Mi Universo

Just for You

Capítulo 29

Giro mi cabeza para encontrarme con la persona que siempre creí fue el culpable de absolutamente todo.

No respondo y mi cuerpo se tensa de inmediato a la defensiva.

Sé que él no es culpable, investigue con más cuidado y efectivamente, aunque el caso fue cerrado, fue descrito como accidente y el culpable; mi padre.

No obstante no puedo evitar sentir mi sangre hervir al ver a este hombre, tantos años de odiarlo noche y día… esos sentimientos no se esfumarán de la noche a la mañana.

Él en su lugar, me sonríe sin vida, puedo ver que no ha dormido, su edad es más evidente ahora, el poderoso e intimidante Fuwa ha sido remplazado por un triste y vulnerable padre.

“¿Cómo has estado, hijo?”, él pregunta acercándose más a mí, dejo la perilla de la puerta y me giro para encararlo completamente de mala gana, no hay tiempo.

“Bien”, respondo secamente pero él no se muestra sorprendido por mi tono.

“Estoy feliz de que al fin estés aquí”, no digo nada esperando a que continúe pero él me sigue mirando con cariño haciéndome sentir incómodo, me habla y me trata como si me conociera de siempre, como si fuera parte de la familia.

No me gusta.

Él continua mirándome, sus ojos perdidos en sus pensamientos y pasados unos segundos se ríe.

“Lo siento, hijo. Verte a ti y a mi hija… me acorde de lo que decían Kaoru y mi esposa acerca de ustedes cuando apenas eran unos niños”, en cuanto menciona a mi madre mi corazón se detiene y se encoge dolorosamente, tampoco puedo evitar sentir enojo el ver la manera en la que habla de mi madre.

Alzo una ceja no compartiendo su sonrisa, pero cuestionándolo silenciosamente.

“Cuando Aiko nació, Kaoru comento que sería maravilloso si ustedes dos en un futuro terminaran juntos, uniendo a nuestras familias aún más y mi esposa se emocionó tanto que apoyo arduamente la propuesta, tú apenas comenzabas a caminar, pero ellas hasta la boda estaban planeando y el lugar de su luna de miel”, él dice aun sonriendo nostálgicamente, esta revelación me toma con la guardia baja.

¿Ya conocía a Aiko?

Fue hace mucho, realmente no me acuerdo mucho de mi infancia, salvo los sucesos que cambiaron mi vida por completo.

“Y cuando los vi interactuar en esa bodega supe que algo había entre ustedes, no pude estar más feliz de que el deseo de mi esposa y Kaoru se haya vuelto realidad, nuestros hijos juntos. Me atrevo a decir que estaban destinados después de todo”, dice el señor Fuwa con aprobación yo sigo mirándolo incrédulo.

“¿Realmente no lo recuerdas cierto?”, me pregunta y su sonrisa se desvanece un poco, él saca algo de su bolsillo y me tiende lo que parece ser una foto familiar, la tomo inseguro y la observo detenidamente, mi respiración me falla, es una foto de mi mamá, con los Fuwa, Aiko y yo incluidos.

“Aiko te quería mucho, te seguía a todas partes y cuando no te veía lloraba, tú la cuidabas y protegías tanto, jugaban todo el tiempo. Supongo que no te acuerdas ya que fue cuando eran unos tan solo unos capullos, Kaoru en ese entonces ya tenía ciertos problemas con su esposo y de un día a otro dejo de visitarnos y comunicarse con nosotros. Aiko lloraba porque ya no te veía”.

Cuando el señor Fuwa cuenta aquello yo no quito los ojos de la foto, estoy absorbiendo cada detalle del rostro joven de mi madre, y también admirando la belleza e inocencia de Aiko.

Me río para mis adentros.

¿Quién lo diría?

Aiko y yo estuvimos alguna vez juntos.

“¿Por qué no me metiste a la cárcel? Secuestre a tu hija”, pregunto sin pensar, pero quiero saber.

“Eres el hijo de Kaoru, jamás le haría algo como eso a su hijo o a ella, pero fue principalmente por mi hija. La manera en la que te mira, la manera cómo actúa cuando esta alrededor tuyo, me quedo claro sus sentimientos, ella te ama incondicionalmente. Ella florece hermosamente cuando la vi interactuar contigo y jamás la había visto actuar de esa manera antes”, su padre dice con una sonrisa que logra llegarle a los ojos, pero se desvanece de inmediato al ver mi escepticismo.

