“Así que vienes de una Comunidad, ¿no?”

 

Dara apartó la mirada de la ventana del coche por la que estaba mirando. Acababa de amanecer y estaba todavía adormilada. Como siempre, era mejor salir temprano para aprovechar todas las horas de sol posible, pero esta vez le había costado más que de costumbre. Separarse del cuerpo de CL no había sido fácil.

 

La voz volvió a sacarla de sus pensamientos y parpadeó para espabilarse. Junto a ella estaba sentado Seungri, y la miraba con una pequeña sonrisa en sus labios.

 

“Tierra llamando a Dara. ¿Estás ahí?” Bromeó.

 

Dara no pudo evitar reír por lo bajo.

 

“Perdona, todavía no estoy despierta del todo, estaba con la cabeza en las nubes.” Se disculpó, prestando toda su atención al chico esta vez.

 

“Te comprendo, es difícil acostumbrarse a ponerse en movimiento tan temprano. A todos nos sigue costando.”

 

“Habla por ti, Seungri.” Intervino GD desde el asiento delantero. Se había encargado de conducir el coche en el que iban. Bom estaba a su lado. Al principio Dara pensó que se sentaría junto a ella, pero parecía estar tomándose muy en serio su papel como líder mientras CL se recuperaba.

 

Seungri puso los ojos en blanco pero quedó claro que se lo había tomado a broma.

 

“Se me había olvidado que tú no eres una persona normal, Jiyong.” Dijo de forma mordaz.

 

Por el espejo retrovisor, Dara vio a GD sonreír y sacudir la cabeza levemente. Le recordaron a la relación que tenían CL y Bom y tuvo que taparse la boca para que no la viesen sonreír. Empezaba a sentirse menos intimidada por el grupo de chicos, pero todavía no llegaba a sentirse cómoda del todo. Poco a poco.

 

Tras pelearse un poco más con GD, Seungri volvió a centrarse en Dara. Cuando Dara lo miró divertida, él se limitó a encogerse de hombros.

 

“De vez en cuando hay que ponerlo en su sitio, aunque sea el líder. No se puede confiar, ¿sabes?” Dijo guiñándole un ojo a Dara. Después se giró y tras asegurarse de que la puerta del coche estaba bien cerrada, apoyó la espalda contra ella para poder mirar a Dara directamente. “Bueno, a lo que iba, dijiste que has vivido en una Comunidad todo el tiempo, ¿no?”

 

“Sí, mi hermano y yo tuvimos la suerte de que se formarse una cerca de donde solíamos vivir. No me lo pensé dos veces, no éramos capaces de sobrevivir por nuestra cuenta. Si no llega a ser por ellos llevaríamos mucho tiempo muertos.” Explicó Dara recordando cómo había ocurrido todo.

 

Dara tenía 23 años cuando todo había ocurrido. Era muy pequeña para poder afrontar todo eso, sobre todo teniendo que cuidar de un chico de 17. Sí, vivir en una Comunidad limitaba mucho la forma de vivir de sus habitantes, pero en ningún momento se había arrepentido de su decisión. Durante los casi cuatro años en los que vivió allí había tenido un techo, comida caliente y ante todo, seguridad. O toda la que se podía tener teniendo en cuenta las circunstancias.

 

“¿Sabes? Yo también estuve en una.” Admitió Seungri. “Con mi familia. Ocurrió más o menos igual que en tu historia.”

 

“¿En serio? No te imagino en una después de verte aquí, aunque mírame a mi…”

 

“Sí, estuve pero no mucho más de un año. Decidí irme de allí, no era lo mío.”

 

“¿Y tu familia?” Preguntó Dara con cierta preocupación. Ella no habría sido capaz de dejar a Sanghyun.

 

“Fue difícil, pero siguen allí. De vez en cuando voy a visitarles, pero pocas veces, está lejos. Me consuela saber que están bien y yo estoy haciendo lo que realmente quiero.”

