Delivery.

Juego. Set. Tenis.

. J U E G O . S E T . T E N I S .
C A P Í T U L O    D O S

 

***

 

Taeyeon estaba practicando en la cancha de siempre, en un club privado de la ciudad. Yoona estaba a cargo de la máquina lanza-pelotas, aunque básicamente lo que hacía era prenderla y apagarla, o cambiarle de velocidad, era importante su atención en el momento. Pero la joven tenista entendía que Yoona tenía asuntos más importantes que resolver que solo presionar botones, así que se concentró en responder dirigiendo todos sus remates lejos de ella para no herirla; la chica estaba concentrada en la tablet, sentada al lado del gran aparato, separando fechas de partidos y arreglando la agenda de la deportista.

 

"Pero el 8 tienes una cena con tus padres."

Remate.

"Cambia la rueda de prensa." Respondió Taeyeon agitada.

Remate.

"El 9 tienes una entrevista. Y... Tienes todos los días copados hasta el 11." Respondió Yoona sin levantar la mirada.

Remate.

"Mueve la rueda al 7. No faltaré a la cena."

Remate.

"Y el 9 tienes partido."

Remate.

"Solo es una cena... Y falta como un mes."

Remate.

 

Yoona pensó y mordió su labio inferior. Apoyó el codo en la máquina y sin querer agregó velocidad a la cinta. La máquina parecía una ametralladora tratando de asesinar a la tenista y ella solo seguía moviendo fechas importantes.

 

"¡YOONA! ¡YOONA!"

Remate.

Remate.

Remate.

Remate.

Yoona levantó la mirada y se asustó por la ataque cuando vio una pelota casi rozando su cabeza. Iba a apagar todo, pero recibió una llamada y solo bajó la velocidad. Taeyeon respiró profundo tratando de recobrar el aliento.

 

"Buenos reflejos, señorita Kim."

 

La tenista volteó hacia la banca y se congeló cuando encontró a Stephanie saludándola de lejos. La máquina botó una pelota y disparó hacia el brazo de la tenista. Golpe. "¡AH!" Taeyeon reaccionó tarde y solo volteó molesta por el porrazo. Sobó sus bien formados tríceps y volteó hacia su mano derecha. "¡YOONA-YAH! ¡APAGA ESO!" La máquina siguió disparando y ella atinó a cubrirse con la raqueta.

Yoona no reaccionó, solo levantó el dedo índice para indicarle que espere un poco.

"¡YOONA!"

La joven no podía concentrarse en la importante conversación y la búsqueda del botón de apagado, así que solo la desconectó y caminó hacia los camerinos para hablar en privado. Taeyeon frunció el ceño y la siguió con la mirada, sin creer su abandono. Stephanie estaba riendo.

En muletas, la chica tomó una botella helada del cooler al lado de las pertenencias de la tenista en la cancha y se acercó lentamente. Saltó en un pie para acomodarse cuando estaba cerca y le ofreció la bebida. "Gracias." Dijo Taeyeon a punto de abrirla.

"No es para que la tomes, es para que baje la inflamación." Ofreció.

 

"Buena idea." Asintió riendo, pegando la botella al brazo y mirando el suelo. "¿Cómo has estado?"

 

"Mejor que tú. Mi equipo no intenta agredirme."

"Solo tus rivales."

"¿Es una confesión, señorita Kim?"

"Es una... Broma."

"Podría estar grabándote y llevar esto a la corte."

Taeyeon acomodó la botella en su nuca por el calor. "Solo porque sí, especificaré que no tengo antecedentes y un esguince no mata. A menos que por la torcedura te hubieses golpeado la cabeza y la contusión sea fatal. Pero no pasó."

"Así que te declaras culpable."

"Me declaro herida y cansada." Sonrió.

 

Stephanie asintió.

Volteó a ver los alrededores de la cancha, llenos de árboles.

 

"¿Por qué no descansas un poco?"

"Estoy haciéndolo."

"¿Descansas aquí, en la cancha?"

"Podría ir a la banca."

"O a los camerinos."

"Yoona está ahí, podría intentar aventarme alguna otra cosa."

"Es peligroso."

"Podría ser mortal."

"¿Crees que intente matarme también?" Preguntó Stephanie mirando el cielo despejado.

"No lo sé. Podría tener odio desenfrenado a todos los tenistas. Acumulado."

 

"Corremos peligro." Stephanie finalmente le dirigió la mirada. "Propongo que salgamos de aquí."

"¿Sabes de algún buen lugar?" Preguntó Taeyeon.

"Oh, conozco uno."

 

 

"También me gusta venir aquí a descansar." Dijo Taeyeon desde el punto más alto del puente sobre el lago, al este del inmenso club. El arco y su reflejo sobre el agua formaban un óvalo y ellas estaban justo al centro, sobre él. Estaban muy cerca de las canchas, observando el paisaje rosa que formaban las flores abiertas practicando fotosíntesis a través de sus hojas.

 

 

"Es un buen lugar."

"No sabía que entrenabas aquí."

"Mi padre era socio." Asintió Stephanie. "Aquí aprendí a jugar."

"¿Desde qué edad juegas?"

"Desde los once." Dijo Stephanie.

Taeyeon se sintió un poco avergonzada. La verdad es que estaba contando todos los años que su rival venía entrenando y, en comparación a los suyos, eran muchos. Solo asintió, porque el título de 'la mejor del país' estaba pesándole en ese instante. "Suelo venir los martes, jueves, sábados y domingos desde temprano. No nos hemos cruzado."

"Los martes llego por la noche. Los lunes, miércoles y viernes desde la mañana."

"Supongo que es por eso."

"Había escuchado desde hace tiempo que también entrenabas aquí, jamás pensé que nos cruzaríamos en un momento así, donde no estoy en todo mi esplendor." Le mostró su férula rosada y Taeyeon rio.

"Hubiese sido bueno entrenar contigo." Asintió. "¿Por qué viniste hoy, a todo esto?"

 

"Vine a hacer los papeles para liberar las fechas que tenía separado el campo, hasta mi recuperación." Resopló pidiendo paciencia. "Mi equipo se ha quedado ahí, negociando." Rio un poco.

 

"Vas a recuperarte pronto." Dijo Taeyeon, con la mirada aún sobre el agua.

"Eso espero."

"Tranquila, vas a estar bien. Pronto será la revancha. Cuando estés en tu mejor forma, con más ánimo que la última vez."

"¿Notaste mi mal humor?"

"Por un momento pensé que me odiabas."

Steph rió. "No te odio."

Taeyeon volteó con el rostro inexpresivo. "Yo tampoco a ti." Luego asomó una curva en sus labios y sonrió levemente. Stephanie sintió calor. Esa sonrisa que no sabía definir si era tímida o rebelde, la tenía atrapada sofocándola. En menos de dos segundos.

 

"Tengo hambre, ¿No tienes hambre?" Stephanie intervino el silencio, mirando hacia otro lado.

 

"No es mi hora habitual de almuerzo. Si abandono moriré en manos de Yoona y de mi entrenadora, cuando se entere. Aún me queda una hora y media más en la cancha." Volteó en dirección de la misma.

"Creo que quiero comer pastas hoy."

"No soy fanática de las pastas. Pero suena bien."

"¿Rabioles?"

"No tanto."

"¿Al pesto?"

"Muy pesado."

"Bueno, si no son pastas, entonces pizza."

"Ahora estamos hablando." Taeyeon soltó una pequeña risa de mujer adulta, que Stephanie no entendía cómo podía caber en ese pequeño y delgado cuerpo. Le pareció adorable y agradable. Podría escucharla más seguido. Mucho más seguido.

"¿Has comido en Mr. Pepperoni?"

"¿Qué clase de nombre es ese?" Reclamó Taeyeon de buen humor.

"Es nada más que el mejor sitio para comer pizzas artesanales aquí en Seúl." Stephanie negó, no pudiendo creer que alguien no conozca ese lugar. "Acepto que no es la tratoría más elegante del mundo. Pero tiene las tres B."

"¿Qué es eso?"

"Bueno, bonito y barato."

"Suena bien... ¿Qué tan bonita es su pizza?"

"Tendrías que verla." Stephanie volteó hacia ella.

 

Casi retándola.

¿Estaba retándola?

Taeyeon no la miró de frente, pero entendió un mensaje entre líneas.

"No sé si hablas en serio. Podrías comprobarlo." Esta vez sí la miró, recorriendo desde el hombro hasta sus ojos y respondiendo el reto.

 

 

"¡UNNIE!" Se escuchó por todo el campo el eco.

 

 

Taeyeon cerró los ojos. Era Yoona. "Debo regresar." Se disculpó avergonzada.

"Entiendo."

"Pero deberíamos comer un día, esa tan buena pizza que dices." Empezó a retroceder.

"Sería genial."

"Entonces nos vemos pronto."

"Claro..." Stephanie asintió.

 

Taeyeon corrió bajando el puente y Stephanie volteó hacia el lago otra vez, sintiendo que no había logrado lo que quería. Casi se arrepintió de no haber hecho algo, pero no sabía con exactitud qué era... Miró el agua. Se perdió en su reflejo por bastantes segundos. Quizás un par de minutos. No lo sabía. Suspiró intranquila. ¿Qué era lo que quería de Kim Taeyeon?

De pronto escuchó pasos sobre el camino de piedras y luego subiendo a velocidad la curva del puente hacia ella.

Volteó y encontró a Taeyeon regresando.

 

"Entonces..." Dijo la tenista. "¿Cómo iremos por esa pizza si no sabemos cuándo?"

Stephanie sintió su cuerpo latiendo. "Ni dónde encontrarnos."

"Podríamos cruzarnos otra vez."

"Tendría que herirme de nuevo para volvernos a ver."

"Y no queremos que eso pase." Negó Taeyeon.

"No." Aseguró Stephanie mirando el piso.

"Así que."

"¿Hm?"

"Pensé que..." Taeyeon tenía en la mano el celular y Stephanie recién lo notaba. Había llegado hasta el banco en tiempo récord y regresado de inmediato. "...Quizás tú..." Le mostró el aparato. "...Podrías darme tu número y enseñarme ese lugar tres B."

Stephanie sentía el aire cargado. Otra vez. "Podría hacerlo."

"Quizás podrías..." Taeyeon desbloqueó la pantalla. "...Escribirlo ahora." Le dio el celular.

 

"Y tal vez tú podrías escribirme más tarde." Dijo Stephanie recibiéndolo.

 

"Podría ser luego de la práctica."

"Cuando llegues a casa."

"Podría hacerlo." Asintió Taeyeon guardando el celular.

 

"Y yo podría estar esperando." Stephanie sintió su rostro hirviendo cuando terminó la última oración.

 

 

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P I N K D O R K

 

 

Taeyeon bajó de su carro en una zona residencial. Las casas eran medianas, modernas y no encontraba en ningún punto de la cuadra un solo restaurant. Ni siquiera una bodega.

Revisó su celular y supo que estaba exactamente en la dirección que le había dado Stephanie.

Pero quizás era un error.

 

El 564 era una casa con fachada blanca y un pequeño jardín por delante.

No entendía cómo podrían vender pizzas en ese lugar.

 

"¿Hola?"

"Hey." Taeyeon pegó el celular al oído. "Creo que estoy perdida."

"¿Dónde estás?"

"En el lugar al que me mandaste."

"No te veo."

"Creo que no es el mismo lugar."

"¿Ese mercedes rojo es tuyo?"

"Ok, creo que sí me ves."

"Sí, ya te vi. Entra." Stephanie la saludó desde la puerta de su casa y Taeyeon le respondió el saludo confundida.

 

"Hola."

"Hola." Sonrieron.

 

Taeyeon llevaba la misma casaca de cuero que usó en el hospital. Estaba sentada frente a Stephanie en la pequeña mesa circular de vidrio de su comedor. "Este lugar es lindo, pero algo me dice que esto no es Mr. Pepperoni."

Stephanie no pudo evitar reír. "Bienvenida a mi pequeña casa." Dijo un poco avergonzada. "No puedo manejar aún y Yuri no pudo desocuparse hoy para llevarme. Pensé que sería una carga si te lo contaba, así que preferí..."

"Engañarme."

"Pedir delivery. No es tan malo. Si te incomoda podemos..."

"No me incomoda." Sonrió Taeyeon nerviosa. "De haber sabido que comprarías todo, hubiese traído algo."

"La próxima invitas tú." Cortó un trozo de pizza.

"Eso suena bien." Taeyeon mordió su pedazo y cerró los ojos para disfrutarlo. "Hmmmmmmm..."

"Esa es la mejor recompensa."

"¿CFUÁL?"

Stephanie rio por lo adorable que se veía su invitada con la boca llena. Parecía un pequeño hámster. "Escuchar ese 'Hmm' cuando le recomiendas algo a una persona, es increíble. Es que te den la razón indirectamente."

 

Taeyeon pasó. "¿Te gusta tener la razón?"

 

"A quién no."

"¿Y en qué más piensas que vas a tener razón?"

"En que pude haber ganado ese partido." Dijo molestándola.

"No lo dudo." Taeyeon asintió y comió otro pedazo, sin darle mucha importancia. La dueña de casa se sorprendió por la humildad de la chica que tenía frente a sí misma, que tenía medallas, copas, un título y un Mercedes Benz deportivo estacionado fuera.

"¿Eres condescendiente conmigo?"

Taeyeon levantó la vista asustada. "No." Dejó la pizza en su plato. "Pudiste haber ganado. Juegas muy bien y yo estaba muy desconcentrada." Se limpió con la servilleta. "Pero no volverá a pasar."

"¿Es un reto?"

"Si eso va a hacer que te recuperes más rápido, entonces sí."

"¿Para la revancha?"

 

 

"Para que me lleves a Mr. Pepperoni."

 

 

Stephanie estaba aún atenta a la película que seguía avanzando en la pantalla de su sala. Taeyeon estaba recostada sobre su hombro y ella no quería -podía- moverse, por miedo a despertarla. La verdad es que no había visto ni quince minutos y ya se había quedado dormida. La dueña de casa no la culpaba. Menos después de comer cuatro pedazos de pizza y conversar dos horas seguidas.

Algo raro, porque nunca perdieron temas de conversación.

La tenista se acomodó dormida sobre las faldas desnudas de Stephanie.

Mal día para usar un short.

O un buen día.

 

Estar con Taeyeon era muy divertido. De hecho era genial. Era quizás eso lo que más le asustaba. Temía estar pasándola tan bien con ella, porque se conocía muy bien y eso solo podía significar una cosa. Delicadamente acarició el cabello oscuro de su invitada.

Taeyeon le gustaba. Se sentía tan atraída como un pez hacia carnada.

Y algo le decía que era correspondida.

En ese momento se despertó y se quedaron inmóviles viéndose. Stephanie tenía la mano con la que le acarició el cabello en el aire, cerrada en un puño flojo, casi atrapada infraganti. Los nervios, porque se sintió vulnerable, Taeyeon los interpretó como incomodidad porque estaba descansando sin permiso sobre sus piernas. Se sentó de golpe mirando hacia la pantalla aún encendida y Stephanie no dejó de observar sus piernas, extrañando el calor de la joven.

"Lo siento." Taeyeon tenía las mejillas rojas.

"No te preocupes."

"Llevo algunas semanas con mucha actividad y-"

"Está bien."

"No he dormido bien."

 

 

"Taeyeon." Tocó el brazo de su invitada. Su pecho se movía por la entrada y salida notorias de aire. "No me molesta."

 

 

Taeyeon volteó con temor, hasta encontrarse con las mejillas rosadas de Stephanie, quien intentaba mirarla a los ojos. Rayos. Vaya que le gustaba esta mujer y lo único en lo que podía pensar es que en cualquier momento Taeyeon cogería sus cosas y se marcharía. Ahora no estaba segura de alguna cosa en absoluto. Temía que rechace su contacto. Pero nada pasó.

Taeyeon no se movió.

Y Stephanie decidió darle un beso.

A oscuras, solo con la luz del televisor iluminando sus perfiles, Steph se separó con miedo y luego la enfrentó, mirándola de frente, cubriendo su temor con mucha seguridad falsa. No encontró respuesta en la mirada de Taeyeon, así que empezó a plantear una disculpa ante la posible reacción negativa. Se lo atribuiría todo a los analgésicos. Sí.

"Yo-"

No hubo necesidad.

Taeyeon la besó y la disculpa se esfumó entre sus lenguas.

 

 

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Stephanie abrió los ojos y reconoció su habitación. Hizo un pequeño recuento del momento en algunos pocos segundos: Había amanecido, estaba desnuda, boca arriba, con el pie enyesado sobre una almohada y la sábana cubriendo inútilmente su cuerpo. A su izquierda estaba aún el cuerpo de Taeyeon, igual de desnudo, boca abajo, mostrándole las líneas de su espalda tonificada, pero delicada. Encontró algunas pocas pecas sobre su blanca piel y se asustó cuando la escuchó inspirando fuerte, como encendiendo motores para despertar.

Cerró los ojos y simuló dormir.

Taeyeon despertó y se congeló por varios segundos. Habían pasado la noche juntas y ahora estaba tratando de decidir entre salir de ahí o enfrentar la situación. Pero lo primero que tenía que encontrar para elegir cualquiera de las dos opciones, aparte de mucho coraje, era su ropa interior. Así que se sentó lentamente al borde de la cama y buscó con la mirada su... Oh, ahí estaba. Se inclinó.

"¿Te vas?"

La voz de Stephanie le escarapeló toda la piel.

Se irguió de golpe y le siguió dando la espalda.

"N-no."

Stephanie asintió entre comprendiendo y no dándole importancia. Se sentó cubriéndose con la sábana y Taeyeon volteó el rostro sobre su hombro para no encararla, porque seguía desnuda y, aunque probablemente ya la había visto así, ahora era de día y definitivamente no estaban haciendo lo mismo de la noche anterior.  Su timidez hizo que Stephanie quiera devorarla una vez más.

 

"¿Todo bien?"

 

Taeyeon asintió desde la misma posición. "¿Te he lastimado?" Preguntó.

"No en el pie herido." Respondió Stephanie con una presión latente en el vientre y Taeyeon solo regresó rápido la vista hacia delante avergonzada. "Taeyeon, relájate." Stephanie se acercó hacia ella sobre el colchón, cuidando no dañar más su lesión. Llegó hasta la espalda blanca que se le presentaba como un postre antes del almuerzo y no pudo evitar probarlo. "Estás... Tensa. La idea es que te sueltes un poco." Susurró besando ahora su cuello y pegando sus pechos a los lados de la columna de la chica al borde de la cama.

"Steph-anie..."

"¿HMM?"

"Esto no está bien..." Taeyeon fue perdiendo fuerza en el discurso y exhalando rápido, a medida que ciertos dedos empezaron a jugar con sus pezones. "Yo-yo debo..."

"Regresar a la cama."

"Ok.” Pausa. “No. Digo no. No."

"Taeyeon, tus palabras dicen no, pero tus gemidos me van a dar la razón." Mordió su nuca. "Y sabes que me gusta tener razón."

 

Stephanie ya sabía lo que quería de Taeyeon. Y probarla solo le hizo saber que una noche no iba a ser suficiente. Por ahora se conformaba con recorrer una vez más el mapa que se formaba al unir sus tatuajes…

 

 

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Comments

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Denissebc #1
Chapter 4: Vuelve :(
sonelf1509
#2
Chapter 4: No puedo evitar reírme siempre que describes las escenas donde está Yoona jajaja mujer suelta ese teléfono/tablet xD
La culpa es de Yul por aconsejar mal a Tiffany xD bueno no, que ya dejen ese orgullo a un lado!!
Me está gustando muchooo!!
mayryy #3
Chapter 4: Hola, hola mujeres, mujeres, definitivamente nos gusta complicar las cosas y mas si somos cabezotas como estas 2, sin duda este juego esta muy reñido aunque el orgullo de estas dos al parecer es el ganador solo espero que alguien de el brazo a torcer y espero que sea la Fanny ella lo empezo todo ahora tiene que arreglarlo como sea. Cuidate un abrazo byre =)
Taechi_s #4
Chapter 4: Si Tae estas herida xd
Tendrán que fingir aunque sea por contrato </3
Gracias por actualizar :)
Skyth06
#5
Chapter 4: Quedo buenísimo
KazKaz18 #6
Chapter 4: Dios.... el orgullo.....
LlamaAmerica #7
Chapter 4: Es que porqueeeeee quiero más!!!! Hay cada vez me deja esa sensación de leer más y saber que pasará!!!!! Hay!!!! Sigueeee!!!! <3
gea_ly
#8
Oye la de salvaje ya no vas actualizar ??? X fa no te olvides me encanta la historia.
Sone_Mine
#9
Wow, estaba buscando otro fanfic y de repente vi tu historia e inmediatamente grité como loca aún no la leo pero se que me va a encantar.
moonlisa
#10
Chapter 3: Ay, ya me siento súper colgada con este fic. Tu forma de escribir me gusta mucho y ya me encanta cómo llevas la historia, la verdad.

En este instante, deseo matar a Stephanie, pero esto de seguro conllevará al drama, así que no me molesta tanto (?). En fin, ya estoy fascinada con esta historia y no puedo esperar por más. Espero con ansias el siguiente capítulo. Un beso <3