A/N: Éste ya lo había publicado, pero quiero publicarlo de nuevo solo porque es mi favorito xd Problem? (?)

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“Yuri ¿estás dormida?” escuché su voz en un susurro tras abrir mi puerta con suavidad.  Mis ojos se sentían pesados, pero aún así me di vuelta y los abrí para mirarla.

“¿Qué pasa?” logre decir entre sueños.

“¿Puedo dormir aquí?” preguntó.

“Mmm, claro. ¿Estás bien, Sica?”

Asintió. “Solo, me siento sola sin una compañera de cuarto.” Explicó mientras se acomodaba en la gran cama de mi habitación del hotel.

“Ya veo; bueno, ahora descansa porque no quiero tener que luchar mañana para despertarte.” Dije dándome vuelta y cerrando mis ojos, lista para ir a mi tierra de sueños.

Fue ahí cuando sentí a Jessica lo más cerca que podía estar de mi, agarrándose de mi brazo. Podía sentir su respiración en mi nuca.

Esto había quitado cualquier posibilidad que tenía de dormirme pronto. Mi corazón estaba acelerado. No era como si no estuviera acostumbrada a eso cada vez que me encontraba en estas situaciones con ella, pero desde hace un tiempo, había comenzado a doler.

Oh, cómo quería darme vuelta y abrazarla, acercarla aún más a mi, recostar mi cabeza sobre la suya y darle un beso de buenas noches. Pero no podía, y eso estaba matándome.  Ya no podía soportarlo.

“Sica, no..” dije intentando hacer que se alejara.

Y lo hizo. Y ahora dolía aún más. “Lo siento.” Dijo suavemente y se dio vuelta, su espalda frente a la mía, pero lejos esta vez.

Tomé aire, intentando relajarme del dolor que estaba sintiendo, tratando de convencerme a mi misma de que quedarse así era lo mejor.

Pero mi corazón ganó esta vez. -Solo esta vez.- pensé antes de voltear y abrazarla. Nuestros cuerpos pegados firmemente uno contra el otro, mis brazos rodeando su cintura, mi rostro entre su cuello.

“Yuri…” pude sentir el shock en su voz.

“Solo por esta noche. Solo… esta noche.” Susurré. Ella no dijo nada, en lugar de eso, volteó para mirarme, me abrazó de la misma manera y apretó más su agarre, acomodando su cabeza en la curva de mi cuello, de manera que ahora mi cabeza estaba de hecho, recostada sobre la suya.

Nos quedamos en silencio por un par de minutos. Lo dudé, pero planté un suave beso en su frente. Ella sonrió.

Y en ese momento, juro que era real, éramos real. Esa noche, nada más importó. Ser idols, ser parte del grupo de chicas representante de Corea del Sur, estar bajo el contrato de SM Entertainment, los rumores, la media, nuestros padres, la presión; esa noche, solo por esa noche, no importaba. Nos permitimos olvidar todo, fingir que podíamos ser felices juntas, que podíamos amarnos de esa manera.

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“Desearía que pudiéramos quedarnos así por siempre.” Susurró.

Y desde esa noche, desde esa única noche, he estado esperando ver el por siempre llegar.