DOS

PERROS Y CAFÉ

Al día siguiente te encuentras aburrid@ en el sofá de tu casa, tratando de pensar en algo qué hacer, cuando recuerdas la tarjeta que recibiste ayer de esa joven con el perro...¿Cómo se llamaba?...¡Ah, Sunny!

Te diriges al cuarto de lavado y, de entre la ropa sucia, agarras los Jeans que usabas ayer para sacar la tarjeta que te habían regalado.
Miras la dirección que ahí indica y te alegras de saber que no está demasiado lejos de tu hogar.
Te arreglas y emprendes el camino al local.

Es un establecimiento rústico con un color verde que predomina la decoración, la fachada está compuesta por grandes ventanales que dan una vista panorámica del interior.
¡El lugar está abarrotado! Tal parece que los empleados no perdieron el tiempo con lo de buscar clientela.
Es un sitio amplio así que, a pesar de que hay mucha gente, la cual se arremolina principalmente en el mostrador; hay espacio suficiente para caminar libremente, mas andar con cuidado nunca está de mÁs.

Los gritos de las personas pidiendo sus órdenes por aquí y allá se hacen presentes y las meseras, que usan un uniforme bastante lindo, corren a atender. Incluso hay chicos trabajando ahí, con un uniforme para su género, claro está.

Es entonces cuando al lado de ti pasa Sunny, apurada y con una bandeja llena de cafés y bocadillos, ni siquiera nota tu presencia y avanza ignorandote.

—¡Sunny!— Dices en un tono alto para llamar su atención.
Ella voltea.
—¡Oh, viniste! En un momento te atiendo, siéntate, si gustas—. Te invita, señalando con su barbilla una pequeña mesa vacía con una silla, para después seguir con sus labores.
Te quedas parad@ un momento, como a la espera de algo y justo cuando decides hacerle caso a la joven, una mujer se detiene a tu lado.
—¿Tú eres el/la que venía por el trabajo?—Pregunta.
—¿Eh? No, yo...
—¡Pues, felicidades! Lo tienes.
La mujer te empuja a un cuarto fuera de la vista de los clientes, mientras tratas de explicarle que no eres esa persona que busca, sin excito. —Toma tu uniforme. Cámbiate rápido y sal a atender.
—¡Pero es que...!
—¡Sin peros!
Ella sale, dejándote sol@ en el cuarto, con las prendas en tus brazos. Otra vez te quedas estátic@. Qué mujer tan necia.—¡Rápido!— Grita, abriendo la puerta de nuevo.
Tú sólo das un brinco de sorpresa.Ahora llevas el uniforme puesto, por increíble que parezca, te queda bastante bien.
Sales al alboroto del lugar.
—Toma, llévalas a la mesa 5—. Te entrega una bandeja con 2 cafés y un pastel de zanahoria, acto seguido se aleja.

No tienes idea de qué mesa es esa, pero debido a la orden, debe tener 2 personas. Cuentas las mesas desde izquierda a derecha y la número 5 tiene a dos chicas jugando con sus celulares. Rezas porque sea esa la indicada.
Dejas el pedido.
—Gracias—. Dicen las muchachas. Parece que no erraste, pero ni siquiera se molestaron en levantar la vista de sus aparatos.
—¡Una orden por acá!— Grita una chica que atiende la barra de pedidos.
Decides ir al llamado y seguir atendiendo y así transcurre el día, hasta que el primer turno termina.

Las cosas parecen haberse tranquilizado, pues en el lugar ya sólo quedan unos pocos clientes.
—¡Muy bien, todos! Vengan acá—. Ordena la mujer que te contrató repentinamente. Todos se reúnen a su alrededor, dejando a un chico atendiendo la barra.— Ésta es nuestra primer semana y nos ha ido bastante bien. ¡Un aplauso para todos!— Se escuchan los aplausos y el entusiasmo se puede sentir.— Trae el dinero, por favor, Yura—. Le indica a una muchacha parada junto a ella.
—Sí, señorita Narsha—. La joven se va al cuarto en el que anteriormente estabas tú.

En ese momento sientes una mano que se posa en tu hombro.
—¡Hey! ¿Ya trabajas aquí? No sabía que buscaras trabajo.
Es Sunny. En todo el tiempo que estuviste atendiendo no la habías visto, estabas muy ocupad@.
—No lo busco. Esa tal Narsha me jaló de repente y me metió al equipo de trabajo.
—¡Café para todos, yo invito!— Grita la susodicha.
—¡Wooooo!— Los empleados gritan de emoción.
—Solamente es porque trabajaron especialmente duro el día de hoy, no se emocionen tanto—. Aclara. —Taeyang, Jonghyun y Choa, preparen los cafés.

—Fue un día acelerado, ¿verdad?—Pregunta Sunny, llamando tu atención otra vez.
—Bastante—. Concuerdas, volteándola a ver. No lo habías notado antes, pero el uniforme le sentaba bastante bien, hacía resaltar su bien proporcionada figura.—Oye, ese uniforme te queda muy bien.
—Gracias, también a ti. Siempre he dicho que gran parte de los clientes vienen a deleitarse la pupila con ellos—. Se ríe.

Una joven de pelo Rubio y corto se te acerca con una bandeja llena de cafés, ella debe ser Choa. Tomas uno y le das un sorbo.
—¡Oye, está delicioso!
—Sí, creo que el café también ayuda—. Comenta Sunny, siguiendo con el tema de la gran cantidad de personas que acuden al local.

La tal Yura sale del cuarto con un puñado de sobres.
—Aquí tiene, señorita Narsha—. Dice, entregándoselos a la que deduces es la dueña del negocio.
—Bueno, muchachos, acérquense por su dinero—. Dice ella.

Hacen una fila y uno a uno van recibiendo su sobre, mientras reciben un agradecimiento por parte de Narsha. Al llegar tu turno ella te habla.
—¿Qué tal tu primer día de trabajo, te gustó?
—La verdad es que yo no...
—¡Oh, vamos! El café es delicioso y la paga es buena, no te vayas tan pronto—. Exclama Sunny, que se encuentra detrás de ti en la fila.
Tomas el sobre, lo abres y te sorprendes con la buena cantidad de dinero que recibes.
—¡Vaya, es cierto!
—¿Entonces, qué dices, te quedarás? Si lo haces te enseñaré a clasificar granos de café—. Ofrece la muchacha a tus espaldas.
—Pues...¡Está bien!
—¡Yeih!—Dice emocionada.

*Kirari Ai <3

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Comments

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ephemeral--
#1
INTERESTING
Itzelren #2
Chapter 6: Hola que tal me encanta tu fanfic , es asombroso usualmente no leo en español (porque mi español es de un niño de primaria) se me hizo muy facil entender y disfrutar tu historia.
Admiro que hayas podido mantener el personaje principal con genero neutro no muchos Autores pueden hacerlo.
Ps: En resumen amo tu historia♡_♡( ^_^)