Como todas las mañanas GaEul se dirigía a su escuelita caminando, iba con una sonrisa de lado a lado. Atender a sus niños era lo único que la hacia reír, además siempre había algo nuevo que enseñarles y sus carias… bueno, no había mejor premio para ella. Llego temprano y como todos los días durante estos cuatro años se dirigió hacia el fondo de la sala, su corazón se aceleraba cada vez que iba hacia el calendario, este era el cuarto y el definitivo. Tomo su marcador rojo y encerró con un circulo el numero del día… la hacía tan feliz llevar la cuenta.

-un día menos…-

Se dijo a si misma mientras empezaba a ordenar los asientos y abría un poco las ventanas, empezaba la primavera y a los niños les hacia bien respirar aire fresco, hoy tenía preparada muchas actividades, entre ellas unos juegos en el jardín exterior. Estaba regando las plantas de las macetas cuando alguien golpeo la puerta, dejo la regadera y limpio sus manos para abrir.

-Miss GaEul.- la mujer mayor entraba al salón sonriendo, la directora estaba encantada con su profesora de kínder, era una chica dulce y todos los apoderados la estimaban, además que los niños graduados seguían viniendo a sus clases para saludarla.- buenos días.-

-Buenos días, Sra. Directora…- le dijo ella protocolar, a pesar de tener una relación amistosa le gustaba cuidar su trato en el trabajo.-

-he venido a entregarte esto…- le dijo entregándole una carpeta.- tú nuevo alumno… es un caso especial y te regaría interiorizarte, creo que necesitaras poner un porcentaje extra en él.- la directora era muy amable y siempre aconsejaba bien a todos sus empleados.-

-no se preocupe y muchas gracias.- le dijo recibiendo el archivo.- le prometo que voy a poner todo mi esfuerzo para que mi nuevo alumno sea muy feliz...- le respondió satisfecha.-

-estoy segura de eso…- le dijo retirándose.-

Ella se quedo mirando la carpeta y la abrió, lo primero que hizo fue leer el nombre de su nuevo alumno.

-Jang Jung Nam- el nombre era lindo y el archivo venía acompañado de una foto, el niño parecía tierno en ella, ¿Qué clase de dificultades podría tener un chico así?. Pero antes de seguir leyendo miro el reloj, sus otros alumnos estaban por llegar y con ellos toda la revolución.-

Ya en la tarde, cuando el salón quedo vacio y solo el desorden mostraba huyas del día, GaEul pudo respirar, como siempre se quedo un poco más de tiempo para ordenar y preparar sus clases de mañana, además tenía un pendiente. Se sirvió un poco de té en una taza y acompañada de ella comenzó a leer el archivo de su nuevo estudiante.

Al principio no vio el problema del niño, sus calificaciones eran buenas y las referencias de sus profesores también, con cinco añitos era una especie de cerebrito, le gustaba leer cosa interesante… ya a su edad sabía leer. Siguió avanzando en las frases y fue cuando su mano se congelo.

Tuvo que releerlo porque no lo capto al principio; "desde que su madre falleció a mostrado un nuevo comportamiento". GaEul cerró el archivo y también sus ojos, ¿Cómo un niño tan pequeño tenía que pasar por eso?... no era justo, respiro profundo y volvió a leer lo que restaba. Después de leer todo el informe su mente vaga.

-retraído, introvertido… solitario.-

Dijo en la sala vacía, esas eran algunas de las palabras que el profesor puso en su informe, para ella eran palabras muy duras, era un niño que lidiaba con la muerte de su madre, lo mínimo que podía sentir era que su mundo se acabo. Mañana tendría el placer de conocer Jung Nam, seguro debía estar asustado… así que le daría una sorpresa linda.

Tomo sus cosas y salió de la sala, era tan tarde que solo había una forma de volver… a pie.

Al día siguiente ella iba apurada por las calles, iba a más cargada que de costumbre. Pero tenía una misión especial para hoy, no le gustaba que los adultos intentaran cortar las alas de los niños, mucho menos cuando ellos tenían todo el mundo por delante, le iba a enseñar a ese pequeño a sonreír nuevamente.

