La idea del masaje se le fue de la cabeza a CL en cuanto vio la cara de sueño de Dara mientras cenaban. Se habían sentado una junto a la otra y durante los primeros minutos no habían podido evitar los pequeños roces de manos y las sonrisas cómplices, pero a medida que la comida se había alargado entre las cuatro, Dara no había podido aguantar más los bostezos.

 

Aunque había dormido un par de horas en el coche, estar despierta desde tan temprano junto al cansancio del viaje y el golpe de adrenalina por todo lo ocurrido había dejado estragos en ella.

 

Dara estaba haciendo todo lo posible por mantenerse despierta. Después de lo que acababa de ocurrir quería aprovechar las pocas horas de intimidad que tendrían CL y ella para hablar de lo que había pasado entre las dos. Y no iba a mentirse a sí misma, también se moría por “explorarlo”.

 

Sin embargo su cuerpo parecía haberse dado por vencido. Después de los bostezos sus ojos empezaron a cerrarse, y por mucho que intentase abrirlos de nuevo, parecía que sus párpados pesaban cada vez más.

 

Al parecer no era la única. Bom estaba en un estado parecido al suyo, y las otras dos chicas no tardaron en darse cuenta de ello. Minzy y CL compartieron una mirada y ambas parecieron entender sin necesidad de palabras lo que significaba.

 

“Bom, Dara, id a dormir. CL y yo nos quedaremos haciendo guardia.” Dijo Minzy con suavidad.

 

“No, vosotras tenéis que descansar también.” Se quejó Bom mientras se frotaba los ojos con las manos en un intento desesperado para espabilarse.

 

“Bom, yo no puedo conducir con la pierna, así que podré descansar mientras vosotras lo hacéis.” Razonó la pelirroja.

 

“Minzy tiene razón. Y yo he dormido bastante y claramente tengo menos sueño que vosotras.” Dijo CL apoyando a Minzy. Asegurándose de que las demás no la veían, puso su mano sobre la de Dara y le dio un apretón suave. “Venga, en la planta de arriba tenéis camas. Si pasa cualquier cosa os avisaremos.”

 

Sin dejarles otra opción, Dara y Bom acabaron por aceptarlo, sabiendo en el fondo que llevaban razón. Si se quedaban haciendo guardia no durarían ni diez minutos antes de dormirse, dejando desprotegido al grupo.

 

Tras despedirse, las dos subieron las escaleras de la casa. Bom se metió en la habitación más cercana después de decirle adiós con un gesto de la mano, dejando a Dara en la habitación que estaba al otro extremo. Agotada, se quitó la chaqueta y los pantalones y se tiró en la cama, sin preocuparse siquiera por ponerse el pijama. La cama tenía mantas, así que supuso que no pasaría frío.

 

Tiempo atrás se lo habría pensado dos veces antes de meterse en una cama con mantas y sábanas llenas de polvo y a saber qué más, pero eso era un privilegio que ya no se podía permitir. Tras haber dormido en el suelo y en otros lugares peores, cualquier tipo de cama era bien recibida, especialmente sabiendo que podía dormir tranquila y segura.

 

Apenas se hubo tapado se quedó dormida, soñando con columpios.

 

Tristemente, el sueño no le duró mucho. Al menos no lo suficiente para ella. Tenía la sensación de que apenas acababa de cerrar los ojos cuando una mano la sacudió con cuidado hasta despertarla. Abrió los ojos a duras penas y le costó enfocar la mirada, pero cuando finalmente lo hizo se encontró con la cara de CL frente a ella.

 

“¿Pasa algo?” Preguntó Dara mediante un susurro. Se llevó la mano a la boca para esconder un bostezo, pero no sirvió demasiado. CL la miró con una pequeña sonrisa, admirando lo adorable que era la imagen.

 

“No, no pasa nada, pero tenemos que ponernos en marcha. Pronto amanecerá y cuanto antes salgamos mejor.”

 

Dara asintió aceptando las palabras y se enderezó hasta quedarse sentada en la cama. Se pasó las manos por la cara y soltó un pequeño gruñido, seguía estando muerta de sueño. Ese gesto hizo reír a CL.

 

“Te recomiendo que te laves la cara con agua fría, te ayudará a despertarte. Luego podrás dormir un poco más en el coche, conduciremos Bom o yo.”

