The Devil Wears Suit and Ties

Rosé

 

 

Tu punto de vista.

 

Tan pronto llegue a mi departamento, arroje mis cosas a un lado y deje caer mi cuerpo sobre la cama. Estaba exhausta. El tener que lidiar con personas a diario me tenía harta.

 

 

¿Por qué simplemente no podía dejar todo en manos de mis empleados?

 

 

Esa era la razón por la cual les pagaba, para ahorrarme trabajo e hicieran todo por mí. Supongo que después de todo, dirigir una empresa diseñadora de modas no es tan fácil como parece.

 

 

La mayoría de los malditos días tengo que salir y fingir una sonrisa en cada pasarela que me invitan.

 

 

Justo cuando creí haber encontrado tranquilidad, mi asistente, alias, mi mejor amiga, le pareció bien interrumpir en mi habitación y arruinar mi paz.

 

 

“Creo que me vendría bien una ayuda.” Menciono Lisa atravesando la puerta mientras cargaba un montón de bolsas en ambos de sus brazos.

 

 

“Ugh ¿Ahora qué?” Pregunte con irritación sin mover un solo musculo.

 

 

“Solo para recordarte que mañana tenemos agendada la cita a medio día de la sesión de fotos de la modelo invitada.”

 

 

“¿Es mañana?” Levante mi mirada hacia Lisa con la esperanza de que no fuera cierto e infortunadamente, simplemente asintió. “Noo.” Comencé a lloriquear al mismo tiempo que enterraba mi rostro en la almohada.

 

 

“Yah… Fuiste tú quien decidió aceptar.” Menciono Lisa negando con la cabeza.

 

 

“¿Podemos cancelarlo?”

 

 

“¡YAH! No cancelaremos nada. No todos los días se nos da la oportunidad de colaborar con YG Fashion Industry, así que será mejor que te prepares que mañana estaremos recibiendo a una de sus modelos.”

 

 

Deje caer mi cabeza en derrota, cayendo inmediatamente en un sueño profundo.

 

 

(…)

 

 

Los rayos de Sol atravesaron la ventana para golpear mi rostro suavemente mi rostro e interrumpir mi buen sueño de belleza. En un intento de continuarlo, tome el borde de la sabana y la pase por encima de mí para evadir la luz.

 

 

No mucho tiempo después, la alarma comenzó a sonar indicando que era hora de levantarse. Después de varios manotazos contra la alarma, conseguí que esta dejara de emitir su irritante ruido, y de mala gana, me levante de la cama para dirigirme al baño.

 

 

Podía sentir mi pijama pegada a mi cuerpo más de lo normal.

 

 

¿Acaso se había encogido mientras dormía?

 

 

Debido al sueño que tenía encima, decidí no tomarle tanta importancia, podía comprar una nueva después de todo.

 

 

Una vez frente al lavabo, tome mi cepillo de dientes y coloque un poco de pasta dental en ella.

 

 

Comencé a cepillar mis dientes con pereza mientras mi mente se nublaba de pensamientos sobre el montón de trabajo que tendría que hacer hoy.

 

 

Al terminar de cepillar mis dientes, volví mi mirada hacia el espejo y antes de que pudiera continuar arreglándome, mi cuerpo se congelo al ver el reflejo enfrente de mí.

 

 

Que. Demonios.

 

 

Frente a mí no se encontraba mi apariencia de todos los días, a cambio, podía ver a un chico de aproximadamente mi edad ocupando mi lugar a través del espejo.

 

 

Dejé escapar un suspiro tembloroso y sin desviar la mirada del espejo, llevé mi mano hacia mi cabeza solo para toparme con cabello extremadamente corto al que solía tener antes.

 

 

Para mi desgracia, observe como el chico frente a mi imito los mismos movimientos que yo realizaba.

 

 

Era bastante claro que se trataba de mí, pero no quería aceptarlo. No podía ser. Uno simplemente no cambia de la noche a la mañana.

 

 

Mi cuerpo se convirtió más musculoso. Mis curvas habían desaparecido. Mi cabello se volvió más corto y grueso, aunque continuaba siendo suave. Mi pecho ahora era plano. Mi mano también había cambiado, con los dedos más largos y gruesos, la piel un poco menos suave.

 

 

Pero seguía siendo yo.

