*Este OS fue inspirado por Alleways de The NGBH.

3. El Moribundo Perdido

—¡Suélteme! ¡Le juro que yo no la maté!

—¿Ah, sí? He escuchado eso muchas veces. ¡Diga que hizo con el cuerpo!

La rubia se removió incómoda mientras la chica le ponía las esposas y la empujaba para que caminara.

—¡No sé de qué me habla! ¡Una chica me pidió un aventón y solo paré por eso!

—¿Acostumbra a dar aventones a estas horas de la noche, señorita? —Le dijo la oficial burlonamente—además, recibimos una llamada. Al parecer la vieron arrojando un bulto al lago.

—¿Está bromeando? ¡Estoy tiene que ser una jodida brom- ¡Oiga! ¡¿Qué hace?!

—Pues se va conmigo a la estación y más le vale cooperar.

—¡No me puede hacer esto! ¡Es mi cumpleaños!

—Debió pensarlo antes—La chica pelinegra le sonrió con cara de pocos amigos y la empujó dentro del asiento trasero del vehículo. Caminó de vuelta hasta donde se encontraba su equipo y prosiguió a dar indicaciones.

—YoonA, acordona el área y Yuri tú llama para que vengan a buscar el cuerpo mañana temprano. A esta hora ya no podemos hacer mucho—la chica asintió, haciendo lo que su jefa le había indicado.

—Uh, jefa—habló una chica más baja, de cabello corto y teñido de rubio.

—¿Qué sucede, Sonkyu?

La chica llamada Sonkyu rodó los ojos, molesta por la forma en la que tenía su jefa de llamarla, a pesar de los años trabajando juntas.

—He llamado a Taeyeon como me lo ha pedido. Está esperándola en la estación para el interrogatorio, pero dijo que le dijera que sería la última vez.

—Muy bien, Sonkyu, gracias.

La agente Tiffany volvió al auto, malhumorada y con un dolor de cabeza palpitante. Odiaba hacer el turno nocturno con toda su alma, pero tenía que hacerlo si quería ganar un poco más y poder seguir pagándose su lujoso departamento. Desde que Taeyeon—que era una agente retirada y muy a su pesar la mejor interrogando—la había dejado, su vida se había vuelto un infierno. Se lamentaba no haber luchado más por la relación, pero su trabajo la mantenía todo el tiempo ocupada y mucha más ahora que tenía que pagar las cuotas del apartamento ella sola y no con la ayuda de Taeyeon, como antes lo hacían.

En el fondo, Tiffany sabía que su ex-novia la odiaba por todo el daño que le hizo, y ella se odiaba por haberla hecho sufrir, pero el pasado no se podía cambiar.

—…tiene que creerme, por favor—la rubia lloró desde el asiento trasero—yo solo pensé que la chica podía estar en un apuro…

—Cuando lleguemos a la estación, podrá dar su versión de la historia. Ahora por favor manténganse callada que los lloriqueos me molestan—apretó sus manos alrededor del volante y su mandíbula hizo juego con estas.

Apenas se dio cuenta que ya había llegado a la estación y que la chica rubia seguía sollozando entrecortadamente. En su mente solo estaba la imagen de la persona con el corazón más noble que jamás había conocido, y que ella misma se había encargado de romper.

—¿Qué—sollozo—harán—sollozo—con mi auto?

Tiffany no respondió, sino que sacó a la rubia llorona del auto y la empujó nuevamente. Taeyeon estaba de pie en el umbral de las puertas corredizas de la comisaría, con la mirada fija en algún punto del pavimento. Por un momento la chica sin nombre comenzó a caminar y en el otro salió pitando en la dirección contraria, intentando escapar.

—¡¿A dónde crees que vas?! —Gritó la oficial, siendo más rápida que la asesina y lanzándosele por la espalda con fuerza. Su reacción no fue tan rápida y la asesina terminó estrellándose dolorosamente contra el suelo—y la próxima vez te voy a romper algo más que el labio.

Levantó del suelo a la chica y no esperó a que esta caminar sola esta vez, siendo ella la que la llevaba a rastras hasta la comisaría. Cuando su mirada se cruzó con la de Taeyeon, supo que había sido una horrible idea llamarla. La necesitaba, en más de una forma. De hecho, si llegaba a dejar otro caso para la pila con la etiqueta de “sin resolver”, la despedirían y no se podía dar el lujo de perder su trabajo. Esa era la razón principal de haberla llamado, y por qué no, también era una razón el hecho de que realmente le hacía falta ver su rostro. El rostro que le robó el aliento por seis años.

