"¿Sí aún la amas entonces por qué me besas, por qué sigues diciéndome cosas que me dan esperanza, por qué sigues rompiendo mi corazón”, solloza y hunde su sonrojado rostro entre sus manos, “¿Qué ves en ella que no ves en mí? ¿en qué estoy fallando?¿qué fue lo que hizo que te enamoraras de ella?”

“Me mentiste”, añade con voz rota.

Suspiro. 

Entierro mis dedos en su largo y suave cabello, atrayendo un mechón hacia mí, oliendo su intoxicante y dulce aroma. 

Si, mentí. 

Te mentí así no podrás ver mis profundas cicatrices. Aún no estoy listo para un ‘nosotros’… aun.