 

Dara se levantó y observó a CL. Para no haber dormido en toda la noche parecía estar muy fresca. Supuso que sería la costumbre, pero aun así no le gustaba la idea de que no descansase nada. Decidió que haría lo posible por mantenerse despierta para que CL pudiese dormir en el coche la primera.

 

“Voy a echarme un poco de agua, seré rápida.” Dijo Dara. Al pasar junto a CL se quedó quieta y la miró. Entonces le vino a la mente todo lo que había ocurrido la noche anterior. Por un momento había pensado que fue un sueño más parecido a otros que había tenido, pero no, había sido real. Chaerin la había besado.

 

Al recordarlo no pudo evitar quedarse mirándola fijamente y con la boca ligeramente abierta. Se había quedado totalmente en blanco y al darse cuenta empezó a ruborizarse.

 

Mientras tanto CL había pasado de devolverle la mirada con una sonrisa a mostrarse confundida por la reacción de Dara. No entendía por qué se había quedado de esa forma, como paralizada.

 

“Eh… ¿Estás bien?” Preguntó CL empezando a sentirse incómoda ante la mirada de Dara.

 

Las palabras de CL sacaron a Dara de su aturdimiento y la hicieron volver al mundo real.

 

“S-sí, perdona, solo estaba…” Dara miró la puerta de la habitación. Estaba semi-abierta, pero no parecía haber movimiento ninguno.

 

“Bom está ya abajo con Minzy.” Dijo CL adivinando lo que pasaba por la mente de Dara.

 

“Oh, parece que soy la que más duerme siempre.” Dijo Dara riendo por lo bajo, sintiéndose nerviosa todavía. CL sonrió divertida al escuchar eso.

 

“Eso es porque no me has visto a mí cuando no hay nada que hacer. Puedo pasarme el día entero en la cama.”

 

La mente de Dara se llenó de imágenes de CL en una cama todo el día y tuvo que aguantarse para no comentar lo mucho que le gustaría ver eso de primera mano. No era el momento de sacar a relucir su lado ertido.

 

Volvieron a quedarse en silencio sin saber qué decir. Al contrario que CL, Dara tenía experiencia saliendo con gente, pero no había pasado por nada parecido y no sabía demasiado bien cómo comportarse. Las cosas habían quedado demasiado abiertas y en el aire y no estaba segura de qué estaba permitido y qué no. CL parecía estar pasando por lo mismo en ese momento.

 

Sin querer, se alejó de CL justo a la vez que ésta dio un paso hacia ella, consiguiendo que todo fuese aún más raro. CL apartó la mirada incómoda por lo que acababa de pasar. Dara se mordió el labio consciente de lo que su gesto había parecido. Lo último que quería era que CL se creyese que no quería nada con ella. Pero si estaba tan segura de todo, ¿por qué estaba resultando tan difícil hacer o decir algo?

 

“Deberíamos ponernos en marcha ya.” Dijo CL finalmente. Volvió a mirar a Dara durante unos segundos y tras ofrecerle una sonrisa que parecía ser forzada, se giró para irse.

 

“Chae, espera.” Pidió Dara en cuanto la vio girarse. Entre lo cansada que estaba y la confusión del momento, estaba creando un malentendido entre ellas. No tenía ni idea de cuando sería la siguiente vez que tendrían un rato para ellas dos solas, y se negaba a dejar así la situación hasta entonces.

 

“¿Sí?”

 

Dara se acercó a CL y apoyó las manos en sus hombros. Con suavidad y lo suficientemente lento para darle tiempo a apartarse si quería, levantó la cabeza y le dio un beso corto en los labios.

 

“Perdóname, sigo estando medio dormida.”

 

CL sonrió abiertamente y sacudió la cabeza. “No te disculpes, no pasa nada.” Rodeó su cintura con un brazo y apoyó la otra mano en la mejilla de Dara. Atrajo con cuidado su cara y volvió a conectar sus labios en una serie de pequeños besos, tan solo alargando el último antes de separarse.

 

“Luego podremos hablar mejor, ¿ok?” Dijo Dara con una sonrisa. Ambas sabían que tenían mucho que decirse, pero al menos ahora no tenían dudas sobre si estaban bien o no. Eso haría que la espera fuese mucho menos difícil.

 

CL asintió y poco después dejó la habitación para ir con Bom y Minzy. Dara miró la puerta durante unos segundos y suspiró, todo parecía demasiado bonito.

