, tranquilizándola un poco.

- Tranquila, sólo fue una pesadilla. – Le dijo tocándole suavemente el hombro.

- Quien… te mandó… la sangre… oscuridad… ¿Qué está pasando?  - balbuceaba Taeyeon, con la vista perdida, preocupando cada vez más a Tiffany

“¿Sangre?... ¿Oscuridad?... ¿Qué clase de pesadilla tenias Kim Taeyeon?”

Taeyeon miró a Tiffany, con los ojos cristalinos.

- ¿Qué me está pasando Tiffany?

La castaña no pudo articular palabra, nunca había visto así a Taeyeon, la que se mostraba fuerte y sin sentimientos estaba por primera vez quebrándose ante sus ojos, y lo peor de todo es que ni Tiffany tenía idea de lo que le pasaba. La abrazó fuertemente y mientras que la pelinegra sollozaba suavemente en su hombro.

- Tranquila todo estará bien – le dijo Tiffany mientras acariciaba suavemente su espalda.

- No me dejes –se aferraba más a  ella, estaba hirviendo de la fiebre – por favor no me dejes

- Oh… Tranquila no lo haré.

*************

Era ya de mañana, los rayos del sol le daban en la cara. Abrió los ojos miró a su alrededor,  supo inmediatamente que estaba en su habitación, pero no recordaba cómo rayos había llegado ahí. Miro a su izquierda y vio a una chica durmiendo en una posición un poco incomoda en un sillón, era ella. La miro detalladamente. Dormía plácidamente, sus respiraciones eran lentas. Tenía su blusa un poco desajustada y el cabello alborotado, pero sí que se veía jodidamente linda. “¿Tiffany? ¿Qué hace aquí? Que sueño más raro.”

Tiffany dormía en el sillón, cuando Taeyeon carraspeó un poco, despertándola abruptamente a lo que se paró como un resorte, con el pelo aún más alborotado y en posición de defensa, lanzando las cobijas y una almohada lejos.

- ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? – dijo la castaña con los ojos adormitados y haciendo movimientos torpes con sus manos.

Taeyeon la miro un poco confundida, y trató de reprimir una risa.

 -¿Qué pasa? – le preguntó con la mayor voz un poco ronca, aún acostada en la cama

 - Tuviste una noche un poco pesada, a causa del estrés.

- Quiero decir ¿Qué haces tú aquí?

- Llamé al Dr. Park y  vino y dijo que el desmayo y las pesadillas, son a causa del estrés… –  Taeyeon la miraba fijamente como buscando una explicación mientras Tiffany se sentaba en la cama– Digo, debes relajarte un poco más, creo que los afanes del proyecto te están afectando un poco

- No- no recuero nada – dijo la pelinegra llevándose la mano a la cabeza

- El Dr. Dijo que es normal y que pueda que te duela la cabeza el día de hoy. Así que relájate y no te preocupes, yo estaré muy pendiente de ti.

- ¿Por qué? -susurró

- Porque es mi culpa, te impulsé… te insistí a que tomarás las fotos y tuvieses más carga de la que debías tener el día de ayer. Yo hice que tú te estresaras. Lo siento –dijo la castaña con la cabeza gacha.

 - Sí tu lo dices –dijo la pelinegra rodando los ojos y actuando fríamente.

Taeyeon se sentó lentamente en la cama.

- ¿Qué piensas hacer? –preguntó la castaña

- ¿Qué no ves? – le dijo mientras tomaba el celular de su mesa de noche. – Debo avisar al trabajo que llegaré un poco tarde a trabajar.

- ¿Qué acaso no me escuchaste? El Dr. Park te recomendó reposo absoluto, nada de estrés, por el día de hoy.

La pelinegra la ignoraba mientras tecleaba en su celular. Tiffany en un acto astuto le quitó el celular de las manos.

- ¿Qué estás haciendo? – preguntó Taeyeon

Tiffany la ignoró mientras buscaba en la agenda el número de la secretaria de Taeyeon.

- ¡YAH! –Gritó Taeyeon.

Tiffany salió como alma que lleva el diablo fuera de la habitación. Y llamó a la oficina diciendo que Taeyeon se tomaría el día de hoy y que por favor no llamaran por cosas de trabajo.

Regresó a la habitación y le entregó el celular a Taeyeon en sus manos.

- Te haré algo de comer –le dijo dándole un eye smile

Taeyeon solo la miraba raro.

- No tengo apetito –dijo la pelinegra secamente

Pero su barriga  la traicionó en ese momento cuando rugió por comida.

- Eso no es lo que dice tu estomago. Sólo dame un momento. La haré deliciosa. – le dijo dándole un giño y salió de la habitación.

Taeyeon solo quedó sorprendida por lo que acababa de suceder. Decidió hacerle caso a Tiffany. Se bañó y  vistió en poco tiempo. Llevaba un short blanco y una blusa negra. Cuando salió fuera de la habitación. Encontró a Tiffany en la concina, se veía tan bien a pesar de que no había pasado una buena noche en ese sillón.

La pelinegra se acercó  y tomó un lugar en la barra de la cocina. Tiffany sirvió un plato y se lo puso en frente.

- TaDah~

- ¿Así que, tengo prohibido ir al trabajo hoy eh? – le dijo la pelinegra

- ¿Qué acaso no me escuchaste? Reposo absoluto, o sea no trabajas el día de hoy!

- ¿En serio? Dime ¿Quién se encargara de los asunto el día de hoy?

- Pues yo, ¿acaso no soy tu asistente y mano derecha?

Taeyeon sintió que las palabras que le había dicho a Tiffany habían sido usadas por ella misma en su contra. “Con que sabes jugar Tiffany Hwang”

- Pe-Pero

- Shhhh, calla y come –le interrumpió Tiffany posándole un dedo en sus labios.

Taeyeon abrió los ojos sorprendida por lo que hizo la castaña. Y esta inmediatamente se dio cuenta de lo que había hecho y retiró el dedo a la velocidad de la luz.

- Eh-eeh-ehhh, creo que debes comer – le dijo señalando el plato.

- ¿Sopa? – preguntó la mayor

- Sopa de huevo, mi abuela me la enseñó. Es perfecta para recuperar fuerzas y hacer que te mejores.

- Solo esperemos que no me mate.

- La manera en que hablas es tan… Aishhh.- dijo rodando los ojos -  No te quejes y empieza a comer. – le dijo como si estuviese hablando con un bebé

- ¿Por qué hablas así?

Tiffany sólo rio ante la cara que tenia Taeyeon en esos momentos. De repente miró la hora y soltó un grito.

- ¡Oh Dios! Voy tarde al trabajo. ¿Ottoké? ¡Dios! – Dijo recogiendo sus cosas.

Taeyeon la miraba divertidamente,  sonrió maléficamente, y solo la miraba divertidamente.

- Que te diviertas en el trabajo querida~ - Le dijo fingiendo sonrisa.

Tiffany solo entrecerró los ojos, se detuvo y