CAPÍTULO 4

¿FOTOGRAFIAR? ¿QUIEN? ¿YO?

Estaba ocupada redactando algunos de los artículos del nuevo proyecto de la empresa, un nuevo grupo de chicas que iba a debutar y el departamento de publicidad e imagen era la ficha más importante en cuanto a promocionar el grupo se refería, debían hacer los perfiles de cada uno de las integrantes del grupo, redactar notas personales, escribir  algunas curiosidades de su predebut, fotos, blogs, en fin una larga lista, para que el nuevo grupo fuese bien conocido en la sociedad.

 Miraba un artículo, lo corregía y lo situaba en el lugar donde muchos de los otros que ya había revisado yacían. Tenía sus lentes puestos. Tecleaba, escribía, corregía. Todo lo hacía como si de eso dependiera la humanidad, que se puede decir, era una de sus características, le ponía todo el entusiasmo y las ganas a lo que le encargaban. Tenía el cabello recogido en un gran moño, ya que hacía demasiado calor, era verano y por alguna razón el aire acondicionado de la sala estaba averiado, sus mejillas estaban algo rojas, y las gotas de sudor bajaban por sus sienes. El estrés que tenía en esos momentos y las condiciones en las que estaba trabajando, hacía que se desesperara un poco, en realidad todos en esa sección estaban algo desesperados. Llevaban ya varias semanas trabajando en el proyecto, y solo faltaban 1 semana para terminarlo y mandar el prototipo al presidente, para así tener luz verde y sacarlo al mercado.

De pronto la directora Kim salió de su oficina y la llamó.

- Hwang  a mi oficina, ahora.

La castaña se levantó de su puesto arreglándose un poco el cabello y acomodándose la falda y blusa que llevaba. “¿Por qué te arreglas tanto? ¡Qué! Debo estar presentable para... ¡Sí claro Tiffany!” Sacudió la cabeza, pensó que ya estaba empezando a delirar.

Entró a la oficina de la directora Kim y se dio cuenta que no era la única que estaba trabajando al extremo. Había papeles en todos lados, fotos, collages.

- Me llamaba Directora Kim – dijo la menor.

- Sí. Te necesito – le dijo mirando los documentos en su mano.

- ¿M-me n-necesita? – Preguntó nerviosamente un poco confundida.

Taeyeon alzo la vista y vio la cara de confusión que tenia la castaña y rio un poco.

- Tranquila Hwang, no muerdo. – le dijo seriamente para al finar darle media sonrisa.

“¿Eso fue una sonrisa? ¿Qué? Olvídalo. Me pregunto qué querrá de mi.”

- Hmmm…¿? - Aún seguía sin entender

- Mira, el proyecto está casi finalizando, hemos avanzado enormemente estas últimas semanas, gracias a ti y a todos los de redacción que han puesto todo de sí mismos para que se lleve a cabo.

Tiffany solo la miraba fijamente, se veía jodidamente hermosa, tenía lentes y  el pelo recogido también, su flequillo un poco alborotado y lo arreglaba de vez en cuando mientras hablaba, tenía los dos primeros botones de su blusa abiertos, que revelaban su piel nívea, y algo más. “¿Qué rayos miras? ¡Tiffany su cara está arriba!” Sacudió un poco la cabeza.

- ¿Pero en qué puedo ser útil? aún no entiendo. – dijo la castaña más confundida todavía.

- Es que aún no te digo Hwang. – dijo la pelinegra dándole una sonrisa – déjame preguntarte algo primero ¿acabaste con tus artículos?

- Pues sí, solo los estoy revisando.

- ¿Ves? Esa eficiencia es la que necesito ahora. El punto es que quiero que seas mi asistente, mi mano derecha en este proyecto hasta que lo terminemos.

- Oh – se quedó sin habla ante la propuesta de la pelinegra

Ser la asistente/mano derecha de Kim Taeyeon implicaba para Tiffany un enorme reto, que la emocionaba y a la vez la atemorizaba, pues la personalidad de Taeyeon no era de las más fáciles de llevar, y tras de esto implicaba también estar junto a ella más tiempo y justo ahora en que Tiffany estaba empezando a…”Ni se te ocurra decir enamorando” Ehmm digamos que interesando más por Taeyeon, la persona, no la imagen que mostraba a los demás. “Eso sí. Continua relatando…”

- ¿Entonces? ¿Aceptas? – la pelinegra estaba esperando su respuesta.

- Sí directora Kim, sería un gran honor. Solo dígame que tengo que hacer y así será.

- Bueno, de ahora en adelante estarás conmigo aquí en mi oficina, me ayudarás a corregir el trabajo de tus compañeros. Tiffany – La miró seriamente – estoy confiándote muchas cosas a ti, que a ningún otro empleado le confiaría, ni siquiera a Horvejkul – la castaña se sorprendió ante las palabras sinceras de la directora – ¿sabes por qué? – le preguntó la pelinegra –  Porque veo un gran potencial en ti, y me gusta como trabajas, eres organizada y responsable… y créeme que aprecio mucho esa cualidad.

- No sé qué decir Directora… Muchas gracias por la confianza – a penas pudo pronunciar.

- No te preocupes. Trae tus cosas y acá te hago un lugar.

Tiffany no podía creer lo que le había dicho la directora, sintió que sus palabras eran genuinas y muy sinceras. Tenía una gran responsabilidad, casi igual a la de Taeyeon. Juntas lideraban el proyecto y sí que hacían un buen equipo, ya que ambas ponían el alma mientras hacían las cosas.

Tiffany se situó en su nuevo puesto de trabajo y empezó con la ardua labor de leer y corregir cada uno de los artículos. Las dos estaban concentradas en su labor, cuando se oyeron golpes  en la puerta. Taeyeon alzó la cabeza y mandó a pasar al que estuviese del otro lado. Entró una chica de pequeña estatura y cabello naranja, se le veía algo preocupada.

- Taengoo poseemos problemas – dijo haciendo grandes aspavientos.

- Cálmate Yeri, dime, ¿Qué pasa? – dijo levantándose de su asiento

“¿Taengoo?” Tiffany solo miraba la escena, con los ojos muy abiertos y a la expectativa de lo que la chica iba a decir.

- Bueno, es que en la sección de fotografía… nos hemos quedado sin fotógrafa… Sunny…

- ¿Le pasó algo a Sunny? –  la interrumpió sintiéndose preocupada

Sunny era otra de las mejores amigas de Taeyeon, se conocían desde que estaban en la universidad, al principio no congeniaron pero pronto, y con