“No nací ayer hijo, se cuando alguien tiene sentimientos por ese alguien, y tus ojos lo dicen a gritos. Sé que eres una buena persona, eres hijo de Kaoru después de todo”, da un pequeño apretón a mi hombro, “No te quito más tu tiempo, sé por qué viniste y te agradezco por eso. Mi hija te necesita ahora más que nunca”, su voz se le quiebra, y pasa una mano por su cabello, “Ella está esperándote… rezo para que tú puedas traerla de vuelta, Ryosuke”.

Dicho eso se va no sin antes derramar un par de lágrimas y brindarme una rota sonrisa, quiero detenerlo para poder preguntarle acerca del estado de Aiko… sin embargo con tan sólo verlo responde a mi pregunta.

“Eres buena persona.”

Aquellas palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez.

No soy buena persona.

Mis manos han matado, mi boca ha herido con sus palabras, mis ojos han visto lágrimas y mi mente ha planeado todo esto.

Regreso a la puerta, recargo mi frente en el frío material y tomo la perilla en mi mano, respiro profundamente un par de veces, preparándome y a la vez sintiendo pánico de lo que me pueda encontrar.

El click de la cerradura rompe el silencio y abro la puerta lentamente, el dulce aroma de Aiko me envuelve, todo el cuarto está repleto de su inigualable aroma, embriagador, haciéndome sentir en casa, es un sentimiento cautivador y familiar.

Mi respiración se acelera y mis pies se siento pesados cuando la veo.

Ahí está ella.

Acostada en esa enorme cama con varios aparatos a su alrededor, lo único que se escucha en la habitación es el lento latir del corazón de Aiko a través de monitor cardiaco.

Cada paso hacia ella me va dejando sin aliento y cuando llego hasta su cama estoy jadeando sintiendo un gran dolor en mi pecho.

Cuando veo mejor su figura, mis ojos se dilatan y mi mundo se detiene.

Ella es mi mundo.

Su piel está pálida, sus labios morados y ocultos detrás de una mascarilla de oxígeno, debajo de sus ojos hay visibles ojeras pero a pesar de todo, ella ante mis ojos sigue siendo la mujer más bella, delicada y pura.

Me siento en la orilla de la cama, no perdiendo detalle de su dormida figura.

“Una buena persona…”

Una buena persona la hubiera hecho sonreír, una buena persona no la hubiera hecho llorar, una buena persona le brindaría el amor que ella se merece.

“Princesa…”, susurro mientras trazo la línea de su cuello con mis dedos, sintiendo choques eléctricos con tan solo rozar su piel, ella es la única que tiene ese efecto en mí, “Eres realmente una tonta”.

Sonrío casi divertido de mis palabras miserables, de todas las cosas que podría decirle, de todas las cosas que quiero, deseo decirle… pero así soy, no soy bueno con las palabras ni cómo transmitir el significado de ellas.

Pero sé que en un futuro no muy lejano, podré decirle esas palabras que ella tanto ha anhelado, por que en verdad es lo que siento,  sin embargo aún no es el momento, tal vez haya cambiado mi forma de pensar pero el daño ahí sigue, toda la mierda que hice… seguirá persiguiéndome y no quiero ensuciarla, no más.

Necesito asentarme, necesito buscar salidas, oportunidades, resolver mi jodida vida para poder merecerla, para poder brindarle lo que se merece.

No sé cuándo vaya a despertar, sólo espero que sea pronto y cuando lo haga, yo esté al fin listo y poder darle una oportunidad a un nosotros.

Tiernamente acaricio su pelo, su rostro, grabando en mi memoria cada detalle de sus inocentes y hermosas facciones.

“Vuelve pronto a mí, Aiko”, suplico con todo mi ser en su oído, rezando por que pueda oírme, miro su rostro buscando algún indicio, teniendo un vaga esperanza de obtener alguna respuesta pero no hay nada, su rostro continua sumido en un profundo sueño… o eso parece.

Entonces caigo en cuenta.

Hay grandes posibilidades de que no despierte o cuando yo no esté a su lado pierda la batalla… trato de reprimir un sollozo pero las lágrimas salen naturalmente.

No sé cuál sea su estado en estos momentos, pero sí ha estado así durante todos estos días, sin mencionar su lento y frágil latir de su corazón a través de monitor…

No.

No.

¡No!

Ni siquiera puedo pensar en ello.

“No puedes dejarme, Aiko”, se me rompe la voz cuando las imágenes de su frágil cuerpo cayendo tras haber recibido las balas en aquella bodega torturan mi cabeza de nuevo, haciendo que pierda la esperanza.

“Lo siento…”.

