SEIS

PERROS Y CAFÉ

Al fin es un nuevo día. Ya quieres ver a Sunny. 
Antes de llegar a la puerta la buscas con la mirada, a través de las paredes de cristal; pero no la ves.
Cruzas el portón y saludas como siempre.
—Buenos días—. Te saluda la dueña del lugar.Le das otra mirada al establecimiento.—Sunny aún no llega—. Volteas sorprendid@, ella no te mira, pero tiene una sonrisa en su rostro que pareciera decir "Te atrapé". Prefieres no decir nada al respecto.
—Hola,TN—. Dice Yura, que se incorpora detrás del mostrador, seguramente estaba acomodando cosas en los estantes internos del mismo.
—Buen día—. Comenta Choa, saliendo del cuarto de atrás.
—¿Siempre somos los primeros en llegar?
—Sí—. Confirma la muchacha rubia.—Somos l@s que vivimos más cerca, junto con Sunny, excepto Yura; ella sí vive más lejos.
—¿Qué tanto, Yura?—Preguntas.
—Mi casa está a 25 minutos de aquí.
—Y siempre es la primera en llegar—. Comenta Narsha.
—Vaya—. Dices.— La puntualidad habla muy bien de una persona.
—Gracias—. Dice Yura tímidamente.
—Por cierto...¿Saben si Sunny vendrá?
—No tarda en llegar y en caso de que no venga no tarda en llamar—. Dice Choa.
—¡Buenos días!—Tal como dijo Choa, Sunny cruza la puerta, usando una bufanda.
—Siempre acierto.
—Hey, ¿Sigues enferma?— Le preguntas.
—Aún me duele un poco la garganta, pero estoy bien.
—Muy bien, suficiente charla por ahora. Necesito que me ayuden mientras llegan los demás—. Ordena Narsha.— Sunny, ya que sigues un poco enferma, vas a limpiar los baños.
Sunny pone una cara de asco, pero la disimula inmediatamente después.
—Yo te ayudo—. Ofreces felizmente, pues deseas charlar con ella.
—No. TN, tú ayudarás a Yura con los costales del cuarto de almacenamiento.
—Pero...
—¡Sin peros! Vi como cargaste esos costales la vez que ayudaste a Sunny, eres fuerte, aunque no tengas pinta de serlo.
Volteas a ver a Sunny de forma triste.
—Está bien—. Dice ella.
—Choa, ayuda a Sunny—. Ordena la patrona.
—Buen día—. Saluda Taeyang al cruzar la puerta.
—Bien, a trabajar. Buen día, Taeyang—. Finaliza Narsha.

