Déjala ir

2.5 Siwon

Llamé una vez y luego abrí la puerta.

—Es hora —Anuncié a medida que entraba en la habitación.

Tiffany tuvo la oportunidad de despedirse de Yuri. Un transportista fue alertado del retorno de Yuri. Todo estaba en su lugar. Pronto, tendría la eternidad que siempre me había imaginado con Tiffany.

Vestía el corto vestido negro que Padre le había proporcionado para que se lo pusiera. Era su manera de mostrarle a Taeyeon a quién pertenecía Tiffany ahora. Sé que ella odiaba la fragilidad del vestido, pero me las había arreglado para llegar a un acuerdo con Padre para dejar de discutir este asunto.

—Vamos a hacer esto —respondió ella, haciendo su camino hacia la puerta. Agradecido de que no fuera a dar batalla, le tendí mi antebrazo para acompañarla, pero ella se apartó y negó con la cabeza—. No, esto no ha terminado todavía. Dejas a Yuri seguro en manos de un transportador y fuera de este lugar, entonces cumpliré con mi parte del trato —Era terca, pero no iba a discutir. En cambio, asentí con mi cabeza—. Tú marcas el camino —dijo una vez que estábamos en el pasillo.

—Sabes que Taeyeon probablemente estará aquí, Tiffany.

—Me imagino que estará.

—Entiendes las consecuencias si te vas con ella.

 —Sí, Siwon, sé que vas a matar a todos los que amo y tomar sus almas para que vivan aquí, en la fornicación, por toda la eternidad. Entendido.

La amo con tanta fiereza, pero podía hacerme enojar tanto.

—Tiffany, esto no es sobre mí. Ya te he dicho esto, es mi padre. Es la forma en que opera. No lo puedo controlar. No tienes ni idea de cuánto lo tuve que engatusar para que devolviera el alma de Yuri. Y para ser honesto, la única razón por la que yo creo que accedió es porque cree que así te negaras a irte con Taeyeon y que él va a ser quien te controle.

Noté la puerta del otro lado del pasillo. Se abrió un poco y dos grandes ojos marrones se asomaron. La expresión de ojos muy abiertos en la cara de Lana me dijo que había escuchado parte de la discusión que Tiffany y yo estábamos teniendo. Tenía que concentrarme en mi problema en cuestión. Tendría que lidiar con Lana y su hermana más tarde.

—Ahora, por favor, entiende, ningún dolor que hayas sufrido es porque yo lo quisiera. Nunca quise hacerte daño. Yo siempre pensé que me querías. Que tu alma me quería. Diablos, cuando llego a cualquier lugar cerca de ti, tus ojos se ven como si hubieran sido atrapados en el fuego. Se suponía que me quisieras. Pero no lo haces. En lugar de eso la quieres a ella. Y no puedes tenerla, Tiffany. Nunca estuvo destinado a suceder.

—Está bien. —Fue su simple respuesta.

— ¿Está bien?

—Ya me has oído, Siwon. Ya dije que sí. Ahora vamos.

Bueno, eso fue más fácil de lo que esperaba. Con una última mirada en dirección a la entrometida Lana, me di vuelta y me dirigí a la puerta de entrada.

—Ya basta —gruñí a uno de los espíritus vudú cuando miraron boquiabiertos hacia el cuerpo de Tiffany en el vestido que Padre le había hecho vestir.  

—Entonces, esto es algo para ver, ¿no es así?  —gritó Padre mientras caminaba en el gran vestíbulo.

—No la pongas incómoda, Padre —le supliqué.

— ¿Quién?  ¿Yo?  —preguntó  en  un  tono  divertido.  Lo  vi  cuando levantó su mano y colocó dos cigarrillos en su boca y luego volvió su atención a las actividades realizadas en el exterior.

Rebusqué en los espectadores por cualquier señal de la hermana de Lana.  Si  pudiera  encontrarla  ahora,  entonces  una  vez  que  esto terminara, podría ayudar a Lana y a su hermana a escapar. Luego, sería el momento de disfrutar de mi vivieron felices para siempre con Tiffany. Es decir, si todos sobrevivíamos a la furia de la Muerte.

 —Por favor, haz que se detengan—susurró Tiffany desesperadamente. Confundido, baje la mirada hacia ella y luego seguí su mirada para ver a dos del harén de Padre correr sus dedos sobre la entrepierna de Yuri. La mayoría de los chicos adolescentes disfrutarían de eso, pero noté que Yuri se sentía incómoda y Tiffany estaba muy molesta por ello. Sin embargo, Yuri se había dado cuenta de que quejarse sólo alentaría a Padre.

