Capítulo 4

En la mañana todos estaban alrededor de Sehun, tan solo de la noche a la mañana había dado una gran mejoría gracias a Lay. Rin se sentía ansiosa por lo que estaban a punto de enterarse. Sehun aclaro su garganta para comenzar a hablar.

“No te guardes ningún detalle.” Interrumpió Onew.

“Como sabes fui a la misión que me enviaste, encontré el arma que tanto buscamos… pero tiene algunos requisitos. Bastante obvios pero el problema de eso es que casi cualquiera la puede usar, incluso Minho… y si cae en sus manos podría ser desastroso.” Continúo Sehun

“¿Arma? ¿De qué se trata todo esto?” al parecer Rinsu era la única que no sabía de lo que hablaban.

“Esta arma no es un arma cualquiera… Es una leyenda que hasta ahora pensábamos que era tan solo eso… un mito, se dice que puede matar a un dios, uno solo antes de destruirse. La pueden usar en nosotros y fácilmente nos puede matar pero para destruirse necesitan haber matado a varios semi dioses.” Dijo Onew con voz preocupada.

“¿Pero si es tan peligrosa para los dioses porque no la han destruido ellos mismos?” Rin pregunto.

“Es porque es invisible para los dioses y, ¿dónde buscas algo que no puedes ver? Por eso es tan mortal para ellos o debería decir nosotros. Dicen que la persona indicada vera el arma y podrá utilizarla en contra de un dios.” Suho contesto.

“¿A quién quiere matar Minho?”

“No sabemos aún, eso es lo que nos preocupa, pero creemos que quiere apoderarse del olimpo, él y su padre Hades.” Dijo Jonghyun.

“¿Pero no sería eso estúpido? ¿Los otros dioses no pelearían por Zeus.”

“Los dioses son criaturas muy egoístas. Ellos pelearan por quien ellos creen que los cuidara mejor.” Chanyeol agrego.

“Así que, ¿no son fieles a Zeus?” Rin pregunto sorprendida. Ella pensaba que ellos adoraban a su dios rey.

“Luego de lo que paso a Perséfone, muchos dejaron de apoyarlo, otros solo se fueron del olimpo. Porque quien les garantizaba que si algo les pasaba a ellos el no haría lo mismo.” Chen comento.

“¿Que le paso a Perséfone?” Rin pregunto mirando a Amber su hija. Rin era tan ignorante en ese tema que se sintió avergonzada, pero aun así estaba curiosa, así que continuo preguntando.

“La leyenda dice que Zeus y Hades pelearon por quien sería el dios rey del olimpo. Luego de la traición de Hades, Zeus lo desterró al inframundo para que se encargara de las almas allí. Con el tiempo Zeus tuvo una hija llamada Perséfone. Cuando creció le dieron el nombre de la diosa de la muerte. Hades ciego de poder y le pidió a Zeus casarse con Perséfone, el cual definitivamente se negó.

Hades molesto juro que se vengaría.

Un día Perséfone estaba recogiendo flores con sus amigas y en el camino de regreso la tierra se abrió y cayo directo al inframundo. Ahí estuvo prisionera por años hasta que acepto casarse con Hades, convirtiéndose en la Reina de inframundo y diosa de la muerte.” Amber termino con un suspiro.

“Aún sigue en el inframundo?” Amber asintió.

“¿Y porque Hades luego de que obtuvo lo que quería aun quiere matar a Zeus?”

“Porque Zeus nunca confió en el…” Dijo Taemin

“Y lo echo prefiriendo a sus otros hermanos.” Termino su mellizo Kai.

Rin asintió, recordó que Minho la necesitaba para algo… que podía ser. ¿Que tenía que ver ella en todo eso?

Aún tenían que descubrir quiénes eran sus padres, esa era la clave principal para saber quién era y que querían.

“Tengo que descubrir quién soy lo antes posible, sin saber estamos ciegos. Ellos me necesitan para algo… debemos averiguar.” Rin comento decidida. Sabía que era una prioridad. Todos asintieron.

“Debemos ir con las moiras. Hoy.” Agrego Suho. Onew asintió sabiendo que no tenían otra opción.

Así que todos se alistaron para su viaje. Debían de estar preparados para cualquier cosa. Tomaron sus armas llenaron la camioneta de todo lo que necesitarían.

“Tú te quedaras.” Le dijo Lay a Sehun. “Aun necesitas recuperarte.”

“No me quedare sentado sin hacer nada!” Peleo Sehun.

“Está bien Sehun ya hiciste bastante ahora necesitas recupérate.” Le dijo Suho dándole palmaditas en la espalda. El chico se dejó caer en el sofá con un resoplido, pero finalmente aceptando que tenían razón, debía descansar.

Chen, Key, Suho, Chanyeol, Jonghyun, Sully, Suzy, Amber, Baekhyun, Onew y Rinsu se subieron a la camioneta dejando a los demás en la cabaña.

Durante el viaje no sucedió mucho. Todos iban callados al parecer nerviosos de lo que estaban a punto de enfrentar. Rinsu solo podía pensar en cómo su vida había cambiado drásticamente, y lo que aún quedaba por descubrir podría cambiar su vida aún más. Trato de alejar todo pensamiento atrás. Cerró los ojos y durmió una pequeña siesta.

Algunas horas después sintió que alguien la llamaba.

“Rin… Rin despierta ya llegamos.” Chen movía su brazo bruscamente. Rin se levantó de un salto golpeando su cabeza en el techo de la camioneta. Dejo escapar un aullido de dolor y se volvió a sentar.

“¿Estas bien?” pregunto Onew poco preocupado. Rin asintió avergonzada.

“Lo siento, Rin.” Dijo Chen.

“No importa.” Contesto Rin, tocándose la cabeza.

Una vez llegaron al pie de la montaña se bajaron de la camioneta.

“Desde aquí tendremos que subir la montaña hasta la cueva de las moiras.” Rin sintió unos escalofríos por todo su cuerpo. Algo le decía que se diera la vuelta. Que huyera. “No es una buena idea.”

Pero se obligó a si misma a continuar caminado. Caminaron durante varios minutos, o quizás una hora. Rin ya había perdido la noción del tiempo. Finalmente estaban frente a la entrada de la cueva.

Rin sentía el corazón latiendo contra su pecho fuertemente. Onew se adentró en la cueva seguido por los demás Rin se quedó paralizada por un segundo.

“Rin, ¿vienes?” Dijo Onew dándole una sonrisa que le dio valor.

Caminaron en la oscuridad de la cueva con Baekhyun alumbrando el camino. Un olor a humedad causaba que a Rin se le hiciera difícil respirar. Sus pasos resonaban a lo largo de la cueva. Llegaron al final de la cueva para encontrar un enorme espacio con forma circular, había un estante en el centro y tres puertas en forma de arco.

“Sabía que este día llegaría.” Se escuchó una voz proveniente de la puerta de la derecha.

“Si, nunca te equivocas hermana.” Provino una segunda voz de la puerta central.

Tres mujeres salieron por las puertas.

“Mi nombre es Átropos, soy la diosa del futuro y el destino” Dijo la mujer de la derecha. “Mis hermanas Laquesis la diosa del presente y Cloto la mayor diosa del pasado.” Señalando a la mujer del medio y la de la izquierda. Eran mujeres cautivadoras aunque se veían un poco deterioradas, las tres tenían cabello plateado que les llegaba a la cintura, “Sabemos porque estás aquí...” Dijeron en unísono dirigiéndose a Rin, pensó que para ser ciegas se movían con elegancia.

“Si saben, entonces cuéntenme todo…”