Taeyeon, ahora teñida de un tono pastel, entró detrás de la oficial y la criminal. Había pasado mucho tiempo desde que se había visto con Tiffany por última vez, y a pesar de todo aún la amaba. Era muy difícil no hacerlo cuando ella misma había roto el compromiso, no queriendo estar más con Tiffany, pues sentía que era un estorbo para ella.

If things were different, we were young
Skinny dipping, having fun, I remember
Back in 1991, when the story first begun, I remember

Al momento las agentes YoonA y Yuri llegaron junto con Sunny.

—Muy bien, ¿cuál es tu nombre rubia?

—Je… ssica—respondió, haciendo una mueca cuando su nariz continuó sangrando.

—Bien, Yuri lleva a la rubia hueca al baño y luego dale hielo, no vaya a ser que crea que no somos hospitalarios aquí—indicó—y luego pásala a la habitación.

—Sí, jefa—dijo antes de llevarse a Jessica con ella.

YoonA notó la tensión en la sala y decidió intervenir.

—Yo, uh, creo que voy a preparar la sala—Taeyeon se le quedó viendo con una ceja enarcada, pero no le dijo nada. La chica alta desapareció por el pasillo.

Sunny se quedó extrañada también, pero luego comprendió cuando se fijó en la expresión de su jefa.

—Jefa, yo voy a… a... buscar los antecedentes de la señorita Jessica—dijo antes de desaparecer por el mismo pasillo que YoonA.

—Qué curioso—comentó Taeyeon—su escritorio queda hacia el otro lado.

—Uh, hicimos unos cambios—mintió Tiffany sonrojándose un poco—Tae, estás… te ves…—intentó halagar, pero sus palabras se atoraron en su garganta.

—Tiffany—le dijo con tono duro—¿cómo estás?

Por los ojos de la pelinegra cruzaron todo tipo de emociones pesimistas. Sintió ganas de reír. Apenas habían pasado unos cuantos meses desde que Taeyeon la había dejado y había salido de su vida como un torbellino, y tenía el descaro de preguntar que cómo estaba.

—Amor, siento demorarme—la voz de un chico la distrajo. El chico rodeó con sus brazos a la chica pastel, plantándole un beso en su cabeza.

—Uh, Tiffany él es mi novio Baekhyun—presentó, con una mirada llena de culpa e incomodidad.

Tiffany sonrió amargamente cuando el chico le tendió la mano sin un rastro de burla. Su ex-novia no le había hablado de ella.

—Creo que no estoy tan bien como tú—le sonrió falsamente a Taeyeon, pasando de estrechar la mano del actual novio de la chica.

And cause we all chew gum, we all have fun with water guns
And we all grew up, got tough
just wasn't simple enough

—Entonces… Jessica Jung, ¿verdad? —Le preguntó Taeyeon a la rubia frente a ella, quien ahora había solucionado su sangrado nasal.

—Sí.

—Felices diecinueve, por cierto—dijo seriamente—aquí dice que eres estudiante universitaria.

—Gracias. Sí, soy estudiante en la Universidad de Artes aquí en Corea.

—Vaya, no entiendo como una artista tiene deseos de asesinar a alguien. O bueno, no sería la primera vez, pero por lo general las personas talentosas y con metas no cometen este tipo de errores.

—¡YA LE DIJE QUE YO NO LA MATÉ! —Gritó sin importarle nada—lo… lo siento.

—¿Quiere decirme que pasó, entonces?

—Mire, estaba celebrando mi cumpleaños con unas amigas. Bebimos un poco y luego cogí el auto para ir a casa porque mi hermana menor estaba sola.

—¿Entonces estaba manejando alcoholizada?—La interrumpió Taeyeon, mirándola detalladamente.

—Ya sé que suena mal, pero yo no la maté.

—Bueno, tal vez tú no la mataste, pero pudiste haberla arrollado sin querer, y luego, de alguna forma quisiste revivirla con agua y accidentalmente tiraste su cuerpo al lago.

—Bien, ¿sabe qué? No estoy ebria si eso es lo que cree y estoy entendiendo perfectamente las babosadas que está diciendo.

Taeyeon pasó por su lado y se apoyó sobre la mesa violentamente.

—Me vas escucha-

—No, usted escúcheme—le dijo Jessica desafiante—no voy a decir nada más a menos de que otra persona me interrogue. Esto es patético, usted sabe que yo no la maté. Ni siquiera había un cuerpo.

La chica pastel suspiró pesadamente, saliendo de la sala y yendo hasta el otro lado, detrás del vidrio.

—Ve tú—le indicó a Tiffany sin mirarla, aun avergonzada.

—No querrá hablar con la que casi le rompe la mandíbula—obvió Sunny, observando a la chica a través del vidrio.

—No hay nadie más calificado aparte de nosotras dos—respondió Taeyeon.

El estómago de Tiffany se encogió ante el cumplido no intencionado de Taeyeon. Avanzó hasta la sala conjunta, viendo a Jessica golpeándose la cabeza contra la mesa.

—Creí que luego de casi romperte la cara contra el pavimento, la valorarías un poco más.

—Uh, qué graciosa—gruñó la rubia sin levantar el rostro—¿por qué no vino la morena?

Tiffany frunció el cejo, sin entender de quien hablaba.

—¿Quién? ¿Yuri? —La miró divertida.

—Ella si me cae bien.

—Le suele caer bien a todos los criminales—acentuó las palabras, dándole doble sentido—soy la oficial Hwang Tiffany.

—Lindo nombre—comentó—¿entonces? ¿usted tampoco me cree?

—Te daré el beneficio de la duda, Jung—le dijo—ahora continua con tu versión de la historia.

—Bueno, como decía, iba de vuelta a casa cuando vi a una chica en la acera. Creí que necesitaba ayuda, entonces disminuí la velocidad. Cuando me bajé del auto la chica salió corriendo. Lo juro, no le vi el rostro porque estaba muy oscuro. Intenté seguirla, pero ella desapareció y ya luego no la vi. Volví al auto y ahí fue donde llegaron ustedes y me atacaron sin motivo.

—¿Te das cuenta que tu historia es poco creíble?

—Lo sé, pero es la verdad, se lo juro. Además, ¿qué hay sobre quién los llamó? Deberían rastrearlo o algo, ¿no? Me está culpando por algo que es imposible que haya visto de todas formas, el lugar estaba desierto.

—Tal vez no viste que algún bote estaba cerca cuando la echaste al agua.

—Yo. No. Maté. A. Nadie—respiró intentando calmarse—y no había nadie. Lo hubiera visto.

—¿Entonces de quién es la sangre que encontramos?

—Demonios, no lo sé, pudo ser de cualquier animal. Quiero decir, a veces se cruzan en la carretera. Solo sé que no he matado a nadie.

Tiffany se quedó pensando, sus brazos apoyados sobre el respaldo de la silla frente a Jessica.

—Mira, mañana temprano se sabrá la verdad. Por el momento tendré que ponerte en una celda y-

—¡No! ¡No puedo dormir aquí!  Tengo que ir por mi hermana. Tengo que-

—Señorita Jung, no puedo hacer nada, de verdad. Son las reglas.

Justo cuando Tiffany iba a proceder, la puerta de la sala se abrió de un empujón. YoonA apareció con el ceño ligeramente fruncido y una mueca en los labios.

—Ni te imaginas qué acaba de pasar.

Tiffany caminó velozmente, arrastrando a Jessica nuevamente con ella. Taeyeon las siguió y las demás oficiales le siguieron también, observando con curiosidad al grupo.

—Rastreé la llamada que nos habían hecho. Afortunadamente no era un teléfono desechable así que fue relativamente fácil. Incluso obtuve su dirección.

—¿Y cuál es el problema?

—Que la llamada se realizó desde el centro de Seúl y la señorita Jung estaba en medio de la nada. No tiene sentido que alguien que se supone que vio lo que pasó llame desde tan lejos.

—Alista la patrulla, nos vamos inmediatamente.

Tiffany recogió su arma del cajón de su escritorio y la puso dentro de la cinturilla de su pantalón.

—Aún sigues con esa—la voz de Taeyeon se escuchó a sus espaldas, refiriéndose al arma de Tiffany.

—Eh, sí. Fue un obsequio de mi padre después de todo.

—¿No has pensado en retirarte? —Dejó caer Taeyeon abruptamente, no pudiendo evitarlo. Cuando eran novias, Taeyeon jamás fue capaz de hablar directamente del tema. Por eso cuando decidió romper el compromiso con Tiffany, la chica quedó mucho más devastada al no saber por qué. Claramente lo suponía, pero siempre es mejor confirmarlo. La diferencia entre las dos chicas era que Tiffany no sabía dividir su tiempo entre su trabajo y su familia y eso fue lo que acabó por liquidar la relación.

—¿Para qué? —Preguntó agriamente—Ya no tiene sentido.

—¿Por qué?

—¿Realmente lo preguntas? —Taeyeon siguió con la misma expresión de curiosidad—yo estaba realizando el papeleo para retirarme y darte una sorpresa, pero tú me dejaste antes de que lo pudiera hacer.

Taeyeon tragó saliva, ahora sintiéndose estúpida. No habían hablado mucho sobre lo que había pasado.

—Entonces… ¿tan solo seguiste trabajando?

—La única razón por la que dejaría mi trabajo es por mi familia, y ya no tengo familia así que no tiene sentido. No hablaré más de esto contigo—se dio la vuelta y caminó hacia la patrulla que estaba esperándolas fuera.

What a mistake, saying the way I felt
I'd say my main influence is myself
And cause I started young, I learned a ton, I didn't run
I was scared as and out of touch, and I was still testing my luck, oh

Después de manejar en un silencio incómodo por lo que pareció horas, la van de la policía se estacionó fuera del lugar donde se había localizado la llamada. Tiffany ayudó a bajar a Jessica, pues esta seguía esposada y luego se dirigieron hasta el lugar.

—Esperen… no puede ser—Jessica se golpeó la frente con la palma de su mano.

—¿Qué sucede?—Le preguntó la jefa, acercándose a ella.

—Yo conozco este lugar, es la casa de una conocida. Es amiga de mis amigas.

Tiffany frunció el ceño, creyendo que se trataba de una broma.

—¡Policía Metropolitana de Seúl, abran la puerta!

Luego de un rato, la puerta crujió y frente a ellas apareció una chica mucho más alta que ellas, de cabello castaño.

—Cielos, Jessica, ¿qué te-

—Sooyoung, ¡eres una imbécil! ¿Qué haces aquí? ¿Ustedes hicieron esto, verdad? —Jessica intentó golpearla, pero solo consiguió lastimarse con las esposas.

—Más te vale que hables ahora—le apuntó Tiffany.

—Esperen, esperen, puedo explicarlo…

Luego del pequeño encuentro, la chica les dejó pasar. En la sala estaba sentada una chica de cabello oscuro que resultó ser Seohyun, la dueña de la casa. Otra rubia bajó las escaleras, casi cayendo cuando vio a las oficiales. Se presentó con Hyoyeon.

—¿Quién va a explicarme qué sucede aquí? ¿O tendré que llevármelas a todas a prisión?

—Lo que pasa es que le hicimos una fiesta a Jessica por su cumpleaños—empezó a relatar Sooyoung.

—Eso ya lo sé, ve al punto.

—Bueno, hace un par de semanas que Jessica ha estado yéndose a la cama con cuanta desconocida se cruza. Incluso una vez se fue con una chica que le pidió un aventón, así que nosotras quisimos asustarla un poco.

—Sí, solo queríamos que entendiera…—se justificó Hyoyeon.

—Seohyun se hizo pasar por la chica que necesitaba el aventón, Jessica casi no la conocía y era el papel perfecto. Yo la esperé a la vuelta y apenas salió corriendo, se montó al auto y vinimos. Hyoyeon ya las había llamado diez minutos antes—terminó de contar Sooyoung apenada—no creímos que fuera para tanto, es solo una broma inocente.

—¿Entonces no hay ningún cuerpo? —Preguntó Yuri entrecerrando los ojos.

—Debo admitir que es buen escarmiento—YoonA rió, pero dejó de hacerlo cuando Tiffany la miró de mala gana.

—Que sea la última vez que esto sucede. Y Jung, igual tendrás que pagar la multa de tu auto por el chistesito de tus amigas.

—¡¿QUÉ?! LAS VOY A MATAR—La rubia se abalanzó sobre ellas, cayendo de cara sobre el sofá sin poder mover sus manos para apoyarse.

Tiffany se puso de pie y le quitó las esposas, liberándole las manos.

—Adelante. Nos harías un favor—sonrió la oficial, divirtiéndose por un momento—espero no volver a verlas nunca, ya me iré.

El equipo de Tiffany se puso de pie tras ella.

—Uh, Yuri, espera…—pidió Jessica—¿crees que puedas darme tu número?

—Oh, dios. No ha funcionado—Hyoyeon rodó los ojos.

Tiffany simplemente rió, su ánimo cambiado repentinamente. Ni siquiera le importaba que Taeyeon estuviese allí. A pesar de que ya no eran nada, aún la quería. Pero su trabajo, a pesar de ser un asco por los turnos y estar mal pagado, era su pasión. Sobreviviría sin ella. De todas formas, si realmente era su destino estar juntas, el futuro las volvería a unir luego.

If things were different, we were young
Skinny dipping, having fun, I remember
I left myself in the alleyway
All I wanted would become everything I ever loved, I remember