—Si hago una escena, luego Padre hará que esto sea mucho peor. Si no quieres ver a una de esas dos montarse a Yuri aquí, no digas ni una palabra. Yuri lo sabe. Es por eso que esta tan tranquila.

El silencio cayó sobre las calles salvajes y las personas comenzaron a huir. Toda la risa y la bebida terminó cuando las almas sintieron la presencia de la Muerte cernirse sobre ellos.

— ¡Ah,  La Muerte se acerca! Los caídos han corrido a ocultarse — dijo Padre arrastrando las palabras y sacando los dos cigarrillos de su boca para exhalar pequeños anillos de humo antes de aspirarlos de vuelta.

— ¿Qué quiere decir? —preguntó Tiffany.

—Taeyeon está cerca. Las almas de las personas en las calles lo sienten y salieron corriendo. A diferencia de ti, la mayoría de los seres humanos no se aferran a la Muerte cuando está en su forma verdadera. Claro, les gusta la cantante Kim Taeyeon, pero cuando está realmente en la forma de la Muerte, ellos se ocultan.

Padre se dirigió a Yuri y encorvó su dedo una vez. Las chicas aferradas sobre ella aflojaron su agarre, mientras que él daba un paso adelante.

Jadeos llamaron mi atención a las calles en frente de mí. Taeyeon había llegado y no había venido sola.

Los ojos de la Muerte rebuscaron hasta que encontró a Tiffany, a quien había acurrucado contra mi costado. Ella era mía.

—Bien, bien, bien, Taeyeon y sus amigos. ¿A qué le debemos este honor? —preguntó Padre en su tono jovial de costumbre.

—Sabes por qué estoy aquí, Ghede —respondió Taeyeon sin apartar los ojos de los de Tiffany. El brillo posesivo en sus ojos hizo que se me pusiera la piel de gallina en miedo. ¿Sería capaz de hacerle frente? ¿Padre esperaría que yo maneje a Taeyeon por mi cuenta?

—Tsk tsk tsk,  no sé qué quieres decir. Tú dijiste que la dejara elegir —Anunció Padre agitando la mano en nuestra dirección—. Ella lo hizo.

La transportadora rubia se dirigió hacia nosotros cuando Taeyeon la detuvo. ¿Acaso no planeaba tomarla? ¿Sería realmente así de fácil?

—No. Tú la obligaste a elegir. Eso no era parte del acuerdo —Rugió Taeyeon. Tiffany se estremeció en mis brazos y dio un paso atrás de mí.

—Aquí está el alma que viniste a buscar —Padre empujó a Yuri hacia la Muerte y al instante Yuri estuvo en protección de unos transportistas. Luego se había ido.  

Tiffany había conseguido su deseo, su única demanda. Se había cumplido. Ahora, la Muerte tenía que irse.

—Ahora, ¿Eso es todo lo que quieres o quieres escuchar a la chica por ti mismo? —Padre se volvió hacia nosotros—. Ven aquí, Tiffany —La persuadió.

Ella estaba aterrada de Padre. La apreté suavemente en el brazo para tranquilizarla, luego le di un codazo hacia delante. Ella tenía que ir a él. Si se negaba, todo podía ponerse muy feo.

—Pregúntale, Taeyeon. —Se rió Padre mientras agarraba a Tiffany y la empujaba hacia la Muerte.

Di un paso hacia ella. ¿En qué estaba pensando Padre? Taeyeon podría extender la mano y tomarla.

—Quiero que…

—No te pregunté nada de eso todavía, Tiffany. Guarda ese pensamiento un momento más  —Indicó Taeyeon levantando su mirada desde Tiffany y centrándose en Padre—. Te has metido con la persona equivocada esta vez, Ghede. A ti te gusta el entretenimiento, pero nunca he sido actriz de nadie.

Los transportistas comenzaron a alejarse de Taeyeon. ¿Se van a ir todos? ¿Era este el fin? Luego, los guerreros comenzaron a descender. Nunca había visto a uno de los guerreros del Creador antes. Había oído hablar de ellos. Temido. Pero nunca los había visto.

