Por consejo de JanDi y JunPyo los dos retornaron a Corea, era mejor que volvieran y asumieran frente al mundo lo que sentían, aun en contra de sus amigos y de las personas a quienes habían defraudado. La más temerosa con la idea fue GaEul, pero con el apoyo de sus amigos y de JiHoo sentía que el mundo no era nada. Nadie sabía el verdadero motivo del fracaso del compromiso, mucho menos sabían de un tercero en esta relación, por ese lado JiHoo no sufría como GaEul, quien al volver a su trabajo tuvo la penosa noticia de ser despedida, no por órdenes superiores como se podría pensar, sino por su ausencia de varios días sin ningún aviso.

Pero no se entristeció, sabía que era su culpa por no hacer las cosas correctamente, enfrentar el mundo con el rostro en alto. Así también debía hacerlo con YiJeong, había intentado llamarlo pero nunca le respondía, era culpa y tristeza lo que llenaba su corazón, opacando su felicidad con JiHoo. Por eso decidió hacer las cosas de frente, como siempre hizo. Se paro fuera de su estudio, teniendo llave de él, no tuvo que tocar, el corazón se le contrajo cuando puso un pie dentro, ¿Cuántos recuerdos?... tantos sentimientos.

-¡¿Qué haces aquí?!- la voz femenina era conocida.- ¿Cómo tienes cara de venir aquí?...- ver a esa chica le subía la presión.-

-Señora…- le dijo ella al ver de quien se trataba, la madre de él.-

Una bofetada se estampo en la mejilla de ella, la mano dura de su antigua suegra le dio vuelta la cara. La chica se merecía esto y más, deseaba hacerle pagar cada lágrima que su hijo había derramado por ella.

-nunca vuelvas a venir…- le dijo mientras levantaba su mano para darle otra merecida bofetada.-

-¡omma!...-

El grito detuvo la mano de su madre en el aire, GaEul no hizo ni el mínimo intento de cubrirse el rostro, estaba aceptando con gusto el castigo que la Sra. So le estaba imponiendo. Pero YiJeong no, él no deseaba verla humillada, ni por su madre, ni por nadie, se acerco a las dos mujeres, y con toda delicadeza tomo la mano de su madre.

-es suficiente…- le dijo.-

-ella…- su madre intentaba hacerle ver a su hijo que nada era suficiente, ella merecía un buen castigo.-

-omma… no quiero.- le dijo suplicante.-

La señora So abandono el estudio pero no sin antes darle una severa mirada a quien hubiera sido una hija para ella. YiJeong en cambio solo podía mirarla con amor, aunque enmascaraba esos sentimientos bajo un velo de ira.

-YiJeong…- comenzó.- lo siento… siento hacerte sufrir y causarte dolor.-

-¿crees que con eso basta?...- le dijo mientras se reía burlón para no llorar.-

-no… pero es lo único que puedo hacer…- le respondió enseguida.- yo… no puedo verte infeliz…-

-entonces… ¿Por qué me abandonaste?...- dio un paso hacia ella.- dijiste que éramos almas gemelas… que me amabas.-

-todo cambio…- le respondió mirándolo.- yo… no puedo dejar de quererte, pero amar…- se llevo la mano al pecho.- eso es algo distinto…-

-no quiero verte…- le dijo.- no puedo…-

-Yo… - intento tocarlo pero era como un animal herido, desconfiado y temeroso.- siempre voy a estar cuando lo necesites… siempre…-

-¿de qué me sirve tenerte cerca… - dejo que ella avanzara con sus manos y recibió sus caricias.- cuando realmente quiero tocarte y no puedo?...- el espacio entre ellos dos era estrecho.-

-siempre vas a ser mi primer amor…- le confesó.-

YiJeong intento besarla pero ella quito su rostro, no quería hacerlo sufrir más y recibir un beso suyo era ilusionarlo, ella no lo amaba y no iba a cambiar de sentimientos tan fácilmente. Pero recibió un abrazo, él no se imaginaba lo doloroso que era tener que perder a una mujer tan importante, cierto… ya había perdido a su primer amor, pero GaEul era más que eso.

Se despidió de él correctamente para volver, ¿A dónde?... a donde su otra mitad la esperaba para reconfortarla. YiJeong en cambio se quedo solo en el estudio, lloraba pero no se lamentaba tanto como la última vez, ahora estaba seguro que no había nada más que hacer.

JiHoo estaba un poco preocupado, él día para el transcurrió de manera normal, pero estaba seguro de que para ella las cosas eran distintas, se sentó en el sofá mirando la puerta, estaba esperando por ella. La puerta se abrió y el rostro pálido de ella se asomo, las miradas como siempre bastaron, él se levanto y la abrazo mientras ella descansaba su cuerpo en él. Era bueno estar en los brazos de la persona que deseabas, más cuando tú día fue un fracaso.

-¿tan mal estuvo?...- le dijo mientras la guiaba hacia el sillón.-

-sí…- paso su cabello por detrás de la oreja.- perdí mi trabajo…- sonrió un poco porque eso no le preocupaba tanto como el hecho de haber visto a YiJeong.-

-pero no se trata de eso…- la conocía, y ella podría conseguir otro empleo en cualquier otra parte.-

-no…- levanto la mirada hacia él.- fui a verlo…-

-¿Cómo estaba?...- era lógico, ella era una persona especial. Se preocupaba de los demás.-

-…- tomo la mano de JiHoo.- le hice mucho daño…-

-le hicimos…- corrigió.-

-pero yo…-

Sin aviso guio su rostro al de ella, toda su vida había pasado rindiéndose, poniendo a los demás sobre él pero no ahora, esta vez deseaba luchar para no sentirse solo, con ella las cosas podían ser mejor, quería que las cosas fueran mejores para ambos. Extrañaba la sensación sus labios, incluso el sabor dulce, se predio de ellos para dejarla sin aliento.

-GaEul…- entendía que el sentimiento de culpa podía destruir a una persona, mucho tiempo lo tuvo por sus padres y no deseaba que ella cargara con eso.- las personas no eligen de quien se enamoran, eso ocurre… naturalmente.-

-¿crees que algún día podremos ser felices?...- lo pensaba mucho, su felicidad estaba construida con el dolor de otra persona.-

-¿acaso no lo somos ya?...- le sonrió y tomo su mano, aquella que llevaba el lazo rosa en su muñeca.-

-sí…- aunque las cosas lucían mal, ella estaba tranquila... porque sabía que JiHoo estaba a su lado, las preocupaciones se desvanecían solo con su presencia.-

Seguramente vendrían tiempos pesados, donde las personas que eran sus amigos se alejarían de ellos, pero si lograban enfrentarlo juntos… no había nada que temer.

-¿puedo prometerte algo?...-le pregunto a ella.-

-¿Qué cosa?...- le dijo curiosa.-

-que esta vez… no dejare pasar la felicidad…-

No solo era una promesa para ella, esto era una promesa para él.

-10 años después-

Toda la prensa de Corea estaba anunciando el séptimo cumpleaños del heredero Shinwa. Todo el mundo esperaba ansioso la fiesta en honor al hijo del gran empresario JunPyo. Desde que grupo Shinwa quedo bajo el control de él, las cosas cambiaron bastante. Incluso la imagen de la familia ante el mundo fu diferente, pasaron de ser fríos y distantes a tener un gran acercamiento con el pueblo, su esposa se había encargado de darles una mejor reputación, desde hacer donativos a instituciones hasta dar más becas para el ingreso de la academia Shinwa y al contrario de lo que muchos pensaron, ella era quien ordenaba a su esposo y no al revés.

-¿Por qué haces esto?...- le reclamo a su esposa, de entre todas las cosas que podrían hacer en este día… ¿Por qué hacer una fiesta de este tipo?.-

-¡porque es divertido!...- le dijo entre dientes a su marido.- ¡Yah! ¡deja de quejarte!...- le ordeno dándole un empujón. Los papeles seguían siendo los mismos, mientras él se encargaba del trabajo ella cuidaba a la familia y disponía tiempo en el hospital.-

-¡es completamente humillante!...- grito antes de salir… ¿pero de que servía?-

En el escenario se presentaba el gran JunPyo, el magnífico millonario que tenía el mundo a sus pies, con dinero suficiente para comprar lo que deseara excepto una cosa… el amor de JanDi o sus órdenes. Lucia como todo un pirata… con el ojo parchado y una espada curva en sus manos, lucia tan feliz, con una gota en su sien, si no lo hacía bien… tendría que lidiar con los regaños de su esposa.

-Agrr…- grito con una mueca.- ¿Quién se atreverá a desafiarme?...- dijo con una voz distorsionada…-

-¡Yo!...- dijo la infantil voz del cumpleañero, era una versión pequeña de él mismo. Con un cabello negro alborotado y una sonrisa dulce, heredada de su madre.-

Los chicos se divertían viendo la escena de pelea entre padre e hijo, donde el ganador de seguro era el niño, ya que JanDi le había dejado bien claro eso. La orgullosa madre aplaudía alegre mientras reía a carcajadas de las payasadas de su esposo.

-¿otra vez está actuando?...-

-Sí…- le dijo girándose - no quería hacerlo…- se sonrió y lo miro más detenidamente.- ¿Cómo has estado?...-le pregunto a su mejor amigo, que lucía sus gafas.-

-bien… un poco cansado.- metió sus manos en los bolsillos.- ¿y acepto?...- le pregunto fingiendo incredulidad.- recuerdo que el año pasado dijo que jamás volvería a hacerlo…-

-jajaja… ya sabes… - levanto su puño.- tengo métodos para convencerlo.-

Se quedaron conversando tras el escenario mientras su esposo era torturado por su hijo, sus sobrinos y amiguitos.

En otra parte de la fiesta YiJeong buscaba con la mirada, estaba nervioso y asustado… ¿Dónde se había metido?. Tocaba nervioso su corbata y siempre era lo mismo con ella, se apartaba de él y se perdía entre las personas, ¿Cuántas veces le dijo que no lo hiciera más?, habían hablado de eso antes de venir a la fiesta e incluso le hizo una promesa.

-¿sucede algo?...- le pregunto.-

-ha visto…-no dijo más… aquella mujer que le hablaba no era otra más que una visión, ese hermoso rostro que ni los años tocaban, GaEul.-

-esta allá…- le indico señalando a una niña pequeña con vestido rosa, andaba tomada de la mano con un niño de la misma edad de ella… aunque un poco más alto.- con Seok Young– se sonrió al ver lo buen padre que era, la perdía de vista unos minutos y ya estaba alterado.-

-Sun Jaes demasiado traviesa…- dijo mientras suspiraba al verla, esa niña era un demonio, siempre que podía lo hacía correr, nunca cumplía lo que prometía y siempre ponía esa cara de niña buena.-

-¿me pregunto a quien se parece?...- le dijo soltando una risa.-

-¿insinúas algo?...- ella no cambiaba seguía tan dulce. Mentiría si dijera que no se imagino una vida con ella, pero no envidiaba ni cambiaba su destino, su tesoro tenía un nuevo nombre -

-solo que es parecida a su padre… mira…- volvió a señalarla.-

Al cuadro de los niños se les unieron dos más, un par de gemelos que enseguida empezaron a tironear de ella para alejarla del niño, aunque el tironeo no duro mucho ya que otra niña menor llego a interrumpir la pelea, al principio pareció que ella ordenaba las cosas pero solo las empeoro, ahora la pelea era entre las dos niñas, que precian gritarse. Esa pelea termino de completarse con la llegada del cumpleañero, el más grande de todos y el que parecía más normal porque en vez de alentar la pelea llego a separar a las dos chicas y gritar a los gemelos que discutían con el otro niño.