Apenas entro a la sala dejo las bolsas en su escritorio y realizo su ritual, con el marcador rojo encerró nuevamente el numero pero además añadió unas palabras; 1° día de Jung Nam. Se sonrió y dejo de perder el tiempo, amarro su delantal en la cintura y ordeno los asientos de sus niños, hoy tendría que llevar una lección suave para su nuevo alumno. Estaba acomodando los libros de cuento cuando golpearon la puerta, ella miro su reloj y aun faltaban 15 minutos para que empezaran a llegar los niños.

-Buenos días…- dijo ella sonriendo de lado a lado.-

-Buenos días…- dijo un hombre de cuarenta y tantos años, el apretó el hombro de un niño que miraba hacia el suelo.-

-Buenos días…- dijo él con desgano.-

-Jang Jung Nam…- le dijo ella mientras se agacha a la altura de él.- te estaba esperando…-

-…- el niño levanto un poco la vista y se quedo pegado en la sonrisa de ella… era muy linda, sus ojos brillaban.-

-pasen por favor…- les dijo volviendo a levantarse y dejando la puerta de su salón abierto.-

-Miss… GaEul?...- dijo el hombre tímidamente.-

-sí…- afirmo ella mientras iba hacia su escritorio y tomaba una bolsa, no conocía al niño pero había buscado algo para él, para hacerlo sentir cómodo.-

-lamento si es muy temprano… pero… quería hablar con usted…- él lucia cansado, sus ojos mostraban ojeras y se notaba la tristeza de ambos.-

-si quiere hablamos fuera… espéreme un segundo.- le dijo mientras avanzaba hacia el niño. Él la miraba con algo de desconfianza y tristeza… su mirada iba hacia abajo sin cesar.- Jung Nam… ¿te gustan los regalos?.-le pregunto llamando la atención de él.- ten… será un secreto…- le dijo llevándose los dedos a los labios y sonriendo.- vayamos afuera…-

Una vez que le entrego la bolsa a su nuevo alumno llevo a su padre a la puerta del salón desde allí podía verlo, su cara se ilumino al sacar el peluche, era un poco bobo darle un objeto de esos a los niños, pero a ella siempre le gusto, era uno de sus favoritos cuando era una niña. La rana era un poco vieja, pero le añadió unos cuantos detalles más y quedo perfecto. Giro su rostro al padre del niño, él no lucia muy bien, estaba agotado y no había que ser médico para notarlo.

-Miss GaEul…- el hombre parecía incomodo, incluso apenado.- yo quería pedirle un favor…- comenzó el hombre, ella lo dejo hablar… mientras sonreía sutilmente.- como sabe… mi esposa falleció hace unos meses... y yo…- sus ojos se emocionaban de solo mencionarla, ¿así se sentía el amor de un hombre bueno?, GaEul sentía más simpatía por el niño…- tengo un trabajo nuevo, y necesito traer a Jung Nam un poco más temprano…-

-no hay ningún problema…- le dijo GaEul ante el asombro del hombre, ni siquiera lo pensó.-

-muchas gracias…- le dijo sonriendo y agradeciendo con una reverencia.- pero no es todo…- la pena volvió a su rostro, era difícil no darse cuenta de lo mucho que le costaba expresarse. Se froto sus manos.- también salgo tarde…- la vergüenza ataco inmediato.-

-y no tiene quien lo recoja o cuide…- agrego ella, no era un deber de ella pero sentía que estaba en sus manos ayudarlos.-

-sí…- le dijo él mirando a su hijo, él niño se sonreía mirando su nuevo juguete.- sé que es un abuso…- bajo la cabeza.-

-lo entiendo…- le respondió ella.- y no se preocupe, mientras pueda ayudarlos estaré feliz…-

El padre del niño se deshizo en halagos y agradecimientos, era una niña a sus ojos, muy joven pero con un corazón de oro. Se despidió de su hijo y se fue tranquilo a trabajar, sabía que su hijo tendría problemas para adaptarse pero con una maestra como ella… pues no tenía que preocuparse.

Estuvieron hablando unos minutos antes de que el resto de los alumnos llegara, de uno o dos iban entrando a la clase y todos pedían su abrazo, luego cambiaban su atención al niño nuevo, que se asustaba con facilidad, pero el grupo de niños era muy sensible así que ayudaban a su maestra haciendo sentir bien a Jung Nam.

