—¿¡QUÉ!?

—¿¡CÓMO!?

Aquellas voces resonaron por toda la planta de la estación policial haciendo que la mirada de los más curiosos trabajadores se posasen en un mismo despacho. Dos oficiales acababan de sobresaltarse con una noticia, al parecer, importante.

Dentro, habían tres mujeres; dos oficiales de policía y la misma detective que “rescató” a Kim Yongsun. La más impulsiva de las oficiales cogió a su superior por el cuello de la camisa en un acto totalmente irracional mientras volvía a gesticular aquellas palabras que salían de su más profundo interior.

—UNNIE, ¡¡ESTÁS LOCA!!

Se trataba de WheeIn, una muchacha totalmente familiar, torpe en muchas cosas, pero con un gran corazón. Ojos pequeños y rasgados, nada fuera de lo común en Corea. También tenía un gracioso hoyuelo en la parte derecha de su rostro que se acentuaba al sonreír y trataba de disimularse mientras hablaba. Pelo largo y castaño claro.

Una mano se posó en el hombro de aquella chica y una voz profunda, dulce y tranquila comenzó a salir de la dueña de aquella extremidad.

—Para, podría morir –dijo la persona perteneciente de aquella dicción–. Pero, aún así, estoy de acuerdo con Wheein, ella podría ser perfectamente un sospechoso.

Aquellas frases pertenecían a Hwasa, otra oficial que trabajaba bajo esa misma detective. Al contrario que la anterior, su rostro era más redondeado, y su tono de piel más oscuro. Su voluminoso cabello oscuro solo hacía que le dieran un aire aún más y a la menor de las allí reunidas. En la parte izquierda de su rostro, bajo el pómulo, se encontraba un característico lunar que conseguía darle un aspecto aún más único.

Finalmente, la mayor consiguió deshacerse de aquel agarre gracias a la calmada reacción de Hwasa y pudo disimular aquella asustadiza expresión de su rostro. Levantó las manos con tal de calmar y quitarle importancia a la situación y lo ocurrido segundos atrás, para luego comenzar a hablar mientras aún una gota de sudor frío se deslizaba por su mejilla izquierda.

—Primero de todo: estamos en la oficina, no podéis gritarme –suspiró pesadamente–. Y mirad, he hablado con el juez a cargo y está de acuerdo con esto… igualmente, podéis pensar que esto es una especie de… ¡Supervisión intensiva! Sí, eso…

—Sigue siendo una locura –murmuró Wheein entrecerrando los ojos

—Una completa locura –recalcó Hwasa mirándole a la mayor a los ojos.

—Punto pillado –volvió a suspirar, indignada.

Por otro lado, la de rosados cabellos se encontraba esperando al regreso de la detective en unos sofás de afuera del despacho soportando las miradas de desaprobación, por lo que cuando las menores salieron de allí, las vio. Y ellas a ella. Una actuación completamente sincronizada, tanto Hwasa como Wheein se llevaron el índice y el corazón a los ojos, y le devolvieron el gesto. La lesionada, reaccionó tensando sus rasgos faciales y tratando de controlar ese típico sudor frío que te da antes de una prueba importante a causa de los nervios. Al irse ambas, salió la de cabellos azulados y Yongsun pudo hablar.

—Dan miedo…

La detective sonrió con cierta ternura y le rebatió aquella idea de la mente.

—Son buenas chicas, creeme.

Luego de aquello, la detective le llevó una taza de café a la recién conocida.

—¡Aquí tienes! He estado hablando con mis superiores y con el juez que está a cargo de la investigación actual, le he comentado la posibilidad de que te cuide y han aceptado… Así que, ¡vivirás conmigo a partir de hoy!

La de azulados cabellos solo se dedicaba a mostrar una de sus mejores sonrisas, las más cordiales y amables que muchos han visto. Por otro lado, Yongsun no se mostraba muy de acuerdo con esa idea. ¿Cómo iba a vivir en la misma casa de su víctima?

—Está bien, aunque… Las cosas se ven un poco incómodas ahora…

Sin más, se levantó con ayuda de la menor y tras coger su muleta fueron andando lentamente hacia el apartamento de la misma.

Era impresionante como alguien que acababa de conocer le estaba cuidando tanto y tan bien. ¿Por qué se molestaba? No tenía motivos algunos para hacerlo. Durante el camino al susodicho lugar, la de rasgos finos intento fracasando en todos sus intentos mantener una conversación duradera con su nueva acompañante y que no fueran de contestaciones monosílabas. Cuando llegaron al portal, cogió las llaves del bolsillo de su gabardina y abrió aquella puerta que daba al interior del edificio. Dejó pasar primero a la herida y después entró cerrando la puerta. Pulsó la tecla del ascensor y esperó a que llegara a la planta baja. Una vez se abrieron las puertas, Yongsun volvió a pasar primero, se acomodó  luego entró la detective. Vuelta a pulsar un botón y a esperar escuchando esa típica musiquita de ascensor. Cuando llegaron esta vez fue la menor quién salió primero para abrir la puerta de su apartamento y dejar pasar a la herida.

