Fue a la edad de seis años que Kim Hyunjin vio por primera vez a Jeon Heejin. La familia Jeon se mudaron a la casa frente a la suya y sus madres se habían llevado bien desde que se presentaron. No ocurrió lo mismo con Hyunjin y Heejin.

Hyunjin fue obligada por su madre a acompañarla para conocer a los nuevos vecinos, al principio se negaba, pero cuando su madre le dijo que los vecinos tenían una hija de su misma edad se animó a ir. Al fin podría jugar con alguien de su edad y no tener que estar siguiendo a sus hermanos mayores.

            —Hola Hyunjin, yo soy Eunjin y ella es mi hija Heejin. —La mujer se presento amablemente con la pequeña niña. Se giro para ver a su hija, pero esta de inmediato se abrazó a su pierna—. Hija saluda a la vecina, no seas tímida.

Una pequeña Heejin asomo su cabeza tras las piernas de su madre, cuando fue sorprendida por la repentina aparición de una pequeña Hyunjin.

            —¡Hola soy Hyunjin, tengo seis y me gusta mucho el pan! —Hyunjin estaba tan emocionada, estiro su mano para hacer un “saludo de grandes” pero al parecer no fue correspondida.

Heejin pego un brinco como un conejo asustadizo, ante el repentino saludo y se escondió de nuevo tras su madre.

            —Hyunnie la has asustado —Seolhyun se reía por la expresión en el rostro de su hija. Sabía que Hyunjin podía ser muy enérgica y que eso asustaba a algunas personas.

            —No, yo la salude —la pequeña intento defenderse de esas acusaciones.

            —Vayan a jugar niñas.

Hyunjin intento acercarse a Heejin de nuevo, pero la pequeña se fue corriendo a donde estaban Somin y Nancy, sus hermanas mayores. Así que de mala gana Hyunjin tuvo que ir con sus hermanos, Taehyung y Seokjin.

            —Asustaste a tu nueva amiguita Hyunnie. —Taehyung comenzó a molestar a su hermana menor, como de costumbre—. No parece que quiera jugar contigo.

            —No lo hice Tae oppa. —Hyunjin se quejó con su hermano—. Solo quise saludar y ella se puso a llorar, es una bebé llorona.  

Hyunjin estaba muy molesta por culpa de Heejin. Solo trato de ser amigable y esa estúpida niña se asustaba de ella como si fuera un monstruo, para la mente de una Hyunjin de siete años eso era algo imperdonable y jamás podría ser amiga de una niña llorona como Jeon Heejin.

            —Hyunjin… tal vez solo sea tímida, no seas tan mala con ella. —Seokjin se acercó a acariciar el cabello de su pequeña hermana—. Vamos a hablar con las nuevas vecinas.

            —No quiero, ella no me cae bien. —Hyunjin se cruzó de brazos mientras miraba de reojo a la chica que la miraba muy poco disimulada.

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El primer día de clases era algo que todos los niños esperaban con ansias, todos los niños excepto Kim Hyunjin. Ella estaba molesta por ser despertada de su sueño tan temprano en la mañana y para peor el más molesto y malvado de sus hermanos mayores, Taehyung, se comió su rebanada de pan.

            —Niños hoy es el comienzo de un nuevo año escolar, espero que estén tan emocionados como yo y se comporten tan bien como el año anterior. —La profesora Im sonreía feliz a los rostros de sus pequeños alumnos.

Muchos de sus compañeros gritaron y asintieron muy emocionado a lo que decía la profesora, pero Hyunjin no estaba tan feliz como los demás y no caía en la farsa que era la escuela.

Para que lo perdonara por comerse su pan, Taehyung le dijo que le contaría el secreto sobre la escuela, según el mayor las escuelas y los jardines en realidad era una cárcel para niños que los adultos crearon para poder jugar en los parques de diversiones sin tener que compartir con los niños.

Hyunjin no le creía al principio, hasta que escuchó en secreto la conversación de sus padres. Su papá le dijo a su mamá que ahora que ella y sus hermanos iban a la escuela, ambos se podrían divertir. Entonces todo tuvo sentido.

            —Tengo sueño Hyun. —Ryujin llamo la atención de su compañera de asiento—. Voy a dormir un poco —estaba bostezando mientras apoyaba la cabeza en el hombro de Hyunjin.

