Tu jornada laboral termina. Estás afuera del local, mirando como los chicos del siguiente turno entran.
Realmente no tienes nada mejor qué hacer.

En ese momento Sunny sale del lugar,poniéndose su chaqueta, pues hace un poco de frío.
—Nos vemos—. Dices, esperando una respuesta.
—Oh, ¿Tienes planeado ir a algún lado?—Pregunta ella.
—No...¿Por qué?— Su pregunta te toma por sorpresa, tú esperabas una despedida.
—Es que debo sacar a pasear a los perros del refugio y no tengo quién me acompañe...¿Te gustaría ir conmigo?
Te alegra oír eso.
—¡Claro!

En el establecimiento canino se adentran a un cuarto con jaulas donde hay varios perros. Aunque es un lugar sin ánimos de lucrar, el sitio está limpio.
—¿Tienen muchos voluntarios?—Dices.
—Sí, gracias a Dios—. Comenta Sunny.—Por eso no es necesario que venga todos los días...¿Qué perro te gustaría llevar hoy?
—Ammm...pues...¿qué tal ese?—Apuntas a un perro blanco de tamaño mediano.
—Ese es Charm, es enérgico, te advierto que a veces se aloca.
—Puedo manejarlo.
—Confiaré en tu palabra entonces. ¿Cuál otro?
—Ese—. Dices, ahora señalando a un perro color canela de un tamaño un poco más pequeño.
—Su nombre es Baby, ella es más tranquila.—Sunny toma dos correas del grupo que se encuentra colgadas en un perchero, junto con dos collares.
Entra a una de las jaulas y enseguida es recibida por los felices perros.—¡Hola! ¡Hola! Yo también los extrAñé—. Se agacha y comienza a acariciarlos.
Desde tu perspectiva, la joven se ve sumamente amable e igual de feliz de estar con ellos. "Un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales" repasas en tu mente la famosa frase que dijo Mahatma Gandhi.Sunny le pone el collar y la correa a Charm y sale de la jaula. —No estén tristes, la próxima vez será su turno—. Le dice a los perros que la observan atentamente del otro lado de la enredadera de metal.—¿Me la detienes?— Pide, entregandote la correa. Tú la tomas.
Acto seguido entra a la jaula de Baby y hace el mismo procedimiento. Se acerca a ti y extiende su mano libre, pidiéndote la correa de Charm.
—¿No me lo llevaré yo?
—¿Quieres llevártelo?
—Creí que eso haríamos.
—Pues, planeaba llevarme a ambos perros, pero sería de gran ayuda que lo hicieras, gracias—. Sonríe.
Haces lo mismo.

Están caminando tranquilamente con los perros en un parque cercano.
—Oye...respecto a lo de en la mañana...lamento haber sido así de grosera.
—Está bien, yo tampoco debería meterme a donde no me llaman.
—Pero, aún así no debí responderte de esa mane...

Una ardilla sale de entre unos arbustos y Charm se enloquece, dando vueltas al rededor tuyo y de Sunny; ocasionando que la correa se enrede entre las piernas de amb@s; juntándol@s y obligandol@s a caer.

La chica cae sobre ti y debido al empuje de la caída su cuerpo avanza un poco, por lo que ahora su cara se haya al mismo nivel que la tuya.
L@s dos abren los ojos y se encuentran la cara del/ de la otr@, a escasos centímetros de distancia.
—¡Wow!— Dice ella. —¡C-Charm!— Le grita al perro, sin saber realmente qué hacer ante la comprometedora posición en la que están.
—E-espera, hay que desenredarnos—. Sugieres,igual de apenad@ y desesperad@ por zafarte.
El perro intenta por todos los medios alcanzar a la ardilla que ahora está en un árbol, por lo que la correa l@s aprieta más y es aún más difícil liberarse.
—Suelta la correa de su cuello—. Dice Sunny, casi gritando.
—No puedo, hazlo tú.
Ella logra alcanzar el seguro y lo desata. 
Al fin pueden separarse, cuando lo hacen sus caras están tan rojas como un tomate.
—¡Charm!— Llama Sunny al perro, enojada.
El perro atiende a su llamado y ella le pone la correa otra vez. Ya estando incorporad@s se dan cuenta que la poca gente que está en el lugar l@s mira divertidos.— ¿Y...y...y si nos vamos?
—Te apoyo.

Y amb@s se van del lugar, con su ropa sucia y sus caras bastante sonrojadas.

*Kirari Ai