Tiffany salió del baño treinta minutos más tarde. Envuelta en la suave y esponjosa albornos y el cabello húmedo, la niña rica paso a un lado de Taeyeon hasta el sofá sin mirarla ni siquiera de reojo. Taeyeon no hizo ningún comentario. No era asunto suyo, si Tiffany estaba actuando como un niña pequeña de  mal humor. Como su guardaespaldas, Taeyeon era  responsable de su seguridad y sólo su seguridad.

“Si terminaste, tomare una ducha rápida,” dijo Taeyeon. Tiffany no respondió, así que entro al baño. Fue una ducha rápida, apenas cinco minutos, y Taeyeon estaba de nuevo en la sala, secándose el cabello. La niña rica hablaba por teléfono y poco tiempo después, se cambió a un vestido de noche color blanco y negro. Le informó de manera cortante sobre sus planes para cenar con sus amigas cuando Taeyeon preguntó. Y esas fueron todas las palabras que intercambiaron hasta que abandonaron la sala para reunirse con las amigas de Tiffany.

En el vestíbulo la esperaba Yuri, Yoona y Seohyun. Las tres chis aún estaban preocupadas por Tiffany, cosa que levanto el ánimo de chica. Taeyeon camino detrás de ellas, manteniendo una distancia respetable mientras se dirigían al lugar de la cena. No se unió a ellas en la mesa, a pesar de haber sido invitada por Seohyun. Una mirada a los ojos de Tiffany fue suficiente para saber que no era bienvenida y no tenía deseo de incurrir, en una rabieta innecesaria de la señorita Tiffany Hwang.

Taeyeon tenía la intención de mantener el estatus profesional por el resto de la noche, quedarse lejos de ellas, pero siempre lo suficientemente cerca para interceder si algo ocurría. Eso no le molestaba, a diferencia de las amigas de Tiffany quienes parecían incomodas. Ese era su trabajo. Para eso le pagaban. Sin embargo, las amigas de Tiffany insistían en introducir a Taeyeon; sus miradas caían sobre ella demasiadas veces, hasta que Seohyun se acercó  a Taeyeon y la acerco a su mesa.

“Ven, siéntate”, dijo Seohyun, sin soltar el brazo de Taeyeon y finalmente tomo asiento en la mesa junto a ellas. “Queremos que te unas a nosotras.”

“Se supone que debo vigilar a Tiffany.”

“Puedes protegerla mejor ahora que estás más cerca, ¿cierto?”, Respondió Seohyun.

Taeyeon sonrió. “De hecho, prefiero mantener una pequeña distancia y ver los alrededores.”

“Pero queremos oírte hablar de tu heroico rescate”, agregó Yuri.

“Tenemos que ser sensibles,” Taeyeon dijo, mirando a Tiffany. “Puede ser que ella no quiera oír sobre el incidente en este momento.”

“Oh, eso es cierto.” Yuri miró a Tiffany  con una disculpa cuando Yoona le golpeó el brazo levemente en reproche. "Lo siento."

“No, estoy perfectamente bien ahora.” Los ojos de Tiffany se reunieron con los de Taeyeon. "Cuéntales. Diles lo quieren saber “.

Con un encogimiento de hombros, Taeyeon miró a los ojos ansiosos de las amigas de Tiffany. “Muy bien, si así lo deseas.”

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Pronto, las chicas estaban borrachas y alegres, incluyendo Tiffany. Pero Taeyeon se mantuvo sobria, más alerta y al acecho. A diferencia de las chicas despistadas que creían que los hombres eran simples ladrones que buscaban  dinero en efectivo y objetos de valor para robar, Taeyeon pensaba de otra forma y, aunque no creía que hicieran otro intento en Singapur, la última cosa que quería, era bajar su guardia y permitir que sucediera algo.

Fue alrededor de media noche cuando Seohyun levantó el brazo y les pidió que regresan a su hotel. Era momento de descansar, les dijo e insistió en que terminaran la noche allí. Taeyeon apoyó la idea y entre las dos,  lograron sacar a las chicas para regresar. Después de todo, tenían que coger un vuelo al día siguiente.

Después de enviar a las amigas de Tiffany a su habitación, Taeyeon se quedó sola lidiando con una Tiffany borracha y la cual tenía que ser llevada a su habitación. La achispada Tiffany había olvidado que estaba de malas con ella y ahora, se aferraba a su brazo como si fueran las mejores amigas. También se reía de cualquier cosa, como el botón del ascensor que se iluminó cuando lo apretó y de su reflejo en las puertas chapadas de oro en el ascensor.

“Eres mucho más baja que yo,” dijo Tiffany, quien llevaba una sonrisa tonta en la cara. “No eres tan buena peleando, ¿verdad? No es justo. ¿Por qué eres bonita y buena en combate? No. Es. Justo."

"Tienes razón. No soy tan buena pelando “, dijo Taeyeon, esperando desesperadamente que la niña rica se callara. Pero, por desgracia, la achispada Tiffany no era el tipo de persona tranquila.

“No, estás mintiendo. Eres muy buena peleando. Peleaste tan bien. Eran tan altos. Y Tú. Pequeña.