            —Shin no hagas eso— Hyunjin se quejo y aparto a su compañera.

            —Hoy tenemos nuevos compañeros. —la profesora Im hizo pasar adelante a una niña y un niño—. Ellos son Jeon Heejin y Hwang Hyunjin.

            —Se llama igual que tú. —Ryujin se estaba burlando—. La niña se ve linda, hay que hablar con ella.

            —No, no me caen bien.

Genial, ahora ella tenía que ser compañera de su vecina llorona y de un chico que quería robar su identidad. Ella era la única Hyunjin aquí y se iba encargar de hacérselo saber a ese pelinegro.

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Su primer día de clases podría haber ido mejor, si es que no fuera porque Hyunjin ya estaba castigada. Ella solo quería hacerle una bromita de bienvenida al impostor. No pensaba que el chico iba a hacer un alboroto tan grande.

Hyunjin vio que su versión masculina estaba jugando con un peluche de perro y a ella se le ocurrió la brillante idea de escondérselo cuando el pelinegro fue al baño.

            —Es una mala idea— Ryujin estaba intentando detener a su amiga, pero sabía que era inútil.

            —No molestes Shin.

            —Deberíamos ir a jugar con la niña nueva, está solita— Jeon Heejin estaba sentada cerca de donde estaba la nueva víctima de las bromas de Hyunjin.

            —Anda tú si quieres. —Hyunjin fue hasta donde estaba el peluche y lo tomo, para luego correr siendo seguida por Ryujin en todo momento.

            —Deja eso y vamos.

            —No, tengo que esconder esto— le enseño el peluche de Hwang Hyunjin.

            —¡Oye! —El pelinegro le grito a la chica nueva al ver que su preciado peluche desapareció— ¿Dónde está Sami? Lo había dejado aquí —señalo a la banca que estaba vacía.

            —¿Qué? —Heejin estaba sorprendida al ver lo enojado que estaba su compañero con ella —No sé…

No entendía a que se refería, pero ella estaba segura de que vio a su vecina con un peluche en ese mismo lugar. Intento buscar a la chica con la mirada y la encontró ocultándose tras un árbol junto a otra de sus compañeras no muy lejos de ellos y escuchando todo el alboroto.

            —¡Devuélveme a Sami ladrona! —sin medir su fuerza Hwang Hyunjin, empujo a Heejin al suelo.

Heejin estaba asustada y con dolor por la caída, sentía que sus lágrimas caían y comenzó a llorar, llamando la atención de sus otros compañeros.

            —¡Hey niño! —Kim Hyunjin no se iba a quedar con los brazos cruzados, ella no iba a aguantar que un hombrecito golpeara a una indefensa niña —Déjala, tonto.

            —Ella es una ladrona.

Un grupo de sus compañeritos se juntaron a ver lo que pasaba. Ryujin fue hasta donde estaba Heejin y la ayudo a pararse. Kim Hyunjin se paro entre el chico enojado y la niña llorona.

            —Ella no te robo nada, yo tome prestado tu estúpido perro.

            —No, no lo hiciste, ¡me lo robaste!

            —Discúlpate con ella o no te diré donde lo escondí.

El chico se estaba volviendo rojo de rabia y de la nada volvió a empujar a Heejin la que cayó aún más fuerte que la vez anterior y se puso a llorar aun más fuerte que antes.

            —¡Ella no te hizo nada! —Ahora Kim le dio un empujón a Hwang —No te diré dónde está tu feo perro y lo arrojare a la basura.

            —Eres mala —el niño comenzó a llorar.

Ryujin no sabía que hacer al ver todo ese alboroto, así que fue hasta donde estaba su profesora Im Nayeon.

            —¿Qué sucede pequeña? —La profesora Im se sorprendió al ver llegar corriendo a Shin Ryunjin.

            —Señorita Im… —Ryujin estaba algo cansada por correr tanto que tuvo que dejar de hablar para respirar.

            —Toma un respiro antes de hablar, luego me cuentas— se puso al mismo nivel que su alumna y la ayudo haciendo ejercicios de respiración— ¿Mejor? —como respuesta recibió un asentimiento. 

            —Hyunjin le escondió el peluche a Hyunjin, entonces Hyunjin pensó que fue la niña nueva que le escondió el peluche así que la empujo y la llamo ladrona, pero Hyunjin se enojó, empujo a Hyunjin y le dijo que no le va a entregar su peluche. Ahora la niña nueva y Hyunjin están llorando en el suelo.

            —¿Qué? —La profesora Im miro confundida a su alumna, no entendió lo que trato de decirle.

            —Kim Hyunjin y Hwang Hyunjin se pelearon —ahora lo entendía todo. No le sorprendía que la niña Kim hiciera algo así en el primer día. Ella siempre fue algo revoltosa y un poco agresiva para jugar con otros niños.

Y así cuando llego Im Nayeon y vio a sus dos niños nuevos llorando y a Kim Hyunjin intentando consolar a la niña mientras miraba feo al chico. Ella hizo que los demás entraran a su sala de clases y se quedó con los cuatro niños que presenciaron de cerca el incidente.

Como era de esperar la principal culpable fue Kim Hyunjin, el móvil de su crimen: no podían existir dos Hyunjin en la misma sala de clases. Al menos ambos Hyunjin fueron castigados.

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Hyunjin había sido castigada por su madre, le dijo que no podía molestar a sus compañeros por cosas tontas y le prohibió salir a jugar con sus hermanos. Ella quería ir al parque y jugar futbol junto a Taehyung y Seokjin.

Pero su tarde no fue tan aburrida gracias a la inesperada visita de su nueva vecina y compañera de curso, Jeon Heejin.

            —Gracias por defenderme —comento algo apenada—, t-te traje esto Mami preparo muchos. —le enseño un croissant.

            —¡Saben delicioso! —Hyunjin le dio una sonrisa a la niña que ahora no parecía tan mala— ¿Oye quieres jugar?

            —Sí, me encantaría.

El día de Hyunjin pareció mejorar de la nada. Tal vez Jeon Heejin no sea tan mala.

Desde ese día comenzaron una linda amistad.

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La escuela elemental comenzaba y Hyunjin seguía sin entender como sus compañeros se emocionaban tanto por volver a tener que escuchar a profesores y estar sentados escribiendo o leyendo durante tanto tiempo. Ella solo quería estar fuera jugando y saltando.

Eso le recordaba que su hermano, Tae le debía un helado al ganarle en una carrera.  

            —¡Hyun! —Heejin saludo emocionada a su amiga—. Ahora somos niñas más grandes.

            —Tú, yo aun soy joven.

            —Solo te gano por un mes —la mayor frunció el ceño.

Desde ese día que Heejin le dio el croissant ambas se volvieron amigas, Hyunjin siempre compartía con muchos de sus compañeros, pero con Heejin era diferente porque también eran vecinas. Ellas se volvieron mejores amigas inseparables, aunque a veces discutían por juguetes o por otras cosas de niñas.

Heejin al principio era muy tímida por eso no se animaba a hablar con ella cuando se conocieron, le daba mucha vergüenza. Hyunjin por otra parte era algo extrovertida y aunque a veces molestaba mucho a los demás todos sabían que no era con mala intención. Excepto por Hwang Hyunjin, seguía pensado que ese chico le quería robar su identidad, sobre todo ahora que él también era de los más revoltosos del curso.

            —Hola niñas —Ryujin se acercó a sus amigas caminando de forma lenta y soltando un bostezo.

            —Hola Ryujin te ves muy genial, como unara.

Ryujin se había cortado el cabello y usaba una gorra, el estilo de la menor siempre llamo la atención de Heejin.

            —Se ve como un niño —comento Hyunjin, pero fue ignorada.

Heejin y Ryujin se pusieron a hablar sobre unos dibujos animados sin prestarle nada de atención a la pelinegra. Hyunjin no era una niña celosa, pero esa chica de pelo corto intentaba robarle su mejor amiga.

Desde que comenzó a juntarse con Heejin se dio cuenta de que Ryujin también quería que Jeon fuera su mejor amiga. Pero eso no era posible, solo podía haber una mejor amiga de Jeon Heejin y esa era Kim Hyunjin.

Ella iba a reclamar su lugar así que hizo lo único que se le vino a la mente en ese momento. Ladrar.

            —¿Qué pasa Hyun? —Heejin se acercó a ella al notar que muchas personas la miraban de forma rara—. ¿Quieres comida?

            —¡Sí!, la comida de tu mamá es la mejor.

La madre de Heejin trabajaba como chef y sabia preparar comida deliciosa, siempre le mandaba algo de lo que preparaba desde que Heejin le dijo que le daba sus postres a Hyunjin.

            —Eres como un cachorro, con comida te vuelves muy feliz.

            —La comida es lo mejor de la vida. —Respondió con una gran sonrisa.

            —¿Mejor que tu mejor amiga Heejin?

            —Sí, pero tú no estás tan mal.

            —Hyunjin no sabes tratar a las damas. —Ryujin negó soltando una risa.

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La escuela elemental fue divertida, ambas chicas siguieron siendo tan amigas como siempre, aunque Ryujin ya no se juntaba tanto con ellas porque ya se había hecho nuevas amigas. En cambio, conocieron a dos chicas mayores con las que hicieron amistad muy rápido. Esas eran Kim Jiwoo y Kim Jungeun.

A finales de la escuela elemental, cuando ambas ya tenían doce años un chico se le declaro a Hyunjin, pero ella lo rechazo. No podía tener calificaciones decentes, mucho menos podía tener novio o su madre se iba a enojar. Aunque le daba igual, de todas formas, no quería tener novio.

Ahora que comenzaba la primaria su pensamiento no había cambiado mucho, ella estaba feliz practicando cuanto deporte podía, conversando con sus amigas y con las pijamadas.

            —Me gusta este uniforme. —Heejin se arreglaba la falda mientras se miraba al espejo del baño—. Estaba practicando como maquillarme con Nancy unnie, ella me enseño muchos trucos ¿quieres aprender?

            —No, estoy muy cansada.

            —Debería elegir solo un club deportivo, ya estás en futbol y en basquetbol.

            —Pero quiero intentar con natación ahora, Jungeun unnie me dijo que podía unirme al club.

            —Yo estaba pensando unirme al club de baile, Ryujin dijo que necesitaban más personas porque el año pasado se fueron muchas chicas y como al final se cambió de escuela no pudo unirse.

            —¿Quieres unirte a un club? —llevo su mano a la frente de la otra para ver si tenía fiebre y esta se sonrojo.

            —Solo es una idea. —quito la mano de su frente—. Pero creo que mejor otro año, tengo que centrarme en mis estudios.

            —Siempre te va bien, no te preocupes.

            —Pero tengo que estudiar por dos personas, si tan solo dejaras de unirte a tantos clubes podrías estudiar más y mejorar tus calificaciones.

            —No puedo quedarme quieta y lo sabes. Necesito moverme.

A Hyunjin le habían detectado un trastorno de déficit atencional con hiperactividad o TDAH, era un trastorno que se presentaba más en niños, pero cuando había cumplido nueve años una de sus profesoras le sugirió a Seolhyun, llevarla a un neurólogo y ese fue el diagnostico que él dio, por ese motivo la psicopedagoga y sus profesoras le recomendaron incluirse en clubes deportivos. Eso podía ayudar a que Hyunjin libere el exceso de energía acumulada, adquiriera normas, pudiera respetar instrucciones y compartir con sus compañeros sin ser tan agresiva.

Hyunjin había comprendido al fin por qué por más que ella quisiera no podía mantenerse sentada y atenta a algo por mucho tiempo. Siempre se distraía con cualquier cosa y últimamente se distraía mucho mirando lo linda que se ve su mejor amiga.

Bueno tal vez no sea solo por eso que mirara tanto a Heejin, pero ella no pensaba admitirlo.

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Contra todo pronóstico Hyunjin se había hecho amiga de Hwang Hyunjin, a pesar de que ambos se habían declarado la guerra desde el incidente del perrito de peluche. El chico se había mudado y volvieron a reencontrarse en primaria. Pero ahora no era el mismo niño llorón y mimado, era un molesto adolescente de 14 años.

            —Hola doble —Hwang Hyunjin le revolvió el cabello en un gesto de amistad.

            —Déjame imbécil —Kim Hyunjin devolvió el gesto.

            —Supe que tu equipo clasifico a las finales regionales —el chico se veía completamente feliz— Voy a animarlas.