Tomo su fría y delicada mano entre las mías, tratando de transmitir un poco de mi calor, llorando entre ellas, ya no importándome ni preocupándome por ocultar mis sentimientos.

¿De qué sirve?

“Princesa… no puedes ¿me escuchas?”

Si la pierdo…

“No puedes”.

Me permito desahogar todo mis sentimientos que había contenido durante todos estos días e incluso años, dándome cuenta del gran peso que tengo sobre mis hombros y que esta hermoso ángel llego a mi vida para salvarme, para demostrarme lo que es ser amado y querido.

Mi ángel…

Asiento con aprobación, incluso es más que eso.

“Ella es fuerte”.

Lo sé, me he dado cuenta a las malas, debo tener fe en ella, debo tener fe en mí, confiar en mí mismo.

El vibrar de mi celular me trae de vuelta a la realidad, de mala gana lo tomo sabiendo que es importante.

En la pantalla veo el mensaje de Yuya.

“Ya es hora”.

Suspiro dolorosamente, sabiendo que lo estoy por hacer será tal vez lo más difícil que he hecho.

“Aiko…”, beso suavemente sus nudillos y los mantengo en mis labios, rozando su piel contra la mía, absorbiendo, memorizando y disfrutando su dulce aroma, que sé lo voy a extrañar, todo de ella, “Princesa, debo irme”, no puedo evitar sentir surgir dentro de mí una ola de enojo en conmigo mismo, no quiero dejarla, quiero quedarme y verla despertar, saber que está bien, “No será permanente, sólo… yo…”, balbuceo, tratando de encontrar las palabras, es muy difícil decirlo en voz alta, “debo arreglar mi vida, debo enfrentar las consecuencias de lo que he hecho y cambiar, quiero intentarlo, quiero ser capaz de intentar un nosotros. Así que por favor… lucha y vuelve pronto, vuelve a mí, sé que estoy exigiendo mucho y que no estoy en la posición de hacerlo, pero sólo por esta vez confía en mí, no te des por vencida… te necesito, espera por mí. Te aseguro que cuando nos volvamos a ver seré capaz de decirte lo que realmente siento, seré capaz de compartir mi vida contigo”.

Cierro mis ojos y planto un suave beso en su frente, sellando mi promesa, cuanto hubiera querido sentir sus dulces labios contra los míos, pero no puedo hacerlo, no en este momento, quiero que ella este consciente cuando yo la bese.

Será pronto.

Por favor Aiko…

No me olvides.

No me dejes.

No hay nadie ahí afuera que sea capaz de hacerme sentir de la manera en la que tú lo haces.

Observo por una última vez su figura antes de encaminarme hacia la puerta.

No puedo evitar darme cuenta como poco a poco mi corazón se va sintiendo vacío con cada paso que doy, distanciándome.

No.

No voy a decir adiós, porque esta no será la última vez que la vea.

Y cuando yo regrese, seré el hombre que pueda amarla, mantenerla en mis brazos, protegerla, adorarla.

Regresaré porque…

Este es el lugar donde yo pertenezco.

A lado de ella, con ella.

Mi princesa.

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Comments

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Alemisa #1
🥰🥰😍😍😘😘🙈🙈
MariYamadaInoo
#2
Chapter 37: Hermoso ♡♡♡♡♡
hadaazul
#3
Chapter 34: oh Dios *-* que hermosoo
AlexaAsakura #4
Chapter 33: Dios Ryosuke ya esta aqui y con Aiko esto es tan hermoso!!!!!
hadaazul
#5
Chapter 33: eres una gran escritora jugas con los sentimientos de tus lectoras y esas fotps en cada capitulo me matan lloro, rio, amo, grito de todo en mi corazon gracias por tus capitulos los he leido todoos y espero mas
AlexaAsakura #6
Chapter 32: Si de seguro que es Ryosuke yo lo se!!!!!
Shute_dayo #7
Chapter 32: AAAAAAH!! -entro en panico- DONDE?! DONDE!? ... asadasfdgkhldkgjfsñ<twu... KOALAAAAA!!
AlexaAsakura #8
Chapter 31: *Se desmaya desmayadamente* Tienes que seguir por favor esta en el mejor momento!!!
Shute_dayo #9
Chapter 31: waaaaa!!!
al fin!! al fin!!! se que esa persona es RYOSUKE!!!
ewer solo lo se!!
conti!! conti!!!
AlexaAsakura #10
Chapter 30: Sigue por favor yo se que Yuya sabe donde esta Ryosuke, por eso debe decirle a Aiko!!