Después de darle los buenos días al chico que acaba de entrar te diriges junto con Yura al cuarto.
Eres el/la primer@ en entrar y cuando Yura ingresa, unos pasos detrás de ti, lo primero que hace es inspeccionar el suelo.
—¿Qué haces?—Preguntas.
—Estoy buscando aretes.
—¿Por qué haces eso?
—Bueno, si yo tuviera un arete extraviado me gustaría que alguien me lo devolviera.
Eso sí que es raro.
—¿Sueles hacer eso?
—Aaamm...la verdad sí se me ha hecho costumbre—. Confiesa, un poco apenada.
—¿Entonces qué debemos hacer con esos costales?—Cambias de tema.
—Debemos acomodar estos que acaban de llegar—. Señala unos que se encuentran a su lado, en el piso.—Con esos—. Señala ahora unos cuantos que están en la parte superior de un estante.
—¿Quieres que yo los suba?
—Si no te molesta...—Dice sonriente.—Pero primero clasifiquemos estos de abajo.
—¡Oh! Sunny me dijo cómo hacerlo.
—¿Enserio? ¿Qué te dijo?
—Que se clasifican respecto a su sabor, cuerpo, contenido y acidez ; pero que aquí los separamos en granos que casi no tienen cafeína, los que tienen un sabor fuerte y otros que tienen un sabor suave.
—¡Oye, pusiste atención! —Se ríe.—Entonces comencemos con Riados y Santos. Tú con los primeros y yo los segundos.
—De acuerdo...—Buscas el nombre que la chica te indicó entre los costales y comienzas a separar, mientras ella hace lo mismo con el otro nombre que mencionó.—Parece que "La señorita Narsha" te tiene mucha confianza.
—Pues no fue fácil, pero me la gané con los años.
—¿Llevas mucho trabajando con ella, entonces?
—Algo, algo ¡Listo! ¿Tú qué tal?—Pregunta, haciendo referencia a que terminó su clasificación.
—Así parece.
—Ahora yo busco Bucaramanga y tú Harrar—.Separas ahora los nuevos que te pidió.—Llevo trabajando con ella desde que el negocio no era más que una pequeña cafetera en un pequeño local, hace unos 4 años.
—Eso definitivamente es algo.
—Jeje, hemos pasado por muchas cosas. Narsha tuvo que suspender el negocio varias veces, porque, por una cosa u otra, no era lo suficientemente rentable.
—Debió ser desalentador.
—Lo era. Siempre que cerrábamos, temía que fuera la última vez, pero Narsha siempre me sorprendía con una llamada para avisarme que retomaría la idea y pidiéndome que trabajara para ella de nuevo, pues "Yo era la persona en la que más confiaba"—Al decir esto una gran sonrisa de satisfacción se forma en su cara.
—Eso es genial.
—Lo sé...¡De hecho creo que hay una foto de esos tiempos por aquí!—Yura se aproxima al estante donde están los costales.—¿Dónde está?...—Dice en un nivel bajo, más para sí que para que tú la escuches.—Creo que estaba aquí...— Sube sus pies al pedestal con el que se apoya el estante y se pone en puntas, palpando con su mano un estante que sólo puede alcanzar de esa manera.

Es ahí cuando te das cuenta de que uno de los costales de la parte superior se resbala peligrosamente ¡Está a punto de caerse!
—¡Cuidado!— Gritas y corres hacia ella. Yura da la media vuelta para mirarte. Lo primero que se te ocurre es pegar sus cuerpos lo más que puedan al mismo estante y la acorralas de ese modo para protegerla. Los costales empiezan a caer uno a uno. Estás asustad@, pero notas que Yura observa tus facciones de forma lenta y minuciosa, como si no sucediera nada malo. 
El ruido que hacen los costales al caer es estruendoso, por lo que instintivamente cierras los ojos.

El sonido cesa, parece que el último costal calló y abres los ojos.
—¿¡Estás bien!?—Preguntas preocupad@.
—S-sí...—Yura sigue observándote, parece que estuviera en un trance por la forma en que lo hace.—¿¡T-tú estás bien!?—Dice, reaccionando al fin.
—¿¡Qué sucedió!?—Pregunta sobresaltada la dueña del café al mismo tiempo que abre la puerta, varios empleados se asoman curiosos.
Te separas de Yura para responder, pero no eres capaz de hacerlo, pues un costal rezagado cae, golpeandote muy fuerte la cabeza.
—¡TN!—Escuchas como gritan los ahí presentes mientras caes al suelo, antes de perder la conciencia.