 

Fue a coger la ropa para vestirse e ir a lavarse un poco cuando se dio cuenta de que la noche anterior no se había puesto nada y solo llevaba una camiseta y la ropa interior. Había estado así delante de CL todo el rato sin darse cuenta. Se llevó la mano a la frente y sacudió la cabeza.

 

Decidió intentar no darle más vueltas y olvidarse del momento tan vergonzoso. Ya tendría tiempo para martirizarse luego.

 

Quince minutos después bajó las escaleras, ya preparada para salir. Bom estaba terminando de recoger las cosas del salón y Minzy y CL no estaban por ningún lado, así que seguramente ya estarían esperando en el coche.

 

“¿Qué tal has dormido?” Preguntó Bom con una sonrisa amable. También parecía tener sueño.

 

“Bien, pero se me ha hecho demasiado corta la noche. Creo que me quedaría un par de días más durmiendo.” Dijo Dara haciendo reír a Bom.

 

“Te entiendo, pienso exactamente lo mismo. No sé cómo estas dos aguantan tanto, es como si tuviesen el cuerpo lleno de cafeína o algo.”

 

“A lo mejor tienen algún secreto, deberíamos preguntárselo.”

 

Las dos terminaron de recoger entre risas y salieron de la casa asegurándose de dejarla bien cerrada para que se mantuviese hasta la siguiente vez que la necesitaran. Efectivamente, CL y Minzy estaban ya dentro del coche. La pelirroja estaba en el asiento del copiloto mientras que CL estaba tumbada a lo largo de los asientos traseros.

 

“¿Conduzco yo?” Preguntó a Bom. Seguía cansada, pero conducir la espabilaría seguro y Bom tenía el mismo derecho que ella a descansar.

 

“Nah, yo haré el primer turno. Descansa ahora que puedes.” Le respondió guiñándole un ojo.

 

Dara abrió la puerta trasera del coche e intentó meterse, pero las piernas de CL ocupaban su espacio. Arqueó una ceja y miró a la rubia, que tenía una sonrisa traviesa. Llevaba las gafas de sol puestas, pero se notaba que también la miraba a ella.

 

“¿Te importaría apartar las piernas?” Dijo Dara cruzándose de brazos intentando parecer molesta, aunque su sonrisa la delataba.

 

“No sé, me pesan demasiado. Es lo que pasa cuando no duermes, que tu cuerpo se siente cada vez máaaas pesado.” Se quejó CL de forma exagerada.

 

“De no dormir, ¿eh? Y yo que creía que se hacía más pesado porque te hartas de chocolate. No te creas que no nos hemos fijado en las tabletas que escondes en tu mochila.” Bromeó Dara. Pero era cierto, si Bom parecía estar obsesionada con el maíz y la comida en general, la debilidad de CL era el chocolate. Al principio no se había dado cuenta, pero poco a poco había descubierto su hábito.

 

CL abrió la boca y dejó escapar una risa incrédula. Se levantó las gafas lo suficiente como para mirar a Dara con los ojos entrecerrados.

 

“¿Estás insinuando que estoy gorda?”

 

“No sé, tú sabrás.” Dijo Dara encogiéndose de hombros. “Pero podemos investigarlo.” Se inclinó y estiró el brazo para agarrar el borde de la camiseta de CL y levantarla por encima de su ombligo. Antes de que CL pudiese reaccionar, pellizcó su barriga. “¡Ja! Te he encontrado un michelín.”

 

“¡No!” CL le dio un golpe en la mano para apartarla de su barriga y se bajó la camiseta riendo. “Deja mis michelines en paz, que están muy bien así.”

 

“Venga niñas, hora de irnos.” Dijo Bom apareciendo detrás de Dara. Sin avisar, apoyó las manos en la espalda de Dara y la empujó sobre CL. Tras asegurarse de que las piernas de Dara estaban dentro, cerró la puerta del coche y lo rodeó para ir al asiento del piloto. “Ahora portaos bien y no hagáis demasiado ruído.” Bromeó.

 

“Sí, mamá” Dijo CL burlándose de ella. Después miró a Dara que había acabado con la cabeza sobre su pecho y no daba señales ningunas de tener la intención de moverse. “Te veo muy cómoda, ¿no?”

 

Dara asintió con los ojos cerrados. Lo estaba.

 

“Sí, eres bla