Para cuando llegó a la escena, la leche llevaba días fuera, regada sobre el piso de la cocina y mezclada con la sangre de las víctimas.

¿Quién podría haber hecho algo así?, se preguntó la joven policía observando su primera escena del crimen. A pesar de estar lo suficientemente entrenada y preparada para ver algo como aquello, no pudo evitar las arcadas que le entraron cuando observó el mutilado cuerpo del Sr. Kim y el del resto de su familia que se extendía por todo el lugar.

—¡Aquí hay alguien vivo!—Escuchó gritar a uno de los paramédicos (que resultaron no ser tan inservibles como parecían).

Inmediatamente el resto corrió a ayudarle, cargando con el cuerpo de una chica rubia de poco más de diecisiete años. Estaba sana, aparentemente, y no tenía ninguna herida de gravedad.

Tiffany no le prestó atención en ese momento, pues estaba más enfocada en descubrir quién había hecho todo aquello. Creo que ya no se tomarán la leche, pensó.

—Jefe, no sé si está al tanto; pero este no es el primer caso con este modus operandi. Hace un par de años la policía de Busán iba tras la pista de un asesino en serie, pero éste paró de matar, y a su vez ellos pararon la búsqueda.

Tiffany se aclaró la garganta por fin, diciendo las primeras palabras del día.

—¿Qué tienen en común sus modus operandi?

—Bueno, según los registros, el asesino entra por las noches. No hay entrada forzada, ni llamadas de auxilio pues ataca lugares casi desolados. La leche regada en la cocina también hace parte de su ritual, pues indica que los cuerpos llevan el mismo tiempo que la leche a la intemperie. Pero…

—¿Qué?—Preguntó, analizando el perímetro.

—Hay algo… inusual, podría decirse.

—¿Y qué es eso tan inusual según tú?

—Es la primera vez que deja un testigo. Además, suponiendo que los cuerpos tienen varios días, alguien lo habría notado; pues el Sr. Kim va todos los días a la ciudad.

—¿Cuál era su ocupación?

—Es el CEO de la empresa de joyería más importante del país. Como sabrá la familia Kim es una de las más influyentes de Corea; a pesar de eso son bastante reservados y casi no se les ve.

—¿Y sus relaciones familiares?—Preguntó la oficial, saliendo de la mansión.  

—Según reportes de la prensa, eran una familia muy unida. Su padre es conocido por constantes donaciones a la caridad.

Tiffany pensó por un momento, entornando los ojos.

—Que acordonen la zona. Necesito que hables con el abogado de la familia y consigas la mayor información posible, si se puede que venga a vernos o consigue una cita con él para antes de mediodía.

—¿Para mediodía?—Preguntó la chica, frunciendo el entrecejo.

—¿Acaso tienes algo mejor que hacer, Kwon? Consigue al abogado para hoy mismo. Tienes tres horas para eso.

—Sí, Señor. ¿Algo más?

La oficial pareció titubear.

—Busca cualquier conexión. Un viejo amorío, negocios ilegales, fraude, una mala relación con alguna empresa, todo. Cualquier cosa que indique un móvil para matar.

—Pues… vas a tener una larga lista de posibles asesinos. Hace un par de meses la empresa Kim inició un proceso legal contra uno de sus asociados, porque había robado parte de su “emporio”. Como consecuencia, las acciones de la compañía asociada cayeron a causa del escándalo.

—¿Y este asociado es…?

—Jefe, perdone que me entrometa, pero, ¿va a tomar este caso como algo individual? Es decir, ¿no tendrá en cuenta los anteriores casos con el mismo modus operandi?

—Por el momento actuaremos cómo si no existiese otro caso parecido. Hay que tratar de encontrar en qué difieren estos dos casos.

—¿Por qué, Jefe?

Tiffany hizo una pausa antes de contestarle.

—Te apuesto lo que quieras a que este caso no está relacionado con el asesino en serie de Busan. Aquí hay algo más y lo descifraré.

➵➵➵

—¿Ya despertó la hija?

—Sí, está en la Unidad de Cuidados Intensivos. —Comunicó, apoyándose sobre el escritorio de Tiffany.

—¿Qué hace ella en la UCI? —Preguntó, inquieta—Hasta donde tenía entendido estaba físicamente bien.

—Cuando la trasladaron hacia el hospital notaron que tenía una sutura en el estómago que probablemente hizo el asesino.

—¿Probablemente?

—Bueno, es lo más seguro. Parece el trabajo de un carnicero, a decir verdad. —Confesó—Creyeron que tal vez se trataba de tráfico de órganos, pero hasta ahora el único cuerpo al que le han hecho la autopsia tenía todos sus órganos en orden; así que esperan que la chica también los tenga.

—Las personas no simplemente cortan y despedazan por diversión, Kwon. Mucho menos un asesino en serie. La psicopatía hace que ellos vean su crimen como una diversión, o que incluso lo vean como lo correcto; algunos, como en este caso, lo hacen para dejar un mensaje.

—¿Cómo sabe que lo hizo para dejar un mensaje, Oficial Hwang? —Preguntó la novata, ojeando los archivos sobre el escritorio.

—Es muy sencillo si sabes dónde mirar. Verás, lo más lógico sería que si un asesino no quiere ser atrapado, no deje testigos sueltos, ¿verdad? —Kwon asintió—Pues no es así. De hecho, dejar un testigo solo sucede por dos razones: la primera es que cometió un error y no fue su intención y la segunda que quiera ridiculizar al cuerpo policial. Y según esto, tiene más coherencia lo segundo, pues un asesino en serie, digamos, profesional en lo que hace, jamás dejaría un testigo suelto; suponiendo que cometa un error, cosa poco probable también.

—Entonces si usted dice que estas personas no cometen errores, ¿cómo es que logran atraparlos?

Tiffany parecía divertirse con la conversación, pero notaba cierta repugnancia en la expresión de la cadete a su cargo.

—En teoría, jamás los atrapamos. —Respondió—Se puede atrapar el cuerpo, pero la mente criminal supera las barreras de lo corpóreo. No lo olvides.

Kwon Yuri asintió, frunciendo un poco el entrecejo.

—Ahora vamos a hablar con nuestra víctima.

—¿Hablar o… interrogar?—Cuestionó la novata.

La oficial Hwang se limitó a mirarla, dirigiéndose hacia su auto para ir al hospital.

—Kim Taeyeon, soy la oficial Hwang y estoy a cargo del caso del asesinato de su familia.

La chica rubia se abstuvo de contestar, mirando en su lugar a un punto lejano.

—Entiendo que aún está un poco confundida y su recuperación no es total, pero me gustaría resolver este caso lo más pronto posible y eso solo lo lograré si usted me ayuda.

Tiffany tenía que reconocer que la chica frente a ella poseía una belleza cautivadora, atrapante. Sin embargo, notaba algo fuera de lugar en ella y era evidente para cualquiera que la observara. Y ese algo no se lo debía a la pérdida de su familia, no; había algo más allá.

—Está bien. —Respondió la chica con una voz melodiosa.

Tiffany encendió la grabadora y la puso sobre la mesa junto a la víctima.

—Bien, cuénteme desde el principio lo que recuerde.

—Pues… hace dos noches, papá volvió algo tarde de la ciudad. Estaba solucionando un problema que se le presentó. Bueno, él…

—¿No dijo qué problema?—Interrumpió la oficial, anotando en su libreta detalles omitidos o desconocidos en el informe.

—No, sólo sé que era algo importante porque parecía bastante perturbado.

—Continúe.

—Bueno, esa noche habíamos quedado en cenar en casa (como casi siempre) y mamá cocinó pavo y ensalada. Estábamos sentados en la mesa y…

—¿Y?

—Lo siento, no recuerdo. Sólo sé que alguien tocó la puerta. Joohyun fue a abrir y era… era… Joo dijo que era Frank, el repartidor de leche.

—¿A qué horas más o menos fue eso?

—Como a las seis con veinte minutos, no podría decirlo con exactitud.

—¿Era normal de Frank pasar a esas horas?

—Sí. Bueno, no. A veces se retrasaba con las entregas y por eso pasaba tan tarde, pero normalmente pasaba por las mañanas.

—¿Joohyun es su hermano?

—Mi novio—Corrigió—bueno, mi ex-novio ahora.

—Lamento su pérdida.

—Gracias. —Medio sonrió—Como decía, Joohyun creyó que era Frank porque vio la caja de leche por la ventana, pero pues como supondrá, no era él. No recuerdo muy bien lo que pasó después, pero mi padre intentó correr a buscar su arma. Vi a Joohyun caer, creo que lo apuñalaron, y luego me golpee la cabeza y no vi nada más.

—¿Recuperó la conciencia en algún momento después de eso?

—Creo que sí, el hombre me estaba llamando.

—¿Por su nombre?

—Dijo Taeyeon. Y luego me hizo mirarme el abdomen. —Añadió, frunciendo el rostro.

Tiffany se quedó mirándola por un segundo, antes de regresar al interrogatorio.

—¿Fue usted quien llamó al 911?

—Sí.

—Bueno, Señorita Kim, quisiera que me explicara por qué usted estando con un asesino en serie llama a emergencias dos días después. ¿Por qué él la dejó viva a usted precisamente?

Me parece imposible que en los días siguientes Frank el repartidor no hubiese notado la ausencia, ni el olor y que tampoco se hubiese molestado en reportarlo.

—Yo… no sé.

Tiffany estaba por empezar otra ronda de preguntas y acusaciones, pero su compañera de caso (o su estudiante) Kwon le interrumpió.

—Disculpe, Jefe.

—Ahora no, Kwon.

—Es urgente, Jefe.

Tiffany bufó.

—Más te vale que sea importante. —Accedió, saliendo de la habitación para hablar.

—Hablé con el abogado. —Dijo entusiasmada.

—¿Y? ¿Eso que tiene?

—El abogado tenía una reunión con el Sr. Kim hace dos noches, exactamente; pero él no asistió.

Tiffany rodó los ojos.

—¡Pues claro que no asistió, idiota! ¡Lo estaban descuartizando en su casa!

—No, no, ¡espera por un jodido segundo a que me explique!—Tiffany calló—Lo siento. El abogado dijo que la cita que tenían era para hablar de la demanda. Parece ser que sus asociados también iniciaron un proceso legal contra él por fraude, por esa razón le pareció extraño que el Sr. Kim no se presentara.

—¿Y entonces? ¿Reportó la inasistencia?

—Eso es de lo que quería hablarte. No lo reportó, porque llamó al Sr. Kim y su hija Taeyeon respondió el teléfono para decirle que su padre estaba enfermo.

Tiffany arqueó las cejas, sorprendida.

—¿A qué horas realizó la llamada?

—Entre las siete y las ocho de la noche. Está seguro de que fue a esa hora, pero para asegurarme ya mandé a pedir los registros del teléfono de su oficina y el de su uso personal. —Informó—Jefe, perdone que le pregunte pero ¿piensa interrogar enseguida a la chica?

—No, Kwon. Creo que esta información es mejor manejarla entre nosotras, mientras menos ella sepa, mejor. —Le dijo—Resultaste ser una gran aprendiz, Kwon. Sigue así y pronto conseguirás tu recomendación.

La chica sonrió, regresando por donde había venido. Aún tenía muchas cosas que averiguar.

➵➵➵

—Oficial Hwang, ¿verdad? —Preguntó la rubia, observándola desde su lugar en la cama.

—Sí.

—¿Siempre ha estado en esta División?

—¿En Homicidios?—Taeyeon asintió—No, trabajé un tiempo en Narcóticos.

Mentiras. No podía decirle que en realidad ese era su primer caso como Jefe. (¿Y explicar cómo asciende una persona de novata a Jefe en menos de un año? De ninguna manera).

—¿Qué le hizo cambiarse de División?—Inquirió nuevamente la jovencita.

Tiffany meditó su respuesta.

—Personas como tú.

Taeyeon se rió como si le hubiesen contado el mejor chiste del mundo.

—¿Y cómo son las personas como yo, Oficial?

—Inteligentes —Sonrió—, pero hasta el más inteligente se equivoca alguna vez.

Stephanie tiró los archivos sobre la mesa, frustrada como estaba. En su trabajo podría ser la excelente Oficial Tiffany Hwang, pero a solas era Stephanie sin más.

Estaba casi segura de que odiaba trabajar para Homicidios, y trabajar para la Policía en general (aunque no había tenido más elección).

Intentó reconstruir la línea de tiempo por enésima vez.

—¿Cómo vas? —Inquirió Jessica, su compañera de apartamento.

—Bien.

—Qué mentirosa.

Tiffany gimió.

—Está bien, voy horrible. Quiero decir, estoy segura de que es ella, pero no logro encontrar un motivo. No puedo simplemente decirle al Jurado que Taeyeon descuartizó a su familia, se abrió el estómago, se lo suturó ella misma y luego llamó a la Policía.

—…¿Y si no lo hizo ella?

—¿Qué quieres decir?

—Digo… ¿y si alguien más le ayudó? No tienes que encontrar al cómplice, ¿sabes? Sólo tienes que probar que ella lo hizo.

—¿Te he dicho ya lo buena Detective que serías? —Alabó.

—Lo sé, soy fenomenal. Deberíamos cambiar de trabajos.

—Totalmente de acuerdo contigo. —Concordó Tiffany, sonriendo.

—¿Por qué sigues aquí si es evidente que me odias?—Preguntó Taeyeon un día cualquiera.

—Es mi trabajo. En teoría, eres sospechosa, pero la razón por la que debo quedarme es porque también eres víctima. Temen que puedan volver a matarte a ti también o algo así.

—¿Cuántos años tienes? —Cuestionó, cambiando el tema.

—Cumpliré veinticuatro en un par de semanas más. ¿Y tú?

—Ya lo sabes, está en mi expediente.

—Trataba de hacer conversación. —Rodó los ojos la Oficial.

—...Diecinueve.

—De acuerdo, esta es de lejos la conversación más ridícula que he tenido desde que mi padre intentó persuadirme para hacer parte del Servicio Secreto del Presidente. Tú… quédate callada. Lee o haz algo, no me importa.

No pasó mucho tiempo antes de que la chica volviese a hablar.

—Yo no lo hice.

—Claro que no lo hiciste. —Comentó sarcásticamente.

—Yo no lo hice, lo juro. Puedo probarlo.

—Yo también puedo probar que tú lo hiciste.

—No todo es lo que parece. No puedes conocer cómo sucedieron las cosas si no las viviste en primera persona. Tienes que ayudarme, por favor.

—¿Por qué debería?—Preguntó— No te creo y aunque lo hiciera, aún seguirías siendo culpable.

—Dije que puedo probarlo. —Dijo con un tono de voz más agresivo. —Puedes escucharme por lo menos. Me debes eso al menos, ya que voy a ser condenada a cadena perpetua por tu culpa.

Tiffany lo pensó detenidamente, no queriendo involucrarse con una persona tan enferma como ella.

—Habla. —Pidió por fin.

—¿Hablaste con el abogado de la familia?

—No directamente, pero la oficial a mi cargo lo hizo.

—Él no quiere representarme.

—No dudo por qué. Mataste a su mayor cliente.

—Eso no es cierto. Sí, tal vez haya algo extraño en mi versión, pero no por esto significa que maté a mi familia. —Explicó—Continuaré. Mi padre, como sabrás, tenía mucho dinero. Hace un par de meses él nos leyó su testamento, pues estaba muy enfermo y temía dejarnos sin nada.

Taeyeón rió amargamente.

»Bueno, pues a mí sí me dejó sin nada. Cuando mi padre muriese, mi hermano pasaría a ser el heredero total de su fortuna.

—Eso no prueba nada. Solo prueba que tenías un motivo para asesinar.

—No exactamente. Verás, así yo matara a mi hermano, yo no heredaría el dinero de mi padre.

—¿Entonces?

—Pues averigua el resto. No puedo hacer el trabajo por ti.

—Sabes que todo indica que eres tú, ¿verdad?

—Lo sé, pero no necesitas que sea cierto para conseguir un motivo, ¿no? Estás acusándome de algo en base a apariencias, yo también podría librarme de la condena en base a las apariencias. Tú elige. —Le dijo, dejando confundida a la oficial, que se retiró rápidamente de la habitación.

Recordó que había escuchado que la chica era manipuladora, pues sabía usar sus palabras; pero ella se sentía perdida solo con mirarla. Taeyeon no necesitaba de palabras para manipularla.

Dos días habían pasado ya y el caso aún se encontraba sin resolver. Un caso no resuelto significaba un recorte en su salario de un 2% de lo que ganaba (y teniendo en cuenta que ese no era el único caso sin resolver del mes, su recorte sería mayor de lo que había previsto).

—Jefe Hwang. —La voz de su compañera de campo se escuchó a sus espaldas, pero Tiffany estaba muy ocupada tecleando en su ordenador como para responderle inmediatamente.

—Jefe—insistió—tiene que ver esto.

El tono de la chica llamó su atención.

—¿Encontraste algo importante?

—No, bueno…, sí y no. Mire usted misma. —La agente en entrenamiento abrió su ordenador portátil, rápidamente buscando lo que necesitaba. —¿Recuerda que habíamos dicho que la familia Kim no salía mucho de su mansión?

Tiffany se limitó a asentir.

—Bueno, me pareció algo bastante curioso no ver muchas fotografías familiares ni individuales recientes en la sala o en alguna otra parte de la casa; así que me dediqué a comparar las fotografías de los álbumes familiares que trajeron los de criminalística con nuestra actual sospechosa. —Hizo una pausa, organizando sus ideas y aprovechando para mostrarle las imágenes en la pantalla—Al principio todo iba bien, porque la clave está en el parecido; pero luego noté algo extraño. Kim Taeyeon bebé tenía una cicatriz desde el cuello hasta la espalda, como de unos siete centímetros. Se la hicieron cuando intentaron asesinar a su padre y éste tenía a su hija en brazos.

—¿Estás segura que era una cicatriz?

—Sí, mirela. —Le indicó la pantalla. —Bueno, usted dirá, ¿acaso no existe la cirugía plástica en la actualidad? Cualquiera puede removerse una simple cicatriz, e incluso puede desaparecer con el tiempo; pero por lo general sigo mi instinto, así que llevé una muestra del ADN de la sospechosa y puede que haya logrado acelerar el proceso.

—¿Quieres dejar el rodeo? Me estás poniendo nerviosa.

—Se pondrá más nerviosa cuando escuche esto: Kim Taeyeon no es realmente Kim Taeyeon.

—¿Qué?

—El ADN de nuestra sospechosa no coincide con el de la hija del Sr. Kim. Sin embargo, el sistema encontró una compatibilidad.

—No puede ser…

—Es el mismo ADN que encontraron en una escena del crimen en Busán, pero en ese entonces no pudieron atrapar al asesino porque su ADN no se encontraba registrado en el sistema que se usa para delitos.

—Entonces…, ella es…, ¿pero cómo puede alguien asesinar y mutilar…?

—Eso no es lo peor de todo. Aún tenemos el problema de la ausencia del cuerpo de la hija.

—Probablemente la enterró en algún lado, ¿no?

—Bueno…, no exactamente. Usted sabe que el método de mutilación permite… ciertas cosas. En todos los casos en Busán, siempre le faltaban algunas partes del cuerpo a las víctimas. Y… pues…

—¿Qué quieres decir?

—Creo que nuestra falsa Taeyeon se comió a la real.

➵➵➵

Tiffany trató de frenar las contracciones, pero estaba demasiado asqueada. Vomitó por lo que se sentía la enésima vez y apoyó los codos sobre la taza del inodoro.

¿Cómo podía alguien…? No le cabía en la cabeza. Era el primera caso fuerte que tenía y sentía que lo estaba manejando muy mal.

Echó agua fría sobre su rostro, preparándose para enfrentarse a lo inevitable. Ahora que habían descubierto todo, solo necesitaban la confesión (el interrogatorio ya se había puesto en marcha a cargo de la Oficial Jung) y luego de ello Tiffany tendría que ir a entregar los archivos al respecto del caso.

Se imaginaba los titulares en la prensa: primera planilla, en letras grandes tamaño treinta y dos y con un estilo San Serif que dejaba mucho que desear. Pero eso no le importaba, ahora solo se encontraba en un dilema: por un lado feliz porque su recorte se había visto reducido en un 2%, y por otro lado sentía una molestia en el pecho por saber que la chica a la que había cuidado los últimos días era culpable.

Kwon manejó la patrulla hasta la estación (porque a la pseudo-Taeyeon ya le habían dado el alta) por primera vez, pues Tiffany usualmente manejaba; pero en ese momento se encontraba en un estado catatónico. Solo volvió a la realidad cuando el Comandante de su División le felicitó por un gran trabajo.

—No fui solo yo, Comandante. La agente Kwon aportó mucho a este caso. Es muy buena en lo que hace.

—Me gusta que se lleven bien. Ya veo que el trabajo en equipo está dando frutos. —Comentó—Ahora por favor acompáñame a firmar algunos papeles para el traslado a la prisión de máxima seguridad.

—¿Ya confesó?

—Así es, pero lo más probable es que en el juicio su defensa pida por la noción de interdicto; pero eso es algo de lo que nos ocuparemos después.

Tiffany respiró hondo, tratando de que su voz sonara normal.

—Ummm…, ¿cree que pueda hablar con ella antes de la trasladen?

—Claro, es tu caso después de todo. Está en la sala de interrogatorios. No tardes.

Tiffany se despidió brevemente antes de ingresar a la sala.

—Hola, oficial. —Saludó alegramente la joven.

—Hola.

—Ya se enteró, ¿no? Al final, sí era culpable.

—¿Entonces por qué me pediste que te creyera?

—Solo…,—la chica pausó para poder reír—necesitaba que alguien, por una vez en mi vida, creyera en mí. Es… es difícil ser quien soy.

—¿Y quién eres, acaso?

—Nadie. Soy… nada. Nunca he sido alguien importante, una de las razones principales que me motivó a todo esto; bueno, además de mi mente. Pero, no importa. Ya debo irme.

Como si la hubiesen escuchado, un oficial entró para llevársela.

—Ah,—añadió pseudo-Taeyeon antes de irse—te dejé algo para que me recuerdes. Me dijeron que tienes un lindo apartamento. Disfrútalo.

—¡¿Qué hiciste?!

—Nada. —Sonrió inocentemente.

Pero cuando Tiffany llegó a su apartamento, descubrió que no era «nada», como la chica había dicho.

Sobre la mesa de la cocina descubrió una caja color fucsia de tamaño mediano, lo suficientemente grande para alojar una bomba. Pensó en llamar al escuadrón anti-bombas, pero le parecía ilógico que Taeyeon le hubiese puesto una bomba en su departamento.

Entonces, la abrió sin más y dentro descubrió un corazón humano de una coloración mohosa por el tiempo que había durado fuera del pecho de su dueño. En la parte de arriba tenía cosido dos ojos de color ámbar y bajo éstos tenía grabada una T mayúscula sangrante.

Bajo la inicial, en una letra pequeña y casi ilegible se leía: «Siempre a tu lado, como una sombra. T.»

Tiffany gritó.

 

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Para los que pensaron que esto sería un OS bonito, oops. Resulta que esto es lo que surge cuando tu vida amorosa es inexistente. 

Espero que hayan tenido un excelente año, aunque el mío no fue tan bueno: pero la noticia es que me gradúo y podré escribir más a menudo.

PD: Tenía este OS desde hace como cuatro meses, pero hasta hoy lo terminé.

PD2: ¡Feliz Navidad a todos!

PD3: Síganme en Twitter en  @aesthetiff