Capítulo 28

Ryosuke

Durante varios años desperté cada mañana lleno de enojo, tristeza, dolor y sobretodo con sed de venganza, todas las noches me mantenía despierto pensando, buscando e investigando, preparando minuciosamente mi plan para mi tan afamada venganza.

Me convertí en un monstruo frío sin corazón, sin compasión, mi alma y cuerpo fueron tomados por ese monstruo lleno de rencor y odio. Trate de luchar, olvidar, perdonar y avanzar cuando Mei llego a mi vida, pero al final volví a ese obscuro camino y aún más herido porque ella huyó de mí haciendo que me sintiera una mierda.

Conforme los minutos, días, meses y años pasaban poco a poco aprendí a aceptar cómo mi vida ya no sería la misma, cuan desafortunado era.

Aprendí a aceptar que nunca sería dichoso, que jamás probaría un poco de felicidad.

Me sentí muy solo algunas veces que incluso ya no quise vivir más… pero ese rencor me mantuvo vivo. Viviendo, matando y muriendo lentamente por dentro, así es como fue mi vida en los pasados años.

Pero lo que menos esperaba era que un alma pura, ingenua e inocente pusiera mi mundo de cabeza. Sus brillantes y hermosos ojos castaños, sus delicados y femeninos labios, su largo y suave cabello… su personalidad random y traviesa pero con esa chispa de inocencia, lo que haya sido me atrajo completamente hacia ella.

Ella llorará y reirá por las cosas más tontas y simples de mundo, aun cuando ella es tímida, directa, firme y perspicaz que en conjunto siempre me sacan una sonrisa que jamás sabía que podía hacer.

Es una torpe mujer que supo cómo penetrar en mi corazón profundamente.

Es una ingenua mujer que encontró una manera de amarme… pero ella sabía que amarme vendría con un precio.

Se lo dije una y otra vez  y se lo hice ver de la manera más cruel posible, pero ella lucho, se quedó a mi lado.

Estoy jodido, tengo cicatrices mental y físicamente, la lastime una y otra vez sin cansancio, la hice llorar, le mentí tan fácil como quitarle un dulce a un niño, la obligué a que no le importara sus sentimientos, hice que confiara en mí, le di esperanza para después tirarla en un laberinto sin salida, confundiéndola.

Soy como soy, alejo a todo el mundo, soy difícil de leer y muy complicado de lidiar.

A pesar de eso, ella se mantuvo a mi lado.

Se quedó.

Me amó, confío en mi ciegamente y me aceptó… me amo por lo que soy.

Ahora que me he dado cuenta de eso… no puedo más que arrepentirme por dejar pasar esos momentos con ella, esos momentos donde pude haberle dado el cariño que ella se merecía.

Dejarla ir y esperar hasta este momento para darme cuenta… es el peor error que he cometido en mi jodida vida.

Quiero regresar el tiempo y corresponder aquellas hermosas y dulces palabras que ella susurraba y me decía silenciosamente con sus ojos, sus labios, sus manos… con su corazón.

Sus palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez, clavándose, haciéndome daño, haciendo ver lo estúpido que he sido… cuando me dijo que su dolor no era nada comparado al mío… me destrozó, me hizo entrar en razón y yo… yo no pude decirle lo equivocada que estaba.

Su dolor no se compara al mío, no, su dolor es más inmenso que el mío, y yo fui parte de ello. Aiko perdió a su madre, su padre la alejo cuando ella más lo necesitaba y vivía un infierno con su madrastra, ella… Aiko, mierda me cuesta trabajo decir su nombre, no merezco siquiera nombrarla ni pensar en ella, Aiko sólo quería ser amada y querida, sentirse protegida, ella sólo quería mi atención y yo no se lo pude dar aun cuando yo anhelaba hacerlo, yo le infligí dolor una y otra vez de varias maneras, su dolor fue más grande que el mío, ella fue la más herida en todo esto y la perdí.

La perdí…

…

“¿Cómo te sientes?”, Yuya entra a la habitación del hotel con una bolsa de la farmacia, puedo ver que está tratando de sonreír para hacerme sentir mejor, pero está fallando, esa tristeza está muy presente en sus ojos y en su voz.

Lo ignoro y continúo viendo a través de la ventana, aunque no hay nada que ver, sólo edificios, pero necesito algo que concentrar mi atención y disminuir el dolor en mi pecho que no me deja respirar.

Me niego a creerlo… ella no puede dejarme.

Yuya me saca de mi ensoñación aclarando su garganta para llamar mi atención, lo miro inexpresivo y sin vida, y de pronto un escalofrío recorre mi cuerpo anticipando lo que me anunciará Yuya.

“Sobre Aiko… no hemos encontrado nada”, lo menos que quería escuchar, aprieto mis manos en duros puños, no sé cómo me esté viendo en estos momentos pero me he de ver jodido por la cara de compasión de Yuya.

Asiento con la cabeza, mi cuerpo está tenso y mis manos cerrados en duros puños.

Necesito ser fuerte. Debo ser fuerte.

“No podemos creer en lo que dice los periódicos, Yamada. Son sólo rumores”, no sé cuántas veces me ha dicho eso, yo tampoco quiero creerlo, pero yo la vi con mis propios ojos, ella estaba en mis brazos cuando aquellas balas perforaron su espalda… yo estaba ahí… yo… no pude hacer nada.

Suspiro, pasando mis dedos entre mi cabello con frustración.

En estas últimas semanas de lo único que se habla en la televisión, radio y periódicos es de la supuesta muerte de la hija del más importante empresario de Japón, son vagas suposiciones por parte de los medios, y no sé en qué demonios se basaron para esparcir esos rumores y tampoco han podido contactar a Fuwa ni a sus representantes para que aclare estos rumores.

Me niego a aceptarlos.

No puedo perder a alguien importante para mí una vez más, no podría soportarlo…

En cuanto esas noticias salieron, mande a mis hombres aun en nuestra situación complicada para que buscaran información acerca de Aiko y saber que ella se encuentra bien, que ella está viva, aun cuando no pueda estar a su lado me reconfortaría saber que ella está bien.

Ella no puede dejarme, no, no, no.

“¿Qué haremos? Tenemos poco tiempo…”, Yuya tiene razón, tenemos poco tiempo antes de partir aunque la policía no ha mostrado interés en nosotros como esperábamos no podemos confiarnos ni arriesgarnos, esto cada vez de complica más.

Cierro mis ojos, masajeando mis cienes con mis dedos, no puedo irme sin saber que ella está bien, o al menos saber que fue de ella…

Aunque no quiera aceptarlo, siempre hay una posibilidad.

La imagen de su frágil y desprotegido cuerpo tirado en el piso, sangrando e inconsciente en cuanto recibió las balas que iban directamente hacia mí…no me ha permitido dormir, siempre estuve acostumbrado a ver morir y a matar, pero el verla a ella en esa situación… Mierda, no puedo con esta agonía, con esta rabia conmigo mismo por no haberla protegido y haber sido un estúpido.

Cuando Aiko me protegió con su cuerpo, no pude reaccionar, estaba totalmente en shock, y antes de poder hacer algo Yuya y mis hombres fueron por mí para salir de ahí, aun cuando yo luche por que me soltaran y poder estar con Aiko, saber que ella se encontraba bien.

Fueron dos balas, dos malditas balas, disminuyendo las probabilidades de que haya sobrevivido, no… no puedo darme por vencido.

Pero… ¿si los rumores son ciertos? y… ¿si la perdí para siempre?

La culpabilidad y el arrepentimiento me están destrozando pero el saber que haya alguna posibilidad de que jamás la vuelva a ver, sentirla… me está matando, el no poder volver a escuchar su voz, ver sus hermosos ojos profundos y soñadores mirarme con tantas emociones, es doloroso…

Siento la mano de Yuya posarse en mi hombro dando un suave apretón, “Ella está viva, Ryosuke… sé que lo está. Es una mujer fuerte, la encontraremos, te lo prometo”, su voz se rompe al final compartiendo un poco de mi dolor.