-niños… es hora de jugar afuera…- les dijo a los revolucionados pequeños, se formaron en una fila para salir al patio y divertirse, el único que no estaba en la fila era Jung Nam, GaEul entendía su comportamiento y pensó que era mejor venir a buscarlo cuando los niños estuvieran jugando.- vamos…- les dijo guiándolos hacia los juegos exteriores.-

Cuando regreso Jung Nam seguía mirando por la ventana, para GaEul el niño le resultaba muy familiar, pero aun no sabía a quién. Tomo un títere y se lo escondió detrás de su espalda.

-¿quieres jugar?...- le dijo con una voz fingida, y moviendo el títere.- vamos a jugar…- le dijo nuevamente el títere.-

-…- él niño se sonrió sorprendido, le gustaba mucho esa nueva profesora, era linda y siempre estaba mirándolo, le recordaba un poco a su madre y cuando pensó en eso movió su cabeza en negativa, escondiendo su rostro en las manos.-

-Hmmm… vamos a jugar…-volvió a decir el títere y ella intervino.- ¿quieres jugar conmigo?...- le dijo ella.-

-…- el niño movió su cabeza asintiendo y la sonrisa de GaEul no podía ser más amplia.-

-vamos!...- le dijo animosamente para llevarlo fuera.-

Para sorpresa de la directora el alumno nuevo se encontraba jugando con sus compañeros, claro que nunca estaba solo, siempre miraba a GaEul como pidiendo su aprobación, pero para un niño con tan malas referencias eso era como un milagro, la directora se sonrió pensando que la responsable de tal cambio era su profesora favorita, no por nada la tenía en alta estima. Los niños fueron recogidos por sus madres y uno que otro venia a buscarlo sus hermanos mayores, GaEul se preocupo al ver como Jung Nam miraba a sus compañeros en los brazos de sus madres… intento acercarse a él para hacerle sentir su cariño y funciono, apenas estuvo cerca el niño tomo la mano de su maestra y la apretó, ella sintió un poco de pena por él, debía extrañar mucho a su madre.

Una vez que todos se marcharon, ella se dedico a leerle a Jung Nam, como sabia que le gustaban los libros el niño se mantuvo entretenido casi toda la tarde, luego el mismo pidió leer, así que eso le dio tiempo a la joven maestra a organizar las clases de mañana. Una vez que los dos estuvieron listos ella saco un chocolate, a veces cargaba dulces para premiar a sus alumnos.

-¿te gustan los chocolates?- le pregunto al niño quien se levanto enseguida de su asiento.- para ti…- le dijo extendiéndolo hacia él.-

GaEul empezó a arreglar sus cosas mirando la hora, faltaba media hora para que él padre de Jung Nam viniera a buscarlo y ella había terminado con todos sus pendientes, fue a cambiar la pagina del calendario cuando sintió un golpe. Ella se giro y lo que vio la espanto a muerte.

-Jung Nam!...- le grito corriendo hacia él, el niño no podía respirara.- ¿Qué sucede?- GaEul empezó a desesperarse, no sabía qué hacer.-

Lo tomo en brazos y tomo su teléfono, la única persona que conocía y podía ayudarlo, marco el número mientras salía a la calle con el niño que cada vez lucia peor. Rogaba para que alguien le ayudara.

-Sunbae!... ayuda… no se qué hacer!...- le dijo mientras corría por la calle con el niño en brazos y su teléfono al oído, miraba hacia todos lados buscando un taxi o algo… necesitaba llevar al niño al hospital pero estaba muy lejos, lo más cercano era la clínica del abuelo.-

-¿GaEul?...- la voz masculina que siempre estaba serena se preocupo.- ¿Dónde estás?...-

-estoy…- la chica estaba llorando y miraba las calles…- a cuatro o cinco cuadras… por favor…- le pidió llorando.-

La conversación se corto y miro al niño, antes la miraba… ahora parecía dormido, ella golpeo sus mejillas y no respondía, soltó el teléfono corriendo más fuertes. Pero justo en la esquina una moto la detuvo, cuando lo vio bajarse de la moto corrió hacia él entregándole al niño.

-ayúdame!...-le rogo llorando.-

Él tomo al niño tomo el pulso, estaba débil pero eso era bueno, lo tendió en el suelo y reviso su respiración, GaEul se tomaba la cabeza y lloraba, ¿Qué le sucedió?, no entendía nada. Del maletín de medico saco una inyección y tomando el brazo del niño la inyecto, no decia una palabra, pero en cuanto retiro la jeringa, el niño inspiro sonoramente, estaba ahogado y pero respiraba.

-tengo que llevarlo a la clínica…- le dijo JiHoo tomando al niño pero no podía hacerlo solo.- GaEul sube…- ella se monto detrás de la moto y sostuvo al niño entre ella y él, afirmándose con una mano al cuerpo de JiHoo.-

A pesar de que era peligroso llevar al niño así, debieron hacerlo, lo que JiHoo le dio era solo en caso de emergencia necesitaba revisarlo bien. La moto se tardo un par de minutos en llegar a la clínica y él se bajo corriendo con el niño, GaEul lo seguía.

-trae el suero…- le dijo mostrándole el gabinete de medicina. Él puso al niño en la camilla, lo auscultó y luego reviso sus ojos, estaba recuperando la conciencia.- ¿Cómo te llamas?...- le pregunto al niño y este se quejo adolorido.-

GaEul volvía con el suero, sus manos temblaban… quería preguntarle a JiHoo que había pasado pero él seguía examinando al niño, se acerco a él y toco su cabeza acariciando sus cabellos, el niño volteo sus ojos hacia ella. JiHoo observo a esos dos y sintió un poco de alivio, el niño reconocía a GaEul, lo cual era bueno, al parecer la emergencia ya había pasado.

-esto dolerá un poco…- le advirtió sonriendo amablemente.- pero te hará sentir bien.- nuevamente tomo el brazo del niño y él miro asustado a GaEul.-

-yo te cuidare…- le dijo ella mientras miraba a Jung Nam, era lo poco que podía hacer.-

JiHoo conecto el suero al brazo del niño y en el inyecto una medicina, a los pocos minutos el niño se quedo dormido. Por fin podía respirar tranquilo, él y ella… se fue a lavar las manos y mojo su rostro, hacía tiempo que no tenía una noche tan agitada.

-¿Qué... sucedió?...- le pregunto GaEul asustada.-

-JiHoo seco su rostro y luego la miro sonriendo.- una reacción alérgica…- se acerco a ella y puso su mano en el hombro.- descuida… con la medicina se pondrá bien…- entendía la preocupación de su amiga, pero lo grave había pasado, era hora de que se relajara.-

-no sé que hice…- le dijo y sus ojos se llenaron de lagrimas nuevamente.- fue mi culpa…-

-no… claro que no, de no ser por ti…- le calmo sonriendo.- él no estaría bien ahora.-

Ella lloro un poco más antes de calmarse y él la consoló frotando su espalda, siempre fue una niña dulce, ahora era una mujer dulce. Cuando se calmo se fue directo a la cama del niño y acaricio sus mejillas, se veía muy maternal atendiendo al pequeño. Mientras él hacia una ficha clínica para su nuevo paciente, tendría que llevarlo nuevamente pare ver a que era alérgico el niño y darles unos folletos a sus padres.

-GaEul-sii…- la llamo.- ¿puedes venir?...-

-sí…- le dijo ella dejando al pequeño que seguía dormido.-

-necesito que firmes esta hoja y la llenes con sus datos.- le pido él entregándole el formulario y una pluma.-¿sabes donde puedes localizar a sus padres?...-

-…- ella lo miro con una expresión de desconcierto, con la emergencia se había olvidado por completo de su padre, de la hora… de todo.- tengo que llamar a su padre, debe estar preocupado… ¿Cómo le diré que paso?...- se estaba angustiando y reviso sus bolsillos…- mi teléfono…- volvió a tocarse pero no lo llevaba consigo.- no está…- otra vez sus ojos iban de un lado a otro pero no importaba cuanto buscaran, no lo iban a encontrar.-

-¿Dónde está su padre?...- le pregunto JiHoo al ver la desesperación de su amiga.-

-iba a ir la escuela…- se llevo la mano a su boca.-

-quédate aquí y cuídalo hasta que despierte…- tomo nuevamente sus llave.- yo iré por su padre.-

Le dijo saliendo de la clínica, ella se quedo mirándolo y al perderlo de vista se fue corriendo a la cama de Jung Nam, pobrecito… estaba frio, abrigo sus manos con las de ella y comenzó a cantarle, no tenía idea de medicina, pero si sabia como animar a los niños. Canto hasta que él niño despertó, pero no la llamo a ella sino a su madre, lo cual enterneció aun más a GaEul. Era un angelito muy lindo.