Cuando abres los ojos te encuentras acostad@ y lo primero que vez es a Yura a tu lado.
—¡TN!—Grita ella emocionada, para después abrazarte rápidamente.—¿Cómo te sientes?—Pregunta ya separada de ti y con preocupación en su cara.
—Como si hubieran usado mi cabeza en un juego de Volleyball.—Ella ríe aliviada.—¿Estamos en un hospital?
—S...
—¡TN!—La chica es interrumpida por otra que abre la puerta de golpe y corre a tus brazos, es Sunny.—¿¡Qué pasó!? Cuándo Choa y yo volvimos de comprar las cosas que nos pidió Narsha nos dijeron que habías tenido un accidente.
Notas a Choa parada tras de Sunny.
—Sólo recuerdo que estaba con Yura y luego sentí un fuerte golpe.
Todos voltean a ver a la empleada de mayor confianza de Narsha.
—¡S-sí! TN y yo estábamos acomodando los costales de café y mientras buscaba algo en su estante los costales comenzaron a caer, ¡Pero él/ella enseguida fue en mi ayuda y evito que me lastimara! Fue...fue...asombroso—. Dice, con la misma mirada que tenía en aquel momento y sin quitártela de encima.
—¡Tu frente!—Comenta Choa.
Te palpas dicha área y al mover tu cabello tocas unas suturas Arriba de tu ceja.
—¡Te cosieron una herida!—Dice Sunny, dejando de abrazarte.
—Debido al peso del costal que te cayó encima te estampaste muy fuerte contra el piso y te abriste un poco la cabeza—. Aclara Yura.
—¡Oh, ya despertó!—Dice el doctor luego de entrar al cuarto de hospital.—Por fortuna sus heridas no fueron nada grabes, así que es libre de irse si lo desea.
—Sí, por favor. No me gustan los hospitales—. Confiesas.
—Bien, su uniforme está en el sillón.—Tuvieron qué cambiarte para hacerte la pequeña sutura. Ética del hospital.—Señoritas, les recuerdo que sólo está permitido una persona visitante en cada habitación.
—¡Yo me quedo a esperarl@!— Gritan Sunny y Yura al mismo tiempo, ambas se miran extrañadas enseguida.
—N-no es necesario, puedo cambiarme sol@, ustedes esperen afuera.
Todas salen, Sunny y Yura más por fuerzas que ni por ganas.

Cuando emerges de tu cuarto Narsha, Choa, Sunny, Yura, Taeyang, Jonghyun y otros dos empleados que desconoces están esperándote.
Narsha es la primera en abordarte.
—¡TN! Te sientes mejor ,¿verdad?
—Eso creo.
—¡Qué alivio!—Suspira, rodeandote con su brazo y alejandote un poco de los demás.—Escucha, puedes irte ahora a tu casa, no te preocupes por nada, los demás se ocuparán de tus labores. Aquí tienes tu paga de hoy—. Saca un sobre de su bolsa y lo mete en un bolsillo de tu uniforme.—No te sientes con ánimo de hacer una demanda ¿cierto?
—¿Puedo hacer una demanda?—Preguntas, incrédul@.
—¡Ay, qué gracios@ eres!—Se ríe de forma nerviosa. —Déjame decirte que la idea de poner los costales ahí no fue mía. Fue de...¿¡De quién fue la brillante idea de poner los costales ahí!?— Grita para que todos la escuchen.
Los presentes voltean a ver a Taeyang.
—¡Creí que era buena forma de ahorrar espacio!—Se excusa él.

A la salida del hospital Narsha habla primero otra vez.
—Bueno, muchachos, TN ya puede irse a su casa, pero me gustaría que alguien l@ acompañara. ¿Voluntarios?
—¡Yo!— Gritan Yura y Sunny, juntas,de nuevo.
—No se preocupen. Iré sol@.
—Está bien, los demás, volvamos a trabajar—. Ordena la jefa.

Luego de todo el alboroto llegas por fin a tu casa. Te tiras en el sillón y abres el sobre que Narsha te dio. Esta vez tiene un poco más de dinero, junto con una nota: "Un pequeño regalo en compensación de lo de hoy." "De tu amiga Narsha" dice la despedida, al lado de un dibujo de lo que supones es ella en forma chibi, guiñando un ojo.

Suspiras y te pierdes en tus pensamientos, principalmente en lo que pasó hoy...en Sunny...y en Yura...

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Comments

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ephemeral--
#1
INTERESTING
Itzelren #2
Chapter 6: Hola que tal me encanta tu fanfic , es asombroso usualmente no leo en español (porque mi español es de un niño de primaria) se me hizo muy facil entender y disfrutar tu historia.
Admiro que hayas podido mantener el personaje principal con genero neutro no muchos Autores pueden hacerlo.
Ps: En resumen amo tu historia♡_♡( ^_^)