Princesa.

…

“Señor, su esposa ha estado preguntado por usted”, Fuwa suspira y pasa ambas manos por su cabello.

“No respondas más sus llamadas o mensajes”, su joven asistente se limita a asentir.

“Acerca de las noticias-“.

“Dejaremos que digan lo que quieran”.

“Muy bien, señor”.

“¿Algo más? Quiero regresar con mi hija”.

“¿Cómo se encuentra la señorita?”.

Fuwa niega con la cabeza, su asistente lo mira con preocupación, sabe que el estado de su jefe es porque no ha habido ninguna mejora con su hija.

“Temo que no despierte, Inoo”, su voz se quiebra.

“Ella es fuerte, señor. Lo logrará”.

Fuwa no dice nada.

“Acerca del joven Yamada…”

“¿Ya lo encontraron?”.

“No del todo, sólo a sus hombres buscando información acerca de la señorita Aiko, parece que quieren saber su ubicación”, Inoo responde frustrado.

“Hazles saber dónde estamos, necesito a Yamada-kun aquí lo antes posible”.

“Pero… ¿y la policía-“

“Ya he retirado los cargos y confío en ti para que realices una historia convincente haciéndoles saber que hubo un malentendido”.

…

Ryosuke

“Yamada…”, Yuya dice mi nombre sorprendido cuando hundo mi rostro entre mis manos al sentir lagrimas abundantes y pesadas derramarse por mi rostro, “Deberías verte ahora mismo, porque en este momento estoy viendo a un Ryosuke que jamás había visto antes… Ella realmente te cambió”, sollozo dolorosamente ignorando sus palabras, la esperanza y el alivio se han apoderado de mi cuerpo.

“¿Quieres que prepare todo? Iras a verla ¿cierto?”, me pregunta Yuya esperanzado, no respondo y él comprende mi silencio.

“No iras a verla”, confirma.

“No”, se me quiebra la voz.

Él ríe sombríamente.

“Tú, maldito bast-, agh, ¿me hiciste buscarla, para sólo encontrarla y huir? Cobarde”, él escupe enojado.

“Sólo necesitaba saber que ella se encuentra bien, Yuya”.

“Después de todo lo que has pasado ¿no has aprendido nada?”, me cuestiona con tristeza al ver que no voy a ceder.

“¿Por qué debería?”, lo cuestiono acerca de ir a verla, no quiero salir herido de nuevo, no quiero perder a alguien más, ya no. El fingir que no me importa Aiko, sería estúpido, porque si lo hago, me importa y mucho.

“Eres un verdadero idiota”.

Si lo soy.

“Mierda, ¡ve por ella! No sólo te quedes aquí con tu autocompasión y miseria porque tú y yo muy bien sabemos que detrás de esa cabeza dura sabe lo que quieres y debes hacer porque... Ugh, tú mismo lo sabes, ¡porque tú la AMAS! No me importa si continúas negándolo, pero eso no cambiara nada, ve por ella… antes de que sea tarde y en verdad te arrepientas. Ella es muy especial y tú lo sabes, no tendrás otra oportunidad de encontrar a alguien con tan puro y sincero corazón”.

Así es como termine aquí, en este lugar lejano y escondido pero hermoso y con ese sentimiento familiar.

Mierda.

Jamás me había sentido tan nervioso hasta ahora.... pero necesito verla con mis propios ojos.

Todo mi cuerpo está temblando ante la anticipación de lo que pueda estar detrás de esa puerta, ¿a dónde demonios fue el controlador y frío Ryosuke? Ella me hace de está manera, me hace perder la ordura, me hace llegar al límite... Tomo la fría perilla que hace que sienta escalofríos, de pronto ese temor comienza a surgir, no sé si esté preparado a lo que pueda ver detrás de esa puerta.

“Viniste”.