 

 

Después de examinar mi cuerpo por un largo tiempo, deje escapar un suspiro en derrota. No sabía qué hacer. ¿Y si no hay vuelta atrás? ¿Qué pasaría con t–

 

 

“¡_____! Sera mejor que estés despierta qu– “ Lisa se detuvo en seco cuando su mirada se cruzó con la mía.

 

 

Nos mantuvimos un momento en silencio sin saber cómo reaccionar. Trague con fuerza el nudo en mi garganta dispuesta a hablar, cuando de repente Lisa se adelantó a hacerlo.

 

 

“¡¿Dónde está ______?! Sera mejor que expliques quien eres y que haces aquí antes de que llame a la policía.” Exclamo Lisa con ira pura para después, furiosamente, comenzar a buscar dentro de su bolso.

 

 

Wow, nunca había visto ese lado de ella… concéntrate _____.

 

 

Con pánico, en un intento de que se detuviera, cuidadosamente tome su brazo esperando no recibir un golpe a cambio. “¡Espera! Espera… te explicare todo.”

 

 

Lisa me miro dudosamente y tras pensar durante un momento, finalmente se rindió y cruzo sus brazos con irritación lista para escucharme. “Bien, tienes un minuto. Si me doy cuenta de que no me estas contando la verdad, no pensare dos veces en llamar a seguridad.”

 

 

Examine su rostro serio frente a mí y deje escapar un respiro intentando contener la risa que amenazaba con escapar. Nunca la había visto en este estado y definitivamente era algo nuevo para mí.

 

 

¿Dónde había quedado su típico humor alegre y feliz?

 

 

Si se tratara de una diferente situación, a este punto estaría burlándome de sus nuevas expresiones como normalmente lo hago.

 

 

Sera mejor que empiece a tomarme las cosas en serio. Este es un caso grave y en este momento la necesito más que a nada. Necesito que me crea.

 

 

“Escucha… no es lo que parece.” Lisa levanto una ceja, juzgando lo que recientemente acababa de decir, pero simplemente decidí ignorarla y continuar con mi explicación. “Puede que suene como una locura pero… soy yo, _____.”

 

 

Lisa rodo los ojos al escuchar mi declaración. “Tsk, si claro.”

 

 

“¡Es verdad, lo juro! No sé qué paso, desperté y mi cuerpo estaba de esta manera.”

 

 

Aun sin creerme, Lisa dejo escapar una risa. “¿En serio creíste que me convencerías con eso? ¡Las personas simplemente no cambian de cuerpo de un día a otro! Así que, no me importa quien seas o que otro tonto cuento tengas que contarme, quiero que me digas que hiciste con _____.”

 

 

“Lisa, tienes que creerme.” Sin aviso alguno, tome sus manos entre las mías ganando su atención. “Prometo que no estoy mintiendo.”

 

 

“Hmm, okay…” Una risa incomoda salió de los labios de Lisa. “¿Cómo rayos sabes mi nombre?”

 

 

“¡Porque soy yo, _____!” A este punto, estaba comenzando irritarme.

 

 

¿Cómo es que se volvió tan terca?

 

 

En otras ocasiones, se deja convencer fácilmente por cualquier historia que le vendan.

 

 

“Mira, no sé qué haya pasado con mi cuerpo, no sé cómo amanecí de esta manera. Pero tienes que creerme cuando te digo que se trata de mí.” La mire con mis ojos llenos de esperanza y desesperación. “Yo no esperaba esto, lo único que hice fue dormir después de que llegáramos de la empresa por quedarnos hasta tarde organizando el vestido para la modelo de hoy. Vamos Lalisa, yo sé que en el fondo me crees.”

 

 

Lisa intento difícilmente ocultar la sorpresa que amenazaba con mostrarse en su rostro, al escuchar no solo los detallados acontecimientos de aquel día, sino también su nombre verdadero.

 

 

Solo las personas cercanas a ella conocían su verdadero nombre y yo, era la única persona en Corea que lo sabía.  

 

 

Lisa toma un vistazo más de cerca y a primera vista, solo ve a un chico lindo, pero una vez que mira más cerca, el parecido es inconfundible. Mis ojos no habían cambiado, ni siquiera las pestañas largas, y mi boca también era la misma.