 

Dara asintió. Quizás no hubiera hecho lo mismo en esa situación, pero sí podía entender su decisión. Aprovechó el silencio para observar al chico. Por lo poco que había tratado con él no parecía ser tan imbécil como CL decía. Sí, le gustaba mucho hacer el tonto y quizás bromeaba demasiado, pero parecía saber portarse de forma madura cuando era necesario.

 

“¿Has pensado en volver a la Comunidad?” Preguntó Seungri de nuevo. No parecía querer dar la conversación por terminada, pero a Dara no le importó. Aún quedaba bastante hasta que llegasen a su destino y así al menos se le pasaría más rápido.

 

“He pensado en ello, pero no lo tengo muy claro.” Titubeó Dara. De reojo vio como Bom giraba la cabeza para enterarse de su respuesta. “Parte de mi quiere volver, claro, ha sido mi hogar durante los últimos años. Pero por otra parte… No sé si sería capaz de volver a esa rutina después de haber vivido todo esto. Conocer a los Blackjacks ha cambiado mi vida.” Miró a Bom y le dedicó una sonrisa tras decir eso. La chica se la devolvió. “Tampoco tiene mucho sentido pensar en ello ahora. No hasta que encuentre a mi hermano.”

 

“¿Ves? Conocernos cambia la vida de la gente. Seguro que si os hubiera conocido a vosotros primero habría huido hacia su Comunidad.” Se regodeó Bom haciendo reír a Dara. “Queda claro quién es la banda superior.”

 

“¿Qué dices? Los Vips somos mejores.” Exclamó Seungri dolido por el comentario. Aunque pareció pensárselo de nuevo. “Bueno, es posible que ocurriese si conociese a Top primero. Pero si me conociera a mi estoy seguro de que Dara se hubiera quedado encantada.” Dijo levantando las cejas y mostrando una sonrisa pícara.

 

“¿Perdona? ¿Has visto mis piernas?” Protestó Bom “Nada puede competir con eso, Dara se vendría con nosotros.”

 

Los dos empezaron a discutir y Dara a sentirse como un muñeco por el que dos niños se pelean. Pero mientras no la cogiese cada uno de un brazo y tirasen de ella, no le importaba demasiado.

 

Tardaron varios minutos, pero finalmente se calmaron y volvieron a quedarse en silencio casi todo el camino. Según habían decidido el día anterior, primero se acercarían a unos grandes almacenes. Seguramente estaría vacío en su mayor parte, pero no perdían nada por echar un vistazo. Quizá el grupo que había estado en ese territorio antes hubiese dejado atrás productos que no les interesaban.

 

Aparcaron el coche cerca de la entrada por si tenían que salir huyendo rápidamente. Sobre el papel la zona estaba vacía, pero podía estar siendo vigilada de alguna forma por el grupo de caníbales. Dara se estremeció al pensarlo. Era la palabra que mejor los definía.

 

Se bajaron y cogieron sus armas. Dara llevaba la pistola enfundada, decidiéndose por llevar el bate de beisbol a mano mejor. A su lado Seungri se enfundó una pistola al igual que Dara y un cuchillo, pero cogió en brazos un arma que parecía ser pesada. Dara la miró con curiosidad.

 

“¿Qué tipo de arma es?”

 

“¿Esta? Es Victory, mi FN P90.” Explicó Seungri con orgullo. Le faltó darle un beso. “Es un subfusil automático. El problema es que aun con el silenciador hace mucho ruido.” Suspiró. “Es una pena, me gustaría usarla más.”

 

Dara anotó mentalmente preguntarle a CL si el requisito para entrar en una banda callejera era ponerle nombre a su arma favorita. Empezaba a parecer una moda.

 

Con cuidado, se acercaron a la puerta principal del edificio. No era muy grande, pero lo suficiente como para existiesen cientos de escondites y puntos muertos en los que encontrarte a un infectado. La calle en la que se encontraban estaba desierta, no se escuchaba ruido ninguno, ya fuera humano o no. Pero eso no les relajaba, sino todo lo contrario. Tanto silencio no era natural.

 

Entraron dentro del edificio en formación. GD y Seungri iban delante mientras que Dara y Bom vigilaban los laterales y la retaguardia. Era uno de esos extraños momentos en los que Bom empuñaba una pistola en vez de su rifle. Era posible que no tuviese tanto manejo con la pistola, pero lo suficiente como para sentirse segura con ella.

 

Tal y como se esperaban, el edificio estaba en mala condición. Se notaba el paso del tiempo y el poco uso que se le había dado. El polvo se había acumulado sobre cada rincón y restos de objetos destrozados dificultaban el paso. Tenían que andar despacio para no hacer demasiado ruido, pero era imposible esquivar todos los cristales rotos desperdigados por el suelo.

 

A primera vista parecía que la banda anterior había saqueado con la mayoría de las cosas, pero todavía no habían llegado a la zona de alimentos y demás víveres. Tampoco parecía haber rastro de infectados, pero ninguno iba a fiarse tan fácilmente.

 

GD les hizo un gesto con la mano para moverse hacia esa sección, tampoco querían perder demasiado tiempo ya que tenían que visitar otras localizaciones. Se acercaron vigilando cada uno de sus pasos y se pararon justo en la entrada. Era como cualquier supermercado de tamaño mediano, así que por algún sitio también tendría una zona de farmacia. Era muy importante llegar hasta ahí.

 

“Para ir más rápido deberíamos dividirnos por parejas. Que cada una vaya a un extremo y nos encontraremos en el centro.” Propuso GD en voz baja. “¿Os parece bien?”

 

“No es por llevar la contraria, pero he visto eso en muchas películas y nunca acaba bien.” Susurró Dara empezando a sentirse nerviosa. Esto seguía siendo nuevo para ella.

 

Bom se tapó la boca para ahogar una risa y Dara se sonrojó cuando GD y Seungri la miraron con las cejas levantadas.

 

“…Olvidad lo que he dicho.” Murmuró avergonzada.

 

Seungri le puso la mano en el hombro.

 

“Eh, sé que no estás acostumbrada, pero no te preocupes, hemos hecho esto muchas veces y todo va a ir bien.” Miró a GD y luego hizo un gesto con la cabeza señalando el extremo izquierdo. “Venga, ven conmigo, nosotros iremos por ahí.”

 

A Dara no le dio tiempo a responder antes de verse casi arrastrada por el chico. Tragó saliva e intentó mentalizarse de que no siempre estaría rodeada de las chicas. Pero echaba de menos a CL, su presencia siempre conseguía hacerle sentir mejor.

 

Una vez se toparon con la pared izquierda del local, se adentraron por el primer pasillo, observando las estanterías e intentando buscar cualquier objeto que fuese útil. Sin embargo la mayoría de cosas no servían para nada o era comida podrida.

 

“¿Quieres un pelapatatas?” Dijo Dara mostrándole el objeto a Seungri con una mueca. “A lo mejor les hace ilusión a los cocineros.”

 

Seungri rio por lo bajo, intentando no hacer mucho ruido. Cogió el pelapatatas y lo observó.

 

“Creo que si les llevo esto me lo tirarán a la cabeza.”

 

Lo dejaron en su sitio y tras asegurarse de que no había nada interesante pasaron a los siguientes pasillos. Tras no encontrar nada en varios de ellos, Dara se paró en uno cercano al centro del local y comenzó a investigar los objetos sobre las baldas. Paró al notar la mano de Seungri en su hombro. Al mirarlo él le hizo un gesto de silencio y le señaló el final del pasillo.

 

Entre la poca luz que entraba y toda la basura en el suelo, Dara tuvo que entrecerrar los ojos para intentar ver algo, pero finalmente se dio cuenta de que algo parecía estar moviéndose por ahí.

 

El corazón se le aceleró y rápidamente agarró el b