—¡Déjame que te enseñe el piso! -dijo, casi emocionada.

La de rosados cabellos miraba todo aquello con curiosidad. La casa estaba bien organizada, aunque se notaba ese ligero desorden de detective. Efectivamente, el inexistente. La cocina, el baño, su habitación… Todo estaba excelentemente limpio, casi como si hubiera predicho que ese día iban a encontrarse. Cuando terminó de ver todas aquellas habitaciones Yongsun cayó en la cuenta de algo: aún no sabía el nombre de aquella persona a la que tenía que asesinar y para colmo, compartiría casa.

—Uh… ¿Puedo preguntar cómo te llamas?

Primeramente, hasta la menor se sorprendió. Había estado tan atareada que se le había olvidado por completo los buenos modales y presentarse. Acto seguido, sonrió como si nada y tendiendole la mano se presentó como era debido.

—¡Oh! ¡Soy Moon ByulYi! Detective. Suelen llamarme Moonbyul en la oficina.

Con aquella ilusión de la contraria, desgraciadamente la mayor no pudo evitar recordar aquellas memorias de su pasado, sintiéndose mal y teniendo que evitar el contacto visual con aquella a la que tenía en frente.

—Solo… Llámame Solar.

Dijo para después de dirigir sus castaños orbes hacia el suelo, girar la cabeza y un poco su cuerpo. No podía. Aquellos sentimientos le iban invadiendo de nuevo. Debía ser fuerte y resistir si no quería que luego le doliera la cabeza. Hubo un silencio incómodo para las dos allí presentes. Moonbyul simplemente no era tonta, sabía que algo se le había venido a la mente a la contraria como para actuar así. Su experiencia como detective también se lo afirmaba. Primero su rostro reflejó sorpresa y miró su mano, ¿estaba manchada? No… En cualquier caso, suspiró desviando su mirada también pero al lado contrario del ajeno, y mantuvo otros segundos de silencio hasta que por fin susurró unas pocas palabras.

Lo que pasó durante esos segundos, es que no se dio cuenta de que Solar se había fijado en la única habitación que no le había enseñado y, que al parecer, tenía curiosidad de saber que se encontraba tras el marco y su umbral correspondiente.

—… Solar. Bien, no tengo nad-

—Esta habitación -le interrumpió. Byul se fijó en la puerta que el dedo ajeno señalaba-. ¿Qué habitación es esa?

—Oh. No vayas nunca adentro -contestó realmente seria sin apartar la mirada del lugar, con los ojos decaídos y un brillo depresivo en ellos.

Aquella reacción por parte de la peliazul asustó a la de cabellos completamente a la de cabellos claros.

“¿Qué habrá en esa habitación?” Se preguntó totalmente curiosa. Luego, una idea apareció por su mente e hizo que abriese sus ojos completamente y la mirase llevándose una mano a la boca a la par que una gota de sudor frío se deslizaba poco a poco por su mejilla.

—Tú… ¡¿Escondes cuerpos ahí?!

—¡NO! -Exclamó alterada como respuesta la detective.

—Entonces… -poco a poco iba palideciendo y sus ojos se abrieron aún más que antes- … ¿un escondite o…?

—¡¡¡NO!!! -Volvió a exclamar aún más alterada, pues aquello no era cierto y aquella mente le había sorprendido con su pregunta. Tras el susto inicial suspiró y volvió a decir-. Solo… no entres allí.

—WHAT?!

—WHAT?!

Those voices resounded throughout the second plant from the police station by the look of the more curious workers have perched in a same office. Two officers had just startle with new news, apparently, important.

Inside, there were three women; two police officers and the same detective who "rescued" Kim Yongsun. The most impulsive of the officers grabbed his superior by the collar of the shirt in a totally irrational act while she was gesturing those words that came from deep inside.

—UNNIE, YOU’RE CRAZY!

It was WheeIn, a totally familiar, awkward girl in many things, but with a big heart. Small eyes, nothing out of the ordinary in Korea. She also had a funny dimple on the right side of her face which is accentuated when she smiling and trying to hide as she spoke and a long, light brown hair.

A hand landed on the shoulder of the girl and a deep, sweet and quiet voice began to emerge from the owner of that limb.

—Stop WheeIn, she could die –said the belonging person of that diction–. But, I agree with Wheein, she could perfectly be a suspect.

Those phrases belonged to Hwasa, another officer who worked under the same detective. Unlike the previous one, her face was more rounded, and she had a darker skin tone. Her voluminous dark hair only made give her an air even ier to the minor of the gathered there. On the left side of his face, under the cheekbone, was a distinctive mole who could make it even more unique look.