 

 

“¿_____?” El rostro de Lisa se había suavizado, pero continuaba mostrando la misma expresión de sorpresa. “¿En verdad eres tú? No puedo creerlo… ¿c-cómo?”

 

 

Solté un respiro de alivio y mi cuerpo se relajó al ver que finalmente parecía creerme. “No lo sé…. Lisa ¿Qué voy a hacer?”

 

 

La mente de Lisa giraba, pensando en todas las posibles consecuencias: No podría presentarme de esta manera delante de la empresa, que pasaría con la sesión de hoy, cuanto tiempo iba a permanecer así, y si no era reversible…

 

 

Lisa se acercó y tomo mi mano entre la suya, dándole un firme y tranquilizador apretón. “No te preocupes, _____. Todo estará bien, funcionará de alguna manera.”

 

 

“¿C-como…” Mi voz comenzó a quebrarse. Era bastante aguda para un chico, pero por supuesto mucho más profunda a comparación de mi voz normal. “¿Cómo lo sabes?”

 

 

“No lo sé.” Admitió Lisa. “Pero lo resolveremos, juntas.”

 

 

De alguna manera, esto hizo tranquilizarme un poco. “Gracias, Lisa.” Dije con una sonrisa.

 

 

Lisa niega con la cabeza mientras sonríe. “No me agradezcas, eres mi mejor amiga… incluso si ahora eres un chico guapo.”

 

 

“Eso – no necesitaba escuchar eso.”

 

 

“Solo decía la verdad.” Respondió inocentemente para después ambas romper en risas.

 

 

De repente, me sentía más feliz y alegre a pesar de la complicada situación. En días interiores, el estrés y la tensión me abrumarían diariamente a causa de mi trabajo. Pero hoy, todo se sentía diferente.

 

 

Definitivamente hoy todo era diferente.

 

 

(…)

 

 

Nos adentramos en el estudio fotográfico donde todos se encontraban preparados para recibirme, o más bien a mí ‘antigua’ yo.

 

 

Todo era blanco o negro.

 

 

Las paredes blancas, suelo blanco, puertas de cristal e impecables escritorios negros.

 

 

El lugar lucia completamente profesional y elegante junto con todas las cámaras y luces que contenía.

 

 

Una vez que cruzamos la entrada, a nadie pareció importarle mi presencia dentro del estudio. Normalmente reaccionarían de manera obediente y respetuosa al verme, pero ahora ni siquiera me reconocían.   

 

 

Un respiro escapo de mis labios sintiendo como los nervios comenzaban a apoderarse de mi cuerpo.

 

 

A pesar de la fama, el éxito y la riqueza con la que vivía día a día, de repente me sentía tan débil e inútil. Mentalmente, cruce los dedos rogando que el reciente plan de Lisa funcionara a la perfección.

 

 

Antes de salir del departamento, a Lisa se le ocurrió la maravillosa idea de hacerme pasar por alguien, y eso estábamos por hacer justo ahora.

 

 

“¡Lisa!” El fotógrafo se acercó inmediatamente cuando su mirada se topó con nosotras. “¿Dónde está la Srta. _____?” Pregunto ignorado completamente mi presencia.

 

 

“Uhh…” Lisa volvió su mirada hacia mi antes de hablar. “Desafortunadamente enfermo por la noche y no será capaz de asistir a eventos aproximadamente por una… semana.”

 

 

“Oh, eso es una pena. ¿Deberíamos cancelar o…?”

 

 

“¡NO! ¡No!” Bruscamente interrumpí al fotógrafo llamando finalmente su atención.

 

 

“Vaya, no sabía que teníamos a un invitado aquí.” Menciono el fotógrafo observándome de pies a cabeza. “¿Y tú eres…?”

 

 

“Olvide mencionarlo.” Rápidamente intervino Lisa. “Él es uno de los mejores diseñadores más cercanos a la Srta. _____ y ha sido enviado por ella misma para cubrir su lugar.”

 

 

“Ya veo… bien muchacho, será mejor que te pongas en marcha, la modelo se encuentra esperando en su camerino.”

 

 

¡¿Ya está aquí?!

 

 

“Bien ¿estamos todos aquí?” Pregunte observando mi alrededor contando el poco personal que se encontraba en el estudio.

 

 

“Esperamos al asistente de edición, solo faltaría él.”

 

 

Lisa y yo compartimos miradas, entendiendo el mensaje en seguida. “Intentare llamarlo.”

 

 

“Gracias, mientras iré a decirle que estamos a punto de iniciar.” Dije haciendo referencia a la modelo que estaba dentro del camerino, Lisa simplemente asintió en respuesta antes de alejarse con celular en mano. 

 

 

Mientras más me acercaba al camerino, más ansiosa me sentía. Era como si toda mi confianza y seguridad se hubieran esfumado. Esta vez tendría que presentarme como alguien más y no estaba lista para ello.

 

 

Al estar finalmente frente a la puerta, aclare mi garganta lista para presentarme ante la modelo invitada. Toque ligeramente dos veces con mi puño la madera esperando una respuesta.

 

 

“Adelante.” Contesto una suave voz femenina desde el otro lado de la puerta, permitiéndome acceso completo a la habitación.

 

 

Una vez entré al camerino, finalmente vi a nada más y nada menos que a la famosa modelo, sentada esperando a que su peinado fuera terminado. Ella era increíblemente bella. No hacía falta preguntarme el por qué era una modelo, era bastante claro. Largo cabello rojizo, piernas largas, esos ojos marrones y labios gruesos. Maldita sea... ella era verdaderamente hermosa, muy, muy hermosa.

 

 

Sacudí mi cabeza despejando aquella clase de pensamientos raros para enfocarme en mi verdadero trabajo.

 

 

 “Adelante, pasa, no seas tímido.” Menciono la modelo con una pequeña risa.

 

 

Demonios, todo este tiempo me quede paralizada frente a ella sin darme cuenta.

 

 

“Uhm.” Tome unos pequeños pasos dentro del camerino antes de dirigir mi mirada hacia el portapeles en mis manos. “¿Roseanne… Park?” Pregunte estúpidamente para mirarla otra vez.

 

 

Por supuesto que se trataba de ella. ¿Quién más podría ser?

 

 

“Rosé, llámame Rosé.” Respondió Rosé con una amable sonrisa. “¿Y tú serias…?”

 

 

“Uh uhm…” Los nervios comenzaban a apoderarse de mi cuerpo al no saber que responder.

 

 

¡Vamos _____, piensa!

 

 

“Uh… B-Bobby, mi nombre es Bobby.”

 

 

“Oh, mucho gusto Bobby. ¿Qué te trae por aquí?” Pregunto con cierta curiosidad en ella por mi repentino paradero.

 

 

Mentalmente me maldije a mí misma al notar el primer nombre con el que me introduje.

 

 

Fue el peor nombre que se me pudo haber ocurrido. No por el nombre en sí, no, más bien que aquel nombre le pertenecía a mi mejor amigo desde la infancia.

 

 

A partir de ese error que cometí, ahora tendría que evitarlo a toda costa con tal de evitar malentendidos.

 

 

“La Srta. _____ me envió para decirles que estamos listos para darle inicio a la sesión.”

 

 

Antes de que Rosé pudiera responder, la estilista encargada de su cabello, decidió adelantarse a responder. “¿Acaso no pudo venir por si misma a decirlo?”

 

 

Hice mi mayor esfuerzo por no rodar los ojos en ese justo momento. Parece que alguien tendrá su saldo reducido para cuando yo vuelva a mi verdadero puesto, definitivamente me asegurare de eso.

 

 

“Lamentablemente, la Srta. _____ no podrá asistir a la sesión, por lo que me ha enviado en su lugar como reemplazo.” Respondí tratando de mantenerme lo más profesional posible.

 

 

“Oh… ya veo. Es una lástima, supongo que nos conoceremos después.”

 

 

“Por qué no me sorprende…” Continuo la estilista después de Rosé. “Menos mal, eso no importa. Trabajar junto con ella es una pesadilla, ya vera lo bien que la pasara el día de hoy Srta. Park.”

 

 

“Eso espero, ¿hemos terminado?” Pregunto la modelo ignorando completamente los comentarios ofensivos de la otra.

 

 

“Espera y… ¡listo!” Sonrió orgullosamente dejando caer el ultimo mechón de cabello ondulado. “Hemos terminado Srta. Park.”

 

 

“¡Perfecto!” Rosé salto fuera de su silla y con una sonrisa se dirigió hacia mí. “¿Vamos?”

 

 

Baje la mirada disimuladamente a mi celular, obse