-¿creen que deberíamos ir a ver qué pasa?...- dijo Jae Kyung apareciendo de la nada. Sus hijos eran unos revoltosos, pero… lo llevaban en los genes.-

-no…- dijo su marido que venía siguiendo sus pasos- solo están jugando… right men?...- le dijo a su amigo, buscando su aprobación.-

-¿tú qué dices?...- le pregunto a GaEul. No desconfiaba del criterio de su esposo pero a veces olvidaba que ellos eran los adultos.-

-estarán bien…- dijo con despreocupación al ver a su hijo jugando con los hijos de sus mejores amigos.-

-Ah…- exclamo.- ¡esos niños!...- no faltaba nada más para completar la fiesta, los hijos de sus amigos y los suyos, otra vez armando líos… seguramente lo heredaron de los F4.-

-JanDi, no te preocupes… solo están jugando.- le dijo con un tono calmo a su esposa, JunPyo conocía el temperamento de sus dos hijos, uno había salido más a su mujer… pero la pequeña… bueno ella era una copia de él.-

-¿Por qué Min Ji tiene que ser tan problemática?...- le dio una mirada a su esposo…- tsk… no se para que pregunto…- a leguas se notaba que su hija era más padre que madre.-

-¿Qué quieres decir?...- le dijo su esposo.- hoy he sido humillado y maltratado… ¿y aun así te quejas de mi?...- contabilizo con los dedos todas las cosas que JanDi le había ordenado hacer hoy y aun así no eran suficientes.-

Todos comenzaron a reír. JunPyo y JanDi tenían dos hijos con personalidades tan distintas, Soo Pyo el mayor era muy humilde pero con una fuerte personalidad, Min Ji era complicada y demasiado caprichosa para algunas personas, pero aun así los amaban mucho. JiHoo y GaEul en cambio estaban completamente felices con su hijo, Seok Young que por cierto se parecía mucho a su padre aunque tenía un lado travieso como el de su madre y la pequeña So Eun que aun tenía cinco años y no se divertía tanto jugando con los mayores. La sorpresa del grupo eran los gemelos Min Ha y Jae Ha los hijos de WooBin con Jae Kyung , incluso su relación sorprendió más que la de JiHoo con GaEul, ya que de la nada anunciaron que estaban casados. Pero la que hacia revoluciones era Sun Ja, la hija de YiJeong que con esa inocente carita compraba hasta al más inteligente… bastaba una sonrisa para que creyeras que ella nunca podría hacer nada malo.

-lo recuerdan…- les dijo JiHoo…- cuando éramos niños..-

-sí…- WooBin sonrió abrazando a su esposa.-

-tks… -se quejo JunPyo. Pero JanDi lo tomo por sorpresa al tomar su mano.-

-siempre…- YiJeong miro a sus amigos.- F4…-

-creo que ya tienen a sus nuevos F4…- dijo JanDi al ver que los chicos comenzaban a jugar nuevamente.-

-¿y qué hay con las niñas?...- pregunto Jae Kyung.-

-¿Qué hay con ellas?...- pregunto JunPyo.-

-¿no pensaras dejarlas fuera?...- le dijo WooBin.-

-recuerda que yo solo tengo un tesoro…- le recordó a su amigo, hasta ahora no había pensando en tener otro hijo… pero no descartaba esa posibilidad.-

-Sun Ja no dejaría que eso pasara…- JunPyo volvió a señalar a los niños.-

-¡ah!... creo que tendrás una vida muy pesada cuando crezca.- le dijo WooBin a YiJeong.-

-lo sé…- suspiro cruzándose de brazos.-

Su hija nuevamente estaba rompiendo con el grupo, lo cual causaba risa a todos los demás padres. El grupo de niños era tan llamativo como lo fueron sus padres en la juventud, incluso algunos ya los llamaban los herederos F4, lo cual no complacía mucho a JanDi, ¿pero qué podía hacer ella?, solo esperar que no se enteraran de las tarjetas rojas o le haría pagar a su esposo por darle malas ideas a los niños.