            —Diría lo mismo, pero ustedes no pudieron alcanzar a llegar a las finales. —Miro de forma burlona a su amigo—. Espero verte con pompones animándome. Tal como apostamos.

            —Sí, yo soy un hombre de palabra.

            —Hyunjin —Heejin vio a lo lejos a su amiga y fue hasta donde estaba ella.

Al escuchar que llamaba a un Hyunjin, ambos se dieron la vuelta topándose con Heejin, la cual se detuvo al ver al ahora castaño junto a su amiga

            —Heejin un gusto en verte. —Hwang se acomodo el cabello y le dio una sonrisa a la recién llegada.

            —Hola Hyunjin oppa.

            —¿Ya sabes la noticia? El equipo de Hyunjin va a las finales regionales.

            —Hwang, iba a decirle eso. —Kim le dio un codazo para nada disimulado y lo miro mal.

            —Ohh, bueno ya me tengo que ir. Me dolió el estómago.

            —Que pena, hasta luego perdedor. —Se despidió de su amigo y se dirigió hasta la castaña —¡Te quiero ver con pompones alentándome en el partido del sábado!

Heejin miraba confundida a ambos y se despidió del chico. Fue arrastrada por su amiga hasta llegar al patio y ambas se sentaron a descansar un poco.

            —¿Por qué estás usando tus lentes?

            —Es que no encontré mis lentes de contacto… ¿Por qué preguntas? ¿me veo mal?

            —No, siempre te ves linda. —Respondió como si nada, ignorando las mejillas rojas de Jeon y su propio rubor—. Aunque tus lentes parecen los de mi abuela. —tenía que balancear las cosas, no podía ser tan amable. A pesar de que quería golpearse.

            —Así que van a las regionales —Heejin sacudió a su mejor amiga, emocionada por la noticia —. Felicitaciones, se lo merecen.

            —Sí, vamos a dar todo para ganar.

            —Estas muy cercana a Hyunjin oppa— Heejin comento burlándose un poco.

Hyunjin sabía a lo que quería llegar Heejin, era imposible no saberlo cuando era algo de lo que se hablaba mucho en su escuela. Un estúpido rumor.

            —Somos amigos, no salimos juntos.

            —¿Eh? —fingió sorprenderse—, yo no estaba diciendo nada de eso.

            —Querías preguntarlo. —Hyunjin miro a su amiga directamente a los ojos—. Él no me gusta, además si saliéramos sería raro salir con alguien que se llama igual que tú.

            —Sí, pero muchas personas dicen que se verían lindos juntos.

            —Pero yo no lo creo, además él es muy molesto. Solo dicen eso porque ambos estamos en clubes deportivos, somos capitanes de nuestro equipo y nos llamamos igual.

            —Hay muchos chicos a los que le gustas, quizás podrías conseguir un novio.

            —Yo no quiero un novio —Hyunjin dijo de forma seria

«Te quiero a ti…» Hyunjin aun no tenía el valor de admitirlo.

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En el último año de escuela primaria Heejin se había vuelto popular entre algunos chicos y Hyunjin odiaba eso. Su mejor amiga no se daba cuenta, ella no notaba lo linda que era o lo cautivadora que se había vuelto su voz.

Hyunjin no pudo evitar sentir celos cuando un chico llamado Hansol había invitado a su mejor amiga a una cita. Heejin parecía algo emocionada por su primera cita y le pidió consejos sobre cómo debía comportarse.

Al parecer ella era la única que no creía que las salidas que tuvo con Hwang Hyunjin fueron citas. Ella no sabía que esas salidas a tiendas de helados, al cine o a jugar partidos de basquetbol en casa del castaño se podían considerar como citas según todos, incluyendo a Hwang Hyunjin.

Solo lo supo cuando él se le declaro frente a muchos otros compañeros en el comedor de la escuela, convencido con que ambos eran más que amigos y que quería formalizar su relación frente a todos. Ella no entendía que tipo de fanfic se había creado el castaño en su cabeza.

            —No puedo creer que corrieras.

            —Todos me miraban y ese idiota quedo como la víctima. —Hyunjin estaba frustrada por la situación, de seguro ahora quedo como la mala.

            —Le gritaste que no querías ser su novia y luego huiste. —Heejin miraba a su mejor amiga sin comprender como funcionaba su mente.

            —Entre en pánico, sabes que no me gusta que muchas personas me miren a no ser que sea al jugar futbol o basquetbol.

            —Eres todo un caso ¿cómo nunca te diste cuenta de que le gustabas?

            —Pero yo nunca hice nada para que creyera que me gustaba, éramos amigos pasando el rato como amigos y ahora no quiere ni hablarme. —La pelinegra se quejó.

            —Lo humillaste frente a todos.

            —Él me humillo frente a todos. Tiene que dejar de ver esas películas cursis, eso de exponerme frente a todos no es un gesto de romanticismo, es recurrir a la presión social para que yo aceptara.

            —Pero no… no… ok, no puedo discutir contigo. —Prefirió darse por vencida.

            —Es porque tengo la razón.

            —Mejor ayúdame a ver que ponerme —Heejin se quejó e hizo que su mejor amiga se levantara de su cama.

            —Ok, ponte esto y… este polerón. —tomo las prendas de ropas y se las enseño a su amiga—. ¿Qué?

            —Estos jeans son muy gruesos y ese polerón amarillo es tuyo. —Heejin soltó una risa al ver la elección de su amiga.

            —Con razón me parecía tan familiar. Me parece perfecto, mi trabajo aquí está hecho.

            —Hace mucho calor, estaba pensando en ponerme un vestido o una falda y una blusa más fresca.

            —En la tarde hará frio. —La pelinegra se acomodó en la cama de su amiga—. Usa lo que quieras, de todas formas, ese tipo ya está baboso por ti.

«como yo» casi lo dice por suerte solo lo pensó.

            —Tal vez me invite al baile de primavera. —Por poco se le olvida el estúpido baile ese.

Heejin se cambió de ropa y se arregló el cabello de forma rápida, utilizo un poco de maquillaje y para Hyunjin la chica se veía como sacada del mismo olimpo.

«Oh por todo el pan»  

            —¿Me veo bien?

«Te ves perfecta»

            —Ese chico definitivamente te va a invitar al baile.

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Heejin y ese tal Hansol salieron juntos por cinco meses, un tiempo muy largo para unos chicos de 15 años. El chico la había llevado al baile de primavera y le pidió allí mismo ser su novia.

Hyunjin había asistido al baile junto a Hwang Hyunjin después que ambos arreglaran su amistad dañada. Decidieron dejar el incidente en el pasado y conservar su amistad, porque el castaño admitió que no le gustaba mucho Kim, y que solo pensó que ambos harían buena pareja.

Se divirtió con su amigo en el baile, pero a cada rato robaba miradas de Heejin y su cita. Cuando la pelinegra presencio el primer beso de su mejor amiga se dio cuenta de que ya no podía seguir negando la verdad.

            —Me gusta Heejin. —dijo entre llantos mientras era abrazada por su amigo.

Ella no esperaba enamorarse de su mejor amiga, pero sucedió y debía aceptarlo.

Hwang Hyunjin fue el único que supo su secreto y estuvo con ella apoyándola, dándole ánimos y hablando mal de Lee Hansol con ella solo para hacerla reír. Gracias a su ayuda comprendió que era normal que le gustara otra chica, algo que la había asustado cuando comenzó a notar lo que sentía por Heejin.

Fue difícil ver a Heejin feliz con su novio, pero fue más difícil el día en que Heejin llego llorando porque ese chico había terminado con ella.

Hyunjin no podía soportar ver a la castaña llorando por alguien que no la merecía. Estuvo a punto de decirle como se sentía, pero se dio cuenta que en estos momentos Heejin no necesitaba una ferviente declaración de amor, lo que necesitaba era a su mejor amiga que estuviese allí para contenerla.

            —Gracias por ser mi mejor amiga Hyun. —Heejin se limpiaba las lágrimas—. De seguro me veo patética.

            —El único patético es tu ex. —Hyunjin la atrajo a un abrazo y comenzó a acariciar suavemente su cabello—. Siempre estaré para ti.

No hace falta decir que al día siguiente la pelinegra amenazo a Lee Hansol para que se mantuviera lejos de su mejor amiga.

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Iniciando la secundaria Hyunjin al fin consiguió que Heejin se uniera con ella a algún club, como era de esperarse la mayor eligió el club de baile y aunque la pelinegra no estaba muy convencida quería pasar más tiempo con la castaña.

Ambas tuvieron que hacer una prueba para formar parte del club, pero la pasaron sin problemas. El club de baile era dirigido por la profesora de gimnasia y la presidenta del club era una alumna de último año llamada Kim Chungha, ella era muy amigable, pero también estricta en las prácticas. Muchos decían que iba a ser una idol y que algunas agencias estaban interesadas en debutarla o que ya estaba entrenado en una agencia desconocida.

Participaron en un evento escolar como club en donde tuvieron que bailar todos los integrantes. En ese show las chicas tuvieron que bailar una canción algo y y desde ese momento Heejin comenzó a llamar más la atención por sus increíbles pasos de baile y lo seductora que se veía bailando. Era como ver a otra Heejin cuando estaba en un escenario.

Desde ese momento Chungha consideraba a Heejin para ser centro en algunos bailes o para formar parte de los bailarines principales. Esto aumento más su popularidad dentro del club de baile y dentro de su escuela.

Era innegable para Hyunjin que su mejor amiga era linda, pero cuando bailaba lo hacía con tanta pasión y encanto que lograba dejar a más de uno babeando. La pelinegra se distraía mirando a su mejor amiga bailar, prestando más atención a cada movimiento, cada gesto y a cada sonrisa de satisfacción luego de haber logrado realizar los movimientos de la forma correcta.

Heejin era una diosa.

Y Hyunjin definitivamente era lesbiana.

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            —Estoy exhausta. —Hyunjin se quejaba mientras dejaba el libro en la pila—. Entre los estudios y los clubes no puedo descansar.

            —Debes centrarte ahora en pasar los exámenes, por suerte prepare esto. —Heejin le enseño su resumen y las tarjetas que había creado para que Hyunjin y ella pudieran estudiar.

Era mucho mejor hacerlo de esa manera más llamativa que leyendo hojas y hojas de apuntes y libros.

            —Eres muy buena enseñando.

            —Quizás debería ser profesora.

            —Serias la mejor, ya has practicado mucho conmigo.

Ambas estudiaron un poco más y después se fueron caminando hasta sus casas, en el camino Heejin recibió un mensaje de Ryujin. La chica había vuelto a la ciudad y se había matriculado en su misma secundaria, también era parte del club de baile y estaba especialmente cercana con la castaña.

            —Creo que le gustas a Ryujin.

            —¿Eh? —Heejin la miro confundida —¿Por qué lo dices?

            —Es obvio, ya sabes que ella dijo que era biual y que estaba interesada en una chica. Bueno, creo que eres tú.

            —No, nosotras somos amigas desde pequeñas.

            —A ella siempre le gustaste Heekki —se cruzó de brazos— ¿Qué pasa si es verdad?

            —No lo creo, solo somos amigas —comento la castaña extrañada por la actitud de su mejor amiga, últimamente se estaba comportando de forma rara—¿Por qué preguntas?

            —¿No te molesta que ella sea biual?

            —No, para nada. Te recuerdo que Nancy unnie sale con Dabin unnie desde hace un año.

La hermana mayor de Heejin había dicho que le gustaba las chicas y aunque fue algo inesperado para sus padres, lentamente lo fueron aceptando y ahora se llevan muy bien con la novia de Nancy.

            —Pero si una amiga te dice que es lesbiana ¿no te molestaría? ¿no te haría sentir incomoda?

            —¿Por qué lo haría?

            —Porque soy lesbiana Heejin.

Por un momento ambas se quedaron calladas y sorprendidas. Heejin al darse cuenta de lo que pasaba de inmediato abrazó a su mejor amiga. Hyunjin se puso a llorar al sentirse conmovida por el gesto de su amiga y también al sentirse una cobarde por no decirle toda la verdad.

            —No importa quién te guste, yo siempre seré tu amiga Hyun y cuentas conmigo.

Esas palabras estaban destinadas a ser un consuelo para la menor, pero Hyunjin lo interpreto de otra forma. Era una sentencia, Kim Hyunjin siempre iba a ser la amiga de Jeon Heejin.

Y por mucho que le doliera aceptarlo, Hyunjin estaba agradecida de tener a Heejin en su vida como su mejor amiga. Se conforma con eso y nada más.