Capítulo 1: Pero te volví a ver

No quiero volver a ti

             —Ya no puedo con todo esto. ¡Simplemente no entiendo cómo puedes ser tan insensible! —exclamo exasperada, mirando fijamente a la pelinegra que miraba la confundida e igual de exasperada.

            —Es qué no entiendo por qué estás molestando conmigo ahora Lia!

            —Eres increíble Kim Hyunjin.

            —Gracias. —Hyujin e hizo el gesto de quitarse polvo de su hombro derecho, esperando que con sus bromas el ambiente se volviera más ligero.

Lástima que esa acción pareció alterar más a Lia, la cual tuvo que contenerse, cerrar sus ojos y contar hasta diez antes de ceder a sus impulsos de arrojarle algo a su novia.

            —Sabes muy bien que no es un cumplido, así que hazme el favor por una vez de tomarme enserio.

Tan solo con ver la mirada exhausta de Lia, Hyunjin se dio cuenta que no se iba a una biblioteca de esta discusión con una broma. Así que tomo una postura defensiva cruzándose de brazos.

            —Anoche tuvimos está discusión y lo resolvimos —hablo intentando usar un tono de voz más suave—. Me disculpe por llegar tarde y por olvidar lo que sea que haya olvidado esta vez. Tuvimos o de reconciliación, ¿no?

            —No, Hyun Jin. No resolvemos nada porque para ti todo está bien, cuando no es así. —Lia se limpió una lagrima que comenzó a caer de sus ojos—. Espero que te haya gustado el o de anoche porque es lo último que tendrás de mí.

            —¿A qué te refieres?

La mayor soltó un suspiro y se dirigió a la habitación sin molestarse en responder.

En el mundo de Hyunjin todo había terminado bien en la noche anterior, entonces no entiende el estallido de Lia esta mañana. Sí, llegó tarde a la cena que había preparado su novia en su propio departamento, pero en su defensa ni siquiera sabía que estaban celebrando en primer lugar.

La mayor siempre hace cenas o celebraciones por cualquier cosa; desde cumpleaños, celebrar los cien días de relación, la fecha de la primera vez que se conocieron, cada cumplemés de su relación y el cumpleaños de sus mascotas. No puede esperar que Hyunjin con su mente dispersa pueda recordar cada fecha. Con suerte sabe que este mes cumple dos años de relación, dos años en los que Lia debería ya saber cómo es… Dos años de…

“Dos años… oh mierda” Hyunjin pensó y se maldijo internamente mientras veía como Lia recogía sus cosas y las guardaba en su maleta. Ahora puede entender de donde viene toda la rabia de su novia y honestamente cree que esta vez se lo merece.

            —Espera un momento ¿cuándo cumplimos exactamente dos años juntas? —pregunto con algo de temor por la reacción de Lia.

            —No puedo más. —Lia cerro su maleta y la tomo para caminar hasta la puerta del departamento.

            —Espera Lía. —Intentó de todas formas hacer que se detenga—. Lia no hagas esto, no seas infantil.

La pelinegra a veces quería pensar antes de decir las cosas, así no tener que soportar la cachetada que le dio su novia o exnovia en este punto.

            —Vete a la mierda Kim Hyunjin ya terminé contigo.

Sí, ex novia.

Hyunjin llevo su mano a su mejilla dañada y vio como Lia se iba a paso veloz por el pasillo, sin mirar hacia atrás.

No podía creer que su relación más larga y “estable” haya terminado así. Ellas habían tenido problemas antes, discusiones que terminaron con ambas reconciliadas viendo películas abrazadas en su sofá o en su cama.

Lia era paciente y comprensiva con ella, por eso su relación supero el récord de seis meses de Hyunjin. Estaba segura de qué en esta ocasión Lia no iba a volver a ver alguna estúpida película de Disney con ella. Jamás la había visto así de enojada.

            —Ay Mierda.

            —Mami, ella dijo una mala palabra. —una niña hablo con un tono acusatorio, llamando la atención de su madre.

            —¿Hyunjin?

«Esa voz… no puede ser», pensó la pelinegra.

Por más que tratara de convencerse, esa voz era inconfundible, Hyunijn podía reconocerla en cualquier parte

            —¿Kim Hyun Jin?

La pelinegra se dio vuelta y vio a alguien que no esperaba volver a ver; o al menos no aquí, en esta ciudad, ni mucho menos en el mismo edificio departamental.