Levanto la cabeza al sentir el sonido de la moto y la puerta se abrió con los dos hombres, el padre de Jung Nam y JiHoo, el hombre parecía un poco preocupado pero al ver como GaEul sostenía la mano de su hijo y viendo con él no se mostraba asustado sino feliz suspiro aliviado.

-Jung Nam…- le dijo acercándose.- ¿te sientes bien?...- le pregunto sonriéndole.-

-sí papá…- le dijo él mirando a su maestra.-

-…- GaEul le sonrió y luego miro al hombre con una expresión de culpa.- yo…-

-gracias…- le dijo él, sabía que la maestra estaba asustada, pero no era su culpa, los accidentes ocurrían y si había un culpable era él… por no tener tiempo para cuidar a su hijo.-

-Jung Nam se encuentra bien…- les dijo JiHoo.- pero recomiendo que lo traiga mañana, necesita tomar un examen para ver a que es alérgico.-

-doctor, lo siento pero yo no puedo…- le dijo el hombre, estaban en mala situación económica y no tenía tiempo para hacer eso.-

-yo lo hare…- le dijo ella.- yo lo traeré mañana, para hacer el chequeo…- le dijo sonriendo al niño.-

-bien, entonces los espero mañana…- le dijo JiHoo acercándose a su pequeño paciente y retirando con cuidado la branula de su brazo, el niño hizo un gesto de dolor pero fue breve, así ya estaba listo para marcharse a casa con su padre.- listo…- puso en su brazo un parque con dibujos.- ahora puedes correr por todas partes…- bromeo con él niño mientras le sonreía.-

-muchas gracias…- le dijo el padre tomándolo en sus brazos.- a los dos…- le dijo cargándolo y llevándolo a su casa. Jung Nam se despidió de ellos sacudiendo su manito al salir de la clínica.-

GaEul sintió que se mareaba y el mundo le dio un giro, se tambaleo un poco y JiHoo la sujeto antes de que pudiera lastimarse, estaba pálida. La acompaño hasta la camilla y tomo su muñeca para tomar su pulso, al parecer no solo él niño necesitaba atención.

-no es nada…- le dijo ella sonriendo.- solo… las emociones…- le dijo sonriendo.- estaba muy asustada…-

-pero lo hiciste bien…- le tranquilizo.-

-no…- ella bajo la vista.- fui torpe y descuidada…- sus ojos se llenaban de lagrima nuevamente.- pudo resultar herido… o peor y yo solo…- una lagrima cayó sobre su mano.- corrí…-

-me llamaste…- le corrigió él y puso su mano en la cabeza de ella.- no te culpes, su padre no sabía que era alérgico, así que no fue tu culpa.-

-…- ella asintió con la cabeza, pero aun así no se sentía bien consigo misma.-

Luego de calmarla, la llevo hasta su casa, la pobre estaba un poco desorientada, necesitaba beber un poco de té y dormir, con eso despejaría su cabeza. A JiHoo le pareció que GaEul era una mujer diferente a como la recordaba, aun seguía teniendo esa apariencia frágil pero de algún modo le recordó a JanDi, solo ellas dos podían sufrir por las desgracias de otros y solo ellas podían ayudar tan desinteresadamente a extraño.

Al orto día la joven maestra recibió a Jung Nam primero, su padre no se mostraba desconfiado de ella, al contrario estaba muy agradecido y más sabiendo que ella no tenía ninguna obligación de ayudarlos, quedaron en que él iría a recoger a su hijo a la clínica. Jung Nam comenzó a jugar con el peluche mientras iban llegando los otros chicos, esta vez parecía más amable y dejo que los otros niños jugaran con él, a GaEul le dolía el pecho de recordar la forma en que lo saco de la sala, no quería volver a vivir algo así pero tampoco quería sentirse tan inútil como ayer. Incluso se olvido de marcar el día en el calendario, no fue hasta la tarde que se percato de eso, en sus cuatro años jamás lo había olvidado.

