“Papi, esta nueva guardaespaldas no tiene ni idea de lo que está haciendo.”

“¿Cuál es el problema, cariño?”

"La Srta. Kim tomó mi pasaporte de la caja fuerte y se niega a devolvérmelo “.

El Sr. Hwang se volvió hacia Taeyeon y  preguntó: “¿Le importaría explicarme?”

Sin la menor vacilación, Taeyeon contestó: “Si confía en mi capacidad profesional como guardaespaldas de su hija, no se me pedirá ninguna explicación. Todo lo que hago, ya sea su hija está feliz  o no, es por su seguridad. Sin embargo, para facilitar las cosas el primer día de nuestro contrato, voy a explicarle que fue lo que sucedido. El problema radica en que Tiffany se niega a llamarme por mi nombre. Le explique, que el usar nuestros nombres en lugar de ser formales, hará que sea menos obvio que soy su guardaespaldas. Sin embargo, Tiffany no está dispuesto a cooperar y al comprometer su seguridad, no puede permitirle que viaje a Singapur, donde los riesgos son mayores en un país extranjero “.

“Ya veo.” El Sr. Hwang miro de una mujer a la otra, sus cejas se fruncen mientras pensaba.

Pero Tiffany no tenía tiempo para nada de eso. “Papi, no hay nada más que decir. Esta guardaespaldas es empleada tuya, pero aquí nos tiene, diciéndonos qué hacer “.

“Ella tiene un punto válido.”

La mandíbula de Tiffany cayo. "¿Qué?"

“Mi querida niña, le di instrucciones a la Srta. Kim para protegerte. Sólo está haciendo su trabajo. Si no cooperas con ella, estas poniendo en riesgo tu propia seguridad “.

“Papi, no necesito a una chica de secundaria siguiéndome para protegerme. Se ve tan débil, pálida y ade-”

“No juzgues a las personas simplemente por su apariencia, cariño. Las apariencias pueden decirte ciertas cosas de una persona, pero la Srta. Kim es como un iceberg. Lo que ves ahora de ella, es sólo la punta del iceberg. Llegaras a conocerla mejor y sabrás que puedes confiar en ella para mantenerte a salvo “.

“No puedo creer esto, papá. ¿Estás del su lado en vez del mío?”

“No estoy del lado de la Srta. Kim. Como tu padre, no tengo ninguna razón para estar a favor de alguien que está haciendo infeliz a mi hija.” Con un profundo suspiro, el Sr. Hwang se levanta de su silla y camina alrededor de su escritorio hasta Tiffany. “Mi querida niña,” dijo, poniendo la mano sobre su cabeza, “Siempre te he adorado. Siempre te he dado lo que me pides porque Te amo. Pero sólo por esta vez, te pido como tu padre, que  confíes en mí y en la guardaespaldas.”

"Papi . . .”Tiffany parecía que había visto un fantasma. O un hada de los cuentos de hadas. "Yo. . . “.

“Sé que eres una buena chica. Y vas a escucharme esta vez, ¿no es así?”

“Pero la guardaespaldas es-”

“Ella está aquí única y exclusivamente para mantenerte a salvo. No para molestarte a propósito. Por favor entiende eso."

Tiffany se mordió el labio, un acto del que Taeyeon se percató enseguida. Desde su punto de vista, era obvio que la princesa estaba luchando consigo misma. Así que a pesar de que no le agradaba  disculparse, dio un paso hacia adelante, miró a Tiffany a los ojos y dijo, “Tal vez fui demasiado dura al principio. Como dijo el Sr. Hwang, solo estoy aquí para asegurarme  que nada malo te pase. Me disculpo si fui demasiado contundente, para hacerte llegar el mensaje. Pero por favor, comprende que no puedo pasar por alto ciertas cosas, cuando se trata de tu seguridad. Si lo hago, no estaré haciendo bien mi trabajo “. La dura mirada de Tiffany había comenzado a ablandarse cuando se disculpó pero se endureció de nuevo cuando añadió la última parte. Esta princesa, sin duda sería difícil. Pero no era nada que no pudiera manejar.

"Bien. Te llamaré Taeyeon si es absolutamente necesario. Ahora, dame mi pasaporte,” Tiffany le exigió con la palma extendida en su dirección.

“Gracias por tu cooperación, Tiffany.” Taeyeon saco el pasaporte de su bolsillo trasero y lo colocó sobre la mano extendida.

Los dedos de Tiffany se cerraron sobre el pasaporte y la sostuvo contra su pecho como si fuera su posesión más preciada. “Volveré a mi habitación. No me sigas “.

Taeyeon se detuvo cuando la princesa mimada pasó junto a ella y salió de la sala de estudio. Luego, Taeyeon se volvió hacia el Sr. Hwang y sonrió. “Necesitaré su tarjeta para el viernes, el Sr. Hwang,” dijo.

Él asintió con la cabeza, de repente luciendo diez años mayor. “Gracias, Srta. Kim.”

Ella asintió en respuesta. “Me retiro ahora,  Sr. Hwang.” Se acercó a la puerta y estaba a punto de cerrarla cuando se detuvo y se dio la vuelta.

“La habitación