Finally, the mayor got rid of that grip thanks to the calm reaction of Hwasa and could hide that scary expression on his face. She raised her hands with calm and remove the importance to the situation and what happened seconds ago, then began to speak while still a drop of cold sweat glided down his cheek left.

—First of all: we are in the office, you can’t yell at me in the job –she sighed heavily–. Look, the prosecutor in charge is okay with it, by the way, you can think of this as uh, intense supervision! Yeah that…

—Still crazy –murmured Wheein squinting the eyes.

—A complete madness –stressed Hwasa looking at her directly.

—Point taken –sigh again, indignant.

On the other hand, the person whose got pink hair was waiting for the return of the detective in one of a few sofas outside of the firm supporting disapproval looks, so when the childrens came out of there, she saw them. And they to her. A fully synchronized performance, both, Hwasa and Wheein were the index and the heart finger into the eyes, and returned her the gesture. The injured, reacted to that tensing their facial features and trying to control that typical cold sweat which gives you before an important test because of nerves. After they leaved, it left the bluish hair and Yongsun could talk.

—They look scary…

The detective smiled with some tenderness and countered her idea of the mind

—They are good kids, believe me.

After that, the detective took a cup of coffee to the newly known.

—Here you go! Drink up! I've been talking with my superiors and the judge, who is in charge of the current research. I said them the possibility to take care of you and they accepted... So you’ll be living with me know!

The one with bluish hair only used to show one of her best smiles, the most cordial and friendly that many haven’t seen. On the other hand, Yongsun wasn’t agree with this idea very much. How would she live in his victim’s house?

—It is okay though…? Things seemed a bit rough just now…

Without more, stood up with the help of the minor and after take her crutch they were moving slowly towards the same apartment.

It was impressive how someone who hadn’t know her was caring for her and as well. Why did she bothered? She hadn’t got reasons to do that.

During the way to the aforesaid place of fine features the detective try to had any longer conversation with her new companion and with not monosyllabic replies. But it wasn't being possible.

When they arrived at the portal, she took the keys from his coat’s pocket and opened the door to the interior of the building. She let go first to the wound and then entered in closing the door. She pressed the elevator’s button and waited for it to reach the ground floor. Once the doors opened, Yongsun returned to go first, when she could accommodated then the detective entered. Return to press a button and wait listening to that typical little elevator music. When they arrived, this time was the child whose blush hair who came out first to open the door of her apartment and let the wound.

—Let me show you around! –She said, almost excited.

The pink hair looked everything with curiosity. The house was well organized, but you could see that light disorder of detective. Exactly, the non-existent. The kitchen, the bath, the room... Everything was excellently clean, almost as if it would had predicted that that day they would be found each other.

When they finished seeing all those rooms Yongsun fell on account of something: even I did not know the name of person who had to kill and to make matters worse, it would share house.

—Uh... May I ask your name?

First of all, the girl was surprised. She had been so busy that she had forgotten completely the good manners and arise. Act followed, she smiled as if nothing and approach her hand arose as she was due.

—Oh! I am Moon ByulYi! Detective. They often call me Moonbyul in the office.

With the illusion of the contrary, unfortunately most could not help but remember those memories from his past, feeling bad and having to avoid eye contact with that to which they had in front.

—Only... Call me Solar. –Said after directing his Brown orbs down, turn the head and a little body. I couldn't.

Those feelings were invading her again. She should be strong and resist, if she didn't then she her head will start to hurt.

There was an awkward silence for the two there present. Moonbyul just wasn't silly, she knew that something was coming to the contrary’s  mind to act as well. Her experience as a detective also claimed it. First, her face reflected surprise and she looked at her hand, was spotted? No... In any case, she sighed diverting also her gaze but on the opposite side of the alien, and kept other seconds of silence until she finally whispered a few words. What happened during those seconds, is that he didn't realize that Solar had set in the only room that it hadn't taught her and, apparently, she had curiosity to know what was behind the frame and its corresponding threshold.

—... Solar. Well, I have a noth--

—This room –she interrupted. Byul was set at the door which her finger pointing–. What room is this?

—Oh. Don't ever go in there –She said really serious without look that place, with listless eyes and a depressive shine on them. That reaction from her startled completely to the clear hair.

“What is there in that room?” She asked completely curious. Then, an idea appeared in her mind and it made open her eyes completely and look it taking a hand to the mouth at the same time that a drop of cold sweat slowly glided by its cheek.

—Are you… hiding bodies in here?!

—NO!! –The detective exclaimed altered.

—Then... –little by little she was going pale and their eyes opened even more than before –... stash...?

—NO!!! –She returned to exclaim even more altered, because this was not true and that mind had surprised him with his question. After the initial shock, he sighed and he said–. Just… didn't go there, okey?