-Miss GaEul…- la vocecita tierna del niño la llamo.- ya tenemos que irnos…- le dijo con su mochila puesta en la espalda.-

-cierto…- le dijo dejando de lado el plumón rojo.- ¿no estás nervioso?...- le pregunto tomando su bolso.-

-Hmmm... no…- le dijo él.-

Ella se sonrió cerrando la sala y encaminándose a la clínica, fueron a pie porque era más fácil que tomar un taxi. Cuando llegaron había unos cuantos pacientes esperando dos ancianos y una mujer embarazada, Jung Nam se escondió detrás de GaEul, no le gustaban los extraños. Ella lo tranquilizo acariciando sus cabellos, se sentaron y comenzó a leerle un cuento, los ancianos se sonrieron pensando en que ella era madre muy amorosa. Uno de ellos se levanto a buscar un poco de agua, pero le costaba caminar.

-abuela…- le dijo ella dándole el libro a su alumno.- no se mueva, yo le ayudo…- la joven maestra fue y tomo la jarra de agua, con dos vasos ya que el otro anciano estaba entrando a la consulta con JiHoo.- tenga…- le dijo ofreciéndole el vaso.-

JiHoo estaba entrando a su paciente cuando vio esa escena, ella lucia tan cómoda sirviendo y ayudando… se sonrió al escuchar el comentario de su paciente; es una madre amorosa. JiHoo sabía que su amiga no era la madre del niño, también sabía que él niño no tenia madre y que al parecer había adoptado a GaEul como la figura materna que necesitaba.

Finalmente toco el turno de Jung Nam, el test de alergias era muy sencillo, y tomo pocos minutos, el niño sintió un poco de miedo al ver tantos recipientes pero ella lo calmo. Mientras esperaban los resultados JiHoo se mostro muy receptivo con el pequeño.

-te gusta leer…- le dijo abriendo el cajo de su escritorio.- este es mi libro favorito de niño…- se lo mostro.- Alicia en el país de las maravillas…- se sonrió y lo abrió, era un libro algo viejo pero muy bien cuidado. Volvió a mirar al niño que parecía curioso.- te lo regalo…- le dijo entregándoselo.-

Jung Nam se sorprendió y exclamo mirando a su maestra, ella también puso una expresión de sorpresa pero rápidamente miro a su amigo agradeciéndole sin palabras, era un gesto muy lindo y que apreciaba. Luego de eso el test estaba listo y los resultados eran poco amables con el niño, resulto ser alérgico a muchas comidas pero teniendo cuidado de no alimentarlo con ellas, no ocurriría nada.

El padre del niño llego y se lo llevo, desde que se había cambiado de escuela su hijo estaba recobrando vida y estaba seguro que era por la intervención de ella, ese ángel de mujer. Se despidieron y agradecieron todas las atenciones de la maestra y del médico. Ya no habían pacientes y era tare, pero GaEul tenía algo que pedirle a su amigo, además de agradecerle todo lo que hizo por ella ayer.

-JiHoo sunbae…- le dijo ella mientras estaba sentada al frente de él.-

-…- él se sonrió, a pesar de los años seguía llamándolo de esa forma, le divertía.-

-¿podría…- era un poco abusivo pedirle más cosas pero no quería sentirse mal con ella misma, siempre había hecho todo para no tener que arrepentirse.- tomar clases de primeros auxilios contigo?.- lo había pensando todo el día, y necesitaba estar preparada para una emergencia, era inútil en ese sentido y no le gustaba sentirse así.-

-por supuesto…- le respondió él mirándola seriamente, era bueno ver que ella se preocupara de esas cosas, pero no sería fácil.- puedes venir a la clínica después de tus clases y ayudarme con los pacientes, a cambio yo te daré clases… ¿te parece?...-

-sí…- le dijo ella con una sonrisa.- pero…- movió sus labios nerviosa.- Jung Nam.-

-puedes traerlo, es un niño muy tranquilo…- le respondió sin que ella preguntara.-

-muchas gracias sunbae…- ella estaba encantada con la idea.-

-entonces te espero mañana…- le dijo quitándose sus gafas.-

-sí…- le respondió alegremente.-

Ninguno de los dos pensaba en nada más que no fuera su propio beneficio, ambos necesitaban ayuda. Él la miro y ella se sonrió algo sonrojada, entonces… JiHoo sintió que había algo extraño en todo esto, sin embargo no supo darle un nombre.