Una tarde de viernes, seis amigas estaban reunidas en el café de siempre conversando y poniéndose al día con sus vidas.

- ¿Y TaeYeon aceptó? -preguntaba la más joven.

-Si Seo, fue la principal condición que Tiffany le puso, volver a empezar sólo como amigas –respondía Sulli amablemente.

-Es increíble que aceptara volver al celibato…

-¡SUNNY!

-Bueno, bueno, no se estresen. –sonreía maliciosamente la pelirroja, que para variar jugaba con su celular.

-Jessica tu debes saber algo más, Tiffany seguro te habrá contado, ¿no? –preguntaba Victoria.

-Lo siento, mis labios están "avasallados". –todas miraron a Sooyoung esperando la traducción de lo que había querido decir la rubia, ya estaban acostumbradas a hacerlo.

-Sellados Jessi. –corregía con su vocecita y luego se escuchó un aaaaaah general.

-Eso quiere decir que si sabes algo –miraba fijamente Victoria.

-Eso quiere decir, que te metas en tus propios asuntos –cortaba la rubia.

-Mejor hagan silencio, ahí viene Tiffany –habló Sulli.

Todas comenzaron a silbar y mirar hacia los lados "disimuladamente". Tiffany llegó un tanto agitada, raro en ella, pero conservaba su elegancia y buen ánimo.

-Hola chicas, siento el retraso pero tenía que entregar algunos informes en la universidad. –dijo mientras tomaba asiento.

Habían pasado los días, las semanas y los meses. La castaña había regresado a "la senda del bien", volvió a ser una estudiante modelo, dejó la vida nocturna y empezó a rechazar pretendientes uno a uno. 

Era nuevamente la Tiffany de siempre y sus amigas, en especial cierta bajita de ojos ónices, estaban más que felices.

-No te preocupes, igual tenemos que esperar por TaeYeon, al parecer también se le hizo tarde –explicaba Seo.

-Ya ya, que casualidad. –dijo sin darle mucha importancia.

-¡Lo siento! –dijo jadeante. La bajita se sentaba y quitaba su bebida a Sunny.

-¡Ey! Eso era mío. –protestaba la pelirroja, mientras veía como su amiga bebía sin pausa el contenido del vaso.

-Estaba entregando el último paquete del día, pensaba que no llegaría a tiempo y entrarían a ver la película sin mí –dijo, recuperando el aliento.

-Tranquila Tae, también esperábamos a Tiffany que acaba de llegar. –decía Sulli.

-¿En serio? Vaya, que suerte –la bajita y la castaña cruzaron miradas cómplices.

-TaeYeon, ¿estás mal de la garganta? –preguntaba Sulli curiosa.

-No, ¿por qué lo preguntas? –con expresión de extrañeza.

-No, por nada. – mientras le arreglaba un poco la bufanda a su amiga.

La bajita no dijo nada, pero sonrió agradecida a su amiga.

Después de pagar la cuenta, todas se levantaron y fueron a disfrutar de una tarde de cine.

-Parece que a veces, lo que mal empieza puede terminar bien, ¿no lo crees Jess? –preguntaba mientras veía como la castaña y la bajita se tomaban de la mano.

-Así parece Sulli.

Una hora antes, en otro lugar…

Dos cuerpos se estremecían al contacto uno del otro, amándose entre las sábanas, entregándose todo en cada beso, en cada caricia y en cada mirada. Se conocían de memoria, no había un lugar de la anatomía de una que la otra no supiera cómo tocar y hacer vibrar.

Se estaban besando tan apasionadamente que la bajita estaba encima de la castaña, llevaban horas haciendo el amor que no daban cuenta de nada. 

Seguían en lo suyo hasta que inevitablemente una de ellas miró ese aparato creado por algún inconsciente, que lleva por nombre reloj, y sirve para agobiar a la gente.

-¡Es tarde, nos matarán! –dijo sobresaltándose y bajando de la castaña.

-¿Qué importa? yo quiero estar así un poco más –decía la castaña abrazándola por la espalda.

-Lujuriosa, anda vístete. Y si importa, porque no deben sospechar nada ¿recuerdas? Tenemos el tiempo justo para llegar.

-TaeTae es muy mala, pero está bien, aunque creo que va siendo hora de contarles. –dijo besándole la espalda y levantándose para recolectar la ropa que había quedado esparcida por la habitación. – ¿TaeTae?

-Dime –levantando la mirada.

-Te amo -después de muchos meses, al fin estuvo lo suficientemente segura de los sentimientos de la bajita, si es que alguna vez lo dudó, y de su lealtad. Podía decírselo sin temor alguno.

-También te amo Phany. –ambas sonrieron tontamente, como sólo lo hacen los enamorados.

Antes de salir rumbo a la ducha, volteó a ver a su amante dedicándole una sonrisa pícara.

-Por cierto Ta-e-Ye-on, (ojitos de cachorro) siento lo de tu cuello, no me pude resistir. Y será mejor que lo cubras ya se empieza a notar.

-¡¿QUÉ?!

Jajajaja pensaron que los dejaria sin el epilogo? jajaja

Buenos nos vemos pronto! Y muchas gracias por el apoyo! <3

TaeNy Is Real! ;)

Taelovestephi27