            —¿Heejin?

Tenia razón, esa voz inconfundible no podía pertenecer a nadie más que a Jeon Heejin. Su antigua mejor amiga.

            —Sabía que eras tú, ha pasado un tiempo.

            —¿Qué haces aquí? —Se olvidó de todo el incidente anterior y miro sorprendida a la chica que se encontraba frente a él.

            —Vivo aquí desde hace una semana. Supongo que somos vecinos.

            -Si.

            —Mami… —La pequeña niña se escondió tras su madre, asustada de la nueva vecina que usaba malas palabras.

Por su parte Hyunjin se dio cuenta que la voz de niña que había escuchado antes era de la niña que se estaba escondiendo tras Heejin. Al mirarla la niña pelinegra se volvió a esconder.

Heejin se dio cuenta de la mirada de Hyunjin y tuvo que presentar a su pequeña hija.

            —Ella es mi hija, Hyejoo.

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La cafetería Green Bird era el lugar ideal para tomar el desayuno según Hyunjin, principalmente porque las propietarias del lugar; Haseul y Kahei, eran sus mejores amigas en la ciudad.

Las tres se conocieron cuando eran universitarias y trabajaron en la misma cafetería. Mientras que la pelinegra odiaba atender clientes adictos a la cafeína, el sueño de Haseul era tener su propia cafetería y tras muchos años cumplirlo con el apoyo de su esposa Kahei.

            —Aun no me convence el nombre de la cafetería, suena como si vendieran pollo podrido —comentó llamando la atención de la chica pelirroja que estaba frente a ella— ¿No qué a Haseul le da miedo las aves?

            —Sí y por eso pensé llamarlo así después de ver una película de Batman. —La mayor notó que la pelinegra no la entendió así que comenzó a explicar—. Dijo algo de que como Bruce Weyne eligió que su nombre de justiciero sea Batman por su miedo a los murciélagos, sería igual de genial que Batman si pusiera algo relacionado con aves en el nombre de su café.

            —Tiene sentido cociendo a Haseul. Aun así, nunca ofrecen pollo aquí.

            —Lo tendré en cuenta. —la pelirroja soltó una risa.

            —¿A qué hora abren? Pensé que abrían temprano.

            —Hoy nos llegaron la nueva cafetera y el horno, Haseul aún está ocupada armando algo así que abrimos más tarde. —Kahei tomo dos tazas y fue a la nueva cafetera —¿Quieres un café?, va por la casa como primera clienta del día.

            —Sí, lo necesito.

Después de todo lo que sucedió en su mañana ella decidió tomar un desayuno tardío y visitar a sus amigas.

            —¿Por qué tienes esa cara? —La mayor le entrego la taza de café a la pelinegra—. Desde que llagaste has estado pensativa.

            —¿Dónde está Lía? Pensé que hoy ibas a estar con ella. —Haseul se unió a ambas mientras se limpiaba las manos en sus pantalones.

            —Terminamos. —Hyunjin bebió una gran bocarada de café quemando un poco su garganta.

            —Pensé que ibas a arreglar las cosas con ella ¿qué sucedió?

            —Iba a arreglar las cosas. Hasta organice un viaje para este fin de semana en Jeju por nuestro aniversario.

            —Tu aniversario era ayer. —Haseul la miró incrédula.

            —Bueno, ese fue el problema. —Soltó un suspiro y rasco su nuca con su mano derecha—. Confundimos la fecha y discutimos. Ella se enojó mucho y termino conmigo.

            —Bueno, no es como que no lo viéramos venir

            —¿A qué te refieres?

            —Hyunjin somos tus amigas desde hace años y te amamos mucho —la mayor hablo con un tono que usarías para consolar a un niño. Tomo la mano derecha de Hyujin y la acaricio suavemente—, pero debes admitir que eres un desastre como novia.

            —No es justo que tú digas eso. Salimos como dos meses, eso no cuenta Vivi. —Hyunjin aparte su mano.

            —Contaron para mí —respondió Haseul molesta por el recuerdo.

            —Ok, quedamos en no recordarlo ni hablar de ese tema. —Hyunjin se sintió incómoda con la mirada de Haseul—. No quiero que Haseul me vuelva a tratar mal por quitarle a su chica.

            —No trato mal.

            —Sí lo hiciste. —Contestaron Hyunjin y Kahei al mismo tiempo.

            —Era tu jefa, tenía que ser dura contigo.

            —A lo que quiero llegar es que Lia tuvo mucha paciencia contigo. Te soportó con todas tus cosas; tus atrasos, cancelar planes a último minuto, falta de compromiso, fanatismo por los deportes, personalidad sarcástica y algo tsundere.

            —Que creas que tienes la habilidad de comunicarte con los animales, en especial cuando ladras o maúllas. —agrego Haseul.

            —Ok entendiendo el punto. Casi parecen mis suegras en vez de mis mejores amigas.

            —Ahora que lo mencionas, tu exsuegra no te adoraba mucho —Haseul le recordó—. Le dijiste que se vieron unos años más joven que tu abuela, tu abuela que tiene 72 años.

            —Creía que era la abuela de Lia. En todo caso era un cumplido, mi abuela se ve mucho más joven para su edad, todo gracias a los buenos genes familiares.

«Al menos ya no iba a ver a esa señora», esperaba la pelinegra.

La menor sabia que sus amigas tenian razon. Odiaba sintiéndose culpable por las cosas que hizo o las que no hizo, porque en este momento no pude hacer nada para repararlo.

Tal vez pudo ser una mejor novia para Lia, pero ella lo intentó mucho.

            —Pero no soy tan mala novia. Hice lo mejor que pude.

            —Lia llegó al punto de preguntarnos si le estabas siéndole infiel.

            —Nunca le fui infiel. —Frunció el ceño ante esa acusación, ella podría ser algo descuidada pero jamás engañaría a una pareja y creía que Lia sabia eso—. Ella realmente me gustó y quería que las cosas funcionaran.

            —Tal vez esa es la razón —comentó Vivi poniendo una expresión pensativa—. Creo que todos los problemas con tus exnovias, incluyéndome, es que nunca sentiste algo más por ellas que un simple gusto. No te enamoraste de ninguno de tus ex y aunque con Lia decidiste intentarlo en serio, jamás la amaste.

            —Mi esposa tiene razón —Haseul dio un especial énfasis a la palabra esposa—. Solo te escuche “te quiero” a Lia cuando ella te dijo “amor” o “te amo”. Te soportó porque te amaba, no por otra cosa.

            —Entiendo, entiendo. Lo hice mal y ustedes en secreto son parte de un fan club de Lia… Les recuerdo que se sopone que son mis mejores amigas —Hyunjin intentó bromear con sus amigas, pero sentí como su garganta se apretaba y como comenzaban a humedecerse sus ojos.

Cada vez era más difícil para Hyunjin escuchar las críticas de sus amigas. Sabe que las mayores no quieren lastimarla y que solo se preocupan por ella, pero en este momento no quiere seguir escuchando todo lo que hizo mal para que su pareja la dejara.

Ahora que pensaba en todo lo que decían sus amigas, ellas tienen razón. Nunca se había enamorado de ninguna de ellas. La única persona de la que se había enamorado la última vez, Hyunjin no quería pasar por lo mismo.

            —No es que estemos en tu contra Hyun, pero nos preocupa tu fallida vida amorosa.

            —En estos últimos años ha salido con cuatro chicas y todas se rinden contigo. Sin contar alguna que otra aventura que terminal mal.

En este momento se arrepiente de acudir a ellas cada vez que una de sus relaciones fallaba.

            —Lo que Haseul quiere decir, es que nos preocupa que en unos años más no encuentres a alguien con quien compartir tu vida.

            —No necesito a alguien para compartir mi vida, puedo ser feliz sola. —Hyunjin vio la expresión de desaprobación en el rostro de la pareja casada—. No soy como ustedes. No puedo imaginar pasar mi vida atada a alguien.

            —Tienes serios problemas con el compromiso —Haseul respondió.

            —Es más que eso— Kahei respondió —No quieres comprometerte con alguien porque tienes miedo a que te lastimen de nuevo, ¿verdad?

            —Odio cuando me analiza. —Hyunjin soltó un quejido —. Hace un tiempo les dije que me habia enamorado una vez y que no funciono.

            —Sí, recuerdo que lo mencionaste

            —Era mi mejor amiga. —Soltó una risa amarga —Un cliché, lo sé.

            —Eso debe ser difícil para ti.

            —Sí, lo fue. —Hizo una mueca—. Lo gracioso de todo esto es que ahora es mi vecina.

            —¿Desde cuándo?

            —Hace unas semanas, pero me topé con ella hoy y conocí a su hija —comentó con amargura —¿No tienes algo de alcohol en esta cafetería?

            —Aún es muy temprano para beber, te daré otro café.

            —¿Tiene una hija?

            —Una pequeña de siete años.

            —Cuando me hablaste de la chica que te enamoraste solo mencionaste que te confesaste y te rechazo, nunca nos contaste toda la historia.

            —Es una larga historia.

            —Entonces podría contarnos la historia en la cena, en un rato comenzaran a llegar a los clientes.

            —¿Tienes que ir a la clínica?

            —Sí, uno de mis pacientes cambió su hora así que hoy no tuve que ir tan temprano. —Hyunjin reviso su agenda en su teléfono y vio un recordatorio —Se me olvidó algo.

            -¿Qué cosa? —Haseul le entrego la segunda taza de café a Hyunjin, mientras la pelinegra revisaba su bolso.

            —Creo que ya no voy a necesitar esto. —Hyunjin sacó un sobre y se lo entrego a la pelirroja—. Hice una reservación en un hotel y compré los boletos para viajar, así que tienen unos días para preparar su maleta porque este fin de semana se van a Jeju.

            —Esto debe costarte mucho, es un buen hotel. —Haseul estaba sorprendida al leer el nombre del hotel—. No podemos aceptarlo.

            —Tómenlo como su segunda luna de miel y no se preocupen conozco a alguien que trabajaba allí y me conseguiría un muy buen precio, sería una pena desperdiciarlo.

            —¿Y la cafetería?

            —Le ha ido bien últimamente, pero necesita un descanso. Desde que abrieron hace un año que no toman un respiro.

            —Ella tiene razón— Vivi comento esperanzada—. Tiene que pasar muchos años para que Hyunjin tenga estos gestos Seulli.

            —Si no lo quieres se lo vendo a alguna colega… ustedes deciden —Hyunjin estaba a punto de guardar el sobre, cuando Haseul lo arrebato de sus manos.

            —Necesitamos esas vacaciones.

            —Bien, pero a cambio quiero que me hagan una deliciosa cena con muchos tipos distintos de pan.

            —Es un trato.

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Cuando llego a la clínica en la que saludo a las enfermeras que se encontró por el pasillo y se encontró con una de sus amigas dentro de la clínica.

            —Buenos días Minkyung sunbaenim— Hyunjin hizo una reverencia.

            —Hola Hyunjin, pensé que hoy no venias a trabajar. No te vi en la mañana —La castaña dejo el ipad que sostenía e invito a la menor a sentarse con ella —Te he dicho que me digas unnie.

            —Kyungho cambio su hora, así que vine más tarde, sunbaenim.

            —Ha tenido un buen progreso en su rehabilitación desde que comenzaste a trabajar con él.

            —Lo sé, pero creo que avanzaría más si logro que realizara los ejercicios en su casa.

            —Hyunjin eres una buena kinesióloga, deberías confiar más en tus habilidades.

            —Confió en mis habilidades, pero sospecho que Kyungho no está haciendo sus ejercicios correctamente y si es así va a volver a lesionarse y manchara mi buena reputación. Ese mocoso de doce años no va a dañar mi carrera.

            —No hay caso contigo. Aun es fascinante intentar comprender como funciona tu mente. —Le revolvió el cabello— ¿Cómo está Lia?, hace tiempo que no la veo por aquí.

            —Terminamos.

            —Lo vi venir.

            —¿Por qué todos dicen eso? —Hyunjin escucho a la mayor reír por su pregunta—. Mejor no me respondes. No quiero saber el análisis psicológico que ha hecho de mí. Suficiente tengo con Kahei unnie.

            —Es agradable la conversación, pero debo retirarme. En cinco minutos tengo una cita con un paciente con crisis vocacional.

            —Nos vemos.

Hyunjin soltó un suspiro y fue hasta el área de traumatología a esperar la llegada de su próximo paciente.

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A pesar de que intentaba mantenerse ocupada no podía dejar de pensar en el encuentro que tuvo con Heejin. Ella no esperaba ver más a su ex mejor amiga, mucho menos después de como terminaron las cosas entre ambas.

Durante sus primeros años en la capital había tratado de olvidarse de su amor no correspondido y con el paso del tiempo, sus estudios, trabajos y nuevas amistades lo había logrado.