Las espadas enormes que colgaban a su lado simplemente acabarían con nuestro mundo con un solo golpe. El libre albedrío de un ser humano era el único poder que sosteníamos. A los guerreros, sin embargo, les era dado su poder del verdadero Creador. No teníamos ninguna oportunidad contra ellos.

— ¿Trajiste a los guerreros por una chica? —preguntó Padre con asombro.

—Sí —respondió Taeyeon y dio un paso hacia delante, sosteniendo su mano en alto hacia Tiffany.

—No puedo —sollozó ella.

—Confía en mí —Le respondió. Esperé a sabiendas de que esto era todo. Si ella se acercaba a ella, la dejaría ir. Me daría por vencido. Si Tiffany la elegía una vez más, entonces, la dejaría ir.

Como en cámara lenta, Tiffany se adelantó y puso su mano en la suya. Taeyeon la empujó contra su costado con fuerza. El alivio en su rostro se reflejó en los ojos de Tiffany mientras levantaba su mirada hacia ella.

Estaba donde quería estar. Ya no podía luchar más contra esto. Todo lo que hacía era que ella me odiara más cada día que pasaba. Amaría a Tiffany por la mayor parte de mi vida, pero no podía obligarla a que me amara. Finalmente, entendí eso.

—Mala elección, pequeña —susurró Padre. No esperaba que ella se fuera. En el fondo, sabía que lo haría.

—No, Ghede. Tú eres el único que hizo una mala elección. No tomas lo que es mío. —Taeyeon lo desafió. Luego hizo una pausa y se inclinó para susurrarle al oído a Tiffany antes de entregársela a la transportista rubia que había protegido a Tiffany tan ferozmente antes.

—Tomaste un alma que era demasiado joven para defenderse. Un alma que pertenecía al Creador. Has cambiado el destino y luego decidiste jugar con un mundo que no es tuyo. Saliste de tu reino y te llevaste otra alma que no estaba bajo tu gobierno. Ahora te doy una alternativa, Ghede. Cerramos este portal, así como los que se encuentran en África y Haití, donde los guerreros están de guardia y los sellamos por toda la eternidad. El poder del vudú va a terminar aquí. Justo ahora. Te pasaste de la raya. —El guante había sido arrojado. Taeyeon tenía el poder. —O dejas ir el alma de Tiffany. Libre de cualquier restitución. Te mantendrás alejado de ella y su familia por toda la eternidad y seguirás siendo como eres. Pero te advierto que si veo a tu hijo, a ti o cualquiera de sus espíritus que se acerque una vez más a Tiffany voy a terminar esta religión. No habrá segundas oportunidades. Es tu elección.

Padre se giró y miró hacia mí. Podía sentir sus ojos taladrándome mientras yo estudiaba a Tiffany. Esto  era todo. Tendría que dejarla ir ahora.  Era  la  única  manera.  Ella  nunca  tuvo  la  intención  de  estar conmigo. A pesar de que en mi corazón, ella siempre lo estaría.

—Deja que se vaya. —Respondí. Entonces, dejé caer mis ojos de su mirada y me giré para irme. De vuelta al castillo, donde mi futuro nunca estaría completo.

Había perdido la llave de mi felicidad.

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Comments

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ashleyurdiales24 #1
Chapter 15: Aunque al parecer no fue tan malo como parecía sigo odiando a siwon pero le tengo compasión, pobre de él, quiero imaginar que pudo ser feliz con la chica llamada lana sea como sea:))
Skyth06
#2
Chapter 16: Ohhh siii *-*!!!!! Yay
saramarmota #3
Chapter 15: ME ENCANTOO¡¡¡ DEMASIADOO ESTA HISTORIA.. TENDRA OTRA PARTE?
Skyth06
#4
Chapter 15: Me gustó mucho este fic gracias por compartirlo
Skyth06
#5
Chapter 13: Pobre siwi y que desgraciado es su padre !!
Skyth06
#6
Chapter 12: Interesante la vdd ahora más cosas encajan *-*
UnicornBronze92
#7
Chapter 11: al fin me pude actualizar con la historia y WOW! Ya no odio tanto a Siwon, me da hasta penita el pobre :(
Skyth06
#8
Chapter 11: Muchísimas gracias por la dedicatoria mis comentarios no son muy largos pero si los dejo es porque de verdad me gusta está historia y pensando bien las cosas Siwon es igual otra víctima si lo miras de otra manera, repito me gusta cómo manifiesta el las cosas ^_^
Skyth06
#9
Chapter 10: Wtf wtf D: