Capitulo 3.

Así comezó todo

Pude notar un gran alivio en mis brazos por dejar el peso, sin embargo estaban doloridos. Intenté relajar un poco los brazos y estiraba el cuello:

  • ¿Estás bien? – Dijo una profunda voz detrás de mí .

Lentamente me giré para ver de quien se trataba y el cuerpo se me quedó helado… Kim Taehyung me observaba desde el otro lado de la sala, con el rostro mojado a causa del sudor. No pude articular palabra alguna, simplemente me limitaba a quedarme ahí de pie mirándolo con los ojos muy abiertos. El chico comenzó a caminar hacia mí, por lo que mis piernas automáticamente dieron un paso hacia atrás, haciéndome chocar con la mesa, me quejé:

  • Ya veo que lo tuyo son los accidentes. – Rió, lo cual hizo a mi corazón latir con tanta fiereza que  parecía que en cualquier momento se saldría de mi pecho – ¿Estás bien? – Volvió a preguntar ya cerca de mí .
  • Ssi… - Contesté mientras puse mi mano en mi espalda dolorida -.
  • ¿Y por lo de ayer? – Me miraba fijamente, notaba mis mejillas cálidas .
  • Sí… yo… no… ¿sí? – Mi mente daba mil vueltas, pero mi boca no trabajaba .
  • No lo sé… eso deberías saberlo tú. – Comenzó a reír   Eres muy tierna.

Por un momento mi corazón se paró y el calor de mis mejillas iba en aumento. No sabía que decir ni qué hacer, simplemente me quedé como un muñeco de cera, petrificada ante él, Kim Taehyung. En ese momento la puerta de la sala de prácticas se abrió, y solo podían ser dos cosas, o alguien que me salvara de esta situación, de la que evidentemente no me podía hacer cargo yo sola u otro miembro de su grupo, lo cual haría que me diera un ataque al corazón en ese mismo lugar. Miré desesperada a la puerta, se abría lentamente, lo cual hacía que mis nervios fueran en aumento, pero por suerte era el tío de Seok, en ese momento lo vi como mi héroe:

  • Oh Mia, estás aquí. Ya veo que os estáis conociendo.
  • Hola, ajusshi, ¿qué tal? – Dijo Taehyung apartando su mirada de mí .
  • Hohola. – Intenté hablar -.
  • Ya conoces a nuestro nuevo fichaje, Taehyung. Ella es Mia –Se puso a mi lado Por ahora está en prácticas, pero estoy seguro de que se quedará. Así que cualquier cosa que necesites tú o cualquiera del grupo, podéis pedírselo a ella. – Me dio un golpecito en la espalda, haciéndome atragantar con mi propia saliva – Oh, vaya, lo siento. ¿Has acabado?
  • Ssi… - Asentí, mirándolo directamente con la esperanza de que me sacara de ahí -.
  • Bueno… ¿necesitas algo? – Miró a Taehyung .
  • Pues… Dudó, mientras rezaba a todos los dioses que dijera que no necesitaba nada – Ahora que lo dices… - Mi corazón se aceleraba nuevamente – Todos los chicos se han ido ya, pero yo me quiero quedar más tiempo para practicar, pero necesito que alguien me ayude a unas cosas, ¿podrías hacerlo? – Me miró fijamente, su mirada me penetraba hasta lo más hondo del alma -.
  • Pues…
  • Por supuesto que puede, para algo trabaja aquí. – Me interrumpió aquel hombre, mientras me ponía una mano en mi hombro y me guiñaba el hombro – Bueno, yo me voy, nos veremos mañana a la misma hora en el mismo sitio, Mia. Hasta mañana. – Dijo el hombre mientras poco a poco se alejaba, con su traje gris oscuro, hasta que finalmente salió de la sala de prácticas y cerrando la puerta .

El sonido de la puerta resonó por toda la sala y justo des pues se creó un enorme silencio, lo cual incomodaba el ambiente por completo. Yo intentaba evitar a toda costa hacer contacto visual con Taehyung, lo cual se hizo complicado, ya que éste hizo movimientos con su cabeza hasta localizar mis ojos, para sonreír y hacerme sentir mi corazón hasta en el hígado:

  • Bien, he conseguido que me miraras. – Eso me hizo sonreír y aparté la mirada de nuevo – Si vas a trabajar aquí es lo menos que puedes hacer.
  • Ya… bueno, ¿qué necesitas?
  • Nada. – Respondió rápidamente .
  • ¿Entonces? – Pregunté confusa .
  • Cojeas.
  • ¿Qué? – Estaba aun más confusa .
  • Te he visto entrar y caminar hasta la mesa y cojeas. Dijo mientras señalaba el pie en el que me hice daño el día anterior -.
  • Bueno… un pequeño accidente ayer. – Respondí agachando la cabeza .
  • Ven, te daré algo. –Se dio la vuelta y se dirigió hacia un sofá de cuero negro que había en la sala.

Dudé por un momento, pero lo seguí y me quedé de pie a un metro de distancia de él. Taehyun rebuscó en una mochila que había en el suelo, junto al sofá y sacó un bote que parecía una crema. Taehyung me miró con sus dulces ojos y me entregó el bote:

  • Es muy bueno, yo lo he usado varias veces. 
  • Ggracias… - Cogí el bote -.
  • ¿De dónde eres? – Preguntó curioso .
  • De España. – Lo miré levemente .
  • Wow, eso es muy lejos. Y hablas muy bien el idioma. – Sonrió ¿Y qué te trae por aquí?
  • Bueno, desde hace muchos años comencé a escuchar kpop y me empezó a gustar el país, vuestras costumbres…
  • ¿Nos escuchas? – Preguntó con cierta sonrisa picara .
  • Bueno… si. – Agaché la mirada .
  • Ya veo… y ¿Quién es tu bias? – Preguntó repentinamente .
  • Eso no lo voy a decir. – Respondí .
  • Vamos, quedara entre tú y yo.
  • Es un secreto.
  • Vamos. – Insistió cual niño pequeño .
  • Pues… Me observaba atento – Es un secreto. Bueno, es muy tarde debo irme. Gracias por la crema te la devolveré. – Dije mientras me alejaba -.
  • ¡No es justo! – Cerré la puerta .

Me quedé ahí parada al menos un minuto, hasta que mi móvil comenzó a sonar. Era Seok:

  • Hola, Seok. – Respondí .
  • ¡Hola! ¿Te apetece que cenemos juntas? Así me cuentas como te ha ido el primer día.
  • Sí, claro… tengo mucho que contarte…
  • Genial, te espero en la puerta del edificio.

Caminé por el pasillo, absorta completamente en mis pensamientos. No podía quitar el hermoso rostro de Taehyung de mi mente. Estaba deseosa de poder hablar con alguien sobre lo que me había pasado. Taehyung y yo habíamos hablado… TAEHYUNG, todo esto parecía irreal. En ese momento alguien chocó contra mí. Volví al mundo real y pude ver a un chico alto, de pelo negro, vestido con ropas negras, a conjunto con un tapabocas. El chico hizo una reverencia y continuó con su camino. Sus ojos se me hacían conocidos, lo cual me dejó pensando de camino hasta que bajé y salí del edificio, pero aquel pensamiento desapareció nada más ver a Seok, la cual me esperaba apoyada en una farola mientras miraba el móvil. Me acerqué sigilosamente para asustarla, ya que parecía distraída. Poco a poco me aproximaba a mi víctima y…:

  • ¡AHHHH! –Gritó, haciéndome gritar a mí también, pero del susto .
  • ¡AHHH! ¡¿QUÉ PASA?! – Puse mi mano en mi pecho, intentando relajarme .
  • Sabía que me ibas a asustar, te veía por encima de las gafas. – No había caído en sus grandes y redondas gafas de sol .
  • ¿Y por que llevas gafas de sol si esta oscuro?
  • Me da un aire de misterio. – Dijo mientras hacía una pose extraña intentando parecer modelo .
  • Vale… Reí -.
  • Bueno, ¿vamos a cenar ya? Seguro que tienes muchas cosas interesantes. – Dijo mientras me agarraba del brazo .
  • No lo sabes tú bien…

Caminamos hasta llegar a la puerta de un restaurante, el cual parecía bastante caro, mira a Seok y dije:

  • No tengo mucho dinero, no creo que pueda permitirme esto…
  • No te preocupes, hoy invito yo. Invítame tú a la próxima. – Sonrió .

Simplemente asentí y entramos en aquel restaurante. El metro que estaba junto a la puerta reconoció de inmediato a Seok:

  • Oh vaya, buenas noches señorita, ¿la mesa de siempre?
  • Por supuesto, pero esta vez pon otro plato más.
  • No hay problema, señorita.

Miré a Seok mientras caminábamos hasta la que era su “mesa de siempre”. Nos sentamos y mientras decidíamos que cenar dije:

  • ¿Así que vienes aquí a menudo?
  • Sí, claro, tienen una comida estupenda. Pide lo que quieras, no te preocupes.

Pedimos la cena y cuando la teníamos sobre la mesa, decidí contarle todo lo que me había pasado:

  • Bien, cuéntame. ¿Qué tal tu primer día?
  • Pues la verdad… ha sido un día de locos. Primero tu tío me ha mandado mil tareas pero al final de la tarde he conocido a… no te lo vas a creer…
  • ¿Si…? – Preguntó interesada .
  • A Taehyung, ¿te lo puedes creer?
  • ¿Estás de broma? – Dejó caer el tenedor – Osea… yo lo conozco y tarde o temprano lo conocerías, pero… ¿Cómo ha ido? ¿Cómo ha sido? ¿Qué ha pasado? – Parecía más emocionada que yo .

Le conté todo, con cada detalle y ella me observaba detenidamente, como si le contara que había salvado el mundo. Una vez acabada mi historia Seok, acercó su cara a la mía y dijo en voz baja:

  • Me parece que le has gustado…
  • ¡¿Qué?! Llo dudo… soy una del montón… - Me puse colorada -.
  • No se… por lo que me has dicho…
  • Solo se ha preocupado por mí, solo eso… Aparté la mirada y comencé a mirar el plato de espaguetis que había pedido -.
  • Si tu lo dices… Dijo con sonrisa burlona -.

Terminamos de cenar, fue muy agradable y la verdad me sentía muy agradecida de haberla conocido. Después cada una fue a su casa, tras un largo día de trabajo, solo estaba deseando reencontrarme con mi cama y poder descansar todo lo que pudiera hasta la mañana siguiente.

Llegó la mañana siguiente, esta vez desperté antes de mi despertador sonara. Me duché y bajé a la tienda a comprarme algo que desayunar de camino al trabajo. Ya que iba con bastante tiempo, decidí ir caminando tranquilamente. Cuando llegué al edificio me llegó un mensaje, era de Seok:

“Suerte en tu segundo día de trabajo. Ya me contarás como te ha ido y si has visto a Taehyung de nuevo J FIGHTING!”

Entré en el edificio, subí por el ascensor y me acerque a la puerta del despacho del tío de Seok, el señor Kim. Había una nota en la puerta, que decía:

“Estaré toda la mañana de reunión en reunión, así que ve a la sala de prácticas de ayer, límpiala a fondo. Luego irá a por ti un buen compañero mío y el te dirá que más hacer. FIGHTING!”

Un escalofrío me recorrió la espalda al recordar la sonrisa de Taehyung ayer en la sala de prácticas. Caminé lentamente, ya que me aterraba encontrarme de nuevo con él. Si simplemente pensando en él ya se me aceleraba el corazón tanto que parecía que se saldría de mi pecho, si me lo vuelvo a encontrar, yo creo que directamente me da un infarto.

Abrí lentamente la sala de prácticas, echando un vistazo esperando no encontrarme a nadie y así era. La sala estaba completamente vacía. Entré, encendí las luces y comencé con el trabajo. Cuando casi estaba acabando, la puerta de la sala se abrió y mi corazón dio un vuelco. Miré en dirección a la puerta y un hombre alto y delgado me miraba:

  • Eres, Mia, ¿no?
  • Ssi. – Respondí mientras dejaba un trapo en el suelo -.
  • Bien, soy el señor Jeong. Y soy el que te dirá lo que tienes que hacer hoy.
  • Oh, encantada. – Hice una reverencia .
  • Cuando acabes, te esperamos abajo. BTS tiene que grabar unas cosas y necesitamos ayuda.
  • Oh, claro. – Hice una reverencia de nuevo y el hombre salió de nuevo de la sala, cerrando la puerta suavemente .

Cogí el trapo nuevamente, pero calló de mi mano al percatarme de lo que me había dicho el señor Jeong… ¿BTS? ¿IBA A ESTAR CON BTS?

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