Ella ya no estaba enamorada de Heejin, eso era cosa del pasado, pero tampoco se había enamorado de alguien más. Verla de nuevo hacia que un temor creciera en Hyunjin. Pareciera que el destino la odiara al hacer que sus caminos se cruzaran de nuevo.

Hyunjin solo la había visto una vez desde que se fue de Jeonju, fue para las vacaciones de su segundo año cuando fue a visitar a sus padres.

Hyunjin estaba paseando por un parque cuando a los lejos vio a Heejin. La chica mayor se veía hermosa sonriendo, pensó en acercarse a saludar cuando se fijó a lo que ella sonreía, en ese instante el corazón de la pelinegra se apretó al ver a Mino acercarse a ella cargando a una niña. Él le dio un beso en los labios y luego Heejin cargo a su hija en sus brazos y sonreía de la forma más brillante que había visto en todos sus años de conocerla.

Ese día comprendió que ya no formaba parte de la vida de su ex mejor amiga, que la chica había hecho su vida, su propia familia junto a Mino y su pequeña hija.

            —Aishh debo dejar de pensar en eso. —murmuro a su gata que la miró de forma atenta—. ¿Tienes hambre?, tengo que ir a la tienda a comprarte comida —escucho el maullido de su gata.

Sacó su chaqueta y salió rumbo a la tienda más cercana para comprar lo que sería su almuerzo y el almuerzo de albóndiga.

Al llegar a la tienda eligió una sopa instantánea, algo de pan y cinco latas de alimento para gato.

            —Hola Hyunjin —Heejin se acercó a la pelinegra con una sonrisa amistosa.

            —Hola Heejin —saludo algo incomoda— ¿Haciendo las compras?

            —Sí, Hyejoo me pidió que le comprara unos cereales, pero no los encuentro. —le enseño un canasto de compras con muchas cosas.

            —Ya veo. —era un poco incomodo estar detenido junto a alguien que había conocido durante la mayoría de su vida y que ahora parecía una extraña.

            —¿Cómo está tu mamá? Desde que se mudó no él sabía de ella.

            —Ha estado bien, desde el divorcio ha comenzado a salir más.

            —Eso es genial. —Heejin podía notar la incomodidad de la más alta así que dejó de hacer preguntas

            —Sí… ¿Te gusta el departamento?

            —¿Eh? Que diga si, es hermoso y mas grande de lo que esperaba.

Ambas se quedaron en silencio hasta que fue el turno de Hyunjin para pagar.

            —Adelante, yo voy a comprar más cosas.

            —Gracias —Heejin fue hasta la caja pasando sus artículos.

Después de que ambas pagaran sus se dirigieron hasta su edificio de compras departamentos, ambas fueron caminando en un silencio incómodo hasta que llegaron a sus respectivas puertas.

            —Entonces supongo que nos vemos —La pelinegra apretó el agarre de su bolsa mientras se desidia en que hacer ahora.

            —Hyunjin espera— Heejin detuvo a la pelinegra antes de que pudiera abrir la puerta —, quería hablar más contigo, ponernos al día y esas cosas.

            —Eh—fue lo único inteligente que salió de Hyunjin —Sí, seria agradable.

La respuesta pareció emocionar a la mayor, la cual ya estaba sonriendo de forma radiante.

            —¿Hoy en la noche? —pregunto Heejin sin ocultar su emoción.

            —Hoy no puedo.

            —Ah bien —la mayor cambió su expresión a una decepcionada.

            —Se quedó con unas amigas… podría ser otro día.

            —Bien, cuando puedas solo puedes llamarme o golpear mi puerta.

            —Lo tendré en cuenta.

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            —No puedo creer que volvería a encontrarme con Heejin —la menor se estaba quejando mientras sus amigas arreglaban la mesa para cenar—, ella quiere volver a reunirnos como si nada hubiera pasado.

            —Aun no entendemos que fue lo que pasó entre tú y esa tal Heejin —Kahei dejo los panes recién salidos del horno en la mesa.

            —Es muy largo para contárselos así que se los voy a resumir.

            —Queremos todos los detalles de la historia, desde el comienzo —Haseul declara de forma seria.

            —Sino hablas tú, tendremos que utilizar la botella de vino. No nos obliga.

            —Uff bien, les contare de principio a fin.

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Born